Lula tras declarar en el caso Petrobras: “Nunca tuve tantas ganas de ser presidente como ahora”

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Cara a cara entre Lula da Silva y Sergio Moro – Por Eric Nepomuceno

Por primera vez Lula da Silva y el juez de primera instancia Sergio Moro, cuya obsesión con detener al ex presidente es cada vez más intensa, estuvieron frente a frente. La sesión duró cinco horas y diez minutos, más que el doble de lo que suelen tardar interrogatorios semejantes.

Se trata de un juicio en que el ex presidente está acusado de haber recibido un departamento de tres pisos, un ‘tríplex’, en un balneario popular a unos 60 kilómetros de San Pablo. Lula dice que efectivamente su fallecida esposa, María Leticia, había comprado un departamento ‘en la planta’, o sea, antes de empezar la construcción. Pero que una vez terminado el edificio, de- sistió del negocio. Curiosamente, la constructora OAS, que se encuentra en proceso de quiebra o  “recuperación judicial”, incluyó el mismo departamento entre las garantías ofrecidas a los acreedores, dejando claro que es de su propiedad.

Del tiempo total del interrogatorio, Lula contestó preguntas de Moro a lo largo de poco más de tres horas. El ex presidente se mantuvo firme y en más de una ocasión confrontó de manera contundente a las preguntas del mediático magistrado. También el abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, lo confrontó varias veces, en especial cuando Moro intentó mezclar otros procesos a que Lula responde en la condición de imputado.

Sergio Moro se mostró un tanto inseguro al principio del interrogatorio, en contraste con un Lula firme e incisivo. “Me gustaría asegurarle que usted será tratado con todo el respeto”, dijo Moro, para agregar, poco después, que Lula podía quedarse tranquilo porque no sería detenido. “Estoy tranquilo, y quiero aclarar que no habrá preguntas difíciles para mí, porque cuando alguien quiere decir la verdad no existe ese tipo de pregunta.”

El juez tenía en manos una larguísima lista de preguntas, que siguió sin desviarse. Muchas de las preguntas eran repetitivas, y Lula dejó claro en sus respuestas que ya había contestado. La insistencia de Moro en repisar mismas cuestiones no llegó a irritar al ex presidente, que se mantuvo incisivo en afirmar que estaba respondiendo a una acusación “que es una farsa”, y que se presentó por respeto a la ley. Criticó duramente los procedimientos de los jóvenes fiscales, comandados por un evangélico de aires mesiánicos, y dijo que el Ministerio Público actúa “obedeciendo a lo que quiere la TV Globo, la revista Época, la revista Veja, el diario O Globo”.

Frente al exceso del juez en insistir con preguntas que giraban alrededor de un mismo tema, y a su insistencia en incluir temas extraños a la causa, Lula en reiteradas ocasiones dijo que estaba listo para contestar lo que se refiriese a la causa específica. Moro, en un intento de presionarlo, reiteró en todas las ocasiones que Lula tenía “el derecho de permanecer en silencio”.

Causó sorpresa a juristas y abogados el número de preguntas del juez relacionadas al Partido de los Trabajadores (PT), partido de Lula, que no tenían nada que ver con la acusación específica. El intento de expandir el juicio al o a los subordinados de Lula cuando era presidente provocó una respuesta directa: “Doctor, el juicio político proviene de las urnas electorales. Y ya fui juzgado, ganando la reelección y la elección de Dilma Rousseff y su reelección”.

En varios momentos hubo duros altercados entre los abogados de defensa y el juez Moro. A cierta altura, el magistrado dijo que la insistencia de los abogados en rechazar preguntas se estaba haciendo “monótona”, y oyó como respuesta que “monótonas son las preguntas de Vuestra Excelencia”.

En otra altura, Lula le dijo al juez: “Yo sé que usted es muy joven, y los jóvenes no suelen tener la paciencia de los más viejos. Presenten pruebas, basta de ‘oí decir’, me condenan por anticipado’”.

