El gobierno de Ecuador le propone a la ONU fortalecer la lucha contra la corrupción
La ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, se reunió este miércoles con el secretario de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para establecer una cooperación en la lucha contra la corrupción.
El secretario de la ONU se comprometió a seguir impulsando los mecanismos de cooperación que requieran los estados para la lucha contra el flagelo supranacional que, por ese motivo, merece abordarse desde un ámbito multilateral, dijo Espinosa en entrevista vía telefónica desde Nueva York con ANDES.
“No importa el esfuerzo que haga un país de manera aislada, como lo ha hecho el Ecuador, sin que exista la debida cooperación entre países, por ejemplo, la cooperación judicial, el intercambio de información, buenas prácticas, etcétera. El secretario general, pero también nosotros coincidimos en decir que la corrupción puede afectar el cumplimiento de la Agenda 2030, los 17 objetivos de desarrollo sostenible a los que se comprometieron todos, es decir, los 193 estados parte del Sistema de Naciones Unidas”, mencionó.
Esto, añadió, porque el combate a la pobreza, al hambre, a la desnutrición, la necesidad de fortalecer la gobernanza, evidentemente se ve afectada porque se afectan las instituciones y su credibilidad por los temas de corrupción.
Destacó que Ecuador ya lidera dos iniciativas a nivel internacional contra la corrupción, a lo que se suman acciones a nivel interno como, por ejemplo, la conformación del Frente de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, del que forma parte junto a otros 8 integrantes de la sociedad civil y de la academia.
Para Espinosa en la lucha contra la corrupción es necesaria la participación de la sociedad, una operación eficaz de las instituciones y de los órganos de control, y un espacio internacional porque no se puede estar solo en esa cruzada.
¿En qué términos se desarrolló la reunión con el secretario general de la ONU?
Fue una reunión muy fluida. Apreciamos el espacio pues el secretario general estaba viajando ya para el África, pero –como es de conocimiento público- él habló telefónicamente con el presidente Lenín Moreno y se comprometieron a que tuviéramos una reunión lo antes posible. Fue una reunión muy interesante donde Antonio Guterres se comprometió a continuar impulsando los mecanismos de cooperación que requieren todos los estados del sistema de Naciones Unidas para su lucha contra la corrupción.
¿Usted había señalado antes de su viaje que uno de los objetivos tenía que ver con una batería de indicadores de los estados parte de la Convención de la Lucha contra la Corrupción de la ONU, de qué se trata esto?
Ecuador es un país parte de la Convención, de los 151 países que hemos firmado la Convención, y cuando uno suscribe eso se convierte en ley nacional y, por otra parte, el estado que firma se obliga a cumplir las prescripciones de este instrumento internacional. Entre estos están temas como la cooperación entre países, y la aplicación de ciertos manuales que ha elaborado la secretaria de la Convención. Ecuador como país parte fue observado en su cumplimiento en el año 2013 y fue felicitado por todos los avances que ha tenido en materia de lucha contra la corrupción en estos últimos diez años. Hay varias cosas que Ecuador no puede olvidar. Por ejemplo, la reforma al Sistema Penal, la aprobación del Código Integral Penal que tipifica el tema de lavado de activos de origen ilícito y hace que los delitos de cohecho, peculado, concusión, enriquecimiento ilícito, sean imprescriptibles. También se ha avanzado mucho en el sistema electrónico del portal para Compras Públicas, la creación del Quinto Poder: el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, es decir, Ecuador es un país que está a la vanguardia en la lucha contra la corrupción, pero tenemos que tener el apoyo de todos los países en el cumplimiento de indicadores, porque la lucha contra la corrupción no es solitaria.
Lo otro es todo el trabajo preventivo. Es un tema al que el presidente Moreno le ha dado mucho énfasis, hablamos de esto también con el secretario general (de la ONU): educación en valores, trasformar a nuestras sociedades para que sean intolerantes a cualquier forma de corrupción, a cualquier atentado contra la transparencia, que debe regir en la administración pública, pero también en el comportamiento del sector privado.
¿Algunos criterios podrían señalar que la ONU intervendría en asuntos internos del Ecuador?
Creo que hay que tener muy claro qué es la Organización de Naciones Unidas. La ONU tiene propietarios, esos propietarios somos los estados. Esta no es una organización que sale de la nada y se impone a los estados. Nosotros pagamos, aportamos financieramente a una organización de la que somos parte, venir a la ONU es venir a nuestra casa; y sobre todo venir como ha venido el Ecuador, a proponer una agenda de cooperación, viene a poner de manifiesto los avances que el país ha tenido en materia de lucha contra la corrupción y viene a decir que el problema de la corrupción no se puede combatir solo de manera unilateral de un país, pero es un flagelo que supera las fronteras nacionales. Somos parte del sistema y de la comunidad internacional que se agrupa en las Naciones Unidas.
Aquí lo que estamos haciendo es reafirmar nuestro derecho soberano de hacer uso de los mecanismos de cooperación que ofrece una organización de la que somos parte. Cuidado se malinterprete de lo que se trata. Se trata precisamente que el país vuelva a liderar una iniciativa porque recordarán, Ecuador ya está liderando dos iniciativas asociadas a la lucha contra la corrupción. La una es el combate a los paraísos fiscales. Segundo, estamos liderando también a nivel de Naciones Unidas, la negociación de un nuevo tratado que pretende normar la relación entre los estados y las transnacionales y establecer reglas claras para el cumplimiento, por parte de las transnacionales, de los estándares de derechos laborales, ambientales; de derechos humanos. Nosotros estamos en el seno de la ONU, a nivel mundial, liderando estas iniciativas que tienen que ver con la lucha contra la corrupción.
Y ahora estamos utilizando una Convención de la que somos parte para animar a la Organización a abordar el tema de la corrupción de manera supranacional. Es una reafirmación de la soberanía ecuatoriana.
Se trata de una estrategia más integral del presidente Lenín Moreno para combatir la corrupción que tiene que ver también con el Frente de Transparencia y lucha contra la Corrupción, del que usted forma parte. Llama la atención que hay algunos invitados por el presidente Moreno que no aceptaron. Es decir, como que falta un poco de compromiso a la hora de emprender acciones en la lucha contra la corrupción.
Por supuesto, porque una cosa es decir y otra cosa es hacer. El presidente Moreno dijo ‘voy a hacer una cirugía mayor a la corrupción’ para eso se necesita trabajar en distintos frentes. Ayer, tuvo una reunión con los órganos de control del país, para intercambiar una serie de ideas sobre mecanismos para avanzar en una tarea que es de toda la sociedad. En el caso del Ecuador, nosotros tenemos instituciones sólidas, órganos de control que funcionan, tenemos un sistema de justicia que ha sido reconocido a nivel interamericano como una de las formas más ambiciosas y más eficaces de la región. Es decir, nuestras instituciones son sólidas, funcionan, y tienen que cumplir su mandato.
Lo tercero, es una acción de la sociedad, por eso es que este frente de Transparencia y contra la Corrupción convoca a una representación del Ejecutivo, pero también de las universidades, de los académicos, de la sociedad civil, de artistas, de activistas; y si hay personas que no se quieren comprometer para seguir estando en la trinchera de la crítica y no de la propuesta o de la acción, pues es ya su legítimo derecho.