Cambios en el gabinete tras la renuncia de los ministros de Economía y Hacienda

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Cambio de gabinete: Nicolás Eyzaguirre vuelve a liderar el equipo económico

Tras la salida de los ministros de Economía y Hacienda, el economista Nicolás Eyzaguirre volvió a liderar el equipo económico del Gobierno, como ya lo había hecho entre 2000 y 2006.

Este jueves tanto Rodrigo Valdés, en Hacienda, como Luis Felipe Céspedes, en Economía, dejaron su cargo, así como también lo hizo el subsecretario de Economía, Alejandro Micco, tras la polémica derivada del rechazo al proyecto minero Dominga.

Debido a estas salidas, la Presidenta Michelle Bachelet debió realizar una serie de ajustes en su gabinete, sacando a Nicolás Eyzaguirre de la Segpres y pasando a Hacienda, cartera en la que se había desempeñado durante el gobierno de Ricardo Lagos.

Además, el presidente de Banco Estado, Jorge Rodríguez Grossi, se convirtió en el nuevo ministro de Economía, cargo que ya había ostentado entre 2001 y 2006, durante el gobierno de Ricardo Lagos.

De esta manera, Eyzaguirre pasa a su tercer cargo distinto durante este mandato, mientras que otro punto clave es que se repite el equipo económico que marcó el gobierno de Lagos entre 2001 y 2006.

En Segpres, el actual subsecretario y egresado de Derecho de la Universidad de Chile, Gabriel de la Fuente (PS), se convirtió en el nuevo ministro.

El nuevo secretario de Estado sostuvo que habrá un énfasis especial en los proyectos de ley relacionados con la reforma educacional.

«La prioridad es educación y esa va a ser la tarea que espero llevar adelante desde este ministerio, sin perjuicio de los otros proyectos de ley que son parte de la agenda, pero que empiezan a hacerse un poquito al lado cuando se acerca un proyecto de educación y después se retoma», indicó De la Fuente.

«Crecimiento, crecimiento, crecimiento»

Ante este nuevo desafío, el ahora ministro de Hacienda expresó que «el ministro Valdés, que hizo una gestión extraordinaria, que es una persona que yo aprecio enormemente y que es un amigo del alma, puso todas las primeras piedras para hacer de la revigorización del crecimiento una posibilidad real fue factible».

«No voy a hacer más que continuar lo que él sembró con un poco más de fortuna, no tanta, porque creo que esto todavía se va a demorar un poco», aseveró.

Sobre la señal para los mercados con el cambio del equipo económico, Eyzaguirre espera que «los mercados me crean, tengo alguna experiencia en esto y quiero decir con toda claridad que mi prioridad como ministro de Hacienda en estos meses que quedan va a ser crecimiento, crecimiento, crecimiento. A buen entendedor, pocas palabras».

El nuevo jefe de las arcas fiscales agregó que «creemos en crecimiento y medioambiente, crecimiento e incluso, pero sin crecimiento, todas las otras cosas son muy difíciles de hacer. Todos los estudiosos de por qué un país hace una diferencia con otro respecto de crecer o no en el largo plazo, tiene que ver con el respeto a sus normas y su institución».

«Nosotros podremos discutir si la institucionalidad ambiental es la correcta o no es la correcta, pero mientras ésta existe a mí lo que me importa, desde el punto de vista de las señales al sector privado, es que la institucionalidad se respetó», agregó Eyzaguirre.

«Desarrollo económico requiere innumerables variables»

En tanto, el nuevo ministro de Economía comentó que «se está dando la señal de que hay buenos recursos humanos para desempeñarse como ministros. Fuimos ministros económicos en momentos muy buenos».

«El desarrollo económico requiere innumerables variables, dentro de ellas, obviamente el crecimiento, el medioambiente. Al final de cuentas lo que importa es el bienestar de las personas y en eso estamos trabajando», remarcó.

Advierte de «problema» para Eyzaguirre

Desde los partidos de la Nueva Mayoría, el presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, defendió la gestión de Eyzaguirre.

«No he escuchado a nadie que no lo vea con buenos ojos del PPD. Eyzaguirre es parte de nuestra colectividad, hemos tenido múltiples conversaciones con él, concordamos en una mirada sobre crecimiento económico, sostenibilidad, inclusión social. Creo que esto está en la mesa», indicó.

