Marcha ante la CIDH por la liberación de la diputada del Parlasur Milagro Sala

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Una columna de más de 15 mil personas atravesó la ciudad, desde la intersección de la avenida 9 de Julio con Santa Fe hasta el Hotel Sheraton de Retiro, para exigir la liberación de Milagro Sala y reunirse con la delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), alojada en ese lugar.

La marcha, que comenzó por la tarde y terminó ya en la noche del martes, alteró el paisaje habitual de esa zona porteña: miles de velas y latitas que contenían líquido inflamable se transformaron en antorchas al llegar a la explanada de la Plaza San Martín. Los oficinistas y el resto de los trabajadores que caminaban hacia las terminales ferroviarias para regresar a sus hogares observaron el paso de una movilización que, al clásico retumbar de los bombos, sumó la escena de las luces flameando en el viento.

La marcha había sido convocada por el Frente por el Trabajo y Dignidad Milagro Sala, una coordinadora de agrupaciones en la que tiene un rol central la propia Organización Territorial Túpac Amaru, que encabeza la dirigente jujeña presa en el penal de Alto Comedero. Entre las antorchas encendidas se vieron, además, banderas de La Cámpora, ATE Capital, Solidaridad e Igualdad, Los Irrompibles, Sindicato de Curtidores de Cuero, Quebracho, CTA de los Trabajadores, Movimiento Territorial de Liberación (MTL), Descamisados, Militancia Popular y PCCE, entre otros espacios políticos y sindicales.

Al llegar al Sheraton, los manifestantes aguardaron frente al acceso principal, sobre la calle San Martín al 1200, mientras que un grupo reducido de dirigentes y miembros del Comité por la Libertad de Milagro Sala –que tiene 60 sedes en el país y 10 a lo largo del mundo- ingresó al hotel para entrevistarse con las autoridades de la CIDH.

A solas con la CIDH

La reunión, en un primer momento, estaba pautada para durar 30 minutos: al final se extendió por una hora. En representación de la CIDH estuvo su secretario ejecutivo, el abogado brasileño Paulo Abrão. Con un doctorado en Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro y un posgrado en DDHH y Democratización en la Universidad de Chile, Abrão señaló a sus interlocutores que las denuncias que le hicieron llegar a la Comisión por el encarcelamiento a Sala exhiben “consistencia, contundencia y coherencia”. También aseguró a los delegados de los manifestantes que la CIDH tiene “absolutamente presente” la situación de la líder de la Túpac.

“El secretario ejecutivo de la CIDH (por Abrão) hizo también una reflexión política respecto a los contextos socioeconómicos y de determinados contextos represivos”, relató a Tiempo Estela Díaz, secretaria de Género e Igualdad de la CTA de los Trabajadores e integrante del Comité por la Libertad de la dirigente jujeña. Junto a Díaz estuvo también el coordinador nacional de la Túpac, Alejandro “Coco” Garfagnini, quien al término de la entrevista habló con la multitud desde un escenario montado sobre la calle. Dentro de las instalaciones del Sheraton, Abrão recibió a los representantes del Frente por Trabajo y Dignidad Milagro Sala junto a otros tres funcionarios de la CIDH: los responsables de las áreas Legal, Prensa y Relación con las Organizaciones de la Sociedad Civil del organismo hemisférico que depende de la OEA.

La oportunidad de la Corte

Una vez que terminó la reunión, Garfagnini dirigió un mensaje a la multitud que esperaba. En sus palabras coló un fuerte reclamo a la Corte Suprema. Tras el enorme desgaste que le produjo el fallo por el ‘2×1’ aplicado a represores, el máximo tribunal tendrá que resolver –en un plazo no muy largo- sobre dos recursos extraordinarios vinculados a la detención de Sala. Garfagnini adelantó que en los próximos días el Comité por la Libertad de Sala iniciará una campaña ciudadana que consistirá en que 100 mil argentinos envíen cartas postales a la Corte Suprema, cuya sede está en el cuarto piso del Palacio de Tribunales, Talcahuano 550, para exigir la liberación de la diputada del Parlasur.

“A la Corte Suprema, a esta Corte que está tan desprestigiada, que tiene sobre sí tantos juicios políticos, vamos a pedirle que, por favor, no vuelva a cometer la misma barbaridad que cometió con el ‘2×1’. Que inmediatamente traten los dos recursos extraordinarios. Que dejen en libertad a Milagro y a los otros compañeros, y que vuelva a haber Estado de Derecho y democracia en la Argentina”, reclamó Garfagnini en medio de una ovación. Un momento antes, y flanqueado por el secretario general de la CTA Hugo Yasky, el ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra y los gremialistas Daniel “Tano” Catalano (ATE Capital) y Walter Correa (Curtidores-Corriente Federal de los Trabajadores), el coordinador de la Túpac había exigido la renuncia formal del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj.

