Colombia y Ecuador, productores sufrientes

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Colombia y Ecuador, productores sufrientes

Para Colombia el petróleo es más que la autosuficiencia energética, durante los últimos quince años la estabilidad económica ha dependido de las exportaciones petroleras. En Ecuador, el petróleo continúa siendo de vital importancia en su economía, a pesar que en el año 2006 el sector petrolero representaba el 14% del PIB y actualmente es del 10%.

Colombia, la cuestión del petróleo y las consultas populares

Camilo Díaz-Dinero

Durante la primera década de este siglo los precios de los commodities registraron un significativo avance gracias a la demanda por energía y metales provenientes del rápido crecimiento de las economías de China e India y al crecimiento estable, aunque moderado, de Europa y Estados Unidos entre 2005 y 2008 año en que inició la crisis financiera internacional. Ese ciclo de precios altos de las materias primas elevó la renta de los países productores y les llevó inversión extranjera que llegó principalmente a los sectores relacionados.

Esa bonaza de los precios tuvo al menos dos efectos en las economías productoras: primero, la apreciación de las monedas frente al dólar americano, y segundo, la ampliación del déficit en cuenta corriente. La apreciación de las monedas se produjo por el mejoramiento de los términos de intercambio, y el flujo de capitales de inversión. El déficit de cuenta corriente se creó por el aumento de las importaciones, una parte de bienes de capital y la otra de manufacturas; y por el gasto de los Gobiernos que ampliaron sus presupuestos públicos al mismo tiempo que crecían sus ingresos.

Cuando el ciclo de precios altos de los commodities empezó a agotarse en 2012 con la contracción de los precios de los metales, – hierro, cobre, plata, y oro – y luego con la desinflada de los precios del crudo en el segundo semestre de 2014, los estados que no ahorraron o lo hicieron muy poco, entre ellos Colombia, terminaron en dos posiciones.
La primera, con una mayor dependencia a las exportaciones de bienes básicos, puesto que en la mayoría de los casos la inversión se desplazó a la producción de commodities, mientras la industria local se debilitó como consecuencia de la apreciación de las monedas y menor competitividad de las exportaciones industriales.

La segunda, con déficit en cuenta corriente ahora que las exportaciones valían menos que las importaciones y con déficit fiscal porque los menores ingresos provenientes de las ventas de materias primas no alcanzaban para cubrir los abultados gastos consignados en los presupuestos basados en precios altos de las materias primas.

Lo anterior ha sido justamente la realidad de Colombia desde que los precios del crudo iniciaron su descenso, por eso para Colombia la cuestión del petróleo es mucho más que garantizar el suministro de una parte de su cesta energética. Para el país el petróleo representa el 52% de las exportaciones y, en ese sentido, responde por la mitad de la balanza comercial, convirtiéndolo en la principal fuente de divisas para la economía.

La industria del petróleo es además una de las mayores contribuyentes del impuesto a la renta y Ecopetrol le transfirió a la nación más de $40 billones en dividendos entre el 2010 y el 2015, de igual manera durante el periodo de bonanza el Estado recibió en promedio $23 billones anuales de ingresos combinados entre, dividendos, regalías e impuestos provenientes del sector.

Aunque Colombia sigue teniendo una fuerte dependencia de las exportaciones de crudo, lo cierto es que las reservas del país alcanzan para 5,5 años más, de ahí en adelante el país tendría que importar los cerca de 350.000 barriles diarios que consume, y reemplazar los más de US$ 15.000 millones que representan sus exportaciones. Ambas cosas son un reto colosal para la balanza comercial y especialmente para la cuenta corriente. Si el índice de reservas de crudo no crece, o la dependencia de las exportaciones no cambia, la economía pronto se verá en una situación difícil por el desfinanciamiento de la cuenta corriente que puede producir una caída de las exportaciones.

El tiempo para resolver la cuestión del petróleo se viene agotando, de los 5,5, años de reservas que existen hay que tener en cuenta que el desarrollo de un campo una vez descubierto tarda entre 2 y 4 años, de tal manera que la necesidad de nuevos descubrimientos importantes de petróleo son una necesidad inmediata.

