Argentina: centrales sindicales destacaron el alto acatamiento del primer paro general y para el gobierno “fue innecesario»
CGT calificó de «contundente» el paro y pidió al Gobierno que «tome dimensión» de la protesta
Los integrantes del triunvirato que conduce la CGT, Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, consideraron que el paro general tuvo un nivel de adhesión «contundente» al tiempo que reclamaron al Gobierno que «tome objetivamente la dimensión del reclamo de este día». El más enfático fue Schmid, quien pidió reconocer «no solo la contundencia de la medida, sino el nivel de organización y de disciplina y el alcance de este paro».
Aseguró que fue una «jornada ejemplar desde el punto de vista de la protesta que es un derecho constitucional», pero hizo hincapié en afirmar que «no está en el ánimo de la CGT que se termine el mandato de nadie» por anticipado.
«Sostenemos al Gobierno electo por la voluntad popular, pero eso no significa resignación ni aceptar la espantosa lentitud para encontrar soluciones», enfatizó. El secretario general de la estratégica Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) manifestó que «las mafias están en la especulación financiera» y agregó: los dirigentes de la CGT «no estamos promoviendo una fogata social».
«El paro llegó a todo el país, el Gobierno tendrá que tomar nota», precisó Schmid al señalar que una reunión con Macri «deberá empezar a gestionarse al concluir esta jornada».
Los jefes sindicales remarcaron que la CGT no alentó los cortes de ruta en distintos puntos del país, pero repudiaron que se haya desalojado por la fuerza a los manifestantes de sectores de izquierda en la autopista Panamericana. Daer, además, celebró el fallo de la Justicia que ordenó al gobierno convocar a una paritaria nacional para discutir el salario docente.
También agradeció «a esos comerciantes, pequeños y medianos empresarios, el acompañamiento no sólo en la jornada de protesta, sino en los reclamos». Señaló que «en vastas regiones de nuestro país, la CGT transformó el paro en una jornada solidaria en favor de los numerosos compañeros que se encuentran complicados por las contingencias climáticas».
Más temprano, la CGT ya había calificado a la medida de «contundente» y había minimizado los efectos de los piquetes en los accesos a la Capital Federal al tiempo que negaron que este tipo de medidas ahuyenten inversiones. Fue en una jornada en la que Gendarmería aplicó protocolo antipiquete y hubo 6 detenidos.
«La primera evaluación desde el inicio del paro a las cero horas es que ha sido una medida contundente en todo el país», aseguró el secretario de Prensa de la central obrera, Jorge Sola, durante una conferencia en el histórico edificio de la calle Azopardo. Escoltado por el líder de los canillitas Omar Plaini, y el cacique camionero, Pablo Moyano, Sola informó el vocero cegetista exhortó a las autoridades nacionales a reabrir la mesa de diálogo.
Mientras los popes sindicales brindaban el primer análisis de la huelga, Macri disertó en el Mini Davos porteño ante 1.200 empresarios nacionales y extranjeros. En ese marco, ámbito.com consultó a los líderes gremiales sobre los funcionarios nacionales que dijeron que estas medidas de fuerza «ahuyentan» las inversiones. «Lo que ahuyentan son las políticas del Gobierno contra los trabajadores: la baja de la productividad, del salario, los despidos, la apertura indiscriminada de las importaciones, que destruyen a las pequeñas y medianas empresas», respondió Moyano.
El primer paro nacional contra el Gobierno de Mauricio Macri se sintió con fuerza en todo el país por la adhesión monolítica de los gremios de la CGT y las CTA y la influencia de piquetes y falta de transporte.
La huelga paralizó a la Argentina, lo que generaría pérdidas por 15.000 millones de pesos según estimaciones oficiales, al no funcionar ómnibus urbanos, de corta, media ni de larga distancia, de igual modo que trenes, subtes en la Capital Federal ni servicios aéreos nacionales e internacionales.
Las dos CTA anunciaron un «90 % de acatamiento al paro»
Las dos CTA anunciaron ayer, en horas del mediodía, que el acatamiento al paro fue superior al 90 %, lo consideraron “histórico” y criticaron la “agresividad” del Gobierno hacia la medida de fuerza.