“Hoy (por el martes), y formalmente, le pedimos la renuncia a ese canalla que está usurpando la Secretaría de Derechos Humanos (por Avruj). Porque no va a ser recordado jamás como secretario de Derechos Humanos de la Nación sino como un carcelero y un cómplice de las violaciones de los Derechos Humanos en la Argentina”, cargó Garfagnini entre aplausos, vítores y gritos de “Macri/ vos sos la dictadura”. En el palco, delante de una gran bandera de la principal organización convocante, también se pudo ver a Mara Brawer, secretaria de la Mujer del PJ porteño; al sacerdote Francisco “Paco” Olveira, párroco de la Isla Maciel y miembro del Grupo de Curas en Opción por los Pobres; al vicepresidente del Frente Grande Eduardo Sigal, entre otras personalidades.

“No podemos ser ingenuos. Acá hay condicionamientos sobre el Poder Judicial del poder político. No por casualidad hay tantos detenidos en Jujuy”, advirtió Sigal en diálogo con este diario. “Hoy estamos haciendo este pedido a la CIDH pero lo mismo hacemos a lo largo y a lo ancho del país porque, realmente, estamos frente a una obstinación por parte del macrismo, en su sociedad con Gerardo Morales en Jujuy, por perseguir a los movimientos populares”, completó el ex funcionario de la Cancillería durante el kirchnerismo. Entre los manifestantes también se vieron rostros conocidos del movimiento de Derechos Humanos y del ámbito de la cultura: eran Laura Conde, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y Lola Berthet, actriz.

“Los argentinos estamos frente a un gobierno que ya no ejerce la prueba y el error, como algunos decían antes. Para mí tienen muy claro el camino. Y tienen muy claro hacia dónde van. Jujuy es un laboratorio de eso. Y Mendoza es el segundo laboratorio: porque entre ambas provincias ya tenemos 12 presos políticos tupaqueros”, remarcó Berthet ante la consulta de Tiempo. “Más allá de mi oficio, que es la actuación, yo conocí a la Túpac hace muchos años. Y gracias a Dios, y gracias al espacio de Milagro, pude dar mis talleres de cultura para los pibes. Yo me siento tupaquera, por eso hoy estoy acá y por eso estoy en todas las marchas de la Túpac”, contó Berthet.

La mirada desde Jujuy

Algunos de los manifestantes que se acercaron hasta el Sheraton habían llegado desde la distante Jujuy. Era el caso de Humberto “Beto” Mogro, delegado de la Túpac en la localidad jujeña de Parapetí. “El gobierno argentino está haciendo oídos sordos, no sólo al pueblo, sino que además le está faltando el respeto a la ONU, a los organismos de Derechos Humanos a nivel internacional. En Jujuy, Gerardo Morales dice que él no va a liberar a Milagro. Que no la va a liberar por más que vengan de las Naciones Unidas o de lo que sea. Eso significa que él está llevando adelante todos los poderes públicos en la provincia, que las decisiones están en sus manos. Él tiene bronca, mucho odio dentro suyo, y le echa la bronca a Milagro por el huevo que se le tiró aquel día. Pero Milagro no mandó a nadie. La persona que la culpaba a ella ya ha salido a reconocer que ese día había un testigo falso. A Milagro la han metido presa por estar en un acampe en defensa del trabajo de todos”, planteó Mogro, conmovido y con fuerte acento del norte.

Una vez que finalizó el acto, todos los dirigentes del Frente por Trabajo y Dignidad felicitaron a Garfagnini y acordaron comenzar a diseñar los próximos pasos. Allí estaban Fernando Gómez (Descamisados), Eduardo Montes (FeTraEs) y Juan Pablo O’Dezaille (Militancia Popular). Cerca del escenario también estaba la ex legisladora porteña María Elena Naddeo, quien integra la ADPH y además es miembro del Comité por la Libertad de Milagro. Todos coincidían en que el encarcelamiento de Sala es un acto que busca generar un efecto disciplinador. Dirigente sindical del Cuero y miembro de la CGT, Correa atribuyó el endurecimiento represivo a la condición de clase del núcleo de Cambiemos. “El macrismo significa la democracia en su mínima expresión. Utilizan el aparato represivo y el poder de la oligarquía para, de una forma u otra, amedrentar y meter presión a los trabajadores. Para que no luchen, para que no reclamen y para que no hagan oposición. Tenemos que entender que la oligarquía está haciendo su primera experiencia dentro de un esquema democrático y para eso utiliza el aparato represivo con la complicidad de la Justicia en su máxima potencia”, advirtió.

Antes de desconcentrar hacia la plaza Fuerza Aérea Argentina, famosa por contener a la Torre de los Ingleses, Garfagnini ratificó en diálogo con Tiempo el reclamo dirigido a la Corte Suprema. “Espero que la Corte se expida. Y queremos que lo haga de modo urgente. Y que no siga profundizando la crisis y el desprestigio que ya se ha ganado con la línea del ‘2×1’. La Procuración General de la Nación ya se expidió. También se expidió el Grupo de Trabajo contra las Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas. No hay fundamento para que la Corte siga dilatando la resolución de los dos recursos extraordinarios”, profundizó el referente de la Túpac.

Tiempo Argentino

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