Daniel Ortega asume la presidencia por tercera vez consecutiva y promete diálogo
Ortega ratifica alianza con trabajadores y empresarios
Daniel Ortega fue juramentado ayer en la Plaza de la Revolución para un nuevo período presidencial de cinco años, y tras la imposición de la banda presidencial y recibir la bendición de parte del cardenal emérito Miguel Obando, promulgó un discurso de una hora y 20 minutos en el que prometió seguir ratificando una unidad nacional con todos los sectores del país.
“Ratificamos el compromiso de seguir trabajando en unidad con todas las fuerzas económicas, sociales y políticas de nuestro país. A seguir trabajando en unidad por el bienestar de nuestro pueblo, a seguir fortaleciendo esta gran alianza”, aseguró Ortega.
El gobernante resaltó la alianza tripartita entre el ejecutivo, sindicatos y empresa privada. Calificó la estabilidad como uno de los pilares de su administración.
Asimismo, el presidente Ortega afirmó que durante este nuevo período continuará con los programas sociales como hambre cero, usura cero, plan techo, así como otorgar créditos, viviendas y animales.
Añadió que bajo su mandato se han entregado títulos de propiedad en un área de 37,000 kilómetros cuadrados en el Caribe de Nicaragua, en zonas donde “no existe el concepto de propiedad privada, lo que hay es propiedad comunal”.
El mandatario nicaragüense se refirió al apagón nacional que ocurrió el lunes pasado por los fuertes vientos y destacó que desde el año 2007, cuando volvió al poder, se superaron los cortes de energía que sufría Nicaragua durante el período de Enrique Bolaños.
Recordó al fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez y afirmó que fue quien respaldó a su Gobierno para garantizar un búnker, con lo cual en Nicaragua se superaron los apagones.
Se opone a armamento nuclear
El presidente Ortega lanzó duras críticas a los países que poseen y desarrollan bombas atómicas al afirmar que son un obstáculo al desarrollo y una amenaza de destrucción para el planeta. “Lo ideal sería que esos países desmantelen el armamento atómico”, dijo.
Se pronunció sobre los Acuerdos de París en materia de medioambiente que fueron suscritos durante la convención del clima en París realizada en el año 2015 y reconoció que “fueron un paso muy importante, pero desgraciadamente los países que tiene la fuerza para determinar el cumplimiento de esos objetivos no asumieron el compromiso. Esperamos que avancemos en esa batalla para salvar nuestro planeta”.
Murillo: «Las mujeres hemos avanzado»
Después de realizar su juramentación como nueva vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, tomó el micrófono por disposición del presidente Daniel Ortega para dirigirse y agradecer a las mujeres y la juventud por el respaldo recibido.
“Las mujeres no están para tener un esparadrapo, de tal manera que ordeno a la compañera Rosario (Murillo) dirija unas palabras”, dijo Ortega. Seguidamente Murillo tomó la palabra.
«Quiero decirle a las mujeres que aquí vamos, vamos juntas… hemos avanzado, hemos crecido y tenemos el futuro por delante para crearlo juntas. Vamos prosperando poco a poco, paso a paso, caminando para derrotar la pobreza”, expresó Murillo en la Plaza de la Revolución.
La vicepresidenta juró cumplir con las funciones de su cargo «encomendándome a Dios».
Política de igualdad
El Gobierno de Daniel Ortega ha impulsado una ley que indica que en las elecciones a cargos públicos las listas de postulantes deben estar integradas por mujeres y hombres en partes iguales.
En la elección de la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional, realizada el pasado lunes, cinco de los sietes cargos directivos fueron otorgados a mujeres, tras una votación unánime entre los diputados.
Gustavo Porras, fue nombrado presidente del Parlamento, pero las tres vicepresidencias fueron para las diputadas Martiza Espinales y Gladdy Báez del FSLN y María Haydée Osuna del PLC.
La diputada Gloria Raquel Dixon fue electa como primera secretaria de la junta directiva , mientras que la segunda y tercera secretaría fueron para Wilfredo Navarro y Alejandro Mejía Ferreti, respectivamente.
El presidente Ortega se sentó de espalda a La Casa de los Pueblos, de frente al Palacio Nacional con la antigua catedral a su izquierda y con el mausoleo de Carlos Fonseca a su derecha.
La directiva en pleno de la Asamblea Nacional estuvo en el costado izquierdo del estrado.
