Bienal de humorismo gráfico reúne a artistas de 20 países en Cuba

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Del 2 al 5 de abril próximo tendrá lugar esta Bienal, que incluye el concurso de 133 obras de 79 autores procedentes de 20 países, con mayor participación de autores de Cuba, Irán y Brasil en categorías como humor general y sátira política.

El género en el que más se compite es el humor general (44 obras), pero también están la sátira política (40) y la fotografía humorística (20), e incluso se incrementa la participación en historieta, y se concursa también en caricatura personal.

Un jurado encabezado por Carlos David Fuentes Hierrezuelo, ganador en dos ocasiones del certamen e integrado también por el norteamericano John Lent; el colombiano Orlando Morales; Cristina Sampaio, de Portugal; Marilena Nardi, de Italia; la especialista del museo del Humor María Elena Arango; y el Héroe de la República de Cuba Gerardo Hernández Nordelo, se encargará de seleccionar las obras ganadoras. El resultado se dará a conocer en la última de las jornadas después de que el humor haya tomado las calles de San Antonio de los Baños, conocida como la Capital del Humor.

Los trabajos escogidos integran el Salón Internacional de la Bienal de Humorismo Gráfico, y allí, el público tendrá ocasión de votar por el más popular. También se realizarán homenajes al historietista Rafael Fornés y al caricaturista Lázaro Fernández.

A las diez de la mañana del 2 de abril habrá un Desfile inaugural, de comparsas, congas, carteles y disfraces y poco después habrá para realizar el mural colectivo Paz…, luego existo, en el Parque del Humor.

El salón Internacional quedará inaugurado en la tarde, y se presentará la exposición del jurado, Dictando sentencia, en el museo del Humor. El evento honra al artista Tomás Rodríguez (Tomy) con el premio Tomy online que entrega la Bienal desde el 2011.

Habrá también expos personales de Yaimel López, en el Estudio Ares, y de Ramiro Zardoya, en el Centro de Artes Visuales de San Antonio. Yaimel y Ramiro son jóvenes exponentes de la caricatura, según confirmó el consagrado Arístides Hernández, miembro del comité organizador y del jurado de admisión.

Ares también se refirió a que en las últimas ediciones de la Bienal se viene dando un fenómeno para el cual el Museo del Humor, de San Antonio de los Baños, debe prepararse y es la recepción de obras en formato digital, para lo cual hay que dotar a esa institución de tecnología adecuada para atesorar esas obras que llegan en alta resolución.

Aunque La Habana será subsede de la Bienal, con actividades el día 3, el resto de los eventos transcurrirán en la villa del río Ariguanabo, donde se considera al certamen como una fiesta de pueblo que se extiende hasta el 9 de abril con la realización de conciertos de orquestas bailables, exposiciones y fiestas para niños.

CiberCuba

Reír para existir

«La risa es la sal de la vida», dejó escrito Rubén Darío en un texto en el que asociaba bondad, sanidad, loca música y catarata cristalina a ese movimiento de la boca y otras partes del rostro que denotan alegría. Tras la carcajada llega siempre la reflexión y si esta la provocan creaciones bien intencionadas en quien goza se produce un crecimiento.

Así lo tiene bien sabido la Bienal Internacional de Humorismo Gráfico, Cuba 2017, un evento que llega ahora a su XX Edición desde el 2 hasta el 5 de abril para celebrarse en su habitual San Antonio de los Baños, la provincia artemiseña conocida como la Capital del Humor y también en La Habana, cuyo escenario brinda para dar cumplimiento a algunas de sus propuestas.

Tras valorar más de 500 obras, de 160 autores de 32 países, finalmente estarán en concurso 133, de 79 autores y de 20 países, entre ellos los más representados cuantitativamente son Cuba, Irán y Brasil. El género en el que más se compite es el humor general pero el resto de ellos –sátira política, caricatura personal, historietas y fotografía– también están en concurso.

Un jurado presidido por Carlos David Fuentes (Charly), que cuenta entre sus integrantes con Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de Cuba, será el encargado de seleccionar las obras ganadoras que se darán a conocer en la última de las jornadas después de que el humor haya hecho cosquillas a quienes se animen a participar como espectadores de lo que para esta ocasión reserva.

Las diez de la mañana será la hora en que arrancará en San Antonio el Desfile inaugural, un espacio colorido y sonoro donde congas, comparsas, carteles y disfraces anunciarán la llegada oficial de la Bienal, oportunidad también para que el Mural colectivo Paz…, luego existo, ubicado en el Parque del Humor, empiece a crecer con la colaboración de los artistas.

El salón Internacional quedará inaugurado en la tarde, y se presentará la exposición del jurado, Dictando sentencia, en el museo del Humor. Para el lunes, en La Habana (en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí) tendrá lugar el coloquio Bienales del Humor, recuento y proyecciones. Se hará un homenaje al destacado caricaturista Lázaro Fernández y se presentará el catálogo del evento.

Varias exposiciones ambientarán las áreas hasta donde el festejo llega, entre ellas, Moro: más allá de la costa, en la sala Avellaneda, del Teatro Nacional (lunes 2:10 p.m.); la Cartoon Club, en la sala Villena de la Uneac (lunes 3:10 p.m.); Una buena impresión, en Estudio Ares (lunes 4:30 p.m.); Fornés y Sabino por siempre –un homenaje a Rafael Fornés en su centenario–, en el Museo del Humor (martes 4 de abril a las 11:00 a.m.); y Línea perpetua, de Ramiro Zardoya, en el Centro de Artes Visuales Eduardo Abela, San Antonio de los Baños (3:00 p.m.).