“Es una jornada histórica, el paro es prácticamente total, supera el 90 % en el país”, indicó el secretario de la CTA, Hugo Yasky, quien consideró que la movida es una “expresión de unidad y solidaridad de las tres centrales en rechazo de las políticas de ajuste de Mauricio Macri”.
“Según el informe que recibimos de las 24 provincias, el acatamiento es altísimo”, agregó el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, quien criticó la postura del gobierno de Mauricio Macri.
“En mi historia de dirigente social en este paro he notado la mayor agresividad hacia una medida de fuerza. Se ha desatado un ataque brutal a la dirigencia sindical argentina, explicando que no había motivo para hacerlo y las redes sociales han sido un campo de batalla. Esto marca que en Argentina atravesamos una profunda grieta y el Gobierno no ayuda”, aseguró.
“Que el Gobierno no se deje llevar por el discurso de los que piden mano dura”, pidió Yasky.
Si bien aclararon que ellos no convocaron los piquetes que se realizaron en la ciudad, repudiaron la represión por parte de efectivos policiales.
Respecto a la idea de mafias sindicales, los dirigentes plantearon que ellos son respetuosos de la democracia pero que no creen “que haber ganado las elecciones sea un cheque en blanco para hacer lo que quieren”.
En la conferencia de prensa también estuvo presente el secretario general de Suteba, Roberto Baradel: “El país le dio, mayoritariamente, un claro mensaje al gobierno: que no quiere pagar las consecuencias de las políticas que benefician a los sectores ricos del país”, aseguró.
Respecto a la decisión de la Justicia, que falló a favor de los docentes para abrir paritarias nacionales, Baradel exclamó: “Esto pone blanco sobre negro. Si el propio Presidente hubiera cumplido con la ley, no hubiera habido conflicto docente. Queda claro que teníamos razón y que es un reclamo justo. Que valoren y respeten a los docentes”.
Para el Gobierno el «paro fue innecesario» y tuvo «poco acatamiento»
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, brindó una conferencia de prensa este jueves en la que calificó al paro nacional de la CGT de «innecesario». «Hoy lamentablemente no pudimos seguir trabajando como pasó la semana pasada que hemos recibido a los gremios de la construcción y el calzado; o el miércoles que el Presidente recibió al sector automotriz y mecánicos», explicó el funcionario.
«El paro a nuestro entender fue innecesario. Nosotros entendemos que en la Argentina hay necesidades pero el diálogo siegue siendo nuestra prioridad para ir resolviendo los problemas sector por sector. Los gremios deberían pensar en conjunto con el gobierno como ir incorporando a los millones de argentinos que están fuera del mercado de trabajo. Esa es la tarea a la que nos tenemos que convocar. Entendemos que ha habido diferencias de diagnóstico», señaló.
«La primera parte del año pasado hemos tenido etapas arduas, pero ahora estamos recuperándonos en diversos sectores y por lo tanto el paro nos parece que cae a destiempo», agregó. En cuanto al grado de acatamiento del paro, explicó: «En aquellos lugares donde el trasporte público fue afectado, el paro fue grande, pero en otros sectores donde la gente pudo llegar a sus trabajos el acatamiento fue disímil».
«Nosotros vamos a convocar a los dirigentes que tengan la vocación de diálogo. Hay mucha gente que sigue sosteniendo la voluntad de Cambio y creemos que además estamos sentando las bases para un cambio que va a llevar décadas y eso es también lo que están viendo los empresarios que están hoy en el Foro Económico Mundial», expresó.
«Tenemos que parar de mentirnos, tenemos que parar de extorsionarnos, tenemos que tomar caminos que nos lleven al futuro», concluyó Triaca.
La vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, hizo referencia también al paro nacional llevado adelante por la CGT. En este sentido, declaró que «algunos dirigentes sindicales siguen eligiendo meterse en la pelea electoral y hacer política de la que no ayuda a nadie, en lugar de defender a sus trabajadores».
Michetti insistió con la necesidad de ir «por el camino del diálogo» y reiteró que el Gobierno nacional «tiene permanentemente las puertas abiertas para dialogar con todos».
«El paro es una medida extrema para tomar en momentos de fuerte autoritarismo y cuando los gobiernos no trabajan, no se esfuerzan y no se comprometen con el país. Estamos en un momento de apertura al diálogo, ya hemos conseguido acuerdos productivos en varias áreas, donde el empresariado, los sindicatos y el Gobierno hacen cada uno su propio esfuerzo para poder sacar adelante juntos el trabajo en ese sector», sostuvo.