Mientras que el senador DC Jorge Pizarro planteó dudas respecto al ahora ministro de Hacienda, sosteniendo que «el problema es que Eyzaguirre está muy sobregirado en la cuenta con el Congreso, porque ha tenido un desgaste muy fuerte en el último tiempo y sin duda que no contará con la simpatía innata y natural para poder ir conformando mayoría».

«Más bien creo que se va a transformar en un problema», sentenció.

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Bachelet: Nuevos ministros ofrecen garantías para cumplir lo que nos hemos propuesto

La Presidenta Michelle Bachelet sostuvo la noche de este jueves en la cena anual de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) que los nuevos ministros de Hacienda y Economía designados este jueves tras las renuncias de Rodrigo Valdés y Luis Felipe Céspedes ofrecen «las garantías necesarias para cumplir con lo que nos hemos propuesto».

«Como es por todos conocido, hoy han asumido dos nuevos titulares en Hacienda y Economía, además del ministro de Segpres, y son nombres que ofrecen las garantías necesarias para cumplir con lo que nos hemos propuesto, esto quiere decir que no nos vamos a desviar de la responsabilidad fiscal, de un manejo macroeconómico serio», expresó la Mandataria.

«No se puede hablar de negocios sin hablar de sustentabilidad medioambiental y en Chile, afortunadamente, estas no son palabras bonitas, sino hechos contundentes que demuestran que estamos haciéndonos cargo del desafío», agregó la Jefa de Estado.

Recalcó que «podemos avanzar en lograr armonizar crecimiento, cuidado al medioambiente y respeto a la ciudadanía, y esto no son temas ideológicos, son la racionalidad del presente que nos obliga a estar a la altura si queremos desarrollo en el tiempo para Chile».

En tanto, Diego Hernández, presidente de Sonami, afirmó que «preocupa la creciente incertidumbre y la judicialización asociada a la aprobación de los proyectos por parte del Servicio de Evaluación Ambiental, esto hace que invertir en Chile se vuelva más incierto y el caso reciente del proyecto Dominga ha contribuido a acentuar la desconfianza en la institucionalidad».

«Lamentamos la renuncia de Rodrigo Valdés y Luis Felipe Céspedes a los ministerios de Hacienda y Economía a tan pocos meses que concluya el actual Gobierno. Esperamos que con los nuevos secretarios de Estado redoblemos el esfuerzo para atraer la inversión minera que es fundamental en el crecimiento del país», añadió el ejecutivo.

Este encuentro de la minería fue la primera actividad pública de Nicolás Eyzaguirre y Jorge Rodríguez Grossi en sus nuevos cargos.

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Eyzaguirre: el preferido de Bachelet que nunca le lleva la contra

Tras una verdadera teleserie, que inundó chats de WhatsApp, trascendidos en Twitter y un ir y venir constante de reuniones en La Moneda, finalmente se oficializó la renuncia del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, el subsecretario de la misma cartera, Alejandro Micco, y el titular de Economía, Luis Felipe Céspedes.

Las autoridades que dejaron La Moneda tras el choque entre la Presidenta Michelle Bachelet y Valdés por el proyecto minero Dominga y el temor de que, en el caso de aprobarlo, este se convirtiera en un Caval 2, serán reemplazadas por el ex ministro Jorge Rodríguez Grossi en Economía, Gabriel de la Fuente en la Segpres y Nicolás Eyzaguirre, que en un nuevo cambio ministerial se desplaza hasta su zona de confort, el Ministerio de Hacienda.

De esta forma, al ex ministro de Hacienda de Ricardo Lagos, de Educación y Secretario General de la Presidencia del segundo mandato de Bachelet, no le entran balas, logrando sobrevivir a un nuevo terremoto ministerial, a pocos meses de que finalice el actual Gobierno de la Presidenta Bachelet. Esto, a pesar de la lluvia de críticas en su contra, que provienen directamente desde la Nueva Mayoría, principalmente por su falta de tacto, cercanía o capacidad de manejar grupos, equipos “y proyectos, sobre todo proyectos”. “Él es un hombre de hechos, no de negociación”, indican desde el oficialismo, espacio en el que reconocen la cercanía y amistad entre Eyzaguirre y la Mandataria.

La torpeza en Educación

La carrera de Eyzaguirre está marcada por su trabajo en el Ministerio de Hacienda, durante el Gobierno de Ricardo Lagos, y la imposición de la regla fiscal de superávit estructural, política conservadora y austera que pretende seguir en este nuevo periodo. “Hay que asegurarles a los mercados que las finanzas públicas dan garantías”, indicó tras el cambio de gabinete.

