Brasil: La Caravana y el baño de pueblo de Lula, un documento ejemplar de periodismo popular – Por Oliver Kornblihtt
Lula tomó un “baño de pueblo”
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Después de 5 mil kilómetros recorridos por más de 60 ciudades de los nueve estados nordestinos, la Caravana “Lula por Brasil”, que comenzó el 17 de agosto, llegó a su fin en São Luís de Maranhão.
La caravana, como dijera el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva en diversos momentos, tuvo como principal objetivo vivenciar el gran desarrollo por el que la región pasó durante los 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores. Y, principalmente, entender de qué forma el Nordeste viene sufriendo con los desmontes sociales del gobierno de Michel Temer, exactamente un año después del golpe que sacó del poder a la presidenta Dilma Rousseff, y aprobó una serie de medidas que restringen la inversión del Estado en políticas públicas y flexibilizan los derechos de los trabajadores, como la PEC 55 y la Reforma Laboral.
Entre los principales cambios en la región durante la última década, que mostró la Caravana , está la interiorización de la enseñanza superior brasileña, la construcción de cisternas para almacenamiento de agua, y la distribución de la renta y derechos básicos a través de programas como Luz para Todos y Bolsa Familia. Fueron 63 campos universitarios, 150 nuevas escuelas técnicas y siete nuevas universidades construidas en el Nordeste por el gobierno del PT; medio millón de cisternas para consumo instaladas en casas del semiáridonordeste, y millones de personas beneficiadas por los programas sociales.
El contexto político actual es esencial para entender la importancia histórica de esa caravana, y fue el que marcó buena parte de los discursos del ex presidente, así como los testimonios del pueblo que lo acogió. Difamado diariamente por la gran prensa hegemónica, reo en primera instancia por la Operação Lava Jato, yaguardando una decisión en segunda instancia que puede imposibilitar su candidatura en 2018 — para una elección que ya fue anticipada como una de las más polarizadas de la historia del país- Lula encontró en la Caravana el apoyo y reconocimiento de millares y millares de personas beneficiadas por su proyecto de país.
Apoyo ese que, más de una vez, intentó ser apagado e invibilizados por los vehículos de los medios empresariales que insistían descaradamente en fotografiar plazas vacías horas antes del inicio de los actos, ignorando hechos noticiosos como ciudades que reunieron un número de personas (algunas llegadas de poblaciones vecinas) que sumaban más de la mitad de su población para asistir a las charlas del expresidente, como Currais Novos (RN), que tiene 35 mil habitantes y aglomeró al menos 30 mil personas.
Así, acompañar la jornada de Lula por el mismo Sertão que dejó hace 64 años, fue una de las más conmovedoras experiencias vividas por cada una y cada uno de nosotros. De todo lo que presenciamos y contamos, algunas escenas fueron especialmente marcantes, como la travesía de Lula por el río San Francisco, cuando cientos de personas aguardaban para recibirlo en el estado de Alagoas, a orillas del río, a la puesta del sol. O también en una noche, en la pequeña ciudad de Acari (RN), cuando fuimos sorprendidos por una multitud que dejó la misa, que se celebrababa en ese momento, para asistir al paso de la Caravana, desde los escalones de una iglesia.
Estas paradas no programadas en ciudades donde los habitantes espontáneamente se reunían y se movilizaban para encontrarse con el ex presidente, fueron, tal vez, los momentos más emocionantes del viaje. En el trayecto original de cinco horas entre Quixadá (CE) y Juazeiro do Norte (CE), donde se realizaron actos programados, por ejemplo, Caravana se detuvo en ocho pequeñas ciudades del interior, tardando el doble de tiempo para llegar al destino preprogramado.
En esos momentos, Lula descendía con el apoyo de algunos guardias de seguridad y era engullido por una multitud de personas que trataba de seguir los autobuses para tocarlo y agradecerle, sosteniendo banderas rojas improvisadas con palos, sábanas y otros tejidos, en escenas que parecían sacadas de historias de realismo mágico. Después de dos semanas de Caravana, las manos y brazos del ex presidente ya estaban bastante rasgados, su voz había desaparecido, pero él continuó con el impresionante esfuerzo de saludar y abrazar a las personas en cada lugar que lo recibía.
