[Exclusiva NodalCultura] Andrea Afanador, directora del programa del Fondo de Desarrollo Cinematográfico de Colombia

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Por Daniel Cholakian – NodalCultura desde Colombia

Desde el año 2004, el Consejo Nacional de las Artes y la Cultura en Cinematografía –CNACC-, ha definido que la política de entrega de los recursos del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), que se destinan a la producción, se haga mediante Convocatoria pública anual.

Las convocatorias las realiza a través de Proimágenes Colombia, corporación encargada para administrar los FDC, que fue creada por la Ley General de Cultura. Andrea Afanador es la directora del programa de este fondo dentro de la corporación. Luego de presentar el programa de fomento para el cine para el año 2017, Afanador conversó con Nodal Cultura.

“En Colombia en los últimos 14 años hemos contado con la buena fortuna de tener un apoyo decidido por parte del gobierno nacional, que se vio reflejado en dos leyes cinematográficas. La primera es la ley 814 del 2003, que tiene dos herramientas para fomentar la producción audiovisual en el país. La primera es la creación del fondo para el desarrollo cinematográfico, que es una cuota parafiscal que viene a este fondo y se reinvierte al sector en distintos programas como la convocatoria cinematográfica, programas de formación, fortalecimiento del patrimonio fílmico, entre otras. La otra herramienta es un beneficio tributario para inversionistas privados que aporten dinero en películas colombianas. A final de año tienen una exención en su declaración de rentas.”

“La ley 814 permitió dinamizar la producción cinematográfica en Colombia. Nosotros pasamos de estrenar dos o tres películas colombianas en los primeros años del siglo, a estrenar 41 películas nacionales durante el año pasado. Para este año, 2017, está previsto el mismo número o más”.

“Esa primera ley logró fortalecer al sector, y poner en marcha la maquinaria cinematográfica que había en el país para que las películas se volvieran a hacer. Adicionalmente se están haciendo películas por fuera de este sistema y eso es grato, porque habla de la buena salud de la cinematografía, que no solo están dependiendo de los dineros del fondo, sino que han logrado captar otros recursos para realizar sus películas”.

En el año 2012 el gobierno nacional firmó la ley 1556, para apoyar el fomento y la producción de películas extranjeras en el territorio nacional. Son leyes diferentes que quieren atender dos necesidades distintas del sector, pero que son complementarias. Del 2003 al 2012 logramos tener un sector sólido, con experiencia, capaz de hacer buenas películas y se complementa con la ley 1556, por lo cual los productores colombianos que logren traer rodajes extranjeros a Colombia, pueden ofrecerle a esos extranjeros una recuperación de los gastos cinematográficos y logísticos que se realicen en el país. Hasta el momento se han premiado 18 producciones extranjeras, las que, por la misma ley, están obligados a tener un asociado colombiano. Nos interesa que haya transferencia de conocimientos, pues se exige un mínimo de capital humano, artístico y técnico en esas producciones para poder acceder al beneficio. De esa manera también aseguramos trabajo para los colombianos, y que sigan creciendo en su oficio o carrera. Las producciones dejan algo en términos de capacitación, ese capital intangible que es tan valioso en el mundo de la cultura”.

¿Los gobiernos estatales o locales tienen políticas adicionales al fomento nacional para promoverse como espacios donde se asiente la industria?

Si, de hecho una de las tareas que se realiza desde Proimágenes, a través de la comisión fílmica, es el trabajo de sensibilización en los diferentes departamentos, buscando aliados para ser crecer. Hasta el momento Medellín tiene su comisión y fondos regionales que entregan recursos para la producción audiovisual, Bogotá también los tiene con el Idartes y la cinemateca distrital, tiene su comisión fílmica y recursos que asigna al sector cine. Se está trabajando con el alcalde de Cartagena para avanzar en este tema, y sé que Cali también está en proceso de creación de su comisión fílmica y sus fondos propios. Boyacá también, aunque no conozco su experiencia al momento y Santander, está en proceso de apoyar el tema audiovisual.

En las reuniones de productores y la presentación de los planes de fomento hemos visto muchos actores del campo audiovisual presentes e interesados en los debates ¿Cuánto creció el sector cinematográfico y que perfil tiene actualmente?

El crecimiento del sector se puede ver a partir de varios aspectos. Por un lado como resultado de las películas producidas. Por otro lado con lo que ha ocurrido con el cine colombiano a nivel internacional, como se han volteado las miradas del mundo hacia Colombia como país cinematográfico, como nuestras producciones están siendo tenidas en cuenta en festivales muy importantes.