Mencionando la “conducta coercitiva”, en que incurrió Moro cuando llevó a Lula a declarar frente a un comisario de la Policía Federal en una medida que da clara idea de la actuación absolutamente abusiva del juez –la ley determina que solamente se puede emplear tal método cuando alguien se niega a responder a una intimación judicial–, Lula ha sido extremamente duro con el magistrado. “Ya que usted me pregunta sobre ese interrogatorio, ordene a la Policía Federal que devuelva el Ipad de mi nieto de cinco años. ¡Es una vergüenza lo que hacen!”, disparó el ex presidente.

También mencionó, frente a la insistencia con que el juez mencionaba a su fallecida esposa, que le resultaba muy difícil escuchar esas afirmaciones. “Una de las causas de su muerte ha sido la presión que sufrimos. Por eso, me gustaría que usted no la mencionase”, dijo Lula.

En algunas ocasiones, Moro insinuó que doña Marisa Leticia había sido “beneficiada por ser esposa del presidente”, lo que provocó dura reacción del ex presidente.

Mientras el juez trató Lula da Silva siempre de manera respetuosa, como “señor ex presidente”, el representante del Ministerio Público se dirigió a “señor Luiz Inacio”, lo que provocó una dura reacción del abogado de defensa. Sergio Moro indicó entonces que el fiscal debería dirigirse no al “señor Luiz Inacio”, sino de “ex presidente”. Frente a la primera pregunta, Lula pidió que el fiscal se identificase. Ese el tono con que los jóvenes fiscales que acusan a Lula suelen tratarlo, en su obsesión persecutoria. El joven y prepotente fiscal se llama Roberson Pozzobon.

El joven fiscal fue incisivo en sus preguntas –más bien insinuaciones– tratando de llevar a Lula da Silva a alguna contradicción. Le faltó, ¡y cuánto!, cancha política para eso. En determinado momento, el ex presidente fue durísimo con su joven acusador. “Permítame decirle algo. Ustedes están exigiendo de mí una objetividad que yo todavía no exigí de ustedes. Lo que exigiré, cuando yo pueda hablar, es que ustedes me presenten un documento que indique que el departamento es mío. Esa sería la prueba. Lo demás es puro palabrerío.”

Había sido un día extenuante. Lula salió de San Pablo en un avión privado alrededor de las nueve y media de la mañana, y aterrizó en Curitiba poco después de las diez. Llegó al tribunal faltando quince minutos para la hora determinada por el juez, dos de la tarde. Había alrededor de 1700 integrantes de la Policía Militar de la provincia de Paraná y de la Policía Federal. Toda la zona alrededor del tribunal fue aislada. Camino al tribunal, Lula pidió que el auto que lo conducía se detuviese. Bajó, saludó a la multitud, abrazó a algunos manifestantes, y siguió su camino.

Hubo, a lo largo de todo el día, dos concentraciones de manifestantes. Los que se decían ‘defensores de la Lava Jato’, en relación al operativo que investiga un escándalo de corrupción, apenas superaban el centenar. A tres kilómetros de distancia, obedeciendo a órdenes de las fuerzas de seguridad, estaban concentrados los defensores de Lula da Silva, que superaban la marca de los 30 mil.

A las ocho y pico de la noche, terminados los trámites del tribunal, hubo un acto público en una plaza de Curitiba. Lula habló para 50 mil personas. Dijo, entre otras cosas, que es víctima de “la mayor persecución jurídica de la historia de este país”.

Quien escuche las grabaciones de las cinco horas de preguntas y respuestas confirmará que Lula da Silva tiene razón.

(*) Autor, periodista y traductor brasileño.

Página 12


Lula em Curitiba: ‘Nunca tive tanta vontade de voltar a ser presidente como agora’

Após cinco horas de depoimento ao juiz Sérgio Moro, responsável pela Operação Lava Jato, o ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva manifestou indignação às milhares de pessoas que o aguardavam na Praça Santos Andrade, em Curitiba, e agradeceu o apoio recebido. Lula destacou o massacre que vem sofrendo por setores da imprensa e do judiciário, mas afirmou que isso só tem deixado ele com mais vontade de concorrer nas eleições de 2018. “Só o Jornal Nacional, em doze meses, publicou 18 horas de matérias negativas contra o Lula. Para que eu seja massacrado antes do dia que vou ser julgado. Quero dizer que estou vivo e estou me preparando para voltar a ser candidato à presidência deste país. Nunca tive tanta vontade de voltar a ser presidente como agora. Vontade de fazer mais e melhor. E provar mais uma vez que se a elite brasileira não tem competência para consertar esse país, um metalúrgico vai”, afirmou, sendo fortemente aplaudido.

