De cara al paro del 8M, escritoras y periodistas analizan los desafíos del movimiento de mujeres
Luciana Peker, Mercedes D´Alessandro, Liliana Hendel y Stella Calloni son autoras de libros en los que se abordan las creencias, el lenguaje y las prácticas en diferentes ámbitos desde la perspectiva de género y, frente al paro internacional del 8 de marzo próximo, coinciden en señalar el crecimiento del movimiento de mujeres en nuestro país y en definirlo como heterogéneo, múltiple e intergeneracional.
«Es importante que haya convergencia internacional para una medida de fuerza en un contexto de fuerte retroceso, con el Estado Islámico con modelos de presión equivalentes a la Edad Media, con Rusia despenalizando la violencia de género en los hogares y diciendo que el Estado no se tiene que meter en las familias, con los Estados Unidos sacando subsidios internacionales a países que apoyan el aborto legal», expresó Peker, autora del reciente libro «La Revolución de las Mujeres».
Mercedes D’Alessandro es doctora en economía, autora de «Economía feminista. Cómo construir una sociedad igualitaria (sin perder el glamour)» y vive en Nueva York, desde donde aseveró que «el #8M es un gran punto de partida para seguir trabajando en una transformación. Un nuevo actor político aparece en el tablero mundial».
D’ Alessandro señaló que se dio «el lujo» de participar de actividades en dos países: «En la Argentina, donde aprendí muchísimo leyendo a mis colegas. Y en los Estados Unidos en donde por primera vez me reuní con activistas y me enfrenté a otra realidad, un país en donde hacer un paro es ilegal y donde la cuestión racial tiene mucho más peso que la violencia de género, por ejemplo».
Más allá de la expectativa que demuestran en relación al paro del 8M, Hendel cree que «hay que tener la capacidad y la inteligencia de organizar los efectos de estas acciones» y deseó «que los medios de comunicación estén a la altura de las circunstancias».
Stella Calloni, autora de «Mujeres de Fuego», libro en el que se dan a conocer sus entrevistas a mujeres referentes de la política y la cultura como Rigoberta Menchú, Olga Orozco o Danielle Mitterrand, aseguró que si en la Argentina las consignas promovidas por el movimiento de mujeres han generado masivas movilizaciones se debe a que «la lucha contra los femicidios es más que un movimiento feminista».
La periodista y escritora sostiene que «en los últimos años hubo una generación que ha crecido teniendo acceso a nuevos derechos y que hoy se moviliza por las consignas del Ni una Menos porque hay una interpelación que genera disponibilidad para defender esos derechos adquiridos, y la mujer vuelve a ser protagonista como lo fueron las Madres en la lucha por los derechos humanos».
Peker advierte que en nuestro país hubo «una revolución legislativa» desde «la llegada de la democracia en el 83, y a partir del cupo femenino en los 90, con un 30 por ciento de mujeres en el Congreso, que ha sido una transformación, más allá de que no alcanza con que sean mujeres sino que tienen que tener una mirada de género».
Cuando habla de «revolución legislativa», la periodista y escritora hace referencia a «la ley de cupo, la ley que con la democracia deroga la patria potestad solo para los varones, la ley de divorcio y la de anticoncepción gratuita, que sigue con la ley de ligadura de trompas y vasectomía, la de fertilización asistida, la de género, la ley de salud sexual integral, la ley contra la trata, la que otorga derecho a las trabajadoras de casas particulares, todas leyes transformadoras de la vida y de los derechos de las mujeres».
A su vez, la periodista y psicóloga Liliana Hendel, que acaba de publicar «Violencias de género. Las mentiras del patriarcado», asegura que «el movimiento de mujeres en la Argentina y en el mundo es múltiple e intergeneracional», y expresa que la emociona «la cantidad de gente que se suma al movimiento e incorporan acciones como el paro, que es una decisión de las mas jóvenes».
En la misma línea Peker define como «impactante» el crecimiento y reflexiona: «El Ni una menos no nació de un repollo sino que tiene una gran historia, la columna vertebral son los Encuentros de Mujeres con 31 años, ya que nacieron en el Centro Cultural San Martín en 1986 y son encuentros horizontales, autónomos e independientes. Hoy eso fue revitalizado por las más jóvenes, por el movimiento transexual, las lesbianas, las trans, como así también por las redes sociales».
Para Hendel, que se define como «orgullosa integrante» de la Red de Periodistas con Visión de Género de las Américas, en la Argentina y en el mundo ese espacio comparte «una agenda común en la que el aborto legal, seguro y gratuito ocupa un lugar prioritario, así como también la lucha por una menor brecha salarial, menos desempleo e informalidad».
«El movimiento de mujeres en la Argentina está cambiando. Empezó con una fuerte reacción ante la violencia de género y los femicidios como caso más extremo y #NiUnaMenos es una bandera que une y moviliza, que ha logrado poner en la agenda de debate público una cuestión olvidada», explica D’Alessandro.
«Creo que hoy este movimiento está tornándose en algo distinto, que tiene demandas políticas y económicas concretas. Para mí es algo muy positivo y que sin dudas va a generar muchísimas discusiones. Es momento de que la sociedad nos escuche», enfatiza.
Para Peker «hay diferencias culturales, de deseos, de posibilidades y el desafío es bregar por cambios que beneficien no solo la vida de las mujeres con mayor poder adquisitivo sino también la de quienes tienen menores ingresos, las jóvenes de sectores populares, porque las diferencias de clase y etarias hay que tenerlas en cuenta para empujar hacia arriba en especial a las que menos tienen».
La autora de «La Revolución de las Mujeres» afirma que «de nada sirve que haya mujeres en algunos lugares de poder si el desempleo femenino entre las jóvenes del conurbano bonaerense va a ser del 25 por ciento», y advierte que «una mujer de 28 años del Gran Buenos Aires tiene cinco veces menos de posibilidades de conseguir trabajo que un varón de 40 en la Ciudad de Buenos Aires, pero también que una mujer de 40 en la misma ciudad».
A la hora de pensar desafíos y deudas de ese movimiento, D’Alessandro afirma que «sin dudas es el aborto legal».
La investigadora y docente explica que «en la Argentina la tasa de embarazo adolescente es mayor al promedio latinoamericano: cada 5 minutos nace el bebé de una madre adolescente y cada tres horas de una menor de 15 años. En estas últimas se considera abuso sexual sin embargo, y a pesar de que en estos casos el aborto es legal, estas jóvenes tienen inconvenientes en poder abortar».