Costa Rica: estudiantes de arquitectura construyen bicicletas con marcos de bambú
Alejandro Alcázar Fallas y Eddie Mora Morera son socios en una aventura que tiene por nombre uno de los materiales naturales con que hacen sus bicicletas: la cabuya.
A los fundadores de Bicicletas Cabuya su interés por el diseño los llevó hace un tiempo a asistir al taller de construcción de este tipo de transporte y en el que se utilizaba el bambú como materia prima. Durante la capacitación, que dictó un mexicano en nuestro país, los jóvenes construyeron la primer bicicleta y, desde el año pasado, encontraron un sueño en común, su propia empresa.
Ante la pregunta de por qué se «engancharon» con este material, estos dos estudiantes de arquitectura de la Universidad de Costa Rica (UCR) responden que esta planta tiene alta resistencia y una belleza superior con respecto a otros productos.
Además, aseguran que posee la ventaja de que crece muy rápido y, a diferencia del acero y el aluminio, más bien el bambú genera sostenibilidad ambiental. Los minerales, en cambio, a la hora de procesarlos, tienen costos energéticos y de emisiones de carbono altos.
Alcázar y Mora, de 26 y 30 años, respectivamente, sostienen que hay muchos estudios que respaldan el uso del bambú por sus características estructurales y estéticas, por lo que, aún sin ser procesado, está prácticamente listo para usarse en marcos de bicicletas.
A esto hay que sumarle la disponibilidad de materia prima en nuestro país. Las zonas de Pérez Zeledón y Guápiles poseen plantaciones y empresas o personas con amplios conocimientos en esta planta.
También hay diferentes variedades de bambú con las que piensan trabajar para lograr distintas tonalidades y acabados.
En otros países se suele trabajar con fibra de carbono (un material sintético) para las uniones del marco, pero los estudiantes ticos consideran que esta no tiene un diálogo tan amigable con el bambú y prefieren emplear la cabuya, una fibra natural que le compran a pequeños productores en zonas rurales.
Proceso cuidadoso y personalizado
Cuando algún cliente les encarga una bici a estos jóvenes, el proceso de construirla empieza con que cada una de las partes a utilizar cumpla con los requisitos de calidad.
Por ejemplo, el bambú tiene que estar inmunizado contra plagas, debe tener el porcentaje de humedad justa y debe cumplir con ciertas medidas para poder encajar las piezas en las uniones, lo que también está en función del diseño del marco (de montaña, urbana, etcétera).
Las bicicletas con marcos de bambú han probado a lo largo de las décadas su resistencia y flexibilidad. Además, es un producto más sostenible y amigable con el ambiente. (MAYELA CORRALES)
“Cada pieza es singular y hay que escogerla y decidir si es la adecuada porque tiene cierta longitud entre nudos, porque tiene el diámetro correcto, porque estéticamente combina con el resto de las partes que hemos seleccionado para ese marco”, dijo Eddie.
Cada bicicleta es un ejercicio único de diseño e ingeniería. Luego de saber lo que quiere el cliente se le toman las medidas, se habla del color del marco para decidir si lo prefiere de algún tono de barniz en particular y luego de esto se procede a su construcción.
Los cuatro vértices de esta estructura, que es donde se unen los tubos de bambú, tienen por dentro unas piezas de aluminio que están recubiertas por un anudado específico y cuidadoso de cabuya embebida en resina.
La unión de estos materiales es de gran fortaleza y soporta las tensiones típicas a las que se ve sometida una bicicleta, aseguran sus creadores.
El color de las uniones puede ser el natural de la cabuya o con tinte. Luego se deja secar, se pule, se barniza y se protege el bambú para que sea más durable.
Algunas partes de la bicicleta, como los frenos, manivela, aros, entre otras, son piezas comunes y dependerá del presupuesto de cada interesado lo que determine la sofisticación y el costo final del aparato.
‘¿Y aguanta?’
Esta pregunta es la más habitual que les hace la gente cuando se topan con una bicicleta con un marco de bambú. La respuesta que dan es: “sí”. Prueba de ello es que tienen cerca de una docena de bicicletas construidas y no han recibido quejas con el marco. Los fallos reportados han sido más bien por los componentes metálicos.
Alcázar y Mora tienen como meta elaborar ediciones limitadas de temporada, bicicletas personalizadas y construir más partes (como las manivelas) y otros productos asociados a la práctica del ciclismo como portabicicletas y estructuras para estacionarlas.
Las creaciones de estos jóvenes han sido exhibidas en algunos festivales, como el Festival Internacional de Diseño, cuya sétima edición tuvo lugar en Costa Rica en marzo pasado.
Quienes deseen conocer más sobre esta iniciativa o encargar una bicicleta, pueden buscarlos en Facebook como Cabuya Bicicletas.