Entrevista a Oscar Laborde, diputado argentino del Parlasur y organizador de la Cumbre de los Pueblos del Mercosur: “La voluntad de la derecha no es que haya más democracia en Venezuela, lo que se pretende es sacar a Maduro”

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Por Luca Guillén

Oscar Laborde es político argentino, diputado del Parlasur desde 2016, director del Instituto de Estudios de América Latina (IDEAL) de la Central de Trabajadores Argentino (CTA), y tiene un rol protagónico en la organización de las cumbres sociales del Mercosur desde 2006. Anteriormente fue intendente del partido de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, diputado y embajador de la cancillería argentina en el gobierno de Cristina Fernández en 2008.

Laborde fue uno de los organizadores de la Cumbre de los Pueblos realizada en Mendoza, que contó con 750 representantes de los distintos países, y dialogó con Nodal sobre lo que dejó dicho encuentro. La particularidad de esta cumbre fue que “por cuestiones de seguridad”, según el presidente Macri, no fue reconocida oficialmente luego de 12 años de concretarse. Evo Morales llevó el documento final elaborado por la Cumbre de los Pueblos a la reunión de presidentes.

¿Cuál fue la dinámica de esta Cumbre de los Pueblos del Mercosur?

La cumbre fue autoconvocada por diferentes organizaciones, decidimos denominarla Cumbre de los Pueblos, ya teníamos conocimiento de la falta que iba a cometer el gobierno argentino de no convocar a la Cumbre Social. Entonces, organizaciones sociales y sindicales del continente decidimos juntarnos en Mendoza, el día anterior a la reunión de presidentes.

Funcionamos en comisiones, la idea era esencialmente trabajar en torno a dos grandes ejes, por un lado apoyar, defender y respaldar los procesos que siguen con gobiernos populares en la región como Uruguay, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y El Salvador. Y por otro lado, denunciar y enfrentar los efectos de esta política neoliberal.

¿Qué balance hace de la Cumbre de los Pueblos?

Fue un suceso la cumbre, nos desbordó, esperábamos 200 delegados y finalmente concurrieron 750 delegados de Brasil, Venezuela, Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia y de diferentes provincias argentinas. Previamente hubo encuentros en universidades, de los pueblos originarios que realizaron su propio documento y representantes de migrantes que allí estuvieron.

El balance es claramente positivo, creemos que ha dejado una nueva marca, han vuelto las cumbres de los pueblos. Hasta ahora habíamos dejado de concurrir así a las cumbre de los pueblos, luego de que en el 2005 cuando se dijo No al Alca y se evaluaba que valían la pena las cumbres sociales, pero igualmente ante la falta de condiciones y de convocatoria, realizamos esta cumbre.

¿Qué significa que por primera vez en 12 años la cumbre oficial de mandatarios del Mercosur no haya reconocido a la cumbre social?

Una gran falta del gobierno no haber convocado a una cumbre social, es una forma de acallar. Sin embargo al no poder hacerles llegar como correspondía, concurriendo, como está prevista en la reglamentación del Mercosur a la reunión de presidentes, o por lo menos a la reunión del consejo del mercado común, Evo Morales se ofreció a ser el vocero que lleve el documento y así sucedió, el documento que aprobaron los 750 delegados fue llevado por Evo a la cumbre de presidentes.

¿Cuáles fueron las conclusiones sobre la situación en Venezuela?

El tema de Venezuela tuvo un lugar principal en la cumbre, son horas de profunda agresión a este gobierno, el país y su pueblo, estuvo presente el embajador de Venezuela Carlos Martínez Mendoza. Tanto en el debate como en el documento final se consideró la idea de evitar la intromisión externa, es evidente que uno de los pilares que tiene hacer caer a Maduro tiene que ver con una cobertura internacional, que permita luego la intervención militar.

Se evaluó claramente que hay un llamado constitucional a una reforma de la constitución y que se tiene previsto llamar a elecciones para diciembre, ya lo ha dicho el gobierno. Lo que nosotros interpretamos, y lo que se hizo en esa cumbre fue comprender que la voluntad de la derecha no es que haya más democracia en Venezuela, o un sistema económico más ágil, lo que se pretende es sacar a Maduro porque es el último bastión que queda y desplazar del gobierno al chavismo.

¿Cuál viene siendo el papel de la Unasur? Y ¿en qué momento consideras que se encuentra el proceso de integración latinoamericana?

La Unasur está congelada, es parte de esta idea de desmantelar los mecanismos que hacían virtuosa la integración. Desmantelar el Mercosur, congelar la Unasur y la Celac. Está claro que la Presidencia Pro Tempore de Argentina (presidencia rotativa asumida este año hasta abril de 2018) tiene toda la intencionalidad de tener una relación política con Estados Unidos, y económica con Europa, no tiene nada que ver con la Unasur.

Gravemente la Unasur no se expidió sobre el desplazamiento irregular de Dilma Rousseff, no está tratando el tema de Venezuela, permite que lo haga la OEA. Parte de este plan de desandar el camino de integración que habíamos construido los pueblos y los gobiernos en estos últimos años.


Declaración final de la Cumbre de los Pueblos

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