Expresidenta Cristina Fernández es candidata a senadora en Argentina
La disputa política se concentra en la Provincia: Cristina, Bullrich, Randazzo y Massa, candidatos
Luego de una jornada de intrigas e intensas negociaciones, finalmente quedó definido de tablero bonaerense donde se disputará la madre de todas las batallas y en la que competirán figuras de peso como la expresidenta Cristina de Kirchner, el diputado Sergio Massa, el ministro Esteban Bullrich y el exministro Florencio Randazzo.
Tras el fracaso de las negociaciones entre la expresidenta y quien fuera su ministro del Interior para sellar una lista de unidad, finalmente ambos confirmaron sus precandidaturas a senadores nacionales en Buenos Aires: Cristina lo hará acompañada por su excanciller Jorge Taiana por Unidad Ciudadana, mientras que Randazzo se presentará junto a Florencia Casamiquela con el sello del PJ bonaerense y dentro del Frente Justicialista Cumplir.
Con las cartas de la expresidenta sobre la mesa, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, confirmó su precandidatura para pelear una banca en la Cámara alta, acompañado en la fórmula por la líder del GEN, Margarita Stolbizer, y en el marco de su alianza 1País, que también integra Libres del Sur.
Con la supervisión del presidente Mauricio Macri, el oficialismo cerró sus listas en los 23 distritos del país donde se presenta como Cambiemos, con la premisa de evitar competencia en las PASO, aunque concentra la atención en territorio bonaerense: será finalmente la fórmula de Esteban Bullrich y Gladys González la apuesta de la Casa Rosada para el Senado, en tanto que la «Hormiguita» Graciela Ocaña liderará la oferta para la Cámara de Diputados.
En la pelea por la Cámara baja también se anotaron la economista Fernanda Vallejos por Unidad Ciudadana, seguida por el expresidente del CONICET Roberto Salvarezza, el presidente del PJ provincial Fernando Espinoza, Vanesa Siley, y el exgobernador bonaerense Daniel Scioli.
Detrás quedaron el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky; la senadora provincial Mónica Macha y el dirigente radical Leopoldo Moreau, que se sumó al kirchnerismo en los últimos años.
La lista fue armada íntegramente por Cristina de Kirchner, quien dejó afuera a dirigentes de la Cámara baja que debían renovar sus bancas este año y que ahora podrían competir por lugares en la Legislatura provincial y concejos deliberantes.
En tanto, Randazzo llevará al intendente de Bolívar, Eduardo «Bali» Bucca, como primero de la lista de postulantes a la Cámara baja, tras imponerse en una feroz interna con el exdiputado Julián Domínguez, que finalmente quedó afuera.
El frente de Massa presentará al actual diputado nacional Felipe Solá, acompañado por Mirta Tundis, Daniel Arroyo, Jorge Sarghini, Liliana Schwindt y Marcelo «Oso» Díaz.
Las negociaciones en todas las fuerzas se extendieron durante toda la jornada, teniendo en cuenta que hasta el último minuto de este sábado había tiempo para que presentaran las listas con los nombres de sus precandidatos ante las juntas electorales partidarias, las que se encargarán de analizar la documentación y en las 48 horas siguientes oficializarlas ante el juzgado federal con competencia electoral del distrito.
El próximo paso en el cronograma electoral será dentro de tres días con la presentación de los modelos de boletas por parte de las listas internas ante las juntas electorales partidarias, que a su vez deberán elevarlas a los juzgados federales.
El próximo 9 de julio, en tanto, se realizará la asignación de espacios de publicidad en medios de comunicación audiovisual por un sorteo público a cargo de la Dirección Nacional Electoral, máximo órgano electoral del Poder Ejecutivo, mientras que el 14 de junio se iniciará oficialmente la campaña y se publicarán los padrones definitivos.
Las PASO se desarrollarán en todo el país el próximo domingo 13 de agosto y se elegirán allí los candidatos a senadores nacionales de ocho provincias (se renuevan 24 bancas de Buenos Aires, La Rioja, Jujuy, San Juan, Misiones, Santa Cruz, Formosa y San Luis) y de diputados nacionales para la mitad de la Cámara baja (127 bancas).
La movida que definió el escenario
Por Mario Wainfeld
Cristina Fernández de Kirchner participó desde 2005 en tres elecciones, dos presidenciales y “otra” bonaerense de impacto nacional. La táctica previa a la confirmación fue muy similar a la que se plasmó ayer, salvando distancias evidentes.