Ortega llegó minutos después de las 5 de la tarde junto a Rosario Murillo, quien también asumió la vicepresidencia de la República.
Llegaron acompañados por el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, los mandatarios de Honduras y El Salvador, Orlando Hernández y Salvador Sánchez Cerén respectivamente. También subió con ellos la presidenta de Taiwán Tsai Ing-Wen y el presidente de Bolivia Evo Morales.
En el estrado estuvo el vicepresidente de Cuba.
Antes del Himno Nacional se presentaron bailes folclóricos, entre ellos el güegüense y a las 5 con 50 minutos inició la ceremonia oficial.
Gustavo Porras, presidente de la AN pidió a la primera secretaria de la junta directiva del parlamento, Raquel Dixon, que comprobará el quorum de la directiva del Poder Legislativo y así lo hizo.
Luego Porras tomó la promesa a Rosario Murillo, no sin antes haberse entonado el Himmo Nacional.
«Con el poder de Dios y encomendandome a Dios, lo prometo», dijo Murillo.
Segundos después Dixon leyó el acta que oficializa a Murillo como vicepresidenta.
Entonces Porras procedió a juramentar a Ortega: «Ante Dios, ante la patria, ante el pueblo y la familia, jura…» y Ortega respondió: «sí, así lo juro».
Porras colocó la banda presidencial a Ortega entre aplausos, por intervalos de segundos hubo un silencio roto por los emotivos temas intrumentalizados y vocalizados por los integrantes de la Camerata Bach.
También funcionó una pantalla gigante de TV la cual estuvo a la izquierda de los asistentes y Ramón Rodriguez, director del Teatro Nacional dirigió a la Camerata Bach que amenizó desde la 3: 30 de la tarde iniciando con temas de la Misa Campesina.
A las 5 de la tarde Otto de la Rocha se unió para interpretar uno de sus temas más conocidos, pero sin la tridicional guitarra.
Los invitados internacionales estuvieron sentados en las primeras filas de asientos instalados en la plaza, donde también estuvo Jose Adan Aguerri, presidente del Cosep y Roberto Sansón, quien preside a Amcham.
En el costado izquierdo de la tarima principal se acomodo parte del cuerpo diplomático acreditado en el país. Estuvo ahi la embajadora de los Estados Unidos Laura F. Dogu y la embajadora de Alemania Ute König.
Tambien estuvo Vladimir Kolokoltsev, ministro del interior de la Federación de Rusia y monseñor Kalanga, enviado especial del papa Francisco a esta ceremonia.
Gobierno con otra ambiciosa promesa: construir 120 mil casas en cinco años
El Gobierno de Nicaragua que acaba de iniciar pretende, en conjunto con la empresa privada, construir en los próximos cinco años casi 120 mil viviendas, lo que se traduciría en una ambiciosa meta tomando en cuenta que para construir menos de 100 mil casas bajo su administración ha requerido diez años.Según cifras del Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (Invur) entre el 2017 y 2021 se prevé la construcción a nivel nacional de 119,500 viviendas, de las cuales un poco más del 58 por ciento serán edificadas por el sector público.
El Gobierno prevé construir 69,500 casas en los próximos cinco años, mientras que a la empresa privada le correspondería 50,000.
Pero los números oficiales en cuanto a la construcción de casas en la última década reflejan que la nueva meta habitacional del Gobierno estaría sobreestimada.
Según cifras presentadas en el Congreso Internacional de Vivienda de Interés Social en octubre pasado, en el primer quinquenio de esta administración (2007-2011) en conjunto con la empresa privada impulsó la construcción de 38,708 viviendas. Luego, en el segundo periodo (2012 y 2016), la construcción de casas fue de 60,938, para un total de 99,646 casas en los diez años que Daniel Ortega lleva en la presidencia.Es decir que para cumplir las nuevas metas, el Gobierno requerirá duplicar esfuerzos en el próximo quinquenio para construir más del doble de casas que edificó en una década.Para lograr construir cerca de 100 mil viviendas en diez años el Gobierno ha tenido que desarrollar varios programas de subsidios y de incentivos para las empresas desarrolladoras, sostiene el Invur en su publicación disponible en su portal electrónico.Entre las políticas gubernamentales figuró entregar subsidios a la tasa de interés a créditos hipotecarios en casas con precios inferiores a 20 mil dólares —contemplado en la Ley de Vivienda Social, aprobada en 2009—, cuyo monto se elevó en 2016 a 32 mil dólares. Además se dio un bono por 2,000 dólares a la prima de una vivienda con precio igual o menor a 20 mil dólares.
