Más de 70 mil panameños fueron alfabetizados con el método cubano
A más de 70 mil asciende hoy el número de personas alfabetizadas en Panamá, en español y en los dialectos originarios, desde la introducción en 2007 del programa cubano Yo sí puedo.
En entrevista con Prensa Latina, durante su visita de trabajo a esta capital, la ministra cubana de Educación, Ena Elsa Velázquez, dijo que la aplicación de este sistema en la nación istmeña es resultado del convenio de trabajo que desarrollan de conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Explicó que en su primer viaje a Panamá se entrevistó con el titular del Mides, Alcibíades Vásquez, con el objetivo de fortalecer este programa de alfabetización, que hasta la fecha benefició a cerca de 10 millones de personas en 30 países del orbe.
La titular caribeña precisó que el intercambio también se extendió a su homóloga Marcela Paredes, con la cual abordó temas de interés relacionados con la educación especial y la aplicación del Yo sí puedo seguir, método que permite dar continuidad de estudios a los alfabetizados para alcanzar el nivel primario de escolaridad.
Resaltó la importancia de estos programas, los cuales permiten que una vez que la persona aprende a leer y escribir, continúe sus estudios para no perder habilidades y convertirse nuevamente en un analfabeto funcional.
Acotó que esta experiencia se aplicó con muy buenos resultados en Ecuador, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, naciones estas tres últimas que actualmente están libres de analfabetismo.
Velázquez recordó que el programa Yo sí puedo seguir cuenta con asignaturas como Historia, Lengua Española, Matemática y Ciencias Naturales, lo que les permite a las personas alcanzar el nivel de primaria en dos años.
Añadió que durante su reunión con Paredes conversó sobre otros aspectos relacionados con la educación técnica-profesional, especialmente la experiencia que desde hace muchos años la isla aplica en las escuelas de oficios.
Estos centros, indicó, les facilita a los jóvenes que se desfasan en la primaria o la secundaria, y la edad no les permite o no desean estar en un aula, adquirir el nivel de escolaridad correspondiente, al tiempo que los preparan para la vida, al aprender un oficio que los vincula laboralmente.
La ministra cubana adelantó que para el venidero 18 de septiembre está previsto que su homóloga panameña visite la Isla para concretar algunos de los proyectos analizados durante el encuentro del pasado lunes, además de conocer las escuelas donde se aplican estas y otras experiencias.
‘Podemos avanzar en la colaboración, pues existe interés por parte de los dos ministros sobre lo que Cuba puede aportar en la educación primaria y secundaria’, afirmó.
De concretarse el Yo sí puedo seguir, los libros de texto se elaborarían en español y en el dialecto de las comunidades indígenas, gracias al apoyo de voluntarios locales que dominan el sistema y ambas lenguas, afirmó Velázquez.
Destacó que las cartillas y manuales, siempre contextualizados en el idioma de cada país a partir de símbolos e imágenes con los cuales se identifican las personas, están elaboradas en inglés, portugués y francés, mientras las grabaciones de las video-clases se producen con actores locales.
Aseveró que la alfabetización es una contribución importante a la educación mundial, pero Cuba también ha incursionado en varios aspectos como la formación y capacitación de los maestros, evaluación de la calidad y el otorgamiento de becas para cursar estudios en la mayor de las Antillas.
Aportes que no solo han beneficiado a América Latina y el Caribe, sino también a países de otras áreas geográficas como África, donde actualmente maestros cubanos imparten clases en la República Árabe Saharaui Democrática en un preuniversitario construido con la ayuda de Venezuela.