Se instaló paulatinamente, condicionando o desconcertando a los adversarios, eligiendo formatos y mensajes novedosos en los actos públicos. En 2005 optó por un escenario despojado (aliviado del amuchamiento usual en los palcos peronistas) en el que se presentó sola. También prescindió de la liturgia, los bombos, la marchita. Habló con tono pausado y explicador. En 2007 eligió dirigirse al entonces presidente Néstor Kirchner tratándolo de “usted”. En 2011 motivó zozobra en la fuerza propia alertando “no se hagan los rulos”.
Ganó todas esas contiendas, con la ventaja de ser oficialista aunque afrontando un sinnúmero de dificultades. Tal vez esta sea la más difícil, en parte por estar en el llano, en parte porque viene siendo objeto de un tremendo e inédito acoso judicial y mediático. Sin comparación posible desde la recuperación democrática en 1983.
Cristina (se) juega lo que mejora las chances de su fuerza y, además, le da oxígeno al sistema democrático. Se expone al veredicto popular que no debe sentenciar causas judiciales pero sí decidir cuál es el devenir de los líderes políticos. Que lo defina el pueblo de la provincia y no jueces de la calaña de Claudio Bonadío es el piso del sistema, que todos deberían preservar.
Se vota en 24 distritos, no hay una sola candidatura nacional conforme las reglas. La de Cristina lo es en los hechos, por decisión propia y ajena. Un eventual triunfo significaría, por sí solo, una severa derrota política del macrismo tanto como de las corporaciones empresarias o los deletéreos “inversores” extranjeros que piden que la encarcelen o la encierren en su casa como prerrequisito para hacer negocios. La seguridad jurídica interpretada por sus dueños y apuntalada por demasiados dirigentes políticos jaquea a la democracia aunque alardee de defenderla.
Gravitación y errores de cálculo: La gravitación de Cristina se trasuntó en la conducta de sus adversarios, en particular la del diputado Sergio Massa y el (su) ex ministro Florencio Randazzo. La vistearon, esperaron para ver qué resolvía, ocuparon un rol segundón que no sella su suerte futura pero hablan del peso específico de cada quien.
Randazzo y sus adláteres actuaron durante semanas dando por seguro que “ella” desistiría. Lo anticiparon a propios y ajenos. Dejaron la impresión de creerlo.
La historia universal rebosa de errores de cálculo, mucho más serios que éste. El premier británico Arthur Neville Chamberlain creyó en la palabra de Adolf Hitler. Los militares argentinos confiaron en que su astucia le valdría apoyo internacional y el “general invierno” impediría el desembarco enemigo en Malvinas. Comparados con esos casos y cientos más la falla del randazzismo es minúscula aunque delata escasa perspicacia para entender lo ostensible.
El cálculo previo falló y, con las coordenadas actuales, cuesta entender los motivos de su presentación si uno confía en su buena fe y no cae en suspicacias, que abundan en estos días.
Ningún porvenir está escrito en la piedra y los votos deben contarse de a uno en el día señalado. Esto dicho, sería una sorpresa gigantesca que Randazzo consiguiera competir en paridad con Cristina o, aún, salir tercero. Si ocurriera lo más predecible (desenlace que jamás se debe descartar más allá del voluntarismo) habrá dividido el voto peronista. Y su propio futuro será poco envidiable.
Puesto de otra manera, la existencia de dos listas que pudieron (y debieron) ser una es una buena noticia para el macrismo al momento de la largada. La nominación de Cristina es muy otra cosa: un desafío mayúsculo para Cambiemos, el mayor del tinglado electoral. Lo resignifica en su totalidad, le agrega una figura de primer nivel al elenco, relativamente playo, de candidatxs en danza.
La tentación monotemática: Graciela Ocaña, una clásica dirigente itinerante, será primera candidata a diputada por Cambiemos. Tiene su banca asegurada. Con otra bandera de conveniencia, la diputada Margarita Stolbizer va por una improbable segunda senaduría en 1País, la fuerza que lidera Massa. Si no existieran el multimedios Clarín o el serpentario de Comodoro Py, las dos mujeres garantizarían una campaña monotemática de denuncias y denuestos contra Cristina.
