El ELN pide combatir el paramilitarismo y proteger a líderes sociales para pactar el cese al fuego bilateral

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La delegación de paz del ELN que está en Quito, Ecuador, dio a conocer las que serían unas condiciones para poder avanzar en el estudio de la posible implementación de un cese bilateral y definitivo.

En un comunicado aseguran que lo más importante es combatir de inmediato al paramilitarismo y garantizar una efectiva protección para los líderes sociales ya que, según ellos, los están asesinando en todo el país.

Este es el comunicado del ELN:

Desde el primer ciclo se constituyeron dos submesas especializadas; una para abordar la participación y otra para acordar acciones y dinámicas humanitarias.

En el tema de participación se siguió trabajando sobre las Audiencias Preparatorias, lo que está muy avanzado. Si el gobierno tiene voluntad, estas Audiencias se podrían realizar y terminar en el tercer ciclo, para obtener los elementos básicos de diseño del punto #1 de la agenda: “Participación de la sociedad en el proceso de paz”.

La submesa humanitaria está encargada de examinar asuntos como el genocidio en curso contra líderes sociales, las privaciones de la libertad, desminado humanitario focalizado y ahora también asume el estudio de un posible cese bilateral.

El cese bilateral consiste en la no realización de acciones ofensivas entre las dos Partes, lo que se acompañaría con hacer alivios humanitarios, que rebajen intensidad al conflicto y beneficien a la población; para lo cual exigimos que el régimen cese:

– La agresión contra el movimiento popular y las tendencias políticas que están por los cambios en Colombia, y tomar medidas concretas frente a las autoridades y los mandos de la fuerza pública, que están aliados con el paramilitarismo.

– El incumplimiento de acuerdos de garantías en Derechos Humanos, adquiridos con el movimiento social.

– Las acciones que provocan confinamiento, desplazamiento, bloqueo y control de alimentos, medicamentos y bienes necesarios para el trabajo y supervivencia de las comunidades.

– La judicialización de los líderes sociales y de la protesta social.

– El hacinamiento infrahumano de la población carcelaria, con medidas efectivas de alivio humanitario.

El ELN reitera su voluntad de avanzar hacia un cese al fuego bilateral, y espera del gobierno un compromiso serio a la hora de pactar una suspensión de las afecciones a la población.

Delegación de Diálogo del ELN

Caracol


Alerta por crímenes de sindicalistas en el suroccidente

En una semana, dos líderes sindicalistas del Valle del Cauca fueron asesinados por lo que organizaciones de activistas y de defensa de los derechos de los trabajadores exigen a las autoridades celeridad en el esclarecimiento de estos y de otros casos en la región, así como en Cauca y en Nariño.

Es así que el suroccidente colombiano se volvió en los últimos años, una de las zonas más golpeadas por crímenes de sindicalistas y de líderes sociales.

El hecho más reciente es el asesinato de Alberto Román Acosta, sindicalista en Guacarí, que estaba vinculado a una agremiación de corteros de caña y que al momento de ser víctima de los disparos por parte de dos sicarios en motocicleta, estaba viendo a su hijo jugar un partido de fútbol en una cancha de El Cerrito, municipio del centro del Valle del Cauca.

La ministra de Trabajo, Griselda Janeth Restrepo, rechazó el crimen, a través de un comunicado. Dijo que “estas acciones criminales ensombrecen el clima de concordia y consenso social que debe primar en esta nueva etapa de posconflicto en que está transitando el país”. Espera el pronto esclarecimiento de los móviles y que los responsables del “condenable hecho” sean procesados.

Según el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, brigadier general Hugo Casas, la pronta acción policial permitió la captura de un hombre de 18 años, conocido como ‘Monocuco’ y quien al momento de su detención portaba un revólver marca Smith Wesson calibro 38. Es investigado como uno de los dos presuntos homicidas de Román Acosta.

En el operativo para buscar a los autores del asesinato fue retenido un adolescente de 15 años para ser investigado y quien, de acuerdo con el oficial, habría tratado de ocultarse en un lote cercano a la cancha de fútbol La Saga, del barrio Santa Bárbara, donde Román Acosta quedó herido. Murió luego en el hospital San Rafael del mismo municipio El Cerrito.

No obstante, no se ha precisado si su asesinato tiene que ver con su actividad sindicalista.

Así mismo, el asesinato del cartagüeño Mauricio Fernando Vélez, vicepresidente del Sindicato Mixto de Trabajadores de las Universidades Públicas Nacionales (Sintraunal), una de las tres agremiaciones sindicales de la Universidad del Valle, no se ha aclarado. Este homicidio también genera entre sindicalistas una grave preocupación porque el crimen no podría ser visto como un supuesto asalto o un secuestro.

Para sindicalistas, el homicidio de Vélez también genera entre sindicalistas una grave preocupación porque el crimen no podría ser visto como un supuesto asalto o un secuestro.

El hecho sucedió en la noche del 21 de junio pasado, cuando una docena de hombres fuertemente armados, encapuchados, con botas pantaneras y con guantes ingresaron a la finca de Vélez, en el municipio Buenos Aires, en el norte del Cauca, donde compartía un asado con otras personas.

A Vélez, quien en el 2010 fue gerente deportivo del América de Cali, lo habrían torturado antes de asesinarlo de un disparo de fusil en la cabeza por lo que los autores podrían ser de una banda criminal. Según algunos miembros de sindicatos, no se trataría de simple delincuencia común.

El cuerpo de Vélez, de 43 años, fue abandonado cerca a un puente en el corregimiento San Francisco, también en Cauca. Su camioneta tenía las llantas desinfladas y el parabrisas roto. Los desconocidos hurtaron pertenencias y se llevaron a Vélez, cuyo cadáver fue descubierto al amanecer del jueves 22 de junio por campesinos del sector.

“Consideramos que este crimen obedece a su papel como líder sindical, se enmarca en la violencia contra dirigentes sociales”, ha sostenido Adriana Trujillo, presidenta de Sintraunal.

En el Valle, Cauca y Nariño, crímenes de otros activistas hacen que la Fiscalía señale como una de las hipótesis la llegada de nuevos grupos armados ilegales a zonas donde las Farc eran fuertes. Ese sería el caso de Joel Meneses Meneses, líder indígena del Comité Integración Macrocolombiana, asesinado el 28 de agosto del año pasado por la banda de sicarios ‘Los monos’, en Cauca. Por el caso hay ocho capturados, incluido un jefe de milicias de la guerrilla.

También hay crímenes por las disidencias, como el de Emilcen Manyoma, quien era una reconocida líder en Bajo Calima, en Buenaventura, integrante de la Red Conpaz. Ella estaba con su esposo, Joe Javier Rodallega; ambos fueron asesinados el 17 de enero de este año. ‘Camilo Robledo’, desertor del frente 30 de las Farc y hermano de la líder social, fue señalado como el presunto responsable.

El Tiempo

 

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