México y Chile son los países más desiguales que integran la OCDE, según estudio
En México hay uno de los niveles más altos de desigualdad en el mundo y el acceso a la justicia depende del nivel socioeconómico de cada persona, de acuerdo con una investigación realizada por Guillermo Zepeda Lecuona, director de Jurimetría para Impunidad Cero.
De acuerdo con “El Sistema Jurídico Mexicano frente a la desigualdad”, México y Chile son los países con mayores niveles de desigualdad de los 34 que integran la Organización para la Cooperación Económica (OCDE).
«Hay altos costos para acceder a la justicia, aunque la constitución dice que es gratuita la verdad es qué hay cover de alrededor de seis mil pesos, que es el costo promedio de los honorarios de un abogado; es decir, no vale la pena irse a pelear por menos de esto. Una persona que tenga un pagaré por tres mil pesos o un cheque que no pudo cobrar de mil 800 pesos no va a contratar un abogado, lo da por perdido y eso abona a la impunidad que un sistema de justicia poco accesible permite», indicó el investigador.
El sistema judicial en México genera asimetrías y beneficia a quienes pueden pagar los procesos.
Guillermo Zepeda destacó que está comprobado que «entre más rica sea una de las partes» tiene 10 por ciento más de probabilidades de ganar el juicio contra alguien de un nivel socioeconómico más bajo.
«Además de que entre más desigual es un municipio aumenta en promedio cinco muertes por cada 100 mil habitantes ese municipio y tiene que ver con marginación, pero también con carne de cañón barata para los grupos criminales».
En estados con mayor avance en el sistema de justicia, como Campeche y Guanajuato, los procesos llegan a resolverse en 160 y 178 días, mientras que en Tlaxcala la duración promedio es de hasta 455 días.
El grupo de investigadores que acompañó a Zepeda coincidió en que no sólo es urgente cambiar el diseño institucional, sino fomentar la cultura de la legalidad en la ciudadanía.
«Me parece indispensable sumar otra situación que es la de la subjetividad de quienes operan el derecho. Si estos intercambios van a estar atravesados por prejuicios y estereotipos y formas de pensar dónde ya va a haber determinación a excluir o no, podemos modificar todas las instituciones que queramos pero la perpetuación de la desigualdad va a seguir reinando», agregó María Fasci, investigadora de Córdoba.