México: marchan contra Trump en varias ciudades y también se escuchan reclamos a Peña Nieto

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Miles gritan contra Trump en la CdMx y otros 6 estados, donde el “¡Fuera Peña!” también se hace presente

Miles de mexicanos salieron este domingo a marchar en la Ciudad de México. Unos desde el Auditorio Nacional y otros desde el Hemiciclo a Juárez, para manifestar su rechazo a las políticas de Donald Trump y las del Presidente Enrique Peña Nieto, que han dejado medidas como el gasolinazo. Marchas similares se replicaron en Guadalajara, Monterrey, León, Morelia y Villahermosa, entre otras.

Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).– Miles de mexicanos salieron hoy a las calles de distintas ciudades del país para expresar su repudio al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus políticas contra México, en una muestra de unidad nacional que también incluyó críticas en contra del Gobierno de Enrique Peña Nieto.

En la capital del país, unas 20 mil personas participaron en dos marchas: #VibraMéxico y #MexicanosUnidos. La primera partió del Auditorio Nacional y la segunda del Hemiciclo a Juárez, ambas se encontraron en el Ángel de la Independencia.

El primer movimiento se define como “apartidista, pacífico y respetuoso los derechos de todos de exigir un buen gobierno y celebrar el orgullo de ser mexicano”.

Entre las más de setenta organizaciones que se han sumado a la iniciativa están Amnistía Internacional o la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El segundo movimiento salió también a las calles. Este grupo esta formado por 35 organizaciones civiles como Alto al Secuestro y ganadores del Premio Nacional de Derechos Humanos, como Enrique Morones o Juan Manuel Estrada Juárez.

“Yo creo que es una marcha plural, tan plural como la sociedad mexicana. Desde los que han pedido la renuncia del Presidente Trump o el Presidente Peña. Hasta aquellos que están conscientes de que hay que manifestar solidaridad con los migrantes en Estados Unidos”, dijo Eduardo Bohórquez, director de una de las organizaciones convocantes, Transparencia Mexicana.

“A México se le respeta”, “unidos somos invencibles” y “duro contra el muro”, fueron algunos de los mensajes puestos en pancartas visibles en las manifestaciones en Ciudad de México, plagadas de banderas mexicanas y en las que se escucharon cánticos espontáneos como el “Cielito lindo”, muestra de su talante pacífico.

Esta muestra de nacionalismo se dieron después de que Donald Trump, quien llegó a la Presidencial de los Estados Unidos el 20 de enero, continuara con un discurso hostil hacia México que caracterizó su campaña.

Las marchas no han dejado del lado la crítica al Presidente Enrique Peña Nieto.

Dentro de un contingente con banderines que dicen “fuera Peña”, Jorge Aguilar, un padre de familia, apuntó que la actual administración ha estado plagada de corrupción.

“Yo no sé qué haría si me ponen de contraparte a un loco como Trump. Lo que sí sé es que esta ha sido la administración más corrupta de la historia”, opinó.
Con los ánimos calmos la marcha Vibra México llegó al Ángel de la Independencia una hora antes de lo estipulado. En el sitio miles corearon: “Fuera Peña”.

En el monumento se montó un muro simbólico que entre una serie de menajes destaca: “No a la discriminación”.

Trump ha sido insistente en que construirá un muro en la frontera de más de 3 mil 100 kilómetros. El cual deberá ser pagado, según el magnate, por México.

Consignas de “fuera Trump” se difuminaron con las que piden la salida del Presidente Peña Nieto.

El Gobierno de la Ciudad de México hizo un despliegue de 3 mil elementos para salvaguardar la seguridad de los protestantes.

Desde la red social Twitter, un grupo de manifestantes contra Peña Nieto reportó que, a la altura del Auditorio Nacional, decenas de granaderos les impidieron incorporarse a la marca #VibraMéxico.

La organización Cencos mencionó que la marcha es contra dos gobiernos: el de Enrique Peña y el de Donald Trump “aunque lo negaron los detractores de la marcha y los que la quisieron dividir”.

En su cuenta de Twitter también denunció que la policía capitalina no dejaba pasar al camión del sonido que gritaba “Fuera Peña”.