Michetti se preguntó «¿por qué no seguimos dialogando hasta el momento en el que encontremos ese acuerdo en cada uno de los sectores que faltan?», y reiteró que en situaciones como las de hoy «parece que algunos dirigentes sindicales siguen eligiendo meterse en la pelea electoral en lugar de defender a sus trabajadores».
La vicepresidente consideró también que «es momento de trabajar, trabajar y seguir trabajando» ya que la Argentina está «frente a una oportunidad especial que debe servirnos para convertir a nuestro país en tierra fértil para todo aquel que quiera emprender e invertir» y «hay que apostar a la cultura de nuestros abuelos y bisabuelos inmigrantes y con esa inspiración miremos al futuro».
«El Gobierno abre permanentemente sus puertas para dialogar con todos y si cada uno pone lo mejor de sí mismo y no viene a sacar o quitar sino a agregar, es claro que nuestro país dará un salto de calidad cuantitativo y cualitativo. Nuestra gente en situación de pobreza no merece que hoy se hayan perdido 15 mil millones de pesos porque el país tenía un paro de transporte que le impidió a la gente ir a trabajar», añadió.
En tanto, el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, caracterizó la medida de fuerza convocada por la CGT como «un paro sindical muy focalizado en el transporte y en las grandes ciudades», que «la inmensa mayoría de los argentinos rechaza» así como también «cualquier método violento y extorsivo que quieren imponer unos pocos sobre el conjunto».
Peña sostuvo que se trató de «un paro sindical muy focalizado en el transporte y en las grandes ciudades, particularmente en el área metropolitana, porque al no haber transporte público la enorme mayoría de los trabajadores que hubieran podido ir a trabajar no pudo hacerlo, combinado esto con algunos cortes y algunas acciones intimidatorias que se hicieron públicas».
Por esa razón, «sentimos que claramente no ha sido una expresión mayoritaria de los trabajadores ni de los argentinos», afirmó el funcionario al responder preguntas durante un panel en el marco del Foro Económico Mundial en Latinoamérica, que se desarrolla en el Hotel Hilton de esta capital.
Para Peña, «la mayoría de los argentinos, en esta época de cambio y entusiasmo que arrancó hace tan sólo 16 meses, plantea una agenda de esfuerzo, pero sobre todo de mirar hacia adelante, unirnos y trabajar todos los días para ir mejorando e ir saliendo de la transición económica en la que estamos», señaló.
A su turno, el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, señaló sobre el paro que el Gobierno Nacional «siempre mantuvo el diálogo» y que un paro es «la última instancia, es el derecho que tienen los trabajadores cuando se rompió el diálogo, y no es este el caso».
Además, aseguró que en el interior del país, la medida «se sintió poco, no tuvo un alto acatamiento. En algunos lugares fue muy disímil el nivel de adhesión entre el sector público y el privado».
«En donde se podía ir al trabajo sin necesidad de contar con transporte público, la gente en general fue a trabajar. Donde, sobre todo por las distancias, el transporte público es indispensable, y donde hubo piquetes que cortaban accesos o arterias fundamentales, el paro se sintió», expresó el ministro.
«Entendemos, comprendemos y sufrimos la situación de muchos argentinos que la siguen pasando mal», remarcó Frigerio e indicó que «la Argentina se está poniendo con mucho esfuerzo de pie», pero subrayó que «es un país desparejo donde hay sectores que avanzan más rápido y sectores a los que les cuesta más, desde el punto de vista de los sectores de la producción y también desde el punto de vista social».
Por su parte, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, brindó una conferencia de prensa este jueves en la que calificó al paro nacional de la CGT de «innecesario». «Hoy lamentablemente no pudimos seguir trabajando como pasó la semana pasada que hemos recibido a los gremios de la construcción y el calzado; o el miércoles que el Presidente recibió al sector automotriz y mecánicos», explicó el funcionario.
«El paro a nuestro entender fue innecesario. Nosotros entendemos que en la Argentina hay necesidades pero el diálogo siegue siendo nuestra prioridad para ir resolviendo los problemas sector por sector. Los gremios deberían pensar en conjunto con el gobierno como ir incorporando a los millones de argentinos que están fuera del mercado de trabajo. Esa es la tarea a la que nos tenemos que convocar. Entendemos que ha habido diferencias de diagnóstico», señaló.
