La Nación Mapuche – Por Pedro Cayuqueo

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

La Nación Mapuche – Por Pedro Cayuqueo

¿Por qué hablas de nación mapuche?» me lanzó hace poco en un foro un estudiante de leyes, algo molesto. «Porque eso fuimos y eso es lo que somos», respondí. «¿Y en qué basas eso? ¿Hay alguna fuente o es solo ocurrencia tuya?», me retrucó. «Por supuesto que hay», fue mi respuesta. Fue entonces que hablé del Congreso Constituyente del año 1828, cuando Chile discutía su nueva Constitución Política. En ella se debatió el tema a propósito de los limites territoriales de la joven república. ¿Eran chilenos los mapuches? ¿Su territorio pertenecía a Chile? Estas dos preguntas desataron sendas discusiones. Unos decían que sí, que eran chilenos. Pero otros reconocieron que no, que los mapuche eran ciudadanos pero de su propia nación. «Sin duda estos (araucanos) no corresponden a la nación chilena que definimos porque son independientes y no obedecen a nuestras leyes o autoridades», señaló el senador Juan de Dios Vial. Vial no era un político cualquiera; presidía nada menos que la Cámara Alta. El diputado José Gaspar Marín fue todavía más lejos. «Los indios han formado en todos los tiempos un Estado libre e independiente; ellos

«La independencia mapuche era una realidad innegable en 1828. (…) ¿Ya no enseñan historia en la escuela de leyes?

han reconocido nuestra emancipación, nuestros derechos, del mismo modo que nosotros los limites del territorio chileno. ¿Con qué razón tratamos de internarnos más allá de los que prescriben los tratados de tiempo inmemorial entre nación y nación?». Fíjense en sus palabras; «entre nación y nación». El diputado Gaspar Marín tampoco era un aparecido en política. Había sido secretario de la Primera Junta Nacional de Gobierno y le había tocado presidir la segunda en 1812. Por si no les bastara, las constituciones de 1828 y la de 1833 llevan estampada su honorable y distinguida firma. Misma opinión tenía el diputado por Valdivia, Juan Alvarado. «Decir mis límites son de Atacama al Cabo de Hornos, comprendiendo naciones que no le pertenecen, ni saben si quieren pertenecerle, es una arrogancia que asombra y una usurpación manifiesta», argumentó en aquel debate. La independencia mapuche era una realidad innegable en 1828. Para estos tres diputados estaba súper daro. Y es que el conflicto actual no parte con la Corona española. Parte con Chile en 1860. ¿Ya no enseñan historia en la escuela de leyes?

Pedro Cayuqueo: Periodista, autor de «Solo por ser indios» y «Esa ruca llamada Chile». Columnista en La Tercera.

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