Once países de América Latina se unen a la marcha global por la ciencia

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América Latina marcha por la ciencia

Unas 60 ciudades de 11 países de América Latina y el Caribe se unieron —con mayor o menor convocatoria— a la Marcha de la Ciencia, realizada el 22 de abril e impulsada por científicos de EEUU. Según la web mundial de la marcha, 610 ciudades del planeta se sumaron a la propuesta, lo que supone que la región aportó 10% de los eventos.

La idea de organizar la Marcha de la Ciencia surgió por las políticas anti-científicas del presidente de EEUU Donald Trump, que incitaron a través de las redes sociales a marchar en Washington, pero rápidamente la propuesta tuvo eco mundial.

“Los objetivos evolucionaron y la marcha se hizo global. Todos los países tienen los mismos problemas: pocos fondos de inversión científica, limitados puestos de trabajo en investigación, poco uso aplicado de las ciencias en los procesos”, subrayó el investigador Arturo Rebollón, miembro de #CienciaEnPanamá, que impulsó la actividad en Panamá.

“En Brasil, el movimiento es más amplio que el anti-Trump, y agregamos cuestiones locales”, dijo Ildeu Moreira, uno de los organizadores de la marcha local y vicepresidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia. Particularmente, destacó los recortes de más de 40% del presupuesto para ciencia y tecnología que hizo el gobierno de Michel Temer.

“Siempre han existido científicos que se manifiestan, pero esto es masivo. No es una defensa a nuestros privilegios. Es tomar conciencia de la importancia de la ciencia en todas las facetas de nuestras vidas y el planeta, y asumir nuestra responsabilidad ciudadana”, dijo a SciDev.Net Henriette Raventós, integrante del comité organizador de la marcha de Costa Rica.

“Es la primera vez que la ciencia como colectivo se manifiesta públicamente a nivel global”, indicó.

En la región la convocatoria se hizo mediante páginas locales en Twitter y Facebook, que invitaban a adherirse a las actividades propuestas. No todos los eventos fueron marchas; también hubo charlas, ferias o exposiciones en lugares públicos.

Argentina, con impacto limitado

En Argentina, por ejemplo, se hicieron actividades en tres ciudades. En Buenos Aires, el grupo Jóvenes Ecólogxs en Red organizó una “mateada por la ciencia”: entregaron volantes y dialogaron con quienes pasaban por la zona de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.

“El mate, además de ser un símbolo rioplatense, facilita el diálogo”, dijo Ximena López Zieher a SciDev.Net.

En las ciudades de Tucumán y Córdoba hubo festivales de música y otras actividades vinculadas con la ciencia. En todas, el impacto fue limitado.

Brasil, México, Chile: los más activos

Pero en Brasil, México y Chile, la convocatoria fue más importante.

En Brasil, 25 ciudades se unieron a la iniciativa mundial, según un mapa elaborado por Roberto Takata, investigador de la Universidad Estatal de Campinas.

Así, en Río de Janeiro, el evento fue en el Museo Nacional de Historia Natural, donde se organizó una “orquesta de tijeras”, al que la gente llevó tijeras para protestar contra el recorte presupuestal. Pese a la lluvia, un centenar de personas se sumaron a la iniciativa.

En México, bajo un sol aturdidor, miles de estudiantes, investigadores y ciudadanos marcharon en la capital y en otras 14 ciudades, donde hubo manifestaciones y ferias científicas además de protestas por recortes.

Camilo Alcántara, de la Universidad de Guanajuato y miembro del comité organizador local, destacó el poder de convocatoria, que reunió a unas cuatro mil personas, y lamentó la escasa importancia que el gobierno asigna al desarrollo científico.

En Chile, Santiago fue una de las siete ciudades del país donde se realizó la marcha. Convocada por 29 agrupaciones de investigadores, en todo el país la marcha congregó a unas 4.500 personas, y a diferencia de manifestaciones de científicos realizadas anteriormente, casi no hubo batas blancas. Los organizadores pidieron eso explícitamente para mostrar que la investigación no se restringe a los laboratorios y no solo la hacen científicos.

Los organizadores lanzaron previamente un petitorio “que ojalá pueda ser tomado por cualquier persona, incluidos los candidatos presidenciales, para que opinen y hagan propuestas”, dijo a SciDev.Net Cristián Undurraga, uno de los organizadores.

Panamá con importante convocatoria

En Panamá, pese a que la agenda del día se concentró en la capital, mucha gente se sumó a varios eventos y también participó en una marcha que recorrió tres kilómetros por la pintoresca Calzada de Amador.

Organizada por #CienciaEnPanamá, un grupo de 150 científicos panameños que trabajan en la divulgación del trabajo científico, la actividad se inició con una feria y charlas de científicos, y concluyó con la caminata en la que participaron unas 500 personas y representación de 11 organizaciones e instituciones civiles y gubernamentales.

Rebollón contó a SciDev.Net que la iniciativa nació luego de que la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) sufriera un recorte presupuestario de parte del gobierno. Por eso decidieron unirse, para comunicar mejor los avances de la ciencia en Panamá.