«La primera parte del año pasado hemos tenido etapas arduas, pero ahora estamos recuperándonos en diversos sectores y por lo tanto el paro nos parece que cae a destiempo», agregó. En cuanto al grado de acatamiento del paro, explicó: «En aquellos lugares donde el trasporte público fue afectado, el paro fue grande, pero en otros sectores donde la gente pudo llegar a sus trabajos el acatamiento fue disímil».
«Nosotros vamos a convocar a los dirigentes que tengan la vocación de diálogo. Hay mucha gente que sigue sosteniendo la voluntad de Cambio y creemos que además estamos sentando las bases para un cambio que va a llevar décadas y eso es también lo que están viendo los empresarios que están hoy en el Foro Económico Mundial», expresó.
«Tenemos que parar de mentirnos, tenemos que parar de extorsionarnos, tenemos que tomar caminos que nos lleven al futuro», concluyó Triaca.
A su vez, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, advirtió que «si alguien está en contra de una política que quiere dejar atrás la mentira, la inflación empobrecedora y la corrupción lo que tiene que hacer es ganar las elecciones y no atacar a la producción con paros y piquetes».
Pinedo cuestionó así el paro nacional que llevó acabo ayer la CGT contra la administración de Mauricio Macri y consideró que «es una verdadera lástima hacer política a un costo de miles de millones que se le quitan a la Argentina».
«Para hacer política están las elecciones», dijo a Télam el senador nacional de Cambiemos, y enfatizó: «La solución para los problemas que atraviesa el país se debe buscar en el trabajo y no en el paro».
Por último, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne salió a reprochar la medida y le atribuyó «motivaciones electorales», al asegurar que «no le hace bien al país» en momentos en que la economía argentina «ya arrancó».
«La economía argentina ya arrancó. De eso no hay dudas. Desde agosto, el empleo privado viene creciendo de manera sostenida todos los meses», señaló Dujovne al publicar un mensaje en su cuenta de Facebook.
El ministro enumeró destacó el lanzamiento de créditos hipotecarios a treinta años «para que todos los argentinos puedan cumplir el sueño de su vivienda propia»; el blanqueo «récord a nivel mundial, que permitirá pagarles a más de dos millones de jubilados la reparación que tanto merecían y esperaban»; y las inversiones de «18 mil millones de pesos en obras públicas» en el primer bimestre de 2017.
«Estamos transformando 2.800 kilómetros de rutas en autopistas, modernizando diecinueve aeropuertos. Le estamos llevando agua potable a más de 8 millones de personas. Y estamos construyendo más de 78 mil viviendas. Estamos haciendo lo que hay que hacer», agregó el ministro.
Sin embargo, señaló Dujovne, «el paro de hoy nos va a costar a todos los argentinos cerca de 15 mil millones de pesos» y amplió: «No lo pierde el Gobierno de Mauricio Macri; lo perdemos todos los argentinos».
Indicó que «desde el primer día» la prioridad del Gobierno «ha sido el diálogo» y sostuvo que los líderes sindicales «durante todo el año pasado» apoyaron a la nueva administración «porque entendieron que si no se tomaban las medidas que se tomaron, el país iba hacia una nueva crisis profunda».
«Por eso, hoy, -prosiguió- con una economía que se está poniendo pie, no entendemos las motivaciones de este paro. O mejor dicho, nos da pena concluir que lo que hay detrás del paro son motivaciones electorales».
En esa línea, profundizó: «Nos apena también que los líderes sindicales más razonables estén siendo arrastrados por algunas fuerzas políticas de la oposición: esos mismos políticos que tanto daño le han hecho al país y que hoy lo único que desean es que a la Argentina le vaya mal, para que al Gobierno le vaya mal, porque muchos de ellos se están jugando ni más ni menos que su libertad».
«Por nuestra parte, mañana, cuando el paro haya terminado, volveremos a sentarnos en una misma mesa a dialogar y a trabajar junto a todos aquellos que de verdad desean que a los argentinos nos vaya bien. Esa es la única manera de que nuestro país crezca. No durante un año ni durante dos, sino durante veinte años, de manera sostenida. Juntos, estamos construyendo el país de nuestros hijos», concluyó el jefe de la cartera de Hacienda.