Isabel Miranda de Wallace, una activista señalada de ser cercana al oficialismo por otros participantes en la actividad, fue expulsada por presentes que le demandaron a gritos su salida. Ante la situación y de forma inesperada, la activista que convocó la marcha de Mexicanos Unidos huyó en una carrera del Monumento del Ángel de la Independencia, mientras sus opositores la tildaban de asesina y corrupta.

El final de la actividad tenía previsto el canto del himno nacional. Y aunque el toque de una banda marcial dio paso a que algunos cantaran, el himno nacional se reprodujo innumerables veces, de forma focalizada, entre los distintos grupos presentes alrededor del monumento al Ángel.

Bohórquez previó que nuevas actividades ciudadanas tomarán auge este año. Y mencionó que ya desde el 2016 la ciudadanía se había involucrado en la política pública con la recolección de más de 600 mil firmas para aprobar el paquete de leyes 3 de 3, que finalmente formó parte del Sistema Nacional Anticorrupción.

Unas 10 mil personas también se manifestaron hoy en Guadalajara contra las políticas migratorias de Donald Trump, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado.

Los inconformes caminaron desde la glorieta Minerva, icono de la ciudad, hasta el centro histórico con pancartas contra el Presidente estadounidense.

“Don’t build the wall [‘No construyan el muro’]” y “Trump racista” fueron las consignas de los manifestantes, que en algunos momentos aprovecharon la marcha para protestar en contra del reciente aumento de los precios de los combustibles.

“Venimos unidos como pueblo, porque estamos hartos de tanta injusticia, de los gobernantes, de que cada sexenio llega un presidente y nos promete una cosa y toda la riqueza se la llevan los más poderosos”, declaró a la agencia Efe Santiago Gutiérrez, otro de los participantes.

Otras ciudades que se sumaron a la iniciativa #VibraMéxico fueron Villahermosa (Tabasco), Morelia (Michoacán), Mérida (Yucatán), Monterrey (Nuevo León) y Tijuana (Baja California).

Sin Embargo


Al grito ‘¡Puentes, no muros!’, en 17 estados marchan contra Trump

El grito unánime contra Donald Trump y el reclamo de «respeto» unieron en la capital y otras 17 ciudades de México a decenas de miles de personas que lanzaron consignas por la unidad y derribaron simbólicamente el muro que el presidente de EU pretende construir a lo largo de la frontera común.

Las marchas, organizadas por asociaciones civiles agrupadas con el emblema #VibraMéxico, inundaron las calles de forma «apartidista y pacífica», como indicó la convocatoria, para exhibir el orgullo patriótico y que se respeten los derechos de los inmigrantes ilegales mexicanos en Estados Unidos, que Trump quiere deportar.

La manifestación más multitudinaria fue la que acogió la Ciudad de México, con una asistencia de unas 20,000 personas, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina.

El objetivo de la protesta, que partió desde el Auditorio Nacional a las 12:00 hora local (18:00 GMT), es «mandar un mensaje al presidente de Estados Unidos», dijo a Efe una de las asistentes, Gabriela Torres.

El mensaje «de que estamos enojados, que nos ha insultado, que es un abusivo, que no respeta», detalló.

Como ella, muchos participantes mostraron su disconformidad con las políticas del republicano, al que tildaron de «narcisista y psicópata» e identificaron con el Anticristo y Hitler.

Las pancartas, escritas en inglés y en español, recogieron lemas como «Puentes, no muros», «Los trabajadores mexicanos han ayudado a construir EU» o «Make Mexico great again» («Hagamos México grande otra vez»), este último imitando el conocido lema de la campaña electoral de Trump.

A pesar de que la manifestación no fue convocada para protestar contra el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto -aunque sí para «exigir el buen Gobierno»-, se pudieron ver numerosos carteles que ponían en el punto de mira la situación política nacional con frases como «El problema más grande de México es la corrupción» o «Con muro o sin muro, nos están robando en casa».