El ensañamiento, que está en la idiosincrasia del anti kirchnerismo, puede hasta resultar una falla. Una las dificultades iniciáticas de “los otros” espacios será proponer algo más que batir a Unidad Ciudadana. Desafío no menor en una competencia parlamentaria, segmentada por distrito, en la que la polarización jamás atraerá al total de los votos.
Primera mirada a las listas: Las listas de diputados anunciadas ayer en las distintas coaliciones merecen una mirada inabordable en esta columna escrita contrarreloj.
A primera vista, adelantemos que Cristina trató de combinar figuras del territorio (el ex intendente Fernando Espinoza), caras nuevas (las dos primeras de la boleta), adhesiones francas que hubieran merecido mejor trato tiempo atrás (Hugo Yasky, Secretario General de la CTA de los Argentinos). El quinto puesto del ex gobernador Daniel Scioli llama la atención, suena a poco y también será motivo de debates y enfoques más detallados.
Sumar al ex Canciller Jorge Taiana le agrega un toque de calidad a la fórmula senatorial. Su digna trayectoria política incluye una conducta ejemplar después de ser relevado, con malos modos, del Gabinete nacional. Jamás se dejó arrastrar por el rencor, supo colocar lo colectivo por encima de lo individual. Superó emociones y despechos que en el terreno público a menudo inducen a conductas reprobables, disfuncionales o hasta alocadas.
Hablar de autocrítica quizá sea excesivo o impropio pero la incorporación de Taiana y el discurso en la cancha de Arsenal, expresan una reflexión que se traduce en cambios de rumbo y de estilos. Emite señales promisorias. Claro que continúa un enigma, indescifrable hoy en día: si la nueva toma de posición alcanzará para que el kirchnerismo sume nuevas adhesiones, revirtiendo la tendencia electoral descendente que se prolonga desde 2013.
Ventajas: Cambiemos, a fuer de oficialismo nacional, construyó una ventaja que supo ejercer el Frente para la Victoria (PJ) desde 2005: ser la única fuerza con implantación propia en todas las provincias.
Las listas de unidad fortifican la oferta del macrismo. Cuenta con cuatro meses para hacer campaña “contra los otros”, sin desperdigarse en las Primarias Abiertas (PASO). Se ahorra chispazos entre intendentes, gobernadores y el staff nacional. Su autorretrato predilecto será pintarse como “oposición de la oposición”: más inclinado al cuestionamiento anti K que a ensalzar sus realizaciones. Le cabe algo de razón: las secuelas de la gestión son poco seductoras para mayorías de ciudadanos… quedan mejor en los cónclaves estilo “Davosito”.
El esfuerzo de oponer una convocatoria raquítica en número (y compuesta en esencia por referentes) a los tribunales federales de Comodoro Py para confrontarla con el acto masivo de Arsenal escenifica la opción. Se pedirá el voto contra “la corrupción”, “el pasado”, el “populismo”. Se podrá condimentar con promesas para el futuro pero el presente “te lo debo”.
El TEG que se viene: Las herramientas preferidas del macrismo serán la polarización anti kirchnerista y la fidelización de los votos conseguidos en la primera vuelta dos años atrás. Conservar esa cifra de apoyos y el número de bancas actuales son objetivos deseados, aunque no confesos.
Un dilema discursivo a resolver es cómo empaquetar en una misma bolsa a los surtidos partidos de oposición no kirchnerista.
En espejo, estos atisban la oportunidad de despotricar contra la contradicción binaria, ofertando la avenida del medio (que inventó Massa en 2015) o la de la izquierda. O izar la bandera de amurallar a su provincia para poner coto a la clásica vocación hegemónica del Gobierno central. Cada cual atenderá su juego: “federalizar” será una consigna recurrente para los jefes distritales.
Volvamos a Buenos Aires: Randazzo supone que conseguirá adhesiones de numerosos peronistas desencantados, en especial en el Interior.
El Conurbano, imaginan los kirchneristas, será su bastión y explica el 75 por ciento del padrón territorial.
Hay quien especula, cerca de Cristina, que una diferencia muy amplia contra Randazzo en las Primarias podrá funcionar como primera vuelta y arrastrar los votos de la fuerza minoritaria hacia Unidad Ciudadana en las elecciones generales.
“La Provincia” centra la atención pero el futuro del Congreso y de la escena política se sustanciará, en paralelo, en otros 23 distritos, cada uno con tradición propia y diferente al resto.
