Argentina: indígenas reclaman por sitios ancestrales y mejoras en su situación social

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Tierras y mejoras en su situación social son reclamos históricos de los indígenas bonaerenses

Los años pasan, los gobiernos también, pero el reclamo indígena se sostiene. Lejos de las características que enseñan los manuales de historia, en la actualidad estos pueblos levantan las banderas de reclamos históricos que se repiten a lo largo de América latina: el problema de la tierra y mejoras en las condiciones sociales y económicas.

Uno de cada tres indígenas que vive en el país está asentado en suelo bonaerense. Según datos del último Censo, de los 955.032 que hay en Argentina y que conforman casi 370 mil hogares, 299.311 habitan en la provincia, y de ese total algo más de 112 mil están en localidades del interior. Aunque estos datos suelen ser una aproximación a la realidad, ya que existen muchas comunidades que no están inscriptas.

De acuerdo con datos oficiales, en la provincia hay 32 comunidades originarias registradas y otras 24 que están en trámite, pero las autoridades bonaerenses tienen en claro que son muchas más y esa cifra se llegaría a duplicar. De hecho, sólo en la localidad bonaerense de Los Toldos conviven siete comunidades del pueblo Mapuche. Éste último, junto con los Guaraní, Qom y Kolla integran el Consejo Indígena de Buenos Aires (CIBA) que se reúnen todos los meses para avanzar en las problemáticas de los pueblos.

«Estamos trabajando muy de cerca con ellos porque no existía una política indígena en la provincia. Hay un universo muy rico de comunidades, aunque no todas originarias de la provincia, que vienen reclamando por la tierra y mejores condiciones de vida», dijo el secretario de Derechos Humanos, Santiago Cantón.

Además, el funcionario destacó que el derecho internacional hoy en día reconoce que parte de las tierras que reclaman en muchos casos les pertenecen a ellos. «Fue reconocido en 2001 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y ha sido cumplido por algunos países. Entonces cualquier actividad sobre esas tierras, el Estado los debe consultar previamente a ellos porque son los dueños de la tierra. Ahí se ha encontrado una solución jurídica a un reclamo histórico que tiene 500 años», señaló.

Por su parte, la secretaria ejecutiva del Consejo Provincial de Asuntos Indígenas en la Secretaría de DD.HH., Mishkila Rojas, destacó que existe una deuda histórica que es el acceso a la tierra, pero que también trabajan en otras problemáticas como salud, ferias artesanales para incentivar la economía de estos pueblos y en el rol de la mujer indígena. «Hay una discriminación hacia estas comunidades y una invisibilidad de su identidad. Por eso trabajamos desde la Provincia en coordinación con Nación y municipios para superar estas cuestiones», señaló la funcionaria.

Asentamientos

Los mapuches, cuyo principal objetivo de sus pobladores es llegar a la universidad, están asentados principalmente en el oeste, centro y sur, en particular en localidades como Olavarría, Azul, Tandil, 25 de Mayo, Tapalqué, Bolívar, Bragado, Lincoln, Los Toldos, Junín, Trenque Lauquen, General Villegas, Bahía Blanca, Villarino y Patagones. Junto al pueblo mapuche, conviven otros de las regiones del noroeste y noreste de Argentina, que migran por distintos motivos. La mayoría logra asentarse en zonas urbanas y suburbanas que difieren bastante de sus lugares de origen, lo que les exige una cruda adaptación y les implica serios trastornos.

En ese sentido, se han asentado en especial en localidades como San Nicolás, Escobar, José C. Paz, Esteban Echeverría, Moreno, Quilmes, Florencio Varela, Berazategui, Almirante Brown, La Plata y la región. Se trata de los pueblos Qom, Kolla, Mocoví y Diaguita. Aunque también se pueden encontrar en la provincia integrantes de los Tehuelches-Gunun A Kuna, y en menor medida, Tonokoté, Aymara, Quichua, Huarpe y Ranquel.

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