Discurso de la vicepresidenta argentina Gabriela Michetti ante la Asamblea General de la ONU

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Intervención de la vicepresidente Gabriela Michetti ante 72 Asamblea General de las Naciones Unidas

Muchas gracias, Señor presidente, me siento muy honrada y muy feliz de estar hoy con ustedes, representando a nuestro país y a nuestro gobierno.

Como argentina y latinoamericana, no puedo empezar estas palabras, sin expresar mi solidaridad ante la tragedia que acaba de sufrir el hermano pueblo mexicano, que se suma a la devastación causada por sucesivos huracanes en el caribe.

El medio ambiente y las fuerzas de la naturaleza nos ponen frente a desafíos, que piden respuesta de todos.

Saludo en Ud. Señor presidente, a todos los países que conforman esta casa. Pero también quisiera felicitar al Señor Secretario General, por su elección y por centrar nuestra tarea, en las personas. Si se trata de trabajar por la paz, por el dialogo, y el entendimiento, si se trata de trabajar contra la pobreza, la violencia y la intolerancia, Argentina siempre estará presente brindando su apoyo.

Los líderes del mundo han acordado un plan de acción en favor de las personas y el planeta. La Agenda 2030 establece que la erradicación de la pobreza en todas sus formas, es el mayor desafío que enfrenta el mundo para lograr un desarrollo sostenible. En coincidencia con esta aspiración global, nuestro gobierno estableció, como uno de los ejes centrales de su programa, el objetivo de avanzar decididamente hacia pobreza cero. Como muestra de este compromiso a nivel internacional, Argentina presentó en julio pasado, su primer Examen Nacional Voluntario de la aplicación de la Agenda 2030.

En Argentina, estamos trabajando para lograr un país donde haya igualdad de oportunidades, es por ello que hacemos foco además en la creación de empleo y la educación inclusiva. En este campo cabe señalar que nuestro país, será sede de la 4° Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil en noviembre de este año, donde se abordarán los temas de erradicación del trabajo forzoso y la promoción del empleo joven de calidad. Porque un debate sobre el futuro del trabajo va de la mano de empoderar a nuestros jóvenes a través de una educación de calidad.

Soñemos con un mundo, donde el destino de un niño y el futuro de un joven no tenga ningún otro limite, más que su talento, su inteligencia, su determinación, su fuerza de voluntad, sus ganas de vencer en la vida.
La promoción y protección de los derechos humanos, es para la Argentina una política de estado, sostenida desde la recuperación de la democracia en 1983. En este sentido, venimos trabajando estrechamente con otros actores del sistema regional e internacional para hacerlo efectivo. Aprovecho la oportunidad para reiterar que nuestro país se postula para ser miembro del Consejo de Derechos Humanos, para el periodo 2019-2021. Contamos con vuestro apoyo.

El Gobierno Argentino reitera una vez más su condena al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones. Quiero hacer llegar las condolencias de nuestro pueblo para las víctimas de este flagelo y sus familiares. Sabemos de que hablamos: mi país ha sufrido en forma directa el terrorismo, habiendo sido víctima de dos gravísimos atentados en Buenos Aires: en 1992, contra la Embajada de Israel y en 1994 contra la sede de la AMIA, la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas. Quiero reiterar la voluntad de la República Argentina, de enjuiciar a todas las personas que participaron de la financiación, planificación, preparación o comisión de ambos actos terroristas.

La continuidad de la investigación del atentado contra la AMIA, exige la comparecencia de los acusados a prestar indagatoria. No queremos pasar otros 20 años sin justicia. Por eso, le pedimos a la comunidad internacional, que nos acompañe en el pedido de colaboración a la República Islámica de lrán, para esclarecer este acto terrorista.

Señor presidente,

Para nuestro gobierno, el nuevo papel de los países en desarrollo requiere el diseño de una arquitectura internacional en materia financiera y comercial, que esté orientada a un crecimiento económico inclusivo, sostenible y equilibrado.