Bullrich cumplió su amenaza de reprimir
Como venía amenazando, el Gobierno ayer se mostró mucho más duro frente a las protestas. Por orden de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, efectivos de la Gendarmería reprimieron a manifestantes de izquierda que por la mañana cortaron la Panamericana, a la altura de la ruta 197, con camiones hidrantes y gas pimienta. Como saldo de esa acción quedaron cuatro personas heridas y hubo seis detenidos. Según dejó trascender Presidencia, Mauricio Macri felicitó a Bullrich.
“Se les ha advertido a los manifestantes que queremos que liberen la Panamericana, que dejen circular a la gente, y ahora se pone en marcha el protocolo de la Gendarmería y, si no responden, actuarán. Actuar significa desalojar para que la gente pueda trasladarse no solo por las vías laterales sino por la vía central”, advirtió Bullrich. La orden de desalojar la Panamericana fue impartida por la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, la ex mujer del fiscal Alberto Nisman. A las 8, la Gendarmería activó el protocolo. Los efectivos hicieron un primer avance y quedaron cara a cara con los manifestantes. En ese momento se registraron forcejeos y empujones, en medio de gritos contra la Gendarmería y el Gobierno. Como consecuencia de ese primer movimiento, fue despejado un carril en la mano con dirección hacia Buenos Aires, donde estaba la mayoría de los manifestantes. Con el correr de los minutos el carril en sentido norte quedó totalmente liberado.
Al rato llegó el subsecretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, quien ratificó la intención del Gobierno de no tolerar los cortes. Dijo que la expectativa era que, de a poco, los manifestantes, a quienes Gendarmería tenía acorralados contra el guardrail, fueran dejando libre el resto de los carriles. Pero poco después el acceso volvió a estar cortado, por lo que la Gendarmería inició la represión para lo que utilizaron carros y gases. Se produjeron corridas, enfrentamientos y detenciones. La tensión se trasladó a la colectora.
Desde temprano, los gendarmes se había ocupado de fotografiar las patentes de los autos que participaron del piquete, lo mismo que a sus ocupantes, antes de dejarlos retomar la circulación. El secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, había advertido que se filmaba todo “para judicializarlo” ya que se acusa a los manifestantes de impedir la libre circulación.
“Los efectivos de gendarmería rompieron vidrios de autos estacionados y golpearon sobre un cordón de mujeres. Hay detenciones”, denunciaron desde la prensa del Partido Obrero. Una maestra de San Martín, que se identificó como Sofía, dijo que fue detenida con una colega y otro hombre, a bordo de un Volkswagen Gol de color negro, del que no podían salir ya que el auto quedó secuestrado. En un video que emitían los noticieros, se podía apreciar cómo un gendarme golpeaba en la cara al conductor del vehículo.
Pero el de la Panamericana no fue el único piquete. Los cortes organizados por agrupaciones y sectores sindicales de izquierda comenzaron poco después de las seis de la mañana. A los puntos iniciales de corte se sumaron otros.
En el Puente Pueyrredón también se montó un fuerte operativo de seguridad. Los manifestantes bloquearon el ingreso desde la avenida Mitre, pero no así desde la avenida Hipólito Yrigoyen. Efectivos de Prefectura montaron un cordón para impedir que avanzaran sobre el puente intención era avanzar.
En la mayoría de los casos, ante la fuerte presencia de efectivos de fuerza de seguridad los manifestantes optaron por liberar carriles para permitir aunque se mínimamente el paso de vehículos y adelantar los actos previstos en los piquetes. Luego las agrupaciones de la izquierda se juntaron en una manifestación en el Obelisco y repudiaron los hechos de violencia.
Macri: «Qué bueno que estemos todos acá trabajando»
El presidente Mauricio Macri se refirió al paro nacional convocado ayer por los gremios con una frase al menos provocativa. «Qué bueno que estemos todos acá trabajando», aseguró durante la inauguración del Mini Davos que tiene lugar en el Hotel Hilton de la Ciudad de Buenos Aires.
Durante el evento, organizado por una fundación suiza y en el que están inscriptos economistas y empresario, el mandatario envió un nuevo mensaje para la llegada de inversores y afirmó que desde el Gobierno se hicieron ya los «cambios» y el país «empezó a crecer».