Avanza la paz en Colombia: las FARC continúan su traslado a las zonas de desarme

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Traslado de las Farc hasta algunas zonas veredales tardará hasta el jueves

Por la distancia en la que se encuentran algunas zonas veredales, el traslado de las Farc hasta las mismas tardará hasta el jueves y no terminará este martes como estaba previsto en el plazo establecido por el presidente Juan Manuel Santos.

Así lo dieron a conocer este martes el Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, y el comandante del Comando Estratégico de Transición, general Javier Flórez, quienes aseguraron que en cuanto al traslado de los insurgentes se está cumpliendo con todo lo acordado entre el Gobierno y las Farc sin contratiempos.

El traslado que tardará hasta el jueves es el que realizan los miembros de las Farc que estarán concentrados en la zona veredal de La Pradera en Puerto Asís, Putumayo.

De acuerdo con el Alto Comisionado de Paz, se espera que este martes estén en la zonas veredales 4329 miembros de las Farc  y que mañana se complete el traslado de 2000 hombres restantes.

Se tiene garantizada el agua potable

Por su parte, el gerente de las zonas veredales, Carlos Córdoba, indicó que se está garantizando lo básico para los guerrilleros que llegan a las zonas, pese a que algunos se han quejado porque no ven las obras de infraestructura por parte del Gobierno.

“Tenemos garantizada agua potable, suficiente para el número de personas que llegan, servicios sanitarios, una cocina que incluye una estufa industrial de 50 a 100 carpas, que no es donde se quedarán a vivir –ellos construyen los alojamientos-, y 100 kits que incluyen frazada y colchoneta”, dijo.

Pero también dijo que se hará la construcción de habitaciones para mujeres en estado de embarazo y niños, lo que tomará uno o dos días, mientras las brigadas siguen con las construcciones.

Los niños

Frente a los menores de edad, el Alto Comisionado afirmó que los protocolos de la entregan se activarán con el ingreso total de las Farc a las zonas. Por ahora, mientras que ingresan ellos irán entregando el número de menores que hay en cada zona y así se irán adecuando los hogares administrados por Unicef para recibirlos.

Pero indicó: “Hay alguna información en ese sentido que nosotros preocupa y por eso es que hemos insistido tanto en que salgan los menores de los campamentos es para darles un tratamiento adecuado y evitar que como se suele decir, salgan por la puerta de atrás sin ningún tipo de acompañamiento profesional”.

El País


6300 miembros de las Farc llegarán a las zonas veredales

Antes de dar por terminado oficialmente la movilización de las Farc a las zonas veredales, el Gobierno en cabeza del alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, entregó un balance sobre los últimos movimientos que se han hecho.

“Al día de hoy habrán entrado 4329 hombres de las Farc a las zonas y esperamos que entre hoy y mañana se complete ese traslado de aproximadamente 2000 hombres restantes. Es decir, tenemos una cifra global de alrededor de unos 6300 hombres de las Farc”, dijo el Comisionado.

Los movimientos, que en total han sido 36, explicó el general Javier Flórez, se iniciaron desde el sábado y se terminarían este martes a la media noche y hasta el momento las Farc han cumplido con todos los protocolos. Además, dijo, todo se está monitoreando desde el puesto de mando unificado del Mecanismo de Monitoreo y Verificación.

Sin embargo, hay un desplazamiento que tomará más tiempo: “Ese desplazamiento va a durar entre dos días y medio y se van a desplazar 365 personas y se tiene un primer tramo de 325 kilómetros por vía fluvial y un tramo de 220 kilómetros por vía terrestre”.

Se tiene garantizada el agua potable

Por su parte, el gerente de las zonas veredales, Carlos Córdoba, indicó que se está garantizando lo básico para los guerrilleros que llegan a las zonas, pese a que algunos se han quejado porque no ven las obras de infraestructura por parte del Gobierno.

“Tenemos garantizada agua potable, suficiente para el número de personas que llegan, servicios sanitarios, una cocina que incluye una estufa industrial de 50 a 100 carpas, que no es donde se quedarán a vivir –ellos construyen los alojamientos-, y 100 kits que incluyen frazada y colchoneta”, dijo.

Pero también dijo que se hará la construcción de habitaciones para mujeres en estado de embarazo y niños, lo que tomará uno o dos días, mientras las brigadas siguen con las construcciones.

Los niños

Frente a los menores de edad, el Alto Comisionado afirmó que los protocolos de la entregan se activarán con el ingreso total de las Farc a las zonas. Por ahora, mientras que ingresan ellos irán entregando el número de menores que hay en cada zona y así se irán adecuando los hogares administrados por Unicef para recibirlos.