“Nuestra meta es promover el uso de ciencias en todos los procesos del país, ya sea toma de decisiones educativas, estimaciones de presupuesto, inversión científica, mejoramiento de eficiencia de procesos y muchos más”, agregó.

Colombia con cinco sedes

La marcha en Bogotá fue el reflejo del estado de la ciencia en el país, dijo a SciDev.Net un científico del grupo de la Universidad Nacional de Colombia que organizó el evento.

Unas 300 personas, entre científicos y ciudadanos, marcharon por las calles de la capital, igual que en otras cuatro ciudades colombianas (Barranquilla, Bucaramanga, Cali y Medellín).

Con arengas como “oscurantismo no, ciencia sí”, algunos científicos disertaron en la Plaza de Bolívar. “Somos pocos, es la primera vez que marchamos por la ciencia, pero no será la última”, dijo el presidente del Colegio Máximo de Academias de Colombia, Enrique Forero.

Céntricas, polémicas y canceladas

En Costa Rica, unas 250 personas se sumaron a las actividades convocadas por estudiantes de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional (UNA), a las que se sumaron investigadores, otros estudiantes, académicos, políticos y personas no vinculadas con el sector científico. La manifestación recorrió calles principales de la ciudad de San José y culminó en una de las rotondas más emblemáticas de la capital.

Además, se organizaron seis estaciones en las que los participantes conversaron y escribieron sus ideas. Esta información será recopilada y se darán a conocer próximamente, para dar continuidad a la iniciativa, dijo a SciDev.Net Henriette Raventós, de la UCR y una de las organizadoras de las actividades.

En Ecuador, solo la ciudad de Urcuquí reunió a 250 personas que marcharon desde la Universidad Yachay Tech hasta el parque central de la localidad.

Curiosamente, esta marcha se hizo para apoyar la política científica del gobierno y coincidió con el festejo del triunfo del presidente electo Lenin Moreno, del mismo partido que el actual presidente Rafael Correa. Yachay es una universidad pública creada por Correa, que ha sido muy cuestionada por la comunidad científica.

En Puerto Rico, la marcha convocó a unas 700 personas y contó con el respaldo de más de 25 organizaciones, contó a SciDev.Net Heidi Morales Díaz, una de las organizadoras de la marcha en ese país.

“Acercar a los científicos a la comunidad nos parece vital para ayudar a combatir la pseudociencia, la cual prevalece en Puerto Rico (como en muchos países)”, agregó. “Además, queremos que los medios y el gobierno se sirvan de los científicos locales para recibir información basada en evidencia que ayude a informar reportes y desarrollar políticas públicas”, señaló Morales Díaz.

“Como muchas jurisdicciones de EEUU, deploramos los recortes propuestos para las agencias federales que apoyan las ciencias. Estamos muy preocupados por los recortes propuestos a la Universidad de Puerto Rico, el sistema universitario de mayor producción investigativa en el archipiélago boricua”, lamentó. Por eso, la organización continuará impulsando acciones en la próximas semanas para dar continuidad a la marcha.

Islas Caymán, Islas Vírgenes y Guayana son otros países que organizaron algún evento. En Trinidad y Tobago, Keisha Lewis, divulgadora científica y exprofesora de biología, registró una marcha en el sitio mundial pero no logró impulso local y fue cancelada.

“Me contacté con varios grupos (ambientales, educacionales, de divulgación). Les dejé en claro que se necesitaba ayuda, voluntarios y consejos. Muchos no respondieron. Los que lo hicieron no se comprometieron. Nadie parecía querer aparecer explícitamente como organizador de una marcha”, dijo a SciDev.Net. Consultada sobre los motivos, Lewis estimó que “una hipótesis es que ‘marcha’ significa protesta” en su país, lo que tiene “connotaciones negativas”.

Una expectativa mayor

La revisión de estas actividades permite concluir que el impacto de la iniciativa en la región fue desigual.

Luis A. Ventura-Martínez, investigador mexicano y becario del programa Alliance for Science Global Leadership de la Universidad de Cornell, comentó a SciDev.Net que “como región, pocas causas han unido a los países de Latinoamérica, fuera de desastres naturales”, y la ciencia no fue una de ellas.

“Habría esperado al menos alguna marcha por país, pero varios no figuran”, lamentó. Paraguay, Bolivia, Uruguay, Venezuela o Perú, por ejemplo, no organizaron actividades.

“En comparación con las demás regiones, la participación de América Latina es similar a África”, comparó. “La región tiene el potencial para ser un centro de desarrollo e innovación”, por la cantidad de universidades y centros de investigación y su biodiversidad, “que con ayuda de la ciencia puede ser el principal motor para potencializar el desarrollo económico de la región”.

También colaboraron: Martín De Ambrosio (Argentina), Luisa Massarani (Brasil), Paula Leighton (Chile), Lisbeth Fog (Colombia), Caterina Elizondo (Costa Rica), Tania Orbe (Ecuador), Emiliano Rodríguez (México) y Marcelino Rosario (Panamá).

Scidev Net

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