Por último, el descubrimiento de gas anunciado por Ecopetrol y Anadarko en mayo último es una muy buena noticia para el país y para Ecopetrol que podrá aumentar su ratio de reservas en barriles equivalentes de petróleo. Sin embargo, el hallazgo no resuelve las necesidades de encontrar crudo, puesto que las exportaciones de gas por precio, volumen, y mercado, no alcanzan a ser comparables con las de petróleo.

A pesar de la continuada dependencia a las exportaciones de crudo, que con todo y caída de precios siguieron representando más de la mitad, el Ministerio de Minas y la Agencia Nacional de Hidrocarburos, no tuvieron capacidad para contener los efectos de los precios y mantener el ritmo de exploración y producción. Hoy en día el país está produciendo 804.000 barriles diarios, una cifra 20% menor a los más de un millón de barriles que alcanzó el pico de producción. Al efecto de los precios, se sumó que Ecopetrol está endeudada porque durante los últimos años le entregó más del 75% de las utilidades al Gobierno y al mismo tiempo emitió deuda para financiar las campañas exploratorias, por eso no pudo tomar el relevo para contribuir con el ritmo del sector.


Las consultas populares hacen temblar a la industria petrolera

Jorge Sáenz – El Espectador

Veinte iniciativas de consultas populares en preparación pondrían en peligro la extracción de 84.000 barriles, dice la industria petrolera. Expertos opinan que las consultas populares reflejan un divorcio entre los municipios y el gobierno central.

El triunfo del “no” en la consulta popular de Cumaral (Meta), sobre la explotación petrolera en su territorio, es un campanazo de alerta para la industria del crudo en el país. Mientras la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP) considera que las consultas populares son un instrumento que se ha politizado, para expertos en medioambiente representan un choque entre la democracia y el desarrollo económico del país. En medio de este debate hay una realidad contundente: a Colombia se le agotan las reservas de hidrocarburos, pues las petroleras apenas alcanzan para un poco más de cinco años y las de gas no tienen un horizonte mayor a este plazo.

Para este año, las empresas petroleras estiman inversiones en exploración por US$4.700 millones. “No es claro que esas inversiones que están programadas se puedan terminar desarrollando si en Colombia continúa esta racha de consultas populares contra la actividad petrolera”, indicó Francisco José Lloreda, presidente de la ACP.

En el país hay unas 20 iniciativas de consultas, que, en visión del gremio, afectarían la extracción de 84.000 barriles de crudo. Las reservas de petróleo son de unos 1.665 millones de barriles. El presidente de la ACP atribuye parte de ese descontento al actual Sistema General de Regalías, proyecto bandera del presidente Santos que buscó irrigar estos recursos a más regiones.

Para la bióloga y directora del Instituto Humboldt, Brigitte Baptiste, “las consultas reflejan la distancia creciente entre las perspectivas locales de desarrollo y bienestar con las del gobierno central”. Y destacó que “estas diferencias se han agudizado por la ineficacia de los mecanismos de participación previstos en la planeación, a menudo letra muerta, la corrupción que ha cooptado muchos de estos espacios y el anquilosamiento del aparato central del gobierno. La conciencia ambiental y la persistente inequidad amplían aún más la brecha”, le dijo a El Espectador, en referencia a las consultas.

Después de la consulta en Cumaral hace fila la de Arbeláez, en Cundinamarca. Tal es la popularidad que ha ganado el mecanismo, que incluso se habla de un boom de consultas populares. Y aquí puede haber un problema, como lo ha señalado la misma Baptiste, pues se privilegia una decisión enteramente local por encima de procesos de concertación colectivos en los cuales se pueda discutir y debatir más ampliamente.

Germán Arce, ministro de Minas y Energía, manifestó que “hay protestas en regiones en donde están acusando a la industria petrolera de haber acabado fuentes hídricas en las que no se ha tomado la primera muestra”. Y añade: “Creo que el debate en este momento es muy rentable políticamente, pero con poca evidencia científica de lo que se está alegando”.

El presidente de la ACP está de acuerdo con el punto de las motivaciones políticas. “Darle duro a la industria petrolera es fácil y da réditos políticos. Darle duro al concepto de las multinacionales da réditos políticos. Ya veremos cuántos de los que se presentan como desinteresados defensores del ambiente terminan en la (actividad) política”.