Coreando consignas como «¡Fuera Trump!» o «¡México, México!», los asistentes llegaron, aproximadamente una hora después del arranque de la protesta, al Ángel de la Independencia, en el neurálgico Paseo de la Reforma, donde cantaron el himno nacional con la compañía de una banda de música.

A los pies del monumento, un grupo de personas con camisetas de colores desmontaron poco a poco, de manera simbólica, un muro construido con cajas de cartón a modo de ladrillos que tenían escritas palabras como «racismo», «homofobia», «discriminación», «miedo», «intolerancia» y «exclusión».

María Elena Morera, directora de la organización Causa en Común -una de las convocantes-, se mostró «feliz» por la respuesta masiva, y porque la gente saliera «para defender los derechos de todas las personas».

Nunca habíamos recibido una amenaza del exterior tan fuerte», aseveró la activista.

Por otra parte, Alejandro Martí, presidente de la asociación civil México S.O.S. y padre de un joven secuestrado y asesinado, instó a sus compatriotas a trabajar, también con el Gobierno, para «políticas públicas internas, mejorar nuestras instituciones, hacer un México más fuerte».

En cuanto a los reclamos contra Peña Nieto, consideró: «Este no es momento de desunirnos, por más que tengamos problemas, los trapos sucios se lavan en casa».

No es momento de estar viendo el pasado, es momento de ver el futuro y mandar un mensaje que necesitamos de soberanía, fortaleza», coincidió el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue.

A la protesta de #VibraMéxico en la capital se sumó otra del movimiento «Mexicanos Unidos», cuyo recorrido tuvo el mismo punto final pero que contó con mucha menos asistencia.

Además, las marchas y concentraciones se repitieron en diferentes puntos de la geografía mexicana. La de Guadalajara, capital del occidental estado de Jalisco, congregó a 10,000 asistentes.

«Don’t build the wall» («No construyan el muro») y «Trump racista» fueron las consignas de los participantes, que por algunos momentos también aprovecharon para manifestarse en contra de la reciente alza de los precios de los combustibles en el país, dictada por Peña Nieto.

Villahermosa (Tabasco), Morelia (Michoacán), Mérida (Yucatán) y Monterrey (Nuevo León) y Tijuana (Baja California) fueron otras de las ciudades que se sumaron a la convocatoria.

Excelsior


A punta de tuits Trump defiende serie de deportaciones y redadas

“La represión contra criminales ilegales es sencillamente el cumplimiento de mi promesa de campaña. Miembros de bandas, traficantes de droga y otros están siendo deportados”, tuiteó este domingo el presidente estadunidense, Donald Trump, al defender recientes redadas y expulsiones de indocumentados.

Con este tuit, Trump parecía contradecir al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), que el sábado aseguró que se trata de operaciones rutinarias, en momentos en que Stephen Miller, funcionario de la Casa Blanca, lanzó un fuerte ataque contra un tribunal federal de apelaciones que bloqueó el decreto presidencial sobre inmigración, al calificar al fallo de usurpación judicial de poder.

Según el ICE, las noticias del aumento de puntos de control y de redadas son falsas, peligrosas e irresponsables, además de que generan pánico masivo y ponen a las comunidades y a los agentes de inmigración en un peligro inecesario.

Las autoridades migratorias detuvieron a más de 350 inmigrantes indocumentados esta semana en seis estados y muchos de ellos fueron deportados a sus países de origen, según la prensa estadunidense.

El presidente firmó el 25 de enero una orden ejecutiva para aumentar el número de agentes migratorios y las redadas de indocumentados, dando prioridad a los inmigrantes con antecedentes criminales y a los que suponen una amenaza para la seguridad nacional, pero también a los que cometieron faltas menores.

Trump prometió durante la campaña electoral que iba a deportar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven actualmente en Estados Unidos, la mayoría de origen latinoamericano.

Tras ganar las elecciones advirtió que deportaría de inmediato a unos dos o tres millones de indocumentados criminales o con antecedentes penales.

El ex presidente Barack Obama deportó en sus ocho años de gobierno a unos 2.8 millones de inmigrantes indocumentados, más que ningún otro presidente hasta ahora.

