Bolivia: El municipio de La Paz entregó el Premio literario Franz Tamayo

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Urquiola y Yujra, ganadores del premio literario Franz Tamayo

«Es un cuento al que quiero mucho porque el año pasado ha sido muy difícil para mí emocionalmente. No pude escribir nada y este cuento fue lo primero que escribí después de esa depresión. Entonces, que ahora reciba este premio es una alegría”.

Con esas palabras, el escritor paceño Rodrigo Urquiola celebró ayer un nuevo logro en su carrera: ganar el XLIV Concurso Municipal de Literatura Franz Tamayo 2017, en la categoría de cuento. El narrador conquistó este galardón con la obra Árbol.

Sobre el certamen impulsado por la Alcaldía de La Paz -a través de la Secretaría Municipal de Culturas-, Urquiola aseguró que después de obtener menciones con las obras Invisibles, La puerta del sol y La emboscada, además del segundo lugar con El cazador, el Franz Tamayo «ha sido siempre una ambición, porque ha sido un premio que conocí cuando estaba empezando y me ha tomado como 50 años ganarlo”, dijo respecto al tiempo que le llevó en obtener el ansiado primer lugar.

Árbol es parte de un nuevo libro de cuentos -el tercero- de Urquiola, que también se encuentra dedicado actualmente a la escritura de una novela.

En la categoría de cuento, el jurado estuvo conformado por Claudia Peña Claros (ganadora de la versión XLIII), Daniela Renjel, Martín Zelaya, Liliana Colanzi y Claudio Ferrufino-Coquegniot. Los expertos determinaron otorgar el primer lugar a Árbol, de Rodrigo Urquiola Flores, y el segundo lugar a Ella, de Leni Favela Flores Espinoza.

Además, se entregó menciones a las obras Ateo, de Bernardo Paz Gonzales; Deconstrucción, de José Amilkar Jaldín Rojas, y Recreación, de Daniel Alejandro Urquizo Tejada. A la lista se suman Eduardo, mi padre, el gato, Lewis Carrol, los tres mosqueteros, el Puente de las Américas, la intertextualidad, la muerte y yo sin dormir, de Winner Antonio Zeballos Torrejón; El viaje de Cuaunacaztli, de Melissa Isabelle Sauma Vaca, y Rabia, de Daniel Mauricio Illanes Velasco.

Según la convocatoria, en la categoría de cuento se otorgará un primer premio de 15.000 bolivianos y la inclusión de la obra ganadora en la antología publicada por Editorial 3600. El segundo lugar será premiado con 5.000 bolivianos y la publicación de la obra en la antología de cuentos.

Urquiola nació el 1 de noviembre de 1986 en La Paz. Es autor del libro de cuentos Eva y los espejos (Gente Común, 2008), de las obras de teatro El bloqueo (Premio Adolfo Costa du Rels, 2010) y El retorno (Premio Municipal de Dramaturgia Cochabamba, 2015) y de las novelas Lluvia de piedra y El sonido de la muralla (Premio Marcelo Quiroga Santa Cruz, 2014). En 2015, con un cuento obtuvo una mención en el Premio Iberoamericano Julio Cortázar. También ganó en Foz de Iguacu y obtuvo el segundo lugar en el Premio Franz Tamayo, además de un galardón de dramaturgia en Cochabamba.

La categoría de poesía

En la categoría de poesía, el jurado estuvo compuesto por Mónica Velásquez, Gary Daher, Ariel Pérez, Benjamín Chávez y Vilma Tapia Anaya, quienes determinaron otorgar el primer premio a La nómada, de Esperanza Yujra Gómez, y el segundo a Sarcoma, de Édgar Soliz Guzmán.

El poemario ganador, que consta de más de 50 páginas, «intenta explorar sobre la condición humana, pero desde una voz poética femenina. Desde un viaje que busca abarcar diferentes territorios, pero que en realidad es un viaje introspectivo, de reconocimiento”, según Esperanza Yujra. La nómada es parte de un trabajo más grande que se inició hace siete años.

«El próximo año, en el contexto de Capital Iberoamericana de las Culturas 2018, se generará una antología del concurso -repitiendo lo hecho en 2012- con la idea de rescatar y revalorar los trabajos, pero también hay que destacar en esta versión que las obras ganadoras se publicarán en septiembre o a finales de agosto”, dijo el secretario municipal de Culturas, Andrés Zaratti.

En la categoría de poesía el primer premio será de 15.000 bolivianos y la publicación del trabajo en la primera edición de la antología editada por Editorial 3600; mientras que el segundo premio será acreedor a 5.000 bolivianos y la inclusión en la antología.

«Árbol es un cuento al que le tengo cariño”

«Árbol es un cuento al que le tengo mucho cariño por lo que significa: en 2016 hubo un tiempo amplio en el que no pude escribir ni una letra por una tristeza grande con la que no sabía cómo lidiar; este cuento vino a ponerle fin a la sequía”, escribió ayer en las redes sociales el ganador en la categoría de cuento del concurso Franz Tamayo XLIV, Rodrigo Urquiola.

