Correa en Argentina: reuniones con la vicepresidenta Gabriela Michetti y Cristina Fernández

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Con CFK para la última foto fuera de Ecuador

En su último viaje como presidente de Ecuador, Rafael Correa estuvo ayer la Argentina, donde visitó a Cristina Fernández de Kirchner, recibió un doctorado honoris causa de la Universidad de Quilmes y mantuvo una breve bilateral con Gabriela Michetti, que se encuentra a cargo del Poder Ejecutivo durante la ausencia de Mauricio Macri. El mandatario ecuatoriano dejará la presidencia de su país el miércoles que viene, cuando le ceda el poder a su ex vice Lenin Moreno Lasso, y haber elegido la Ciudad de Buenos Aires y una foto con CFK para cerrar esta etapa en el exterior es una clara señal sobre la puja política entre izquierda y derecha que atraviesa todo Sudamérica.

La cita entre Fernández de Kirchner y Correa tuvo lugar en el departamento porteño de la ex presidenta, en el barrio de Recoleta, y se trató de un “un encuentro privado” entre “dos viejos amigos” que “no se veían hace bastante”. Aunque en un primer momento estaba previsto que se vieran en el Instituto Patria, finalmente se optó por la residencia para destacar el carácter informal del encuentro. Hubo un par de fotos para testificar la reunión, que se extendió durante más de una hora, pero ambos evitaron hacer declaraciones a la prensa.

Desde el entorno de CFK destacaron que, entre otros temas, ambos celebraron el triunfo de Moreno Lasso en los comicios del mes pasado, y analizaron ese resultado como una buena noticia en un contexto complicado para el progresismo en la región. También hablaron del futuro político de Argentina, de Ecuador y de todo el continente, con especial atención a lo que sucede en Venezuela y en Brasil, donde hay novedades a cada hora. El futuro político y personal de los dos también estuvo sobre la mesa.

La relación entre ambos se remonta a 2007, año en que los dos asumieron la presidencia de sus respectivos países. Desde entonces, compartieron cumbres de organismos regionales en las que generalmente funcionaban en tándem junto a otros mandatarios afines, como el boliviano Evo Morales, el venezolano Hugo Chávez y los brasileños Lula da Silva y Dilma Rousseff. La última vez que estuvieron juntos fue en septiembre del año pasado, cuando CFK fue invitada a Ecuador para recibir una condecoración parlamentaria.

Antes de reunirse con Fernández de Kirchner, Correa había participado de una ceremonia en la Universidad de Quilmes, donde se le otorgó un doctorado honoris causa, motivo formal de su viaje. Allí, en un gesto atípico, luego de agradecer el reconocimiento, dio en lugar de su discurso lo que definió como “una conferencia magistral sobre la economía del desarrollo”. En el auditorio lo escucharon, entre otros, el ex ministro Axel Kicillof, el ex titular de la AFI Oscar Parrilli y el cantante León Gieco.

“No puede existir justicia social sin supremacía del talento humano sobre el capital. Para hablar de desarrollo hay que discutir sobre poder, primero está lo político y luego viene lo técnico”, dijo Correa durante su exposición, que duró algo más de una hora. “Cualquier proceso de cambio en América latina tiene que empezar por hablar de la distribución. Ese es el gran problema de la región: la desigualdad. Aquí tenemos ricos más ricos que en Suiza y pobres más pobres que en África”, agregó.

Además, aseguró que es necesario desarrollar “sociedades con mercados” y “no sociedades de mercado” en las que “la vida, la persona, y la propia sociedad sean una mercancía más”. Para el ecuatoriano, “el mercado es un gran siervo, pero un pésimo amo” y por eso “la salida del subdesarrollo” debe brindarla “hombres políticos” y no de “la técnica” porque “es diferente la lógica empresarial a la de un estadista”, dijo.