Stephen Miller, asesor de la Casa Blanca, declaró a Fox News Sunday que los poderes del presidente aquí están fuera de toda duda, tras criticar duramente la decisión de la corte de apelaciones del noveno circuito de Estados Unidos de bloquear el decreto migratorio.

El noveno circuito tiene una larga historia de revocaciones y extralimitaciones. No tenemos supremacía judicial en este país, sostuvo, y, luego de señalar que se tienen contempladas todas las opciones posibles, subrayó que el gobierno tiene la posibilidad de apelar ante la Suprema Corte, defenderse ante los tribunales o aprobar un nuevo decreto.

No hay duda sobre las prerrogativas del presidente, insistió el asesor, considerado el inspirador de las primeras medidas antimigración de Trump. El presidente tiene el poder de prohibir el ingreso al territorio (estadunidense) a algunas personas, señaló.

Trump mencionó el viernes la posibilidad de preparar un decreto totalmente nuevo y dijo que anunciará nuevas medidas el lunes o el martes.

El decreto prohibía el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana durante 90 días y de refugiados de cualquier origen durante 120 días. La disposición fue suspendida el 3 de febrero por el juez federal de Seattle James Robart, y su fallo confirmado el jueves pasado por la corte de apelaciones de San Francisco, que rechazó el argumento del gobierno según el cual la justicia no tiene derecho a controlar su política migratoria.

Trump escribió este domingo en Twitter que 72 por ciento de los refugiados que ingresaron a Estados Unidos entre el 3 y el 11 de febrero, durante el fallo del tribunal, provenían de los siete países incluidos en su decreto (Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen), dando a entender así que la decisión de la justicia ha abierto una brecha que aprovechan los ciudadanos de países que él considera una amenaza.

Grupos defensores de los inmigrantes afirman que el gobierno ha deportado a más personas como parte de una aplicación demasiado estricta de las leyes.

Al continuar la resistencia a las medidas antimigratorias de Trump, la Universidad Penn State calificó de profundamente ofensivos unos carteles aparecidos en el campus en los que se llama a la gente a reportar a inmigrantes sin autorización.

Parecen diseñados para provocar enojo, temor y odio, y la universidad los encuentra profundamente ofensivos, indicó el centro de estudios en un comunicado.

Las autoridades dijeron que los posters comenzaron a aparecer en las carteleras del campus principal del State College. El diario estudiantil The Daily Collegian indicó que imágenes de los carteles estuvieron circulando en las redes sociales durante la semana, y publicó uno de ellos en el que se lee: “Es tu deber cívico reportar a cualquier y todos los inmigrantes ilegales. Ellos han quebrantado la ley”.

Los afiches no están firmados, señaló Penn State en un comunicado.

La Asociación Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) reportó que como aparente resultado de la fuerte oposición a Trump dentro de Estados Unidos, experimentó un resurgimiento inusitado tanto en donaciones como en miembros nuevos.

Mientras lucha con el gobierno sobre el alcance de la autoridad constitucional de Trump, la organización casi centenaria refirió que su número de miembros ha crecido más de ciento por ciento desde las elecciones y que ahora tiene casi 1.2 millones.

La ACLU agregó que desde el 20 de enero ha recibido casi 80 millones de dólares en contribuciones en línea. Eso incluye una recaudación récord de 24 millones de dólares los dos días después de que Trump firmó el decreto contra ciudadanos de siete países con población musulmana. Precisó que la cifra de sus seguidores en Twitter se triplicó.

En tanto, el senador demócrata Al Franken, de Minnesota, dijo al programa State of the Union, de la cadena de televisión CNN, que unos cuantos de sus colegas republicanos han manifestado preocupación por la salud mental de Trump, misma que surge por la forma en que todos tenemos esta sospecha de que miente mucho; dice cosas que no son ciertas. Eso es lo mismo que mentir, supongo, añadió.

Franken citó la afirmación, sin bases, de Trump de que habría ganado el voto popular en la elección presidencial si entre 3 y 5 millones de inmigrantes que viven en el país sin autorización legal no hubieran votado por su adversaria demócrata, Hillary Clinton.

La Jornada

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