Jóvenes argentinos inician la construcción de un aula 100% solar
Pioneros en energías alternativas: chicos de un colegio platense construirán un aula solar
Un colegio platense está en vías de convertirse en pionero en materia de energías alternativas. Los alumnos de 4º a 7º año de la Escuela Técnica Nº 3 han iniciado la construcción de un aula 100% solar. Allí funcionará el nuevo laboratorio de Construcciones de la institución educativa de Los Hornos.
La escuela hornense fue la que, junto con el Colegio Nacional, creó el calefón solar que hoy brinda agua caliente y calefacción por radiadores de agua a escuelas rurales de Ranchos. A fines del año pasado estaba todo listo para que ese sistema se instalara en el complejo educativo formado por la Primaria 20, el Jardín 915 y la Secundaria 7 de Berisso, en Ruta 11 Km 13. Pero el ambicioso proyecto, en el cual los chicos del industrial trabajaron todo el año, quedó en la nada por razones que en la institución de 63 y 139 aún esperan que el Municipio les explique.
No obstante, no han bajado los brazos. Pronto, el calefón solar alimentará al histórico laboratorio de Química del Nacional de 1 y 49. En un plazo mayor, claro, en el predio del propio industrial de Los Hornos “el agua caliente, la climatización del ambiente y la luz eléctrica estarán a cargo exclusivamente de los rayos solares”, dijeron el jueves chicos y chicas del 5º año 4ª división, con inocultable entusiasmo y orgullo.
“Este es el espacio”, dibujó un estudiante de 16 años con el dedo, marcando en el aire los límites del futuro laboratorio de la especialidad Construcciones, que crecerá en un sitio que hasta hace poco ocupaba una vieja edificación que se encargaron de demoler.
“Tendrá la particularidad de ser una construcción no convencional”, subrayó una compañera, para indicar que “las paredes serán íntegramente de EPS, tendrán un grosor de 20 centímetros y generarán un ambiente neutro; con mínima calefacción o refrigeración se estará bien, porque ese material evita ganancias o pérdidas de calor y frío como las edificaciones tradicionales”, detalló.
El EPS es una “espuma rígida de estructura celular cerrada, perteneciente a la familia de los plásticos, que se produce a partir del poliestireno expandible (telgopor). En la construcción se lo usa -entre otras cosas- para lograr aislación térmica de paredes, techos y pisos y también como aislante sonoro”.
El aula-laboratorio tendrá 8 metros de largo, por 5,50 metros de ancho y 3 metros de alto.
Además de que el EPS actuará como aislante térmico demandando muy poca calefacción en invierno, la misma será obra del sol y el agua.
La pantalla solar captará los rayos que calentarán, mediante el calefón solar, el agua para utilizar en los trabajos de laboratorio y para alimentar los radiadores.
Tanto la pantalla como el calefón los fabricarán, tal como lo vienen haciendo desde 2012, cuando nació el proyecto, los estudiantes de la especialidad Electromecánica. “Así se unirán los conocimientos de distintas orientaciones, y además trabajaremos juntos, en una propuesta totalmente innovadora y concreta para mejorar la escuela, decenas de chicos y chicas de cuarto a séptimo año”, resaltaron los adolescentes.
Otros paneles, fotovoltaicos, producirán electricidad. La iluminación del laboratorio, la alimentación de las herramientas, así como de “algún ventilador en caso de que sea necesario en verano”, también estarán en manos de los rayos solares.
Los alumnos están muy entusiasmados y no es para menos. “Estamos aprendiendo a construir con materiales no convencionales, a trabajar con energías limpias, a hacerlo en equipo. Además le dejaremos al colegio un espacio innovador, y a los chicos de los primeros años la inquietud para que ellos sigan adelante, sigan mejorando la escuela a medida que aprenden”, enfatizaron los estudiantes de la Técnica 3.
También hicieron hincapié en cuestiones muy prácticas, cotidianas. “Hoy el laboratorio de Construcciones funciona en un aula común de entrepiso. Cuando este nuevo lugar esté terminado, todos podremos dejar acá nuestros elementos de trabajo, maquetas y demás, sin necesidad de tener que trasladar todo día tras día”.
EL ORIGEN
Vale la pena recordar cómo nació el prototipo del calefón solar, puntapié inicial del que, en un tiempo, será el primer salón-laboratorio 100% ecológico de un colegio.
Hace 5 años, en el laboratorio de Química del Nacional, los estudiantes aprendieron a sintetizar cristales de óxido de cobalto, los cuales le aportan a la pintura que se usa para las pantallas solares un mayor poder de absorción del calor.
Esa práctica los llevó a trabajar en el Conicet, en el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas (Cindeca) y en el Centro de Investigación en Tecnología de Pinturas (Cidepint), donde prepararon una pintura con “la mayor adherencia y resistencia a la intemperie”.
Ahora bien, en el Nacional no tenían los conocimientos ni los medios para fabricar el calefón. Entonces nació el nexo con la Técnica 3, donde finalmente tomaron cuerpo los calefones solares y los paneles térmicos con la pintura “hiperabsorbente” inventada en 1 y 49.
“Los paneles los fabricamos acá. Son de chapa galvanizada y dentro tienen un serpentín para que circule el agua que baja de tanques de plástico de 30 litros. Sobre cada panel pusimos un vidrio de 3 milímetros de espesor, separado de la chapa unos 8 milímetros, para provocar el llamado efecto invernadero”, explicaron los chicos de Los Hornos.