Plebiscito en Venezuela – El Tiempo, Colombia
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
A ciertos políticos en el poder, los actos simbólicos suelen tomarlos por sorpresa. Quizás sea porque tener el control del Estado conduce a desdeñar las protestas y los descontentos, pero lo cierto es que la insatisfacción puede crecer como una bola de nieve y las manifestaciones de desengaño pueden ser una señal de que es hora de cambiar de rumbo, de comportamiento: eso –una prueba de que el pueblo venezolano está pidiendo un país en el que sea posible convivir– ha sido el plebiscito de ayer domingo contra el régimen del presidente Nicolás Maduro.
Se trataba de una consulta de suma importancia, hecha al margen del poder electoral. Respondía, de manera pacífica, a la idea oficialista de convocar una asamblea constituyente. Preguntaba: “¿Rechaza y desconoce la realización de una constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa de Venezuela?”. “¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar la decisiones de la Asamblea Nacional?”. “¿Aprueba que se proceda a la renovación de los poderes públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución…?”. Y todo apunta a que la respuesta del sí será contundente.
Por toda Venezuela, y en 80 países del mundo, millones de venezolanos se tomaron los puestos de votación con la esperanza y el coraje que se han negado a perder. El plebiscito, convocado por la Mesa de la Unidad Democrática, no fue una consulta vinculante, pero sí, sin duda alguna, un gesto político de una importancia enorme e innegable. Negar que una enorme parte de la ciudadanía está pidiendo un cambio, y que ese cambio no es más que el de recobrar la concordia y restaurar los derechos y las libertades democráticas, es tan poco sensato como negar una bola de nieve.
En las horas de la mañana de ayer, en Bogotá, ya habían salido cerca de 6.000 venezolanos a votar el plebiscito contra Maduro. Una fotografía de Guillermo Ossa, de EL TIEMPO, resumía el sentimiento de la diáspora: una muchacha con una cachucha en la que puede leerse ‘Venezuela’ sostiene un cartel que dice: ‘A distancia, igual dueles’.