“Hay una ola de nuevos mandatarios que salen del mundo de las empresas, acompañados por ONG’s que se creen fieles representantes de la sociedad civil, ellos son los que vendieron esta idea de que la política es corrupta, y que por lo tanto, son la única alternativa”, agregó Correa, completando un diagnóstico que se ajusta a la situación argentina. Además, sostuvo que “no hay teoría alguna que establezca el vínculo comprobable entre gasto público y tamaño del Estado”.

En ese sentido, exhibiendo datos de todo el continente dijo que, tras diez años de su gobierno, Ecuador es uno de los tres países más equitativos de la región. “Antes mandaban los banqueros, los acreedores y las burocracias internacionales. Hoy es el pueblo el que manda”, remató. Después de terminar su conferencia, Gieco subió al escenario y interpretó dos canciones, “La Cigarra” y “Sólo le pido a Dios”, esta a última en un improvisado dúo con el mandatario.

Correa además agradeció por la distinción universitaria, la número dieciséis que acumula y la segunda en este país, donde ya había sido homenajeado por la Universidad de Buenos Aires. La lista de personalidades que recibieron el doctorado honoris causa de la UNQ incluye al presidente boliviano Evo Morales; los ex mandatarios argentinos Héctor Cámpora, Raúl Alfonsín y Cristina Fernández de Kirchner; la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y el poeta y periodista Juan Gelman, entre otros.

Página 12


Rafael Correa con Gabriela Michetti: camadería y diferencias por Venezuela

Entre gestos de camaradería y diferencias explícitas, Rafael Correa pasó por la Casa Rosada para mantener un encuentro con Gabriela Michetti, a cargo del Ejecutivo. “Mauricio tuvo la gentileza de advertirme que no estaba aquí. Sólo tengo palabras de gratitud para la Argentina”, aclaró el presidente ecuatoriano sobre la gira de Macri por Asia, en un contacto con los periodistas. La cortesía no evitó la distancia en las posiciones sobre la crisis en Venezuela, cuyo gobierno fue considerado una dictadura por el Presidente argentino. “No lo comparto. Muchos casos de violencia, quedó comprobado, han sido de la oposición”, aseguró Correa, en la que será su última visita al país antes de dejar el poder a Lenín Moreno, el miércoles.

“Es preocupante. Lo primero es que cese la violencia y resolver los problemas en un marco democrático”, indicó Correa sobre Venezuela a la prensa acreditada en el Salón Blanco de la Casa Rosada. A su lado, Michetti lo escuchó sin hacer declaraciones. A unos metros, Marcos Peña también siguió sus palabras con atención. Aun con esas diferencias el jefe de Estado ecuatoriano, uno de los principales aliados del chavismo, tomó cierta distancia de Nicolás Maduro en las últimas semanas y ayer no descartó las elecciones, uno de los reclamos de la oposición venezolana compartido por el macrismo, como una posible salida a la crisis.

«Si bien tenemos algunos matices distintos en la mirada, sí estamos de acuerdo en que la única salida que tiene Venezuela es la de un cronograma electoral en el que el pueblo pueda manifestarse democráticamente», dijo Michetti luego a Clarín. La vicepresidenta consideró la reunión como «muy agradable» y contó que coincidieron en la «necesidad de trabajar para terminar con la acefalía» de la Secretaría General de la Unasur, para la que el Gobierno impulsa a José Octavio Bordón, embajador en Chile. Otro punto de acuerdo durante la reunión fue «la importancia de unir a la región» más allá de los diferentes signos ideológicos de los gobiernos. Macri tiene en agenda viajar a Quito para asistir a la asunción de Lenín Moreno, el 24 de mayo.

Correa llegó al país para recibir una distinción de la Universidad Nacional de Quilmes. Con una sonrisa evitó referirse a la eventual candidatura de Cristina Kirchner en las legislativas de este año: “Por cortesía no puedo manifestarme”. Tal vez más tarde tenga información de primera mano: el ecuatoriano se reunirá con la ex Presidenta argentina. Su comitiva preparaba el encuentro como una de sus próximas actividades.

Clarín

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