Haber puesto todo este empuje a la maquinaria cinematográfica colombiana, que ha hecho que los realizadores puedan concretar sus historias, también ha estado acompañado con una estrategia de promoción internacional. Aunque nos interesa que se hagan las películas, queremos que tengan una proyección hacia afuera. De modo que tuvimos una estrategia para poner a Colombia en el mapa cinematográfico internacional. Para que las películas lleguen a las personas correctas, las vean los programadores correctos y logren estar en los festivales correctos, donde deben estar. Eso se ha logrado y ha dado una visibilidad nacional e internacional a nuestras películas. El hecho de haber estado nominados al Oscar con “El abrazo de la serpiente” sin dudas fue una gran noticia para el país. La gente ya sabe que hay un cine colombiano, que es reconocido por fuera del país y eso es importante. Es un impacto en el posicionamiento del sector cinematográfico, incluso dentro de Colombia. Eso es fundamental, dejar de ser invisibles para el mundo.

Para el 2017, el CNACC presenta una nueva modalidad para apoyar proyectos de investigación cinematográfica. Continúan las modalidades ya existentes: escritura, desarrollo, producción y posproducción de largometrajes y cortometrajes de ficción, animación y documental, realización de cortometrajes regionales, apoyo destinado a la circulación de obras cinematográficas colombianas, apoyos a la promoción de largometrajes en salas así como la participación de películas y proyectos en desarrollo en festivales, encuentros, mercados, talleres y premios cinematográficos.

¿Cuáles son los principios que organizan esta larga lista de estímulos que propone el Fondo?

El Consejo Nacional de Cine, desde el 2004, ha decidido que la entrega de los recursos para la producción tiene que ser a través de una convocatoria. Esta siempre ha tenido la intención de apoyar la cinematografía en todas sus etapas y géneros: animación, documental o ficción por igual. Tiene un eje de ficción, donde hay modalidades de escritura, producción, cortos, que pretende atender todas las necesidades de producción. Hay una modalidad para documental, una de animación, una de formación y una nueva que se abrió el año pasado que es la de circulación. Después de 14 años de estar ayudando a la producción, vemos que ahora el cuello de botella está en la circulación.

Nuestro producto audiovisual, como pasa en casi todas las partes del mundo, es muy difícil que circule, es muy difícil que la gente lo vea. Es un problema muy complejo. Es un tema de acceso, de audiencias, de gustos, de hábitos. Desde el año pasado se abrió un eje de circulación con el cual estamos buscando apoyar esa parte que estamos viendo como un cuello de botella de la producción audiovisual. Son nuestros nuevos retos.

Tenemos apoyo de la promoción de largos cuando salen a las salas de cine. Tenemos apoyos a los distribuidores de cine colombiano y tenemos un estímulo que ha sido bastante controversial: desde hace 3 años el consejo nacional implementó el estímulo integral a la producción y promoción de películas. Es el estímulo más grande que entrega esta convocatoria. Este año entrega un único estímulo de 2500 millones de pesos (alrededor de U$S 900.000) y estamos a la espera de resultados.

¿Cómo se define la entrega de estos estímulos?

Los estímulos de esta convocatoria tienen dos formas de entrega. Uno es de manera automática. Son los que tiene que ver con la promoción de largometrajes y la participación en eventos internacionales. En el primer caso es un dinero que ayuda a la promoción para todas las películas colombianas. En el caso de la participación internacional hay una lista de cerca de 200 eventos en todo el mundo. Si la película o proyecto cinematográfico queda seleccionada para alguno de esos eventos, tiene automáticamente un apoyo de este fondo para poder asistir. No hay comité en estos casos.

En los estímulos por concurso hay un comité evaluador que se encarga de ver esos proyectos. Son para escritura, producción, post producción, sea cortos, largos, ficción o documental. La metodología tiene tres etapas de evaluación, buscando que los proyectos tengan una mirada completa.

La primera etapa tiene que ver con la revisión documental. Si no tienen la documentación completa, no pueden seguir. Los que la presentan, llegan a manos de un comité evaluador. El mismo siempre está conformado por distintas personas del sector cinematográfico, nacionales e internacionales, de distintas áreas: directores, guionistas, productores, programadores, agentes de venta, distribuidores. Con esto tratamos que cada proyecto tenga una mirada desde distintas áreas del quehacer cinematográfico. Los evaluadores hacen su lectura del proyecto y presentan una selección de los que consideran más interesantes para entrar a la tercera etapa, que es un encuentro con el comité evaluador. Lo hacemos en Bogotá. Reunimos a todos los participantes y evaluadores, que vienen de todas partes. Hacemos reuniones entre los productores que han sido seleccionados y los evaluadores, en ese momento tienen la posibilidad de hablar, profundizar, conocer más a quién está detrás de ello y luego se toma la decisión de los que consideran más interesantes para recomendar que tengan el estímulo.

