¿Cómo se fabrican las noticias falsas contra Venezuela? – Análisis sobre el rol de los medios realizado por el portal venezolano Misión Verdad

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Génesis de las campañas de propaganda contra países

Uno de los principios aplicados a Venezuela es el de generar consentimiento en su población para que siga una agenda externa, creyendo que es suya. Sin lograr este objetivo difícilmente pudiese alcanzar el punto clímax previsto en los manuales de Guerra No Convencional elaborados por el Pentágono: el volcamiento de una población específica, en este caso venezolana, contra su propio Estado.

Edward Bernays es uno de los primeros teóricos en pensar esto con su trabajo Ingeniera del consentimiento, escrito después de haber participado en la Comisión de Información Pública de Estados Unidos, que tuvo a su cargo idear la maquinaria de propaganda que le permitiría a este país legitimar su intervención en la Primera Guerra Mundial frente a su población.

Bernays, uno de los padres fundadores de la propaganda estadounidense, justamente habla de que la ingeniería del consenso es un enfoque dirigido a «hacer que la gente apoye determinadas ideas y programas, a partir de la aplicación de principios científicos y estudios de opinión pública».

El teórico Walter Lipptman, también integrante de la misma Comisión de Información Pública, agregó, tiempo después, que de esta forma se «podía fabricar consenso para producir en la población, mediante las nuevas técnicas de propaganda, la aceptación de algo inicialmente no deseada que siguiese una agenda determinada».

Cómo se fabrican las noticias falsas en acción

En Venezuela difícilmente se puede negar que existe toda una campaña de propaganda dirigida a generar contenido para que desde fuera y dentro del país se consienta la salida del chavismo del poder, bajo el pretexto de ser una «enfermedad contagiosa a nivel regional para la democracia del continente», como diría Julio Borges la semana pasada.

Un factor clave en esa representación de la realidad son las noticias falsas, tergiversadas y descontextualizadas sobre el conflicto político en el país.

Si tomamos lo que afirma Bernays en su obra, todas estas noticias surgen luego de definirse una «agenda de temas» a través de las cuales canalizar las ideas a introducir en el público. De acuerdo a este teórico, los «temas están siempre presenten en las noticias, de manera intangible sin que levanten sospechas, bajo un método comparable a lo que en la ficción se llama línea de tiempo».

En su opinión, además, los temas deben apelar a las motivaciones y emociones del público para sustituir a la razón a la hora de recibir estas ideas. Así como «crear noticias, en esta dirección, para moldear actitudes y acciones en las personas, a partir de las ideas base a transportar».

Las noticias falsas son sólo un componente de esta forma de generar consentimiento en las audiencias afectadas para que sigan, como borregos, una agenda ajena e impuesta como si fuese parte de sus deseos, que en el caso venezolano significa que acompañen pasivamente o activamente la agenda golpista contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

El mensaje y el momento

En Misión Verdad hemos descrito ampliamente los intereses de la industria de la información respecto a Venezuela. Los principales encargados de agenciar estas ideas vía una agenda de noticias respecto a ideas fuerza como «dictadura, represión, gobierno autoritario, y antidemocrático».

Sin embargo, no son los únicos en distribuir estos argumentos sino que las redes sociales también se han vuelto un efectivo y eficiente mecanismo para subvertir el orden democrático en países en asedio. Podemos hablar de Siria, Libia, Ucrania como casos demostrativos, pero también de Cuba como ejemplo cuando la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (Usaid, sus siglas en inglés) financió la creación de una red social (Zunzuneo) con el mismo fin.

Otros vectores de esta misma propagación de ideas base son artistas, youtubers, instagramers y deportistas que activamente toman parte de esta agenda. Aunque a veces puedan ser parte de la misma campaña, es decir financiados, lo cierto es que también la efectividad de esta «ingeniería del consentimiento» se basa en que otros repitan las mismas ideas que se le han insertado, como si fueran suyas.

Todo esto nos lleva a plantear el trasfondo de esta campaña destinada a generar el consentimiento activo o pasivo de la audiencia global y nacional para justificar mayores agresiones contra Venezuela.

Y sin dudas eso se encuentra netamente relacionado con los logros que a través de estas campañas han logrado, como sacar del poder a Dilma Rousseff en Brasil y la fuerza de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina. Sólo les falta Venezuela para, de una vez y por todas, cerrar el frente latinoamericano, con una serie de gobiernos tutelados, que ahora sí adhieran el proyecto del Área Libre de Comercio de las Américas, derrotado durante el año 2005 por Hugo Chávez, Lula Da Silva y Néstor Kirchner.

De ahí la intensidad en fabricar noticas falsas y buscar el consentimiento para sacar al chavismo del poder en Venezuela.

Misión Verdad

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