Germán Corredor, del Observatorio de Energía y Medio Ambiente de la Universidad Nacional, opina que las consultas populares son “una contradicción entre democracia y desarrollo que el país va a tener que discutir y resolver. Por un lado está el derecho de la gente de opinar sobre sus recursos y, por otro, está la necesidad del país de desarrollar los recursos naturales. Es una discusión complicada. Tendrá que llegar al Congreso un esquema para precisar cuál es el verdadero alcance de las consultas y la comunidad qué puede evitar y qué no”. Las empresas tienen que socializar más con las comunidades o si no “vamos a terminar sin esa actividad (petrolera)”.

Por su parte, la Contraloría General de la República ha advertido que “a partir de 2021 la producción de petróleo no sería suficiente para abastecer las refinerías, lo que implicaría el fin de una época de autoabastecimiento que cumple más de 30 años”.

“El llamado que hacemos es que el país entienda que el petróleo es un proyecto de país y no sólo de un sector en específico y que, al cumplir 100 años, esta industria y sus profesionales seguiremos con el apoyo de todos aportando decididamente al crecimiento sostenible”, destacó el presidente de Acipet, Julio César Vera.

Ante esta advertencia, el ministro de Minas considera importante poder contarle a la gente que un porcentaje muy importante del gasto social del país se financia con la industria de hidrocarburos y de minería. “Casi la mitad de la inversión pública territorial se hace con recursos provenientes de esta industria”.

Lo cierto es que las consultas reflejan un punto de quiebre entre la exploración y explotación de hidrocarburos, la forma como las regiones perciben su propio desarrollo y el despertar de una conciencia ambiental. La manera como se resuelvan estas tensiones tendrá profundas implicaciones económicas y sociales.


Ecuador con cierto alivio frente a la crisis del petróleo

Martín Carrillo-Celag

La caída de precios del crudo del petróleo es un indicador clave para comenzar a analizar las medidas económicas que se implementan en los países de nuestra región, sobre todo los que tradicionalmente han basado buena parte de su economía en esta fuente energética. En Ecuador, este bien continúa siendo de vital importancia en su economía, a pesar que en el año 2006 el sector petrolero representaba el 14% del PIB y actualmente es del 10%. Para evaluar objetivamente el desempeño económico de Ecuador ante la fuerte caída de los precios del petróleo, es necesario además tener en cuenta otras circunstancias externas que afectan al desempeño económico nacional, como son la apreciación del dólar y la inexistencia de política monetaria nacional.

La apreciación del dólar ha afectado especialmente a Ecuador debido a que es una economía dolarizada, esto hace que no se pueda implementar una política monetaria contra-cíclicas. A la restricción de ingresos que supone la caída de los precios del petróleo, hay que unir el encarecimiento que la producción nacional ha tenido por una mera cuestión de política cambiaria.

Esta pérdida de competitividad fue rápidamente contestada por el ejecutivo ecuatoriano con la implementación de las salvaguardias, las cuales han ayudado a proteger la producción nacional y reducir el impacto negativo de la caída del precio del petróleo y la apreciación del dólar en la balanza comercial ecuatoriana. Ante esta situación, el Programa Económico que ha venido implementando el Gobierno ecuatoriano se ha basado en garantizar tres ejes principalmente: la defensa de la producción nacional, el empleo y apuntalar el esquema de la dolarización.

La defensa de la producción nacional ha tenido su principal respuesta en la aplicación de las salvaguardias, medida que ya hemos comentado más arriba. En cuanto al empleo, hay que señalar que es cierto que el desempleo ha aumentado durante el año 2015, sin embargo, la tasa sigue siendo de las más bajas de la región y tan sólo alcanza el 4,77%. Si la comparamos con aquellos países que han respondido a una situación de restricción externa con un ajuste basado en políticas neoliberales, vemos como el empleo sale favorecido en el caso ecuatoriano.

Por último, el tercer eje, es el de apuntalar el esquema de dolarización. Como ya se ha dicho, es la dolarización la que impide disponer de política monetaria para enfrentar situaciones económicas adversas. Pero no se trata de discutir si la dolarización estuvo o no estuvo bien en su momento, sino que la misma es un hecho, y teniéndola en cuenta, la tarea del Gobierno es la de protegerla en estos momentos. Sobre este punto las declaraciones del ejecutivo siempre han sido claras en favor del mantenimiento del status quo.

