Cuba: el gobierno advierte sobre politización de supuestos incidentes con diplomáticos estadounidenses
Tras varios meses de pesquisas, todavía no existen evidencias de las causas u origen de los incidentes reportados por los diplomáticos estadounidenses en La Habana, quienes habrían sufrido pérdida auditiva y otros daños a la salud.
La historia saltó a los medios de comunicación en agosto pasado, pero el primero de los casos alegados se remonta a noviembre del 2016 y el último a hace apenas unas semanas.
De acuerdo con los resultados preliminares obtenidos por las autoridades cubanas en su investigación, que ha tenido en cuenta datos aportados por las autoridades de Estados Unidos., hasta el momento no hay evidencias de las causas y el origen de las afecciones de salud reportadas por los diplomáticos estadounidenses, refirió el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla a su homólogo estadounidense, Rex Tillerson, durante un encuentro este martes en Washington.
De acuerdo con una nota de prensa emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Rodríguez Parrilla le trasladó que sería lamentable que se politizara un asunto de esta naturaleza y que se tomen decisiones apresuradas y sin sustento en evidencias y resultados investigativos concluyentes.
Varias figuras de la extrema derecha anticubana de Miami se han pronunciado a favor del cierre de la Embajada de Estados Unidos en La Habana y el fin de los nexos entre los dos países.
El senador de origen cubano, Marco Rubio, incluso envió una carta a Tillerson culpando a Cuba de lo sucedido sin aportar evidencia alguna y reclamando medidas extremas.
El canciller cubano, por su parte, reiteró a Washington la seriedad, celeridad y profesionalismo con que las autoridades de la Isla han asumido este asunto.
“Se inició, por indicación del más alto nivel del gobierno cubano, una investigación prioritaria desde el mismo momento en que se les informaron los hechos y se adoptaron medidas adicionales de protección de los diplomáticos estadounidenses y sus familiares”, refiere el comunicado del Minrex.
Añade que la cooperación de la Isla ha sido reconocida por los representantes de las agencias especializadas de EE.UU. que han viajado a Cuba, a partir del mes de junio, cuyas visitas han sido valoradas positivamente por las contrapartes cubanas.
Las indagaciones estadounidenses no han sido concluyentes. “La realidad es que no sabemos qué o quién ha causado esto”, reconoció recientemente la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert. “Es por eso que la investigación continúa abierta”.
Rodríguez Parrilla ratificó al Secretario Tillerson la importancia de que las autoridades de EE.UU. cooperen de forma efectiva con las autoridades cubanas para el esclarecimiento de unos hechos de los que no existen precedentes en Cuba.
Asimismo, le reafirmó que fue injustificada la decisión del gobierno de EE.UU. de retirar a dos diplomáticos cubanos de Washington y el argumento empleado para ello, y enfatizó que Cuba cumple rigurosamente sus obligaciones con la Convención de Viena sobre la protección de la integridad de los diplomáticos, en lo cual tiene un historial impecable.
Ahora se conoce que, justo cuando se tomaba esta medida contra su personal diplomático, las autoridades cubanas realizaban todas las acciones investigativas y mostraban su total disposición a colaborar con sus contrapartes estadounidenses.
La hipótesis de un “ataque acústico” y el uso de sofisticadas “armas sónicas” contra diplomáticos estadounidenses está presente desde que la historia salió a luz pública, a pesar de la falta de evidencias y el criterio de expertos sobre la imposibilidad de que un artefacto pueda generar los síntomas descritos en las condiciones reportadas.
El Departamento de Estado no se ha referido en específico a los efectos sobre la salud de su personal en La Habana, pero los medios de prensa han reportado sobre una amplia variedad de sintomatologías.
Algunos casos incluyen migraña, mareo y pérdida de la audición, mientras otros llegan a deficiencias cognitivas, problemas para recordar palabras y lesiones cerebrales leves.
Los diagnósticos provocan confusión entre los especialistas, el FBI, el Departamento de Estado y las agencias estadounidenses involucradas en la investigación, según reportes de la agencia Associated Press (AP).
“Daño cerebral y conmociones, no es posible”, dijo a la AP Joseph Pompei, un ex investigador del MIT y experto en psicoacústica. “Alguien habría tenido que sumergir la cabeza en una piscina repleta de poderosos transductores ultrasónico”.
El Dr. Toby Heys, jefe de un centro de investigación sobre tecnologías futuristas en la Universidad Metropolitana de Manchester, en Reino Unido, dijo a la revista New Scientist que las ondas sonoras por debajo del rango de audición podrían teóricamente causar daño físico, pero sería necesario utilizar enormes bocinas a grandes volúmenes que serían muy difíciles de esconder.
Las armas sónicas que se utilizan para dispersar multitudes y para la protección de algunos navíos frente a barcos piratas funcionan con ese mismo tipo de equipamiento. Los aparatos cubren un área considerable y todas las personas dentro de su alcance resultan afectadas.
Pero buena parte de los alegados incidentes en La Habana, según fuentes públicas estadounidenses, se dieron en espacios delimitados, algunas veces dentro de una sola habitación, y con precisión laser, afectando a una persona en específico, pero sin dañar al resto.
Rodríguez Parrilla reiteró que Cuba no ha perpetrado nunca ni perpetrará ataques de ninguna naturaleza contra diplomáticos. Tampoco ha permitido ni permitirá que su territorio sea utilizado por terceros para este propósito.
Cuba advierte a Estados Unidos sobre politización de incidente con diplomáticos estadounidenses
La adopción de medidas apresuradas, no basadas en evidencias o resultados investigativos concluyentes, que politizan el tema de los alegados incidentes con diplomáticos estadounidenses en La Habana podría enrarecer las relaciones bilaterales, advirtió Cuba a EEUU.
De acuerdo con los resultados preliminares de la investigación e informaciones aportadas por las autoridades estadounidenses no hay evidencias de las causas y el origen de las afecciones de salud reportadas por los diplomáticos.
Las propias agencias especializadas norteamericanas que han viajado a nuestro país han reconocido la seriedad, celeridad y profesionalismo de las autoridades cubanas en este asunto.
El Ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, reiteró la importancia de que EE.UU. coopere de forma efectiva con nuestro país para el esclarecimiento de esos hechos, de los que no existe precedente alguno.
Cuba ha ratificado en más de una ocasión que cumple rigurosamente sus obligaciones con la Convención de Viena sobre la protección de la integridad de los diplomáticos, en lo cual tiene un historial impecable.
Es reconocido que el gobierno cubano no ha perpetrado nunca ni perpetrará ataques de ninguna naturaleza contra diplomáticos, así como tampoco ha permitido ni permitirá que su territorio sea utilizado por terceros para este propósito.