México: continúan las múltiples protestas contra el gasolinazo
En Chihuahua cientos de personas se manifestaron el sábado en contra del gasolinazo, mientras otros centenares hicieron lo propio ayer en Hidalgo, Morelos y Jalisco.
Alrededor de 250 dirigentes ciudadanos y organizaciones sociales tomaron la noche del sábado la caseta de peaje del municipio de Camargo, Chihuahua, donde acordaron realizar movilizaciones, entre ellas bloqueos a oficinas gubernamentales, para repudiar el alza en el precio de los combustibles, además que exigieron que se reduzca el costo de la revalidación vehicular en la entidad.
En Tulancingo, Hidalgo, casi cien opositores al gasolinazo tomaron ayer la caseta de cobro de la carretera federal México-Tuxpan, ubicada a la altura de la comunidad San Alejo, donde permitieron el paso de los automovilistas sin pagar peaje.
Unos cien transportistas realizaron una caravana en Cuernavaca, Morelos, que se inició alrededor de las 10:30 horas sobre el llamado Paso Exprés, desde la plaza Galerías Cuernavaca, y concluyó frente a las oficinas de Petróleos Mexicanos en el bulevar Cuauhnáhuac. Por la tarde también hubo una protesta en Puerto Vallarta, Jalisco.
Mientras, ayer cerró en Acapulco, Guerrero, una mesa de recepción de amparos contra el gasolinazo, instalada por abogados independientes, quienes recibieron 20 solicitudes en dicho puerto, e informaron que obtuvieron otras 10 en el municipio de Ometepec.
Bomba de tiempo
La arquidiócesis de México calificó de bomba de tiempo el nuevo gasolinazo que el gobierno federal hará efectivo la próxima semana, después de haberlo retrasado por dos semanas, y auguró que subir el precio de los combustibles traerá consecuencias político-electorales.
Criticó haber suspendido el gasolinazo de principios de febrero sólo por motivos electorales”, particularmente los comicios del estado de Mexico, y aseguró que una vez que éste se concrete será otra bomba a estallar en las manos.
En la editorial del semanario Desde la fe recordó las manifestaciones sociales que generó el primer gasolinazo, y advirtió que con el segundo ocurrirá lo mismo. Asimismo criticó las retóricas desafiantes esgrimidas por el gobierno para justificar el incremento.
Advirtió que “un eventual gasolinazo no sería aceptado”, porque lejos de haberse diluido, algunos sectores de la sociedad mantienen una resistencia activa para revertir la medida.