Corrupción y marihuana – El País, Uruguay

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

La situación que vive el país despierta en la ciudadanía una suerte de hartazgo e indiferencia ante los hechos de distinta naturaleza que comprometen al gobierno y a jerarquías de la actual y anterior administración. Todo, como resultado del acumulado «disparatario» cotidiano que nos expone a un constante ridículo de escándalo público.

El gobierno está salpicado por corrupción a todos los niveles; los procesamientos de altos jerarcas del gobierno de Mujica se confirman, denuncias ante la justicia y comisiones investigadoras se suceden; no existe lugar de la administración y de la empresas públicas, incluidas las que integran el adefesio jurídico de las creadas bajo el derecho privado, donde no salten acomodos, sueldos descomunales y recursos malgastados.

La telenovela del Sr. Sendic parece desarrollarse en capítulos pensados para repúblicas bananeras donde la realidad y la ficción no agotan su creatividad; tarjetas corporativas de Ancap, viáticos y negocios a pérdida, muestran una ausencia de ética personal y empresarial tan reiterada como injustificable.

Por un lado, los tribunales de ética del Frente Amplio apenas son fachadas para discutir políticamente posiciones entre los diferentes sectores. Renuncias que se piden por los medios de comunicación y aspiraciones personales ante una eventual vacante del cargo de Vicepresidente nos invaden una y otra vez sin que se avizore una solución definitiva.

Por otro lado, una ley como la que legaliza la marihuana encuentra un obstáculo en las normas internacionales financieras que no ha tenido en cuenta en su momento .

En los últimos años el gobierno ha querido hacer los deberes exigidos por la OCDE para darle transparencia y confianza a las transferencias de fondos en todo el mundo. Pero cuando impulsó normas relacionadas con la comercialización de drogas recién descubre que los Bancos, incluido el Banco de la República, tienen serias limitaciones derivadas del sistema financiero internacional. El Banco Central, integrado también por la oposición, no encontró objeción alguna.

La reacción del Sr. Mujica no es de extrañar ya que reflejó nuevamente el desprecio que, tanto él como su sector, tienen por el derecho y la seguridad jurídica. El «chantaje» que le hace a su gobierno, de «trancar» todos los proyectos que se discuten en el Parlamento si no se soluciona la venta de marihuana en las farmacias, es de una gravedad que debería avergonzar a todo el Frente Amplio.

Ante esa actitud, la reacción del Poder Ejecutivo se canalizó en organizar una excursión política a los Estados Unidos para sensibilizar al Departamento del Tesoro, al Departamento de Justicia de los EE.UU. y a legisladores demócratas y republicanos que impulsan la llamada Marijuana Businesses Access to Banking Act, para llegar a destrabar la situación.

Este insólito escenario se dirige a contemplar al enojado expresidente que desde que asumió funciones públicas ha socavado la base misma de la sociedad teniendo siempre al Derecho como el enemigo de su «populachera» igualdad. Tanto, que en su video columna para la Deutsche Welle expresa «por favor, un poco de sentido común para juzgar el intento que está haciendo un pequeño país. No deberían de crearnos estas dificultades y tener una flexibilidad. ¡Oh! Su Majestad los Bancos internacionales» ironiza sin recordar siquiera que estos son los mismos a los que quiere beneficiar con la bancarización del sistema de pagos .

Pero no todo se ha visto, porque en estos días se anuncia que a pedido del presidente Vázquez y del senador Mujica, el Cr. Enrique Iglesias hará gestiones «informales» (no podría ser de otra manera) en los EE.UU., «para encontrar una solución a las farmacias, las empresas y los bancos uruguayos que intervienen en el negocio de la marihuana». En algunos de sus viajes al «Imperio», Iglesias conversaría con jerarcas de bancos y de organismos financieros, públicos y privados, para encontrar una solución a la comercialización de la marihuana en nuestro país.

Todo esto demuestra la improvisación y falta de seriedad con que el Frente Amplio legisla. Luego de tanto discurso antiimperialista, solidaridades políticas con Fidel Castro, Chávez y Maduro, hoy asume el papel mendicante pidiendo como favor a la banca internacional que tenga un poco de flexibilidad con nuestro país en tema tan delicado y que notoria relación tiene con el crimen organizado.

Lamentable; los presidentes, las autoridades banco centralistas y todo el gobierno. También encomendar esta gestión a Enrique Iglesias. Su prestigiosa trayectoria internacional y nacional no se merecían un pedido y un encargo de esta naturaleza por el gobierno.

El País

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