Además de mantener estas políticas, el Invur plantea que para acelerar la construcción de viviendas se continuará “incentivando la construcción de vivienda de interés social con la exoneración de aranceles en materiales de construcción y otros trámites”.También “el Gobierno ha dispuesto a través de la banca fondos para que los créditos hipotecarios para viviendas de interés social sean más accesibles y con tasas de interés menores (Fidecomiso)”.Pero además se continuará promoviendo el derecho que tienen los trabajadores para solicitar el adelanto parcial o total de su finiquito laboral para completar el pago de la prima de una vivienda, para construirla o bien para mejorarla. Este incentivo ha sido poco utilizado, principalmente por trabajadores públicos, según ha admitido el asesor para Asuntos Económicos de la Presidencia, Bayardo Arce, en reiteradas ocasiones y quien ha culpado a los sindicatos por no promover el uso de ese derecho.LA PRENSA intentó ahondar sobre la viabilidad de estas proyecciones con la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua, pero sus directivos no respondieron a las reiteradas llamadas a sus celulares.
El sector anda bien
Pero para que el Gobierno alcance sus metas deberá lidiar primero con la drástica desaceleración que sufre la construcción privada en el sector residencial, que desde el último trimestre del 2015 no levanta cabeza.La última vez que el área de construcción de residencial creció fue en tercer trimestre (julio-septiembre) del 2015, cuando la tasa en Managua repuntó 14.6 por ciento y en el resto del país 30.6 por ciento.Desde entonces este sector sufre fuertes contracciones. El último reporte del Banco Central de Nicaragua indica que entre julio y septiembre del año pasado, el área efectiva construida de residencias se contrajo 17.6 por ciento a nivel nacional.Solo en Managua la construcción de áreas de construcción de viviendas se redujo en el periodo de referencia 27.9 por ciento y en el resto del país 1.7 por ciento.Sin embargo, en sus informes anteriores, el BCN aclara que solo las obras residenciales ejecutadas por urbanizadores han crecido, lo que reflejaría que el alcanzar la meta prevista no depende exclusivamente de los proyectos de empresas urbanizadoras.
Impacta al crédito
Es el sistema financiero nacional el que más se ha beneficiado de la construcción de casi 100 mil viviendas en el último decenio, según reflejan datos de la Superintendencia de Bancos y otras instituciones financieras (Siboif).Desde el 2008 hasta la fecha, la banca nacional casi ha duplicado el número de préstamos hipotecarios aprobados. Las cifras indican que en 2008, en total la banca tenía 11,606 créditos de ese tipo aprobados, pero hasta septiembre del año pasado este se había elevado a 19,247. Es decir que en los últimos nueve años, ha habido un aumento del 66 por ciento en esta cartera.En términos absolutos, hasta septiembre del año pasado la banca tenía 7,641 préstamos hipotecarios más que hace nueve años.
Esto ha ocasionado que el saldo de la cartera de crédito hipotecario también crezca significativamente, al pasar de 6,512 millones de córdobas a 18,189 millones de córdobas. Es decir que hasta septiembre del año pasado, la banca había desembolsado 11,677 millones de córdobas más que hace nueve años. Esto equivale a un crecimiento del 179 por ciento.En años anteriores, el Gobierno entregó a la banca fondos provenientes del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social para entregar préstamos hipotecarios con tasas subsidiadas a trabajadores cotizantes activos de ese instituto. Esto aseguró que las tasas se mantuvieran invariables durante los siguientes 10 años una vez contratado el préstamo.
Déficit abultado
En su momento la Cámara Nacional de la Construcción estimó que Nicaragua requería cerca de 70 años para resolver su déficit habitacional, que según cifras oficiales, hasta el 2007 ascendía 957 mil viviendas, de las cuales 347,691 necesitan ser construidas y otras 609,609 requerían mejoras en infraestructura.Según las estimaciones unas 15 mil familias se suman cada año a la demanda de vivienda por lo que el déficit se ensancha más rápido que lo que se construye.La Cámara estimó que cada año se requieren construir entre 15 y 25 mil viviendas para hacer frente al déficit habitacional.