Además, el escritor sugirió que se revalorice al cuentista paceño Óscar Cerruto y se le dedique una categoría con su nombre.

«Que (la categoría) Franz Tamayo se dedique a premiar la labor poética y que se cree un nuevo premio para los cuentistas y que lleve el nombre de Cerruto”, reflexionó Urquiola.

Para el escritor paceño, los lectores son los que deciden si el cuento ganador mereció ser premiado con el primer lugar. «Ah, y que se aumente el monto del premio”, concluyó el ganador.

«En mi obra exploro la condición humana”

Esperanza Yujra contó que La nómada, ganadora de la categoría poesía en el premio Franz Tamayo XLIV, es parte de un proyecto literario más grande que trabaja desde hace varios años.

«Escribo poesía desde que tengo 20 años y seriamente desde que ingrese a la carrera de Literatura de la UMSA”, dijo Yujra, que conquistó dos menciones de honor en el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal. Además, consiguió el primer lugar en el concurso departamental de Poesía de La Paz.

«El eje de mi poema fue el de explorar la condición humana sobre la existencia, el ser y su finitud. Ese poema trata sobre el viaje por los diferentes territorios pero que al final es un viaje introspectivo”, sostuvo la autora del poemario La nómada.

«Soy literata, abogada y mamá a tiempo completo y aprovecho cuando todos duermen para escribir mis poemas”, concluyó Yujra.

Página Siete


 

Urquiola: El encuentro, una gran manera de compartir

El escritor paceño Rodrigo Urquiola, ganador del Premio Interamericano de Literatura Carlos Montemayor (México), Premio Adolfo Costa du Rels (Brasil), entre otros premios nacionales e internacionales. Urquiola estará presente en el 8vo. Encuentro de Escritores Bolivianos que se realizará esta semana en el Palacio Portales.

Los Tiempos conversó con el autor para conocer detalles sobre su participación en el evento y su punto de vista sobre la literatura en nuestro país.

—¿Cómo ve la actual producción literaria en Bolivia?

—Es un momento interesante. Me parece que hay variedad y hay calidad. Variedad de discursos dentro de las historias que se narran, distintas miradas y también el oficio para encararlo de la mejor manera posible.

—¿Cómo califica el apoyo de instituciones (públicas y privadas) a los escritores bolivianos?

—A nivel nacional no es malo, pero se puede mejorar. Me gustaría que hubiera un Premio Nacional de Literatura similar al de Chile, donde se premia una obra y se le da, aparte del premio, una renta vitalicia, un salario, al escritor ganador. Y aquí podrían doblar la apuesta apoyando a un autor mayor, consagrado, y a un emergente.

Me da mucha pena que la oficina de Culturas de la Alcaldía de Cochabamba haya decaído tanto. Qué pena que no continúen Marco Marín y Uvaldo Romero, con ellos al frente tuve la ocasión de ganar un par de premios y el trato al autor era excelente, respetuoso y ordenado. Ahora sé que no le pagaron su premio a Patricia Requiz, reciente ganadora del Adela Zamudio, y me parece vergonzoso que un escritor, que se ha esforzado por crear y mejorar su texto, tenga que andar golpeando puertas sin respuesta, es una falta de respeto a una persona que ha hecho un trabajo. Tampoco anunciaron qué sucedió con el Premio Marcelo Quiroga Santa Cruz del año pasado, si lo habrá ganado alguien o no, nada de nada. Triste. Espero que pronto esa Oficina, que era de lo mejor, retome el rumbo correcto.

—¿Qué espera del Encuentro de escritores bolivianos?

—Es una linda ocasión para encontrarse con amigos y lectores. Lo que más me gusta de estos encuentros es el diálogo espontáneo que surge entre los autores y las inquietudes de los lectores. Es una gran manera de conversar y compartir.

—¿De qué tratará su exposición “De noche todos los gatos son pardos” en el encuentro?

—El nombre lo tomé casi azarosamente, es el título de una canción de una gran banda que ando escuchando mucho últimamente: Caifanes. Había una sabia tortuga, en China, que decía que nada ocurre por accidente. Hablaré de lo que significa la literatura boliviana para mí. Y también de gatos caminando en la noche. De pronto se me ocurrió que lo uno está muy relacionado con lo otro.

—¿Qué trabajos presentará en la feria de escritores?

—Llevaré mis cuatro libros: “Eva y los espejos”, “Lluvia de piedra”, “El sonido de la muralla” y “La memoria invertebrada”.

—¿En qué obra(s) está trabajando?

—Ando reescribiendo una novela y no puedo dejar de pensar en un libro de cuentos que ya cuenta con un par de relatos.

—¿Cuáles son sus proyectos a futuro?

—Sólo escribir eso. No soy de los que planifica un futuro, prefiero dejarlo suceder. Quisiera viajar. Viajar, a donde sea.

Los Tiempos

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