Colombia: las Farc comienzan una nueva etapa tras entregar a la ONU los últimos armamentos
Día clave para la paz: ONU extrae últimos contenedores de armas de las FARC
Este martes finalizó la dejación de los fusiles de las FARC con la extracción de los últimos contenedores con las armas de la guerrilla que tuvieron en poder más de 50 años, y a su vez se da por finalizada la etapa de las 26 zonas veredales. Con ello se afianzan los pasos hacia la construcción de la paz en Colombia.
El acto se llevó a cabo en el municipio de Fonseca, en La Guajira, donde operaba el Frente 59 de las FARC, y ahora era la veredal de Pondores. Allí estuvieron presentes los representantes de las Naciones Unidas, el presidente Juan Manuel Santos y los integrantes del Secretariado de las FARC. Con este acto, se continúan evidenciando las acciones hacia la paz. Esta, de la dejación de las armas, ha evitado la muerte de más de 2.500 personas.
Jean Arnult, jefe de la Misión Verificadora de la ONU, anunció que hasta el momento se han registrado un total de «8112 armas, casi un millón trescientos mil cartuchos incinerados y también se concluye la destrucción de todo el material inestable». Por otra parte el presidente Juan Manuel Santos dijo que se trata del día «del último suspiro del conflicto».
Simultáneamente, mientras se llevaba a cabo el acto aplaudido por el mundo entero, en las demás zonas veredales también se empezó el traslado de las últimas armas recolectadas en los demás puntos del territorio nacional, que luego serán transformadas en monumentos en representación de la paz.
Finaliza un ciclo y empieza otro
Se trata de un proceso que inició el pasado 23 de junio de 2016, fecha en la que las partes que negociaron durante 5 años en La Habana, acordaron el cese bilateral del fuego. Con la finalización de dicho ciclo, hasta hoy, funcionará el Mecanismo Tripartito de Monitoreo y Verificación, además, la función de la ONU ahora será vigilar la transición a la vida civil de los excombatientes y ser veedores de la seguridad en los puntos donde se desarrolló el conflicto armado.
Por su parte, la fuerza pública también jugará un nuevo papel. Los militares ya no combatirán a la insurgencia, sino que deberán garantizar la vida y la seguridad de los exguerrilleros. Una situación que sigue en la cuerda floja, ya que en los últimos días han matado a dos excombatientes, y además otros tres líderes sociales han sido asesinados, el último fue Fernando Asprilla, integrante de Marcha Patriótica en la Baja Bota Caucana.
Ante tal panorama, desde las organizaciones sociales se ha pedido al gobierno nacional que cumpla con los compromisos y se avance en las garantías jurídicas, económicas y de seguridad en la reincorporación a la sociedad civil de los integrantes de las FARC-EP, y de igual forma se brinden garantías para los líderes y lideresas sociales, teniendo en cuenta la permanencia y el accionar de los grupos paramilitares en diferentes puntos del país.
La ONU confirma que las Farc entregaron 8.112 armas
El jefe de la misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, confirmó este martes que las Farc les entregaron 8.112 armas, así como casi 1,3 millones de cartuchos que fueron incinerados por observadores internacionales.
El último contenedor con las armas de la exguerrilla salió este martes del punto veredal transitorio de normalización (ZVTN) de Pondores, en el municipio de Fonseca, en La Guajira, en que están reunidos parte de los 7.000 guerrilleros de las Farc que de esta manera le dicen adiós definitivamente a las armas.
El presidente Juan Manuel Santos, presente en el lugar, señaló que con el desarme de las Farc hay un nuevo país, que puede apostarle al desarrollo de las regiones más apartadas.
«Vamos a poder desarrollar zonas que nunca habían sido desarrolladas”, añadió el mandatario, quien también dijo que es necesario “internalizar” esta oportunidad y aprovecharla.
Aseguró que los ojos de la comunidad internacional están puestos sobre el país y su proceso de reconciliación. “La inversión está llegando, el turismo está creciendo. La economía va a comenzar a crecer nuevamente”, agregó Santos.
Tras decir esto, el Presidente le dio la partida a los últimos camiones que salieron del sitio de desarme de Pondores, uno con el contenedor que lleva las últimas armas que entregaron las Farc, y uno más con explosivos. Ambos llegarán a Funza (Cundinamarca), población cercana a Bogotá, donde dejarán todo el material de guerra en la bodega general dispuesta para tales fines.
Iván Márquez, exjefe negociador de las Farc en los diálogos de paz de La Habana, añadió en el mismo acto que «con este evento ha terminado el proceso de verificación, tanto del cese del fuego como de dejación de las armas”.
«Lo que sigue, -añadió-, es verificar el proceso de reincorporación, lo que incluye velar por la seguridad de los miembros de las Farc (…) Queremos que la implementación de los acuerdos no se vaya a quedar inconclusa como las zonas veredales de transición y normalización”.
Márque también subrayó: “No más asesinatos políticos en un país donde se ha firmado un acuerdo de paz que hoy es ejemplo para el mundo”. Al respecto, el presidente Santos enfatizó que “el Gobierno está comprometido con la seguridad de los excombatientes y de las comunidades en las zonas que vivieron el conflicto».
El mandatario además añadió que el Estado no permitirá que un fenómeno de exterminio, como el que vivieron los militantes de la UP en la década de los 80, se vuelva a presentar en el país para el caso de las Farc.
Lo que sigue
De esta manera, Pondores es el último sitio de desarme, de los 26 previstos para este proceso, en convertirse en Espacio de Reincoporación y Capacitación, donde los excombatientes permanecerán para acceder a los programas que sirvan a su tránsito a la vida civil.
En estos 26 nuevos Espacios los exguerrilleros recibirán clases de alfabetización y de validación de la educación básica. Asimismo, cerca de 4.000 excombatientes recibirán capacitación para que conformen 52 cooperativas y así se reincorporen a la legalidad.