¿De qué se trata el subsidio a la investigación?

Es un subsidio nuevo, se presenta por primera vez este año. Desde el consejo siempre ha habido una necesidad muy grande de investigar que nos está pasando en el sector, con el objeto de tener insumos para tomar mejores decisiones de políticas de fomento y hacia dónde deben estar dirigidos los recursos y bajo qué criterios.

Este año entonces se presenta por primera vez esta modalidad de fomento con dos estímulos de 50 millones de pesos cada uno. Los temas que se proponen tienen que ver con muchas de las discusiones que están sobre la mesa en el consejo y que hemos hablado nosotros. Acceso cinematográfico, hábitos de consumo, mercadeo y publicidad en cine. Esta convocatoria se presenta buscando que sea una herramienta para nosotros y para el sector en su proceso de conocimiento.

Mencionó que se abrieron polémicas a propósito del subsidio integral a la producción que será uno solo este año y por un monto cercano al millón de dólares ¿cuáles son las polémicas que se han dado al respecto?

La polémica clara y evidente ha sido que los productores dicen: “No necesitamos un estímulo de tal cantidad de plata. Preferimos tres estímulos de menos dinero para hacer tres películas y no una”. Esa ha sido el principal eje de discusión.

Sin embargo, la apuesta del consejo con este estímulo es que cubra todas las etapas de una producción. El que gana no tiene que volver al participar por otros recursos. Quien lo gana, tiene toda la plata necesaria para el desarrollo, que está pensado en un período de tres años.

Para presentarse se requiere experiencia previa del director y del productor. Exige que un 30% de ese estímulo vaya exclusivamente a la promoción de la película. Esta convocatoria tiene exigencias muy claras, parámetros muy definidos y busca un producto muy específico. El proyecto tiene un consultor que se va a encargar de hacer seguimiento a toda la parte creativa, con voz y voto, buscando que haya una conexión fuerte entre ese producto y las audiencias.

Es un experimento. Esta convocatoria existe desde 2014. Hemos premiado seis películas, porque en años anteriores eran dos estímulos de 1900 millones. Todavía no hemos visto la primera. Se han rodado tres y la cuarta empezó el rodaje hace muy poco, es la nueva película de Ciro Guerra, el director de “El abrazo de la serpiente”. De modo que todavía no sabemos qué va a salir de aquí, pero es una apuesta en la que el Consejo está absolutamente firme a pesar de las controversias que ha generado. Creemos que es el momento de darles a los productores la opción de un siguiente paso. Ahora pueden coger este dinero y hacer películas más grandes. Tienen una oportunidad de conseguir productores más grandes por fuera del mercado colombiano. No es lo mismo ir al mercado mundial con 2 mil millones de pesos que con 700 millones. Es una estrategia no solo para tener una gran película, sino que nuestros productores puedan seguir creciendo en su camino.

Usted habla de circulación y exhibición como cuello de botella. Surgen dos preguntas ¿Cuál ha sido la evolución de las pantallas en estos catorce años? ¿Están pensando en implementar al tipo de política pública en relación con el desarrollo de pantallas en lugares donde habitualmente el cine no llega o no llega el cine colombiano?

Las salas han evolucionado mucho. Casi el 100% están digitalizadas y hay alrededor de 950 pantallas de cine en todo el país, con un gran crecimiento en la estructura cinematográfica en todo el territorio en los últimos 5 años. Son salas de dueños privados y con fines comerciales. Obviamente, como en todos los países, la pelea por la pantalla es muy dura. Los compromisos que tienen los exhibidores con las “majors” hace que cada vez tengamos menos pantallas para nuestros productos. Existe un pequeño circuito alternativo que el ministerio de cultura ha apoyado en los últimos años para su digitalización, al que realmente quisiéramos “echarle el ojo”. Quisiéramos que ese circuito se convierta en una opción para ciertos productos audiovisuales colombianos que difícilmente circulen por una sala de cine comercial. Tal vez por allí haya una salida.