Volviendo a centrarnos en la caída del precio del crudo, que esta semana vuelve a marcar mínimos en más de una década, hay que tener en cuenta las limitaciones que ha impuesto sobre el presupuesto general del Estado ecuatoriano. Durante los años 2007 y 2015, el presupuesto estatal obtuvo 35 mil millones de dólares como contraparte de la exportación del petróleo. Hay que considerar que en el plano de inversiones para el mismo período se destinó alrededor de 68 mil millones de dólares.

¿Cómo se ha conseguido cuadrar el presupuesto teniendo en cuenta la caída del ingreso petrolero y el aumento de la inversión pública? Durante el Gobierno de la Revolución Ciudadana que tuvo su inicio en el año 2006, uno de los puntales ha sido el cambio de la matriz productiva. Un ejemplo lo encontramos en los proyectos hidroeléctricos, muchos de los cuales han entrado ya en funcionamiento en el año 2015, y el resto lo harán durante este año 2016. Estos proyectos tienen un rentabilidad del 29%; con una tasa de retorno que pueden, en algunos casos, rondar en el 100%. Igualmente, en las últimas semanas de 2015 volvió a operar al 100% la refinería de Esmeraldas y que permitirá contar con el refinamiento de crudo en una planta nacional, generando un importante ahorro al Estado.

Es clave destacar – para que la economía no sea considerada una esfera ajena a la política – la línea ideológica que diferencia los proyectos políticos cuando entre sus planteos se “confunde” gasto con inversión; desde la gestión de la Revolución Ciudadana se ha priorizado una política económica inclusiva con la búsqueda constante de medidas que garanticen una redistribución equitativa de la riqueza. Buena parte de la fuerte inversión en infraestructura realizada en los últimos años, se convertirá en 2016 en generación de ahorro, lo que permitirá a Ecuador sortear de mejor forma la restricción externa que afronta el país.

El otro gran eje que ha permitido cuadrar el presupuesto ha sido el fuerte impulso que se le ha dado en los últimos años al sector fiscal. Antes, buena parte de los ingresos del Estado estaban vinculados a las exportaciones de crudo, en los últimos años, aunque estas siguen siendo importantes, el peso de los ingresos fiscales es mucho más importante. Esto hace que los ingresos del Sector Público sean más constantes en el tiempo y haya una mayor independencia a factores económicos externos. Esto es cierto, si bien también lo es, que esto ingresos fiscales pueden verse alterados a la baja por un ciclo económico adverso. Pero el ejecutivo ecuatoriano ha sabido sentar las bases para un sistema fiscal que permita reducir la dependencia de los ingresos externos.

Entre estas medidas la recaudación en los impuestos ha tenido como signo prioritario un impacto positivo sobre la mayoría de la población: el 90% de los productos de la canasta básica no pagan IVA; y, se pueden deducir los gastos personales en alimentos, salud, educación, vivienda y vestimenta del Impuesto a la Renta. Al mismo tiempo, en la Proforma del Presupuesto General del Estado (año 2016) en la categoría Ingresos (de la proforma de 29.835.098.320,79 dólares que presentó el Ejecutivo) figura como el rubro más alto el de Impuestos: representando 15.489.701.480 dólares.

Es importante destacar que, según el Banco Mundial, entre los años 2006 y 2014 Ecuador tuvo un crecimiento del producto que promedió 4,6%, mientras que la pobreza medida por ingresos disminuyó de 37,6% a 22,5% y la pobreza extrema se redujo de 16,9% a 7,7%, según las líneas de pobreza nacionales. Estos indicadores dan cuenta que, efectivamente, las transformaciones impulsadas desde las políticas públicas de los últimos años han tenido un enorme impacto en la sociedad.

Como así también, que se han estado diagramando un tipo específico de políticas públicas, como ser aquellas que generan ingresos. Como mencionó el Ministro Rivera en el debate con Alberto Dahik del 4 de febrero, Ecuador tiene una deuda con China de aproximadamente 5300 millones de dólares, pero hay 5 mil millones de dólares invertidos en hidroeléctricas que producen más de mil doscientos millones de dólares en ingresos con lo cual son capaces de sostener las futuras erogaciones de los préstamos solicitados. Analizando la misma proyección, se contabiliza que en total se está recolectando la rentabilidad de los proyectos por 700 millones en el corriente año y 1200 millones el próximo.