A oitiva de ontem foi parte das investigações da suposta propriedade de Lula sobre um tríplex no Guarujá, no litoral paulista, que teria sido reformado e repassado ao ex-presidente pela construtora OAS de forma ilegal. “Eu não seria digno de vocês, do carinho que vocês estão tendo comigo, se eu tivesse alguma culpa e falando com vocês agora. Eu virei em quantas audiências for necessária. Prestarei quantos depoimentos forem necessários. Se tem algum brasileiro, ser humano, em busca da verdade, sou eu”, disse o ex-presidente.

Lula em Curitiba

Lula falou sobre a inexistência de provas que sustentem as acusações contra ele. “Esperava que, depois de tanto massacre, eles tivessem o documento que eu comprei, reformei o apartamento, com escritura registrada em cartório. Mas nada, nada. Perguntaram se eu conheço o Vaccari (Neto, ex-tesoureiro do PT), o (Paulo) Okamotto (diretor do Instituto Lula). Lógico que eu conheço e não tenho vergonha dessas pessoas. Não quero ser julgado por interpretações, mas por provas”, disse Lula.

O ex-presidente se disse emocionado com a presença de milhares de pessoas, que vieram de várias partes do país para se solidarizar com ele. «Jamais pude imaginar que um ônibus pudesse sair do Acre para prestar solidariedade ao Lula. Se não fossem vocês, eu não suportaria o que eles estão fazendo comigo. Eu disse para eles. Essa era minha consciência. Minha relação com vocês é diferente do que os políticos têm com os eleitores. Eu não tenho relação de candidato e eleitor. A minha relação é de companheiros de projeto de país e construção de sociedade civilizada”, disse Lula, emocionado.

Lula lembrou de sua mulher Marisa Letícia, que morreu em fevereiro deste ano vítima de um Acidente Vascular Cerebral, seus cinco filhos e oito netos, para ressaltar o carinho que a população que foi até Curitiba estava manifestando por ele. E que permaneceria digno a todos. “Eu só posso dizer uma coisa. Em meu nome, em nome do meu partido, em nome dos movimentos sociais que estão aqui, em nome dos partidos solidários, do movimento sindical: se um dia eu tiver que mentir, eu prefiro que um ônibus me atropele em qualquer rua deste país. Eu jamais poderia mentir para pessoas como vocês que acreditam e me seguem há tanto tempo”, afirmou, em lágrimas.

Ele ainda explicou o motivo do pedido feito ao juiz Moro, para que toda a audiência fosse transmitida ao vivo, inclusive com a filmagem do magistrado. “Minha mãe viveu e morreu analfabeta. Ela dizia que conhecemos quando as pessoas estão dizendo a verdade, não pela boca, mas pelos olhos. Por isso, queria que as pessoas vissem os olhos de quem está perguntando e quem está respondendo”, disse.

Telefonema de Ana Júlia

Antes de encerrar o ato, Lula chamou a estudante secundarista Ana Júlia, que ficou conhecida no ano passado após um discurso na Assembleia Legislativa do Paraná. O ex-presidente se disse emocionado por ter recebido um telefonema dela dizendo que se filiaria ao PT em resposta às arbitrariedades que estão fazendo contra ele. “Eu não preciso que ela se filie ao PT para eu gostar dela. Eu preciso que ela continue falando o que pensa, lutando pela democracia, continue sendo forte”, afirmou.

“Eu não acredito que tô passando por esse momento. É uma honra imensa pra mim estar ao lado de quem mais construiu universidades públicas nesse país. Eu aprendi que é preciso defender a educação do nosso país e é isso que vou seguir fazendo”, disse Ana Júlia.

