El comercio, las inversiones y los proyectos de China generan 1,8 millones de empleos en América Latina y el Caribe, según la OIT

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La OIT presentó el pasado jueves el primer estudio sobre los efectos de las relaciones económicas entre China y América Latina y el Caribe sobre los empleos en esta región, indicando que de 1990 a 2016 se generaron al menos 1,8 millones de puestos de trabajo netos como resultado de actividades de comercio, inversiones y proyectos de infraestructura.

Esto es casi un 4% del empleo creado en la región en ese período, y posiblemente sea una subestimación, afirma el estudio.

“Este es un tema huérfano, existe una gran brecha de conocimientos. El objetivo de este primer estudio, que es una verdadera primicia en el tema, es empezar a llenar este vacío”, dijo el Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar, al presentar en la capital mexicana el informe técnico sobre “Efectos de China en la cantidad y calidad del empleo en América Latina y el Caribe”.

Esta primera aproximación de la OIT al impacto de estas relaciones económicas sobre el mundo del trabajo en la región incluye una revisión de las estadísticas disponibles, así como recomendaciones metodológicas para profundizar en el estudio de este campo.

“Desde la OIT consideramos que es importante tener una comprensión apropiada tanto de las oportunidades como de los retos no solo en materia económica sino también en materia laboral“, dijo Salazar.

Destacó la necesidad de “poner en perspectiva las realidades de una relación que para varios países de la región representa el principal socio comercial o fuente primaria de inversión extranjera directa o de financiamiento, especialmente porque todo indica que la presencia y actividades de China en la región van a crecer en los próximos años”.

El informe aborda la relación de China con América Latina y el Caribe a partir de la década de 1990, cuando se ha intensificado y se ha vuelto más dinámica, y además ha registrado “una creciente complejidad que requiere análisis, reflexión y propuestas”, de acuerdo con los dos investigadores que realizaron este informe, Enrique Dussel Peters y Ariel Armony.

El informe analiza por separado los impactos del comercio, de la inversión extranjera directa (OFDI) y de los proyectos de infraestructura de China en América Latina y el Caribe.

El documento destaca que hasta 1992 China representó menos de 1% del comercio de América Latina y el Caribe. Pero desde entonces la situación comenzó a cambiar y en la actualidad es el segundo socio comercial de la región. A la inversa, esta región es el cuarto socio comercial de China. Sin embargo este proceso “no ha estado exento de contradicciones”.

Un elevado déficit comercial que desfavorece a la región, y una gran brecha en cuanto a valor agregado y contenido tecnológico del comercio con China, caracterizan esta relación.

A partir de 2007-2008 entra en escena la inversión extranjera directa (OFDI) china, con flujos estimados actualmente en unos 10.000 millones de dólares anuales, pero nuevamente orientada de manera significativa hacia minería, petróleo, gas y otras materias primas. Los proyectos de infraestructura entran en escena a partir de 2013

Los autores indicaron que para el impacto neto sobre el empleo del comercio se trabajaron con datos disponibles de cuatro países, mientras que para OFDI y proyectos de infraestructura se consideró información disponible para toda la región.

De los 1,8 millones de nuevos empleos detectados, casi las dos terceras partes corresponden a puestos de trabajo generados por el intercambio comercial.

El informe destaca que:

– En el período 1995-2011 el comercio generó 1,15 millones de empleos netos (sumando aquellos que se perdieron y se ganaron) en cuatro países: Argentina, Brasil, Chile y México.

– Entre 2003 y 2016 la OFDI china en la región ha generado 260.000 empleos en 271 transacciones por un monto de unos 120.000 millones de dólares.

– Entre 2005 y 2016 60 proyectos de infraestructura por más de 85.000 millones de dólares han generado alrededor de 350.000 empleos en la región.

La información disponible aún debe ser completada, insistieron los autores. Uno de los aspectos que consideraron esencial abordar en estas investigaciones es el de determinar cuál es la calidad de los empleos generados por esta relación bilateral con China, un aspecto sobre el cual no hay datos comparables disponibles.

En algunos casos hay indicios sobre preferencia por nacionales chinos en cargos medios y altos, o de altos gastos en entrenamiento de la fuerza de trabajo local, o de problemas de aprendizaje o adaptación a los usos locales o reglamentaciones laborales por parte de las empresas chinas.

“La importancia de China en la región y la creciente complejidad de las relaciones tornan imprescindible conocer mejor los efectos en el sector del empleo para conocer mejor su presente y estimar mejor su futuro”, alertaron Dussel Peters y Armony.

ILO


Informe de la Organización Internacional del Trabajo: “Efectos de China en la cantidad y calidad del empleo en América Latina y el Caribe ”

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