Con respecto a los contratos de inversión con el sector privado, se han suscrito 5.000 millones de dólares entre los años 2013 y 2015 dando cuenta de un constante trabajo en conjunto con este sector de la economía, evidenciando la confiabilidad que se ha podido construir a partir de las medidas económicas implementadas desde el comienzo de la gestión de Rafael Correa. Como lo indicara el Viceministro de Producción, Empleo y Competitividad estos Contratos de Inversión son un instrumento que se contemplan en el Código de la Producción para estabilizar los incentivos tributarios hasta por un plazo de 15 años.

Los rubros que han sido beneficiados con este impulso van desde el turismo, la metalmecánica y energía renovable; para el cierre del primer semestre del año 2015 se obtuvieron 230 millones de dólares en fabricación de cemento; 181 en metalmecánica; 62 millones en el sector de alimentos frescos, congelados e industrializados; 57 en energía renovable y el resto, en otros sectores de la economía


Suben las exportaciones en 2017

Mónica Orozco-El Comercio

En los cinco primeros meses del 2017 el Ecuador obtuvo 2 225 millones de dólares por envíos de crudo al exterior, un 52% más de lo alcanzado en igual período del 2016, según cifras publicadas ayer por el Banco Central. Un mayor precio del crudo hasta mayo de este año compensó la caída en producción y exportaciones petroleras. Esa reducción obedece al compromiso de Ecuador de recortar su bombeo de crudo, según lo acordado con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

El acuerdo con ese grupo contempla que el país mantenga su producción petrolera en 526 000 barriles diarios, hasta mayo del 2018. La estrategia de Ecuador para cumplir esa meta es producir más en campos donde el costo de producción sea menor y bajar el bombeo en el resto de bloques operados por empresas públicas y privadas. Un costo más atractivo está, por ejemplo, en el recién incorporado campo Tiputini, donde extraer un barril de crudo le cuesta al Estado 11,3 dólares, según informó el ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez, la semana pasada.

El país genera menos del 0,6% de la producción mundial de crudo, por lo que su influencia en los precios en el mercado es nula comparada con gigantes en el mercado como Arabia, Rusia o EE.UU. Estar fuera de la OPEP permitiría al país aprovechar el actual precio del crudo sin limitantes en términos de producción, pero Ecuador no está analizando salir del cartel, ha señalado el ministro Pérez. “Hay beneficios adicionales, como acceso a información especializada”, anotó.

El propio titular de la Cartera de Hidrocarburos proyectó en USD 40 el precio del crudo para este año. Aun así, la cifra representa USD 5 más que lo alcanzado el año pasado. Pero en términos fiscales, un mayor ingreso por exportaciones no significará más ingresos para la caja fiscal, aunque sí menos deudas para el sector petrolero estatal.

En el 2016, el precio del petróleo promedió los USD 29, lo que fue insuficiente para cubrir incluso los costos de producción y generó atrasos con proveedores de la empresa pública Petroamazonas. El Ministro de Hidrocarburos dijo que se lograron bajar las deudas de la firma estatal, pero que aún hay un valor pendiente cercano a los USD 1 300 millones por montos no pagados durante este año, y obligaciones de años anteriores.

El ministro de Economía, Carlos de la Torre, señaló que espera este año USD 2 200 millones en ingresos por venta de petróleo y derivados. Para Spurrier, los ingresos adicionales en el 2017 -producto de la recuperación del precio del crudo- ayudarán a reducir esos pasivos, pero no dejarán ingresos para el Fisco. Según Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal, se debe considerar que el Fisco también debe atender el pago de preventas petroleras este año. De hecho, el Ministro de Hidrocarburos anotó que aún hay espacio para realizar dos o tres operaciones de este tipo este año. Jorge Cisneros, gerente de Comercio Internacional de Petroecuador, dijo el martes 11 de julio del 2017 que todavía no existe una negociación en pie.

Además, anunció un giro a la política de comercio internacional de hidrocarburos, ya que la petrolera prevé realizar una venta ‘spot’ de crudo para septiembre de este año. En el mercado ‘spot’ se venden cargamentos de petróleo con entrega inmediata. Se llaman también ventas de corto plazo. “Esta es una de las metodologías que da transparencia”, porque el petróleo vale “dependiendo de cuánto esté dispuesto a pagar el mercado”. Ecuador recurre nuevamente a la venta ‘spot’, luego de que el anterior Régimen optara por privilegiar las ventas fijas a ­largo plazo.


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