Dilma critica sequência de golpes

A ex-presidenta Dilma Rousseff discursou antes de Lula. Agradeceu aos movimentos que o apoiam e destacou que “é uma emoção imensa ver vocês aqui em todo esse dia se manifestando, lutando, mostrando essa imensa alegria que é a certeza que esse país não vai continuar por este caminho de golpe atrás de golpe”. Afirmou também que o primeiro golpe foi feito com seu impeachment. “O segundo, feito com o teto dos gastos para educação e saúde. Agora, conspiram para aprovar a mais grave mudança nas leis de proteção ao trabalho que o Brasil já viu. Nem na ditadura militar ousaram tirar o direito dos trabalhadores”, disse em alusão às reformas trabalhista e da Previdência.

Dilma também lembrou que os conservadores no país perderam as quatro últimas eleições presidenciais e que para alçar o que queriam foi precisa dar um novo golpe no país. “Mas temos responsabilidade com a democracia. Ela exige que não deixe dar estes golpes. Principalmente quando eles querem inviabilizar por meios absurdos, injustos e com perseguição, inviabilizar as condições de cidadania para que nosso querido ex-presidente Lula se coloque para ser aceito ou não, votado ou não”.

“Lula vai derrotar esse retrocesso que hoje o governo golpista está fazendo em Brasília a portas fechadas querendo acabar com a Petrobras, vender nossas terras para estrangeiros, abrindo nossa indústria para ser vendida a preço de banana”, finalizou.

Rede Brasil Atual


Com Lula, Dilma diz que vencerão ‘a arbitrariedade e a injustiça’

A ex-presidente Dilma Rousseff (PT) voltou a dizer, em discurso no centro de Curitiba, ao lado do ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que foi vítima de um golpe e que o objetivo daqueles que tomaram o poder é retirar direitos e promover o retrocesso no país.

“Agora mesmo, eles estão produzindo um retrocesso na Previdência que vai nos condenar a uma das mais perversas legislações para aqueles que trabalham a vida inteira e não vão ter condições de aposentadoria”, disse a simpatizantes na praça Santos Andrade, em frente à Universidade Federal do Paraná (UFPR). “É isso que eles [governo Michel Temer] querem. E é isso que não vamos deixar”, completou.

De acordo com ela, o “golpe” foi a condição que parte da classe política encontrou para implantar as reformas que estão tocando agora. “Eles perderam as eleições, aí perceberam que, para fazer o estrago que estão fazendo, tinham de dar um golpe. Mas nós temos responsabilidade com a democracia. A democracia exige que não deixemos dar esse golpe.”

Ao lado de Lula no palanque, ela defendeu o antecessor das acusações e, como ele, disse que as acusações são uma tentativa de tirá-lo do páreo nas eleições de 2018. “Eles querem inviabilizar a condição de cidadania para que nosso querido ex-presidente Lula se coloque para ser aceito ou não, votado ou não, pelo povo brasileiro.”

“Perder eleição não é vergonha, só é vergonha para golpista. Aqui está acontecendo uma cerimônia a favor da democracia. A força de vocês justifica a nossa luta, que vai derrotar o monstro da arbitrariedade e da injustiça”, afirmou.

Veja


Lula a Moro: «Estou sendo julgado por um Power Point mentiroso»

Após um depoimento de quase cinco horas na sede da Justiça Federal de Curitiba, Lula afirmou, em suas alegações finais, ser vítima da «maior caçada jurídica» que um presidente já sofreu.

Enquanto recapitulava sua chegada ao poder, Lula foi repreendido por Moro. «Não é para fazer um apanhado do que o senhor fez no governo». O ex-presidente então respondeu: «Estou sendo julgado pelo que fiz no governo, pela construção de um Power Point mentiroso.»

Na apresentação de sua denúncia sobre o caso em setembro passado, Deltan Dallagnol, procurador da operação Lava Jato, apontou Lula como «comandante máximo» e expôs um slide de Power Point em que o nome do petista surgia ao centro, circundado por 14 razões pelas quais o procurador considerava o petista o principal beneficiário do esquema de desvios na Petrobras.