En este contexto, Argentina reafirma su voluntad de integración al mundo, buscando tender puentes con la comunidad internacional. Esto lo demostramos, entre otras cosas, al asumir la responsabilidad de ser sede de la onceava Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio, en diciembre próximo en Buenos Aires y al ejercer la Presidencia del G-20 en 2018.

Sostenemos nuestro compromiso con la obtención de resultados positivos en dicha Conferencia. Estos deberán reafirmar la importancia del sistema multilateral de comercio y de la OMC como su piedra angular. Así como asegurar que los beneficios del libre comercio lleguen a todos en búsqueda del desarrollo, la creación de empleo, la erradicación de la pobreza y la corrección de las distorsiones comerciales, especialmente en relación a los mercados agropecuarios mundiales.

El MERCOSUR es nuestro principal instrumento de inserción internacional. Sabemos que en el siglo XXl no podemos buscar el desarrollo de nuestros países en forma individual. Solamente mediante una integración profunda, que potencie nuestras capacidades y recursos, vamos a establecer las bases que necesitamos para crecer.
La coyuntura internacional nos plantea desafíos que potencian la decisión de Argentina, de ampliar el comercio y mejorar nuestro perfil como receptores de inversiones. Esto nos impulsa a tener un MERCOSUR acorde con un regionalismo focalizado en la atracción de inversiones y la participación.

Señor presidente

Queremos reiterar nuestros legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes y hacer un nuevo llamamiento al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, a reanudar las negociaciones bilaterales que nos permitan encontrar una solución pacífica y definitiva, respetando el modo de vida de los isleños y de conformidad con las resoluciones de la Asamblea General y del Comité Especial de Descolonización.

Nuestro gobierno ha inaugurado un nuevo clima en la relación con el Reino Unido. Esperamos que esto contribuya a crear las condiciones para que ambos gobiernos podamos sentarnos a la mesa de negociaciones, con el fin de resolver esta prolongada controversia de soberanía.

Señor presidente,

Hace dos años, nuestros gobiernos se reunieron en esta misma sala para sumarse a un compromiso colectivo, que se plasmó en la Agenda 2030. Asumir con determinación los objetivos y metas que ella señala, nos permitirá construir un mundo mejor para las generaciones venideras. Los avances ya verificados, dan testimonio, que centrarnos en las personas, es la única manera de encarar nuestra tarea.
El tiempo histórico que nos toca vivir está lleno de desafíos y oportunidades. Celebro el hecho de que, en cada rincón de nuestro planeta, se difunda una renovada visión sobre el vital y distintivo aporte, que las mujeres podemos y debemos hacer, siempre y cuando, pongamos en juego, los atributos de «lo femenino».

¿De que estoy hablando? De una disposición natural a unir, en un contexto en el que las fuerzas desintegradoras parecen prevalecer; de una vocación por la visión a largo plazo en tiempos de incertidumbre; de la capacidad de nutrir y de tener una mirada empática, todos atributos de lo femenino, que son imprescindibles.

Estos atributos son vitales, pero no patrimonio exclusivo de las mujeres. Tampoco somos las únicas necesarias para alcanzar las metas que nos planteamos. Sería contraproducente sacrificar el aporte de cualquier género, cultura, tradición o religión en el altar de nuestros prejuicios. Necesitamos de todos.

Sobre nuestros hombros llevamos la enorme responsabilidad de hacer, que este tiempo histórico, dé frutos en los tiempos biográficos de cada persona.
De esta manera, sin excluir a nadie que quiera aportar y sumar, alcanzaremos una sociedad global más próspera y sobre todo, más justa.

La nuestra debe ser, en definitiva, una obra de amor. Porque la justicia y la búsqueda del bien común son la manifestación del amor en la esfera pública.

¡ Muchas gracias Señor presidente!

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