Sus cercanos lo reconocen como un hombre del sector público, de Estado. “Solo duró un año en Canal 13”, pero en el mundo empresarial no ven con malos ojos el anuncio de una política económica “austera”, que mantendría la senda “sembrada por el ministros Valdés”, según el nuevo titular de Hacienda.

Pero la experiencia política de Eyzaguirre ha tenido diversos tropiezos o volteretas. El hecho de que llamara “mi gordi” a la Presidenta Michelle Bachelet, en plena campaña presidencial en el año 2005, le quitó la posibilidad de ser su ministro de Hacienda, una anécdota que hoy saca risas, pero que en medio de un proceso electoral, para escoger a la primera Presidenta de Chile, causó más de algún trago amargo.

En el segundo periodo de Michelle Bachelet arribó al gabinete de la mano de un ministerio clave, tras las movilizaciones estudiantiles de 2011: el Mineduc.

La idea era que el ministro de gafas rojas se hiciera cargo de un proceso de profundas reformas al sistema educativo en tres niveles: el fortalecimiento de la Educación Pública, una nueva Ley de Carrera Docente y la reforma al sistema de Educación Superior, camino que se quedó a medias.

Tras un tormentoso proceso de creación del proyecto de Ley de Nueva Carrera Docente, que incluyó intensas movilizaciones, que se desarrollaron en el primer año del Gobierno de Bachelet, a mediados de 2015 el ministro Eyzaguirre dejó el Mineduc en manos de Adriana Delpiano, una reconocida especialista en educación del PIE y la Fundación Educación 2020. Muchos se preguntaron, al interior de la Nueva Mayoría, por qué la Mandataria escogió a Eyzaguirre para dicha cartera, la razón –aseguran cercanos al Gobierno–, es que la Presidenta Michelle Bachelet necesitaba ojos atentos en materia económica, sinceridad a la hora de ver la viabilidad de los proyectos. “Su estrategia era tener a alguien de su entera confianza (…). La razón que dio ella en privado es que lo puso en Educación porque necesitaba a alguien que le dijera la verdad respecto al presupuesto”, agrega un cercano histórico al oficialismo.

Eyzaguirre llegó hasta la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), espacio que está encargado de llevar las relaciones entre el Ejecutivo y el Congreso. En palabras simples, es quien debía mantener alineada a la bancada parlamentaria y a los senadores oficialistas y organizar la coordinación interministerial en conjunto con Hacienda. Lo parlamentario es una tarea que “difícilmente se le da de forma natural”, reconocen en el Congreso. Trabajó hasta mediados de 2016 con Jorge Burgos (DC) y el ministro Alberto Arenas (PS), quien posteriormente fue reemplazado por Valdés.

Pero también Burgos dejó atrás los pasillos de La Moneda, “todos creímos que también se iba a ir Eyzaguirre, ni siquiera en el PPD existía un respaldo transversal a su figura”, indican desde el PPD. Desde ese momento, Eyzaguirre comenzó a operar en clave de doble dupla. Al interior del gabinete se alió con el ministro Fernández. Tanto en las reuniones de ministros como con los presidentes de partidos, se les vio muy cercanos. “El respaldo del Peta fue claro”, consignaban desde la bancada oficialista.

Pero, por otra parte, mantuvo una fuerte relación con el ahora saliente ministro Valdés, quien nunca logró ingresar al círculo de hierro de la Mandataria, lo que fue pagado caro, al salir del Gobierno por “una rencilla personal con la Presidenta”, indica una fuente cercana La Moneda.

Recordado fue el juego político que desplegaron, a finales de 2015 –en medio de una complicada negociación por la viabilidad de la gratuidad que pendía de un hilo–. Eyzaguirre y Valdés deslizaron a la prensa la posibilidad de que el Gobierno presentara una ley corta que modificara la glosa de gratuidad, dejando fuera a tres universidades estatales. La ministra Delpiano se enteró de la idea por la prensa y la Presidenta Bachelet montó en cólera por la filtración de la sola idea de perjudicar a las universidades del Estado. “Es algo que a Nicolás perfectamente se lo podía aceptar, pero Valdés no tenía el mismo rol”, aseguran cercanos a La Moneda.

Segpres sin tacto

“A mí me parecía raro un Eyzaguirre en el Mineduc, o en la Segpres, porque ahí se necesita mucho vínculo con los parlamentarios, mucha capacidad de diálogo”, señala el diputado Fuad Chahin (DC). Esa ha sido la sensación transversal al interior del Congreso.