Pero indicó: “Hay alguna información en ese sentido que nosotros preocupa y por eso es que hemos insistido tanto en que salgan los menores de los campamentos es para darles un tratamiento adecuado y evitar que como se suele decir, salgan por la puerta de atrás sin ningún tipo de acompañamiento profesional”.

El Colombiano


La última marcha de las Farc

Terminó la incertidumbre que produjo el triunfo del No en el plebiscito del 2 de octubre del año pasado, que había impedido el ingreso de las unidades guerrilleras a las zonas veredales para iniciar el proceso de dejación de armas y reinserción a la sociedad. Finalmente los cerca de 6.000 hombres en armas de la guerrilla habrán caminado por última vez con el fusil al hombro. Atrás quedará una de las más tradicionales tácticas guerrilleras, cuando los frentes realicen su última marcha.

Y es que simbólicamente es un momento trascendental para la subversión: van camino a dejar las armas, van rumbo a la legalidad. Y así lo entiende la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, la cual emitió un balance del desarrollo de este hito histórico, en el que se realizaron, desde el sábado y hasta el domingo, más de 40 operativos para movilizar a cerca de 5.000 guerrilleros en todo el país. Y se terminarán de trasladar todos los combatientes insurgentes en 15 marchas simultáneas, es decir, los restantes 2.541 guerrilleros, desde los puntos de preconcentración hasta las zonas veredales transitorias.

Sin embargo, no son pocas las denuncias de incumplimiento que han hecho los comandantes de las Farc. “Con este movimiento mostramos en la práctica que nuestra disposición para la paz es absoluta y que aún en medio de incumplimientos gubernamentales, hostilidades militares y ataques de opositores a la reconciliación de la familia colombiana, estamos dispuestos a honrar la palabra empeñada, apoyados en las miles de voces de paz y reconciliación que hoy surgen de este pueblo colombiano cansado de la guerra”, señaló en un comunicado el bloque Caribe.

Estas unidades de la guerrilla se trasladaron a la zona veredal ubicada en la vereda Pondores, en La Guajira, donde hasta hoy no se ha empezado con la construcción de la infraestructura necesaria para recibir a los insurgentes. Uno de los comandante de las Farc, Édison Romaña, detalló que en esta zona no hay agua ni luz ni alcantarillado, que se vive a 30 grados a la sombra y que los guerrilleros han tenido que llegar a construir hasta los techos para refugiarse del calor.

Lo propio denunció el bloque Sur: “Las Farc han iniciado su marcha inexorable hacia las zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN) en el país, pese a todas las adversidades: el incumplimiento reiterado del Gobierno en la adecuación de las áreas; el abastecimiento de alimentos; la persistente amenaza del paramilitarismo y su constante negación; las calumnias sistemáticas; las amenazas de parar el trámite especial de las leyes de implementación; los escándalos banales, como el suscitado por un baile; entre otros palos en la rueda que no se cansan de poner los enemigos, ahora visibles, de la paz”.

Y la denuncia sobre el renacimiento del paramilitarismo es una constante en los comunicados de las distintas unidades insurgentes. Así lo ha dado a conocer el propio Rodrigo Lóndoño, Timochenko, máximo comandante de las Farc, quien a través de su cuenta en Twitter difundió una denuncia según la cual grupos paramilitares han estado “merodeando” la zona veredal de Ituango y han venido intimidando a los pobladores de esta región. “Es constante la presencia de estos grupos desde la vereda Playa Rica hasta Puquí, en el municipio de Valdivia, al mando de alias Ramiro, con las amenazas ya denunciadas y agregando que quienes participen con el proceso de paz con las Farc los matarán. Esta misma amenaza la hacen en La Caucana y El Guáimaro, municipio de Tarazá”, advirtió.

Ahora los guerrilleros trabajarán en la adecuación de las zonas, tal y como se acordó con el Gobierno, para subsanar las dificultades logísticas que el Ejecutivo ha tenido para ofrecer todas las garantías a quienes se han movilizado desde regiones recónditas de la geografía para iniciar su tránsito hacia la vida civil y política en la legalidad. De igual forma, las Farc tendrán que haber entregado ya la lista de los guerrilleros que no podrán acceder a los beneficios de la amnistía y el indulto, así como los lugares donde estarán recluidos, en condiciones de restricción de la libertad.

Es así como a partir de hoy se inicia en forma el proceso de dejación de armas por parte de la guerrilla, y su camino de regreso a la sociedad. Un proceso que tiene un cronograma de 180 días como plazo máximo y que establece que el 1° de marzo las Farc deberán haber entregado hasta la última bala, y 30 días después, el 1° de junio, las zonas veredales desaparecerán y los guerrilleros habrán terminado su proceso de reintegración.