El evento honra al artista Tomás Rodríguez (Tomy) con el premio Tomy online que entrega la Bienal desde el 2011 y reserva un espacio para que participen los niños (10:00 a.m., 5 de abril) en el certamen Riamos siempre, en San Antonio de los Baños, que seguirá de fiesta, tras la clausura de la Bienal –ese mismo día, a las cuatro de la tarde– hasta el día 9 para no detener la alegría que esa fiesta que tiene lugar cada dos años les deja a sus lugareños.

Granma

Manuel=Manuel, retrato completo de un humorista

A propósito de la celebración de la vigésima edición de la Bienal Internacional de Humorismo Gráfico de San Antonio de los Baños, Cubaperiodistas destaca fragmentos del libro Manuel=Manuel (Ediciones Matanzas, 2014), un texto fruto de la tesis de graduación de la joven periodista Lis García Arango, quien tras extensas entrevistas y agudas consultas documentales, logró un retrato supercompleto de la vida, entornos y la variada obra creativa de nuestro querido colega Manuel Hernández Valdés, orgulloso “producto” matancero y cubano, Premio Nacional de Periodismo José Martí y Premio Nacional del Humor.

Entre los múltiples lauros obtenidos por Manuel, considerado uno de los cien mejores caricaturistas del mundo en el siglo XX, se encuentra precisamente el Gran Premio de la tercera edición de la Bienal Internacional del Humor de San Antonio de los Baños, con una serie de caricaturas plasmadas en platos de cerámica mediante la técnica de la mayólica.

MANUEL, EN SERIO SOBRE EL HUMOR (extractos del libro Manuel=Manuel)

Para mí el humor es un sacerdocio, no se deben cometer los errores que uno critica, ni se critican los errores que uno comete. Claro que se puede hacer un humor para quedar bien, pero ese es el camino seguro para convertirse en un burócrata del humor.

manuelmanuelHay gente que no entiende determinadas cuestiones, mas nunca fui incisivo con algunas personas ni utilizaba el humor para atacarlos directamente (…) Considero que cada cual cumplía su función (directores, caricaturistas, periodistas, etc.) Sin embargo, siempre pensé que no perdería, porque no le pedía nada al Estado, sino que contribuía a mejorarlo con mis críticas. Más bien sacrificaba mi intelecto, lo que muchos no hacían, ya que preferían las superficialidades y “matar” el trabajo más sencillo; pero se mataban ellos, sin darse cuenta.

El humor es un triángulo, como los amorosos; está el que lo disfruta, quien lo hace y la víctima. En el socialismo hay que cuidarse de quién es la víctima, porque la víctima no puede ser la sociedad, la víctima es de la sociedad. El quid del humor es seleccionar la víctima sin que ésta se ofenda… Lo difícil es hacer humor sin que hieras la sensiblidad humana, eso es un problema, el cómo hacerlo.

Cierta vez un funcionario de los medios de prensa extranjeros me dijo que no entendía cómo existían periódicos humorísticos en el socialismo y le contesté, “Yo tampoco, creo que ese sistema social debe ser bien aburrido”. El opinaba que el humor en Cuba no hacía falta. Y le pregunté “¿Usted no se ríe? ¿usted considera que en el socialismo no hay que reírse? ¿que es un sistema tan trágico como para que no existiera la risa?” El no entendió, pero le manifesté: “Es una pena no reírse en cualquier parte del mundo”. Nosotros teníamos que tratar de hacer el humor del socialismo y lo logramos bastante.

El humor no responde a un plan de trabajo, eso es absurdo. Siempre será una ayuda al hombre en general para que sea mejor, que eduque y sirva para denunciar lo mal hecho, así como conservar principios humanistas, porque cuando se hace agrediendo es un arma poderosa y peligrosa.

Los humoristas cubanos hemos transitado por el sendero inexplorado del socialismo en el continente latinoamericano. Eso nos permitió, al tiempo que buscábamos las influencias, encontrar vías propias, independientes. El bloqueo de los Estados Unidos, que nos impedía informarnos más del acontencer de la caricatura mundial, nos ayudó a no copiar modelos ni esquemas de otros países.

El ejercicio de la crítica en la Revolución nos posibilitó una concepción más profunda de hacer humor, de encontrar un enfoque y una salida a los problemas.

MANUEL EN TRES ANECDOTAS, CONTADAS EN EL LIBRO

I

Una vez, alguien preguntó que si nos pagaban por dibujar caricaturas y le dijimos que no, que en la mañana barríamos el periódico y por la tarde vendíamos el Juventud Rebelde en la puerta. Me provocó risa aquella pregunta.

II

Una vez Hanel y yo nos pusimos de acuerdo para demostrar que las recepcionistas eran automáticas. Al carnet del DDT, le puso una foto de Adolfo Hitler y cuando nos tocaba el turno de pasar Hanel lo mostraba y decía Gestapo, y la recepcionista no se daba cuenta de nada, y nosotros atacados de la risa. Así estuvimos meses hasta que nos cansamos.

III

Un día concebí un chiste sobre un esqueleto humano medio desenterrado en el cementerio y en la caricatura aparece un hombre que comentaba que parecía que no le dieron propina al enterrador, porque al muerto no lo habían enterrado bien. Llegó a la redacción de Juventud Rebelde una comisión como de veinte enterradores de los cementerios de los municipios de La Habana, a reclamarme por ese chiste, y les dije: “No tiene nada que ver con ustedes, eso es solo un chiste”. Me explicaron que ellos habían tenido problemas y comprendí que en el fondo había un negocio en los entierros. Era más gracioso la visita de los veinte enterradores que el propio chiste.

Cubaperiodistas
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