Un sello que también compartía Rodrigo Valdés, quien proviene “de su misma escuela”. “Valdés se movía en la arena política como un elefante (…) era infalible”, indican desde la bancada socialista. De esta forma se conjugó una ecuación con dos ministros con “pocas habilidades sociales”.

Según el mismo ministro Eyzaguirre, Rodrigo Valdés es una “persona que aprecia”, un “amigo del alma”, pero juntos “potencian su estilo soberbio”, recalcan desde el oficialismo en el Parlamento. Se convirtieron en el dúo dinámico que era el terror de cualquier proyecto. Cada vez que una iniciativa parecía consensuada, pasaba por el cedazo de las Comisiones de Hacienda y “se armaba un caos, un lío. Valdés hacía y deshacía, Eyzaguirre lo dejaba hacer y deshacer (…) nosotros sabíamos que llegando a Hacienda los proyectos tomarían el rumbo correcto, o al menos cercano a eso. Pasó con Educación, también en la trágica Ley de Aborto”, plantea un diputado de oposición.

Un hecho que marcó su gestión como Segpres fue la tramitación de la Ley de Aborto en Tres Causales, otro de los proyectos insignes del Gobierno de Michelle Bachelet, el que tenía que intentar salir de la forma más expedita para darle un buen cierre al segundo periodo de la Mandataria y al primer gobierno de la Nueva Mayoría.

Las tensiones internas por las tres causales del proyecto eran reconocidas. Parte de la Democracia Cristiana se resistía a la causal de violación y la jugada del senador Zaldívar en la Sala del Senado no fue una gran sorpresa, el problema fue “el mal manejo desde la Segpres, que dependía de Eyzaguirre”, afirman desde el PS.

Esto habría quedado evidenciado en el rebote que vivió el proyecto en la Cámara de Diputados. Dos diputados radicales, José Pérez y Fernando Meza, no votaron una indicación que necesitaba cuórum calificado, razón por la cual el proyecto pasó a Comisión Mixta. A pesar de que los principales dardos apuntan al rol del Partido Radical, por no “ordenar sus filas”, en La Moneda todos los dardos apuntaron al equipo de la Segpres, ya que de ellos dependía tener claridad de los votos de la Nueva Mayoría. El equipo de asesores le habría asegurado a Eyzaguirre que estaban los votos y las titulares de Salud y del Sernam lo declararon antes de la votación, una vuelta de carnero que, a pesar de que no le costó el puesto, generó tensiones internas en el oficialismo.

Amigos, siempre amigos

La cercanía de la Mandataria con Nicolás Eyzaguirre es reconocida por todos. Son amigos desde siempre y esta sería la principal razón de la permanencia del ministro en su gabinete. “Él es el íntimo de ella, su máximo hombre de confianza”, indican sus cercanos. “Él nunca le llevaría la contra a la Presidenta”, aseveran desde el oficialismo.

Un ejemplo de esta cercanía y complicidad se dio en el marco de la tramitación de la Ley de Inclusión. “Estuvieron todo el día en reunión en Cerro Castillo y hubo un diálogo entre ella y él mientras el resto miraba”, explican quienes tienen conocimiento del encuentro.

El diputado Chahin (DC) explica que “la Presidenta siempre acostumbra a tener gente de su círculo de amistad”, lo que se traduce en que “los aspectos personales priman a la hora de definir determinado cargo y todos sabemos que Nicolás Eyzaguirre tiene una cercanía personal histórica con la Presidenta Michelle Bachelet. Y ahora lo van a poner en una cartera más adecuada a su perfil”.

Tónica amistosa que se repite en la última parte de su mandato, en donde ha constituido un “gabinete de amigos” con los ministros Fernández, Paula Narváez e Eyzaguirre. Es más, quienes la conocen aseguran que jamás habría sacado a la ex ministra Javiera Blanco, si no fuera por la “presión de la prensa”. Equipo ministerial que recuerda la composición original, en donde incluyó a sus preferidos de la G90, Alberto Arenas y Rodrigo Peñailillo, además del actual presidente del PS, Álvaro Elizalde.

El problema, puntualizan desde el sector más progresista de la Nueva Mayoría, no es la mediación de la amistad en los nombramientos, sino el legado que deja la Presidenta Bachelet y la marca que instaura como Nueva Mayoría. Se teme que deje “fragmentada a la centroizquierda” y que esto afecte de una u otra forma las elecciones. “Por cierto que esto le afecta al conglomerado, porque la gente no entiende nada, es una confusión total”, indica el diputado Chahin.

Desde el Frente Amplio señalaron que “ahora vuelven los ministros de Lagos para darles tranquilidad a sus amigos, los grandes empresarios”. “Hoy llamar a la máquina económica de Lagos es mirar diecisiete años atrás. Recordemos lo que hizo ese equipo económico sobre todo en materia de educación”, indicó la candidata Beatriz Sánchez, quien agregó que el nombramiento de Jorge Rodríguez Grossi “es el vivo reflejo de la puerta giratoria”, debido a su paso por la dirección de AES Gener.

Para el analista político Andrés Cabrera, “la señal comunicacional es sugerente, porque da la impresión de que por fin los sectores progresistas estarían derrotando a los sectores restauradores que se han opuesto al programa de reformas comprometido por la Nueva Mayoría. Sin embargo, basta observar el perfil de los ministros entrantes en Hacienda y Economía para comprender que el ‘golpe de timón bacheletista’ no significa un cambio de rumbo en la orientación restauradora del proceso reformista. Incluso podría pensarse todo lo contrario”.

El historiador agrega que “para todos es conocido el currículo de Nicolás Eyzaguirre: emblemático asesor del FMI, el Banco Central, además de ministro de Hacienda durante el Gobierno de Ricardo Lagos. Recordemos que, con este último nombramiento, Eyzaguirre se empina como el ministro con más años ejerciendo este cargo”. Finalmente, hace hincapié en que el Ministerio de Hacienda ha sido un bastión político decisivo para la “sustentabilidad del modelo neoliberal instaurado en el país, ya que ha operado como una especie de soporte tecnocrático”.

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Las tensiones y diferencias con el gobierno que marcaron el paso de Valdés por Hacienda

Rodrigo Valdés alcanzó a estar 843 días en el Ministerio de Hacienda, cargo en el que reemplazó a Alberto Arenas en mayo de 2015 tras el primer cambio de gabinete de Michelle Bachelet. Además de la disputa que protagonizó con el gobierno y que detonó sus salida, tras criticar el rechazo del Comité de Ministros a la construcción del proyecto minero Dominga, durante su gestión vivió varios episodios en los cuales cuestionó, en parte, las reformas impulsadas por Bachelet y actuaciones de sus pares, llegando incluso a enfrentarse con ellos.

Radio Bío Bío hizo un recuento de algunos de los capítulos más álgidos en los cuales el ex titular de Hacienda colisionó con el gobierno, que puede revisar a continuación.

Modificó la primera reforma emblemática del gobierno

Fue una de las primeras determinaciones que tomó cuando llegó al gobierno. La reforma tributaria, el primer proyecto emblemático del gobierno de Bachelet, llevaba poco más de medio año fuera del Congreso cuando Valdés debutó en el cargo. Pasaron apenas unas semanas cuando, en un almuerzo con los parlamentarios oficialistas de las comisiones de Hacienda de la Cámara y el Senado, sondeó internamente la posibilidad de modificar la Ley. Finalmente, en diciembre de 2015 el gobierno envió al Parlamento un proyecto para “simplificar” su primera gran reforma. Se introdujeron cambios al sistema para tributar el impuesto a la renta, al IVA a los inmuebles y normas antielusión, entre otros.

En junio de este año, en entrevista con Radio Duna, Valdés transparentó parte de su análisis crítico frente a la iniciativa cuya primera etapa fue liderada por su antecesor, Alberto Arenas. “Si hay un mea culpa que podemos hacer, es que debimos haber presentado la reforma tributaria no como algo que no tenía ningún impacto, que era neutro, porque no es neutro”, dijo. Junto a ello, también afirmó que “es muy distinto cómo se recibe un cambio tributario si uno lo presenta así, a que como si se presenta que estos no tiene ningún efecto (…) fue una equivocación de presentación”.

Puso la reforma laboral en pausa reflexiva

Solo días después de haber asumido como ministros, Valdés y la -en ese entonces- titular del Trabajo, Ximena Rincón, resolvieron tomar una “pausa reflexiva” para analizar la reforma laboral. La acción fue interpretada como una señal de una posible moderación del proyecto que hasta ese momento habían liderado los ex ministros Alberto Arenas, de Hacienda; y Javiera Blanco, del Trabajo. Tras ello, Valdés asumió la conducción de la discusión, cerrando la puerta durante la negociación parlamentaria a materias demandadas por el propio oficialismo, como la negociación ramal.

El foco de Valdés fue reducir el riesgo de un impacto adverso en el crecimiento económico, objetivo que le valió diferencias con la ministra Rincón. Tanto así que una de las razones que deslizó Rincón al dejar la cartera de Trabajo, en noviembre del año pasado, fueron las discrepancias con su par de Hacienda. De hecho, en marzo de este año y en el contexto del debate previsional, Rincón manifestó su apoyo, a través de una red social, a la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, afirmando que el “Ministro Valdés debe entender que la previsión depende de @MintrabChile y que ministros son sus pares, no subalternos”.

La tensión entre Rincón y Valdés también quedó en evidencia en materias como el desempleo. El 25 de abril de 2016, por ejemplo, la Universidad de Chile informó que el desempleo en Santiago había escalado a 9,4%. Rincón reaccionó señalando que el ajuste fiscal anunciado a fines de febrero podría haber impactado en esa cifra. “Ese argumento es completamente equivocado, no hay ninguna base para sostener eso”, recriminó Valdés inmediatamente.

Trató de “imprudente” a su par de Trabajo

En marzo de este año, cuando el gobierno aún estudiaba y debatía de forma hermética la reforma previsional que finalmente anunció hace un par de semanas, la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss (en la foto), adelantó parte de la discusión.

“Parte del ahorro del 5% de los más ricos que trabajan irá a mejorar el ahorro de los más pobres que trabajan. Todo esto será en cuentas personales administradas por un ente público porque, estamos claros, ni un peso más a las AFP. Quiero ser categórica, ni un peso más a las AFP”, sostuvo Krauss en un seminario realizado sobre el tema.

Los dichos de la titular de Trabajo generaron diversas repercusiones, entre ellas, la molestia de su par de Hacienda, Rodrigo Valdés. “En la evaluación de los avances, como gobierno acordamos plantear una serie de propuestas a esta mesa. La ministra del Trabajo, de manera imprudente, comunicó públicamente hoy la visión que tenemos sobre la administración del 5% que se convertirá en el pilar de ahorro colectivo, anticipando un debate que se daría en la mesa con los partidos, sin precisar los detalles de esta propuesta y otros elementos complementarios”, criticó Valdés, a través de una declaración pública.

El entonces jefe de las finanzas públicas agregó que Krauss, además, “empleó consignas que están fuera del espíritu con que hemos trabajado (…) Esta intervención puede afectar severamente las confianzas de quienes están participando en este esfuerzo”.

Los dardos contra la ministra Adriana Delpiano

En julio de 2016, Rodrigo Valdés y la ministra de Educación, Adriana Delpiano, arribaron a la comisión del ramo en la Cámara de Diputados, instancia a la que fueron invitados para explicar el proyecto sobre Educación Superior.

Durante su exposición, la titular de Educación señaló que Valdés, en ese entonces ministro de Hacienda, entregaría al Congreso mayores detalles y elementos sobre cómo efectivamente sería viable la iniciativa legal y en qué plazo se lograría, si se cumplían ciertas condiciones. “Prefiero que él entregue esa información. El ministro de Hacienda tiene el cálculo de cuánto nos demoraremos en llegar a la gratuidad universal”, dijo.

Sin embargo, Valdés contradijo los dichos de Delpiano, quitándole el piso. “Es un ejercicio inconducente ponerle tiempo a esto (la gratuidad), porque lo que propone el proyecto es poner un gatillo que depende de condiciones endógenas”, afirmó ante los diputados que integraban la comisión.

Ese no fue el único episodio en el que el ex ministro de Hacieda cuestionó públicamente a Delpiano. También lo hizo cuando se debatía si la gratuidad en la educación universitaria debía ser universal o no. “Esta Ley y la voluntad de la Presidenta de la República es señalar cómo el país camina a la gratuidad universal (…) Justamente porque no sabemos cómo viene la economía para adelante se han establecido mecanismos por los cuales se sigue avanzando”, expuso la ministra en ese momento.

Pero Valdés contrastó la versión de Delpiano, donde incluso puso en entredicho la viabilidad de la gratuidad universal: “Para llegar a la gratuidad para todos, sin embargo, es posible que la sociedad tenga que tener una discusión más profunda respecto de si quiere destinar todos esos recursos a eso u otra cosa”. En ese sentido, precisó que con la carga tributaria que tiene el país sería posible financiar solo un avance en el tema.

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