Operativo retorno, el dilema de los que quieren volver – Por Augusto Taglioni
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
El progresismo latinoamericano atraviesa un periodo de reacomodamiento. El avance de gobiernos conservadores en la región ponen a las fuerzas políticas que gobernaron durante la década pasada en el debate de pensar una estrategia para retornar al poder. Tal es el caso de Argentina, Brasil y Paraguay en donde el camino no parece sencillo y la expectativas de retorno tan solo depende de la capacidad de arrastre electoral de los ex mandatarios, quienes no parecen tener el camino sencillo para transitar los períodos electorales que se vienen entre 2017 y 2019. Deberán lidiar con la dispersión de sus propios espacios y la situación judicial que combina maniobras deliberadas en su contra y causas que deberán ser investigadas con profundidad.
Lugo y el desafío de enfrentar al sistema
Fernando Lugo fue destituido por un golpe parlamentario en julio de 2012 luego de un rápido e irregular proceso que ¨demostró¨ la responsabilidad del entonces presidente en la masacre de Curuguaty en el que policías y campesinos se vieron envueltos en un enfrentamiento luego del violento desalojo por parte de las fuerzas de seguridad a una supuesta toma de tierras ilegal. Medios de comunicación, latifundistas y partidos tradicionales se pusieron de acuerdo y destituyeron a un débil presidente. Lo que quedó guardado debajo de la alfombra fue que las tierras eran públicas y habían sido usurpadas por el Senador del partido Colorado Blas Riquelme. Las muertes de los 11 campesinos reprimidos por la policía quedaron impunes y la justicia condenó solo a campesinos responsabilizándolos de la muerte de 6 policías a pesar de que las pruebas del forense indicaban lo contrario. En fin, consumado el golpe y luego de la transición del liberal Francos, el colorado Horacio Cartes fue electo presidente contra una izquierda dividida sin candidatos fuertes. En ese proceso, Lugo pasó de una humilde candidatura para Senador a ser la esperanza de la izquierda paraguaya para el 2018.
Las encuestas lo dan arriba pero ahora hay otro escollo, la justicia electoral aceptó una denuncia del partido colorado contra el ex obispo relacionada con que el Frente Guazú está realizando actividad proselitista fuera del tiempo que el que permite la ley electoral. La estrategia de Lugo es denunciar complot y esperar lo que diga la Corte Suprema de Justicia. El desafío es construir una fuerza política capaz de enfrentar a un poderoso sistema político que se acostumbró a manejar los hilos del país.
Lula, corrupción y crisis de representatividad
Los meses de Michel Temer post impeachment a Dilma Rousseff fueron calamitosos. Con una crisis económica cada vez peor y una crisis de representatividad que castiga a la política en su conjunto, el ex aliado del PT encara un proceso de fuerte ajuste. La popularidad de Temer siempre fue baja, en la actualidad es peor. De todas formas pareciera no interesarle y, como ya lo hemos analizado en este espacio, lo único que espera es hacer el trabajo sucio, es decir, aplicar las medidas de ajuste que pongan a Brasil en la vereda de la flexibilización laboral, el aumento de la edad jubilatoria, el congelamiento del gasto público mediante una reforma constitucional y el libre mercado.
El gobierno brasileño depende de su alianza con el PSDB y, aunque pareciera ser un acuerdo momentáneo y atado con alambres, ambos coinciden en que no es conveniente llamar a elecciones. Para eso tiene que pasar este año, ya en 2017 en caso de renuncia, el presidente es elegido por el Congreso donde dependerá del estado de situación del acuerdo. En este contexo, el PT busca acomodarse luego de una rotunda derrota electoral en las municipales y la necesidad de amigarse con la calle después de años de desmovilización delas bases.
Lula es la única esperanza y su principal escollo es su situación judicial y el desencanto de buena parte de la población que, según sondeos, no lo elegiría en segunda vuelta.
La crisis de representatividad se agudizó con el escándalo de corrupción en Petrobras. Sobornos, financiamiento para las campañas políticas y desvíos de fondos públicos puso en cuestionamiento la credibilidad de toda la dirigencia política, entre ellas, el PT, Lula y Dilma que si bien no están directamente relacionados con los escandalos, buena parte de los funcionarios del gobierno están investigados y, algunos, condenados. El caso brasileño conjuga la fuerte embestida contra la figura de Lula por parte de los sectores de poder y la clara corrupción que involucró a todo el sistema político. Estos escollos son los que están en el horizonte del PT de cara a unos comicios que, aunque podrían adelantarse, están programados para el 2018.
Cristina, entre la justicia y la dispersión
La justicia investiga a Cristina Fernandez desde el momento que dejo la Casa Rosada. Las causas van desde el dólar futuro, los hoteles de El Calafate y la reciente revelación de pago de coimas por parte de la constructora Odebretch, que también preocupa al presidente Macri. Este frente sin duda deberá ser atendido por la ex presidente. No obstante, es necesario mencionar que la agenda política de Cristna este año fue mas que intensa. Ella (incluso mas que el FPV) es, sin lugar a dudas, la principal figura opositora al gobierno de Cambiemos. Una candidatura como Senadora de la provincia de Buenos Aires el año que viene (la madre de las batallas) la posicionarla como favorita en la presidencial del 2019. Pero el problema es que la figura de Cristina es al mismo tiempo la fortaleza y la debilidad del FPV. Si el peso de su figura no logra aglutinar el conjunto del peronismo, la suerte del este espacio está echada y el macrismo podrá gobernar por largo tiempo.
Hace algunos dias en Brasil dijo junto a Lula y Dilma que no alcanza con resistir sino que hay que organizarse y tener estrategia. Ninguna de las dos cosas forman parte de la realidad de su fuerza política este año, ya que, solo se dedicaron a la autocrítica eterna, la división y las micro disputas.
Pareciera que la única capaz de juntar a las partes es la propia Cristina, siempre y cuando quiera ponerse ese traje y no convertirse en un jarrón chino, valioso pero si no le enconarás lugar molesta, tal vez, el karma de muchos ex presidentes en la historia.
Volver..
En América Latina no son buenos los antecedentes de presidentes volviendo al poder. En Argentina debemos remontarnos a las presidencias de Roca, Hipólito Yirigoyen y Juan Domingo Perón, las dos últimos con finales catastróficos. Por su parte, Brasil no ha experimentado experiencia semