Henrique Capriles, líder opositor venezolano: «La salida no es un golpe militar»

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Por Marcelo Cantelmi

Henrique Capriles toma una gaseosa, está tranquilo y verborrágico como siempre. Líder de Primero Justicia, el mayor partido de la alianza opositora venezolana y ex candidato presidencial dos veces plantea en esta entrevista exclusiva con Clarín horas antes de la instalación de la Constituyente que el régimen esta encerrado en un callejón, que la crisis económica determina la dinámica y que debe haber una negociación, no violenta. Pero definitoria porque la amenaza es un estallido social.

-¿Qué sucede a partir de hoy cuando se instale la constituyente?

-Mira, estaba viendo a cuánto estaba el dólar en el paralelo y ya pasó los 16 mil bolívares. Hace una semana estaba en 8.400, es una barbaridad y significa la mayor devaluación de nuestra moneda en toda nuestra historia. Es una megadevaluacion. El dólar involucra 50% de las transacciones económicas.

-¿Entonces porque es optimista?

-Yo creo que lo que lo va a terminar empujando fuera del poder a Maduro y a su grupo es la famosa Constituyente, porque es el último cartucho. Ya no hay mas excusas, ya no hay nada mas que ofrecer.

¿De qué manera lo imagina?

-¿Por qué te hablo del dólar? porque la economía venezolana esta dolarizada sin reconocerlo, obviamente. La caja de alimentos que entrega el gobierno, los Clap ¿sabes qué tiene adentro? productos mexicanos y ¿cómo se pagan esos productos? En dólares. Todo en Venezuela se paga en dólares, menos los salarios de los trabajadores.

-¿El peligro de un estallido social se alimenta de esos datos?

-Pero claro. Un trabajador hoy gana 15 dólares mensuales, 250 mil bolívares. Es decir que el ingreso es de medio dólar diario. ¿Cómo se vive con medio dólar? Eso va a mover el país, la lucha que arrancó por el tema de la falta de elecciones va desplazando la presión hacia allí.

-¿Cómo influye en todo esto la Constituyente?

-No sólo opera en lo interno, también opera hacia afuera. Cuando tu ves que EE.UU. analiza dejar de comprar petróleo, que van a imponer sanciones, cuando ves que la UE dice que no reconoce a la Constituyente, que el mundo empieza a reaccionar contra lo que es la formalización de una dictadura, eso va a tener efectos graves económicos. Es mentira que rusos y chinos nos van a mantener. ¿Cuándo has visto a un chino que regale algo?

-¿Qué hace la gente si no se les satisfacen las necesidades?

-Ahí vienen lo quiebres internos que se han dado, pero no han sido decisivos. Ha habido en mi opinión quiebres importantes por la lucha heroica del pueblo. Uno de la Fiscal General, que rompió con el gobierno, y el otro cuando la empresa que hace las elecciones SamartMatic denuncia que hubo fraude. Ese golpe fue impensable, su sistema dice lo que nosotros llevamos años diciendo. Eso generó un terremoto también en el mundo militar.

-¿Qué defienden quienes sostienen al gobierno, por qué se perpetúan?

-Porque le tienen temor a abandonar el poder. El terror que los invade es que soltar el poder. Significaría ir a la cárcel, que se les venga el mundo encima.

-Si se les ofrece una salida con una garantía de cierta impunidad…

-Yo diría mejor una transición hacia la democracia. Esto está en el Congreso, hay una ley ofreciendo garantías para que se pongan del lado de la Constitución. Todavía no ha calado porque existe aún la soberbia creyendo en una posición de fuerza que ya no la tienen. Por más que el general en jefe lo diga, las fuerzas armadas están dividida en mil pedazos, no es verdad que están unidos. Hay una cúpula militar que sí esta comprometida con el gobierno, pero la fuerza armada en lo interno se parece mucho al país. Un soldado gana 40 dólares mensuales. Hay mucho descontento.

-¿Hubo errores de ustedes después que ganaron la mayoría del Parlamento?

-Es cierto, es cierto, pero no vale la pena llover sobre mojado. En un momento tan delicado como este la autocrítica es válida pero también es cómo la comunicamos. Puede no ayudar a revisar sino que fracture la unidad que ahora especialmente necesitamos.

-¿Van a participar en las elecciones que propone el gobierno para diciembre?

-Ese es un debate que está ahora. Pero mira, imagina un partido en Inglaterra, el juego va a ser en Londres, el arbitro es inglés, el público inglés y todos nos dicen que el árbitro está vendido. No nos presentamos, o el otro equipo se presenta, bajo protesta, hace cinco goles, le anulan tres, pero los ingleses no hacen ninguno. ¿Y quién gana el partido? Tengo más posibilidad de hacer algo si lucho que si me quedo en la casa en el sofá.

-Si hay elecciones proscribirán a toda la dirigencia disidente…

-Si la oposición se inscribe no hay elecciones, si la oposición no se inscribe hay elecciones, ¿qué hacemos? El portero que está ahí abajo, cómo se llama, venga, ya te inscribo como candidato. Eso haremos.

-¿Quién gobierna en Venezuela?

-Yo diría que hoy hay dos grupos, la Constituyente los decantó. Diosdado Cabello y Maduro, y creo que ganó Maduro por eso creo que se postergó la instalación de la Constituyente. Cabello pretende ser presidente de la Asamblea y luego de la República. Y Maduro, por inteligente no lo conocerán, pero es hábil y sabe las intenciones de Cabello.

¿José Luis Rodríguez Zapatero negoció el destino de la Constituyente?

-Se habló en un momento dado que la Constituyente no fuera el diablo, que no fuera ominipotente. Pero eso no resolvía el problema porque la Constituyente es inconstitucional. Zapatero tiene un techo, cualquier acuerdo lo supera. Preferimos gente con más experiencia.

-¿Cuál es la salida?

-El panorama económico que se agrava cambia las dinámicas. La conflictividad social lleva al hambre, la falta de medicamentos y más gente en problemas en la base popular. Cuando una persona tiene hambre ve un fusil y sigue adelante. Esto pone a las FF.AA. en una encrucijada, entre matar y sostener a la dictadura y dar un paso atrás y obligar a una negociación. Porque al final la oposición no va a tomar las armas, no va a una lucha armada porque no creemos en eso.

-¿Hay o no un peligro de golpe?

-Pero es que no es la solución. La solución de Venezuela no debe ser un golpe ni aquí ni en ninguna otra parte. Las crisis no pueden solucionarse con las armas. En esa línea de presiones a donde debemos ir, a una gran negociación que le permita al país votar, elegir un cambio de rumbo. Esto no va a ser una venganza, una revancha. Eso es lo que estamos empujando para llegar a una solución y que sea no violenta.

-¿Coinciden en la denuncia de que Venezuela es un narco estado?

-Yo creo que hay fuertes vínculos con el narcotráfico, muy fuertes. Porque los otros negocios se están reduciendo debido a la crisis, por ejemplo el del contrabando del combustible, que aquí ya hay poco y debemos importarlo. Entones crece el otro. Y aquí no ha habido ninguna operación contra el narcotráfico.

¿Está más homogénea América Latina respecto a la situación de Venezuela?

-Nunca como antes. Muy fuerte. Nunca Venezuela había tenido esta repercusión. El mundo tiene que tomar decisiones porque a las dictaduras hay que arrinconarlas y acabarlas.

Clarín

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