La presencia incansable del pueblo marcó desde la primera actividad de la Caravana, la visita de Lula al recién inaugurado subterráneo de Salvador (BA), hasta el último discurso del ex presidente en São Luís do Maranhão. En ese tiempo, Lula participó de actividades inolvidables como la colación de grado de los estudiantes brasileños y africanos de la primera clase del curso de Humanidades de la Universidad de la Integración Internacional de la Lusofonía Afro-brasileña (Unilab), creada durante su gobierno para promover la integración Sur- Sur, y ahora amenazada de recortes de becas para sus estudiantes. O el almuerzo en el campamento Valdir Marcedo del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), en Jandaíra (BA), donde cientos de acampados y asentados se reunieron para recibirlo. Los cinco títulos de Doctor Honoris Causa que el ex presidente recibió durante la Caravana, aunque,
Otro punto destacado que destacamos fue la presencia de las mujeres en cada una de esas manifestaciones. Más afectadas por las políticas públicas de distribución de la renta y reparación histórica de los gobiernos del PT, y consecuentemente las mayores víctimas de los desmontes sociales de Temer, ellas fueron las protagonistas de cada una de las actividades organizadas por la Caravana. Nuestra cobertura decidió contar la historia de algunas de esas mujeres, ya que ellas aparecían como regalos a cada parada de la Caravana, con sus historias conmovedoras y que traducen toda la fuerza y pelea de sus vidas.
Así, contamos la historia de la joven Iva Mayara, que devolvió su tarjeta de beneficiaria del programa Bolsa Familia a Lula en Aracaju (SE), afirmando no precisar más de él tras haberse graduado por el PROUNI y convertirse en profesora del propio programa. Narramos la vida de la pescadora Simone Virgínia y de la lavandera Alzira de Souza, vecinas del barrio de Brasília Teimosa, en Recife, que sufría la falta extrema de saneamiento básico, antes de la visita de Lula al lugar, en 2004.
También, tuvimos el honor de conversar con la legendaria militante de la reforma agraria Elizabeth Teixeira, que a sus 92 años no dejó de comparecer al acto de recepción de Lula en João Pessoa (PB), y con la fundadora del MST en Ceará, doña María Lima, hoy con 80 años. También hablamos Solange Saldanha, Sol, que estuvo presente en Corrales Novos (RN) para agradecer a Lula por la posibilidad de haber entrado en el curso de letras de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte a los 35 años, a través del mismo sistema de cuotas raciales que colocó a su hija mayor – y compañera de clase – en la misma universidad.
Después de 20 días acompañando a Lula por el Nordeste, volvemos, cada uno a su respectivo estado, con la certeza de que sólo por haber estado bajo el sol con el ex presidente, durante al menos 10 horas diarias, pudimos entender la dimensión del desarrollo traído por el, su gobierno, y de las injusticias que intentan disminuir a uno de los mayores líderes políticos de América Latina. Es necesario tener estómago para ignorar y deslegitimar los relatos de personas que representan el primer diploma de sus familias, que relatan con propiedad el fin de los saqueos en las épocas de sequía gfracias a las políticas del PT y Lula, que agradecen con lágrimas en los ojos por la atención que les garantizó la supervivencia .
Dejamos a Maranhão sabiendo que, independientemente de la línea editorial de cada vehículo de nuestra cobertura compartida, y de la opinión política de cada comunicador, tuvimos la oportunidad de vivenciar y entender la proporción más bruta de las medidas tomadas en Brasilia por el gobierno goilpista y de la intensificación de la lucha de clases en nuestros países.
Por eso, volvemos creyendo aún más en el potencial de un medio independiente, activista o popular, y de la importancia de ofrecer contranarrativas, con el apoyo de un pueblo que hoy no sólo tiene qué comer y dónde vivir, sino también posee la conciencia política y los medios tecnológicos necesarios para difundir dicha información. Como dijo Lula, en una rueda de prensa -celebrada en el tercer autobús de Caravana que nos abrigó durante las tres semanas – tenemos alternativas a los medios hegemónicos: “Nosotros no los necesitamos”.