Se activa un mapa variado, plural, multicolor que expresa la vastedad del federalismo.
Solo al final del camino se sabrá si hay un pronunciamiento ciudadano claro y masivo, a favor o en contra del gobierno. Los oficialismos son, casi como regla, los que ganan o pierden las elecciones.
La sorpresiva lista de diputados nacionales de Unidad Ciudadana: quiénes son los candidatos de Cristina
Candidatos ignotos, dirigentes fieles y sin la vieja guardia kirchnerista. La lista de diputados nacionales del frente de Unidad Ciudadana, el espacio que conformó Cristina Kirchner para competir en las próximas elecciones, en la provincia de Buenos Aires está plagada de sorpresas.
La nómina no estará integrada por referentes de peso del cristinismo, cuyos mandatos en el Congreso vencen el 10 de diciembre próximo. Juliana Di Tullio, Carlos Kunkel, Héctor Recalde y Diana Conti, entre otros símbolos del FPV en la Cámara baja, no tendrán lugar en la lista de diputados nacionales. Sólo Di Tullio y Recalde irán como suplentes en la nómina de senadores nacionales.
En cambio, la ex presidenta, que será acompañada por el ex canciller Jorge Taiana, decidió apostar por figuras desconocidas, representantes de partidos aliados al kirchnerismo o dirigentes del PJ.
Daniel Scioli, quien fue el candidato a presidente del FPV en las elecciones de 2015, quedó muy relegado: ocupará el quinto lugar de la lista.
1. Fernanda Vallejos. Esta economista de la UBA, docente e investigadora kirchnerista ejerció como funcionaria en el Ministerio de Economía durante la gestión de Axel Kicillof. Además, fue fundadora de La Gran Makro junto a Amado Boudou.
2. Roberto Salvarezza. Doctor en Bioquímica (UBA), con estudios posdoctorales en España, es investigador superior del Conicet y director del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas en La Plata (Conicet-UNLP). Fue presidente del Conicet de 2012 a 2015. Su especialidad es la Nanociencia y Nanotecnología. Ganó el Premio Konex en 2003.
3. Fernando Espinoza: Es el presidente del PJ bonaerense, aunque esta noche anunció que pidió licencia en ese cargo para incorporarse a la campaña de Undiad Ciudadana. Fue intendente de La Matanza.
4. Vanesa Siley. Integrante de La Cámpora,es secretaria general del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la Ciudad de Buenos Aires (Sitruju), un sindicato judicial alternativo.
5. Daniel Scioli: Fue gobernador de la provincia y candidato a presidente por el Frente para la Victoria en 2015.
6. Hugo Yasky: Es el secretario general de la CTA (Central de Trabajadores de la Argentina) desde 2006 y fue secretario general de la CTERA (Central de Trabajadores de la Educación de la República Argentina).
7. Mónica Macha: Es senadora provincial por Nuevo Encuentro y esposa de Martín Sabbatella
8. Leopoldo Moreau: Es un dirigente radical, fue diputado y candidato presidencial
9. Laura Alonso: Es camporista, licenciada en Trabajo Social en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) y ex subscretaria de Políticas Universitarias.
10. Walter Correa: Es jefe del sindicato de Obreros Curtidores (Socra) y parte de la Corriente Federal, que lidera el bancario Sergio Palazzo.
11. Magdalena Sierra: Es senadora provincial FPV-PJ y militante de la Agrupación Eva Perón de Avellaneda. Es la esposa del intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
12. Horacio Pietragalla: Nieto recuperado, es secretario de Derechos Humanos de Santa Cruz y milita en La Cámpora.
13. Laura Russo: Es concejal de Escobar y la esposa del intendente de ese partido, Ariel Sujarchuk.
14. Héctor Gallego Fernández: Es el jefe de la agrupación kirchnerista Peronismo Militante.
15. Rominga Uhrig:secretaria de Asuntos Institucionales del Municipio de Moreno.
16. Nicolás Rodríguez Saá: Es el director de la Casa de San Luis en Buenos Aires.
17. Florencia Lampreabe: Es la secretaria de Desarrollo Social de Hurlingham.
18. Marcelo Koenig: Es el líder de la Corriente Peronista Descamisados, una agrupación kirchnerista.
19. Claudia Bernazza: Docente y escritora, ejerció como diputada provincial y secretaria de Desarrollo Social de La Matanza.
20. Carlos Raimundi: Es ex diputado nacional.