Sabemos que Argentina tiene una experiencia con las salas INCAA, sin embargo los resultados que conocemos nosotros hasta el momento no sentimos que sean lo suficientemente importantes. Hemos pasado por debatir esa opción. ‘¿Tenemos que poner una sala de cine? ¿Las manejamos nosotros? Pero nosotros no somos exhibidores’.  Entonces dejamos que el exhibidor haga su trabajo, que es el que sabe. Pensamos, y así es que se ha concebido todo el sistema cinematográfico nacional, que lo que hay que hacer son alianzas con la gente del sector que sabe hacer las cosas. Es como si nosotros nos pusiéramos a ser productores. Nosotros no somos productores y no nos interesa serlo. Estas leyes han sido concebidas de esta manera. Hablando con todos los sectores y jalando todos en una misma línea. Creemos que está más por ese lado la solución del problema de la exhibición cinematográfica, que nosotros tomarlo en propia cuenta.

Estamos en un momento de transición a propósito de la circulación de los contenidos audiovisuales, ya que aparecen las nuevas plataformas como una ventana que se abre en este sentido. ¿Están pensando en estas nuevas ventanas?

Nosotros no podemos olvidar que este fondo se nutre de la taquilla de cine. Mientras sigan existiendo las salas de cine, nosotros seguiremos existiendo. Por una parte para nosotros es fundamental seguir apoyando las salida de las películas en las salas, porque además es maravilloso! Pero claramente estamos viendo que la tecnología está a favor nuestro, poniendo a nuestra disposición una importante cantidad de herramientas para que nuestros contenidos lleguen a muchos más públicos y la gente tenga muchas posibilidades de acceso. Si bien es cierto que mucha gente sigue yendo al cine, hay mucha gente que no lo hace. Esa es la verdad. Lo ven a través de otras pantallas. Realmente a nosotros nos interesa llegar ahí también.

En el eje de circulación tenemos una modalidad que se llama circulación alternativa, cuya idea es entregar estímulos a quien desarrolle algún modelo de circulación alternativa para el producto nacional con un mínimo de 15 títulos a través de otras formas.

Hace un par de años entregamos estímulos a una plataforma online que se llama Cinescuela, cuya función como su nombre lo indica, es estar en las escuelas y las bibliotecas, con productos audiovisuales colombianos. Funciona desde hace 2 años, tiene aproximadamente 500 bibliotecas registradas en todo el país y con ello claramente estamos llegando a un público muy distinto al que estamos acostumbrados a recibir en salas de cine. Nuestra esperanza es que además ayude a que esos chicos que están viendo el material audiovisual a través de Cinescuela, eventualmente sean nuestros futuros asistentes a salas de cine y que empiece a haber una cultura alrededor del audiovisual colombiano y que no se vea como una cosa rarísima, que hacen unos locos mechudos, sino que ellos se apropien de nuestro material audiovisual. También es un tema de memoria y fortalecimiento audiovisual, que es fundamental atender.

En términos generales, en políticas públicas se discute si los subsidios deben ser a la oferta o a la demanda. El subsidio a la respuesta en la taquilla es un claro ejemplo de subsidio a la demanda, quien más entradas vende, obtiene los beneficios. Esta política ¿no favorece que se piense una película en términos comerciales y no en producción estética?

Si, sin duda alguna hay un tema debatible. Pero para Proimágenes y para el Consejo de Nacional de Cine está claro que la cinematografía tiene que tener todo tipo de películas. Para nosotros es muy satisfactorio poder apoyar a esas otras películas que se hacen sin recursos de este fondo, que llegan a salas de cine y que llenan las salas de cine. Las películas que obtienen este beneficio son generalmente películas que en la etapa de producción no reciben dinero de nuestro fondo. Para nosotros es gratísimo poder apoyar esas películas. Porque aquí hay dos o tres productores que han logrado generar como un micro sistema de producción audiovisual completamente autosostenible. Para nosotros es importante apoyarlos. La idea del estímulo por taquilla es también complementario al resto de las líneas. Es importante verlo en 360 grados. Tenemos un estímulo de promoción que es automático y para todos, que es un dinero para invertir en la promoción de la película, que debe ser manejado por el distribuidor –esta es una novedad de este año- porque queremos que se ponga la camiseta por la película colombiana y que empiece a entender la lógica de la publicidad y el mercadeo de una película colombiana. Queremos especializar al distribuidor en nuestro propio producto y no seguir fórmulas que vienen de fuera. Conectado con ese eje, damos un estímulo por taquilla, que se obtiene según el resultado al final del ciclo por aquellas películas que superen los 80000 espectadores. Es un poco una zanahoria para que nuestros productores y distribuidores hagan una tarea conjunto para lograr que se vean nuestras películas.

¿La misma cifra de 80000 espectadores es para todos los tipos de películas?

Si, la misma cifra para ficción, documental o animación

¿Puede llegar un documental a una cantidad de espectadores como esa?

Ojalá, es nuestro deseo, pero hasta el momento no ha ocurrido. Ojalá algún día ocurriera.

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