De alguna manera, este ingreso de las unidades guerrilleras a las zonas veredales significa el inicio de la implementación de la llamada paz territorial. Muestra de eso fue el llamado Acuerdo de Catatumbo, entre delegados de las Farc y el Gobierno con las comunidades de Caño Indio, el fin de semana. Una zona que ha sufrido como pocas los rigores de la guerra y que se ha convertido en el epicentro de los cultivos de coca. Precisamente dicho acuerdo suscrito busca la sustitución voluntaria de los cultivos ilícitos a cambio de impulsar proyectos productivos para los pobladores de esta región. Como quien dice: empezó la construcción de la paz territorial.

El Espectador


El primer decreto de la paz

Quienes han seguido de cerca la implementación del Acuerdo de Paz con las Farc han fijado sus ojos, en su mayoría, sobre el Congreso de la República. Después de refrendado lo pactado con la guerrilla en La Habana, comenzó el proceso de implementación que otorgará seguridad jurídica tanto a las Farc como al propio Gobierno que espera que lo prometido se cumpla.

Por eso, la ley de amnistía, la participación de integrantes de Voces de Paz en los debates en el Legislativo y la Jurisdicción Especial de Paz (que pasa a manos de la Cámara de Representantes), han sido temas centrales en la discusión de lo que se viene para un país sin guerra.

Sin embargo, quedaba un asunto pendiente, incluido en el Acto Legislativo para la Paz. Se trata de los decretos presidenciales que serán expedidos para facilitar la implementación del acuerdo de paz. Y el presidente Juan Manuel Santos ya expidió el primero de ellos con el que se reglamentan los tiempos en los que la Corte Constitucional ejercerá la revisión de los proyectos de ley y de acto legislativo para darle su visto bueno.

El decreto 121 de 2017 “por medio del cual se establecen instrumentos jurídicos para facilitar y asegurar la implementación y el desarrollo normativo del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera”, deja claras las pautas por las cuales los magistrados del alto tribunal se deberán regir, incluido el hecho de no aplicar su propio reglamento.

De esta forma, se explica que el control de constitucionalidad de leyes y actos legislativos que se aprueben en el Congreso –a través del procedimiento especial legislativo o ‘fast track’-, relacionados con la implementación del acuerdo de paz, tendrá que ajustarse a los siguientes tiempos:

El magistrado que reciba el proyecto para su revisión y posterior redacción de la ponencia, asumirá conocimiento del proceso dentro de los tres días siguientes al reparto del respectivo expediente. “El magistrado dispondrá la práctica de las pruebas que considere necesarias, las comunicaciones e invitaciones correspondientes, la fijación en la lista del proceso para la intervención ciudadana y el traslado del expediente al procurador. El término probatorio no podrá exceder de tres días. Luego, tendrá dos días más para evaluar el material probatorio”, señala el decreto.

Como en todos los procesos, la Corte Constitucional solicitará el concepto de la Procuraduría General de la Nación y, bajo esa premisa, se le otorgarán 10 días para que rinda su postura sobre el proyecto que se esté estudiando en el alto tribunal. Dentro de esos días –ni más ni menos- se le dará la oportunidad a la ciudadanía para que participe intervenga, y rinda también su concepto en torno al proyecto.

Los diez días siguientes serán del magistrado, que tendrá la responsabilidad de registrar el proyecto de fallo y a partir de ahí, se contarán 20 días más en los que la sala plena de la Corte Constitucional tendrá que decidir. Para el caso de los decretos presidenciales que, en uso de sus facultades, expida el jefe de Estado para facilitar y asegurar la implementación del acuerdo de paz, el término establecido es de dos meses.

Finalmente, permitirá a los magistrados la no aplicación del reglamento interno de la Corte Constitucional. “La Sala Plena de la Corte Constitucional, sin modificar su reglamento interno vigente, podrá disponer que los plazos previstos en él para el registro interno de los proyectos, no se apliquen en este tipo de procedimientos”, señala el decreto.

Esta es, sin duda, una de las decisiones más importantes que ha tomado el presidente Juan Manuel Santos para dar cumplimiento al acuerdo de paz. Se constituye en un paso más para sacar adelante lo pactado con la guerrilla, especialmente, ad portas de que se cumplan los plazos para que las Farc, en su totalidad, estén ubicadas en las zonas donde permanecerán los próximos meses para cumplir con el proceso de dejación de armas.

Normalmente, un estudio de constitucionalidad en la Corte tarda varios meses, dependiendo de la urgencia del proyecto sometido a estudio pero, por ejemplo, el Acto Legislativo para la Paz aprobado por el Congreso a mediados del año pasado, recibió el aval del alto tribunal en diciembre del año pasado.

El Espectador

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