Lula chamou a tese do Ministério Público de que era o «comandante máximo» de «eminentemente política». «Aquilo é ilação pura, deve ter sido um ou alguns cidadãos, que, desconhecendo a política, fizeram um Power Point porque já tinham a tese anterior de que o PT era uma organização criminosa, de que o Lula é o chefe e que, portanto, eu montei o governo para roubar. Essa é a tese do contexto que está colocada.»

Lula criticou ainda a atuação da imprensa, que, segundo ele, tenta «criminalizá-lo». «Desde março de 2014, são 25 capas na revista Istoé criando a imagem de monstro do Lula. Na revista Veja, 19 capas, na Época, 11.» Em seguida, afirmou que os seus acusadores «nunca tiveram 10% do respeito que eu tenho por eles».

Moro perguntou, então, se Lula chama de acusadores a imprensa ou a própria operação. «Na medida em que foi feito um acordo de que não é possível na Lava Jato se condenar políticos importantes ou pessoas ricas sem o apoio da imprensa, se adotou primeiro a política de a imprensa criminalizar», afirmou o ex-presidente.

Lula perguntou a Moro qual o crime que ele teria cometido. «Crime seria se eu tivesse comprado o apartamento, se tem documento que eu comprei, se me deram a chave, se eu dormi lá alguma vez». Moro então disse que a denúncia era baseada em ocultação de patrimônio. «Não basta levantar uma tese e uma pessoa ser massacrada em um meio de comunicação», respondeu o ex-presidente.

Ao fim, o petista implorou ironicamente para que seus acusadores mostrassem um documento para comprovarem a denúncia. «O Ministério Público tem algum documento de que comprei o apartamento, alguma escritura? Pelo amor de Deus, mostrem. Meu problema não são meus adversários, o problema é que eu tenho neto de quatro anos e outro de cinco que me perguntam sobre isso.»

O juiz então afirmou que iria interromper as declarações finais. «Estou falando em dois minutos, doutor Moro, o que se fala de mim há dois anos», retrucou o petista. Moro negou que houvesse vazamentos irregulares à mídia e afirmou que acusação «é publica» e não tem como manter sigilo sobre elas. «Há jornalistas que sabem o que vai acontecer um dia antes», disse Lula. «Há o interesse de vazar, doutor Moro, porque esse julgamento tem de ser feito pela imprensa.»

Lula então encaminhou-se para suas declarações finais: «Essa situação está difícil, sabe, doutor? Vou te dizer uma coisa para ficar com minha consciência leve: o comprometimento da Justiça e o comprometimento da acusação com a imprensa está levando a um impasse. Porque alguns canais de televisão e jornais fizeram disso a sua peça principal de notícia. E eles estão com dificuldade: ‘como é que isso vai acabar se esse tal de Lula for inocente?»

Lula falou aos procuradores da Lava Jato, «muito jovens», que o Ministério Público não foi feito para isso. «A acusação tem que ser séria, fundamentada, ela não pode ser especulativa. E hoje, a acusação é muito mais feita pela capa dos jornais do que os dados concretos das perguntas que vocês me fizeram. Sinceramente, se for pelas perguntas que vocês me fizeram, o doutor Moro nem deveria ter aceito essa acusação.»

Moro defendeu-se ao afirmar que a imprensa «não tem qualquer papel no julgamento desse processo». «O senhor foi tratado com o máximo respeito e as perguntas que foram feitas, embora possam parecer difíceis, é porque existe uma acusação criminal.»

Lula lembrou então do caso da divulgação de conversas pessoais de Dona Marisa com os filhos do petista, autorizadas por Moro. «Eu não podia ter minha casa molestada sem que eu fosse intimado para uma audiência. Ninguém nunca me convidou. De repente, eu vejo um pelotão da Polícia Federal levantando até o colchão da minha cama achando que eu tinha dinheiro, doutor.»

No fim, Moro e Lula trocaram farpas. «Se existirem ‘sinais’ de que ele (Lula) será absolvido, prepare-se. Porque os ataques ao senhor vão ser muito mais fortes», disse o petista ao juiz. Moro contra-atacou ao dizer que já é atacado por muita gente, «inclusive por blogs que supostamente patrocinam o senhor». «Padeço dos mesmos males, em certa medida.»

Carta Capital


Declaración íntegra de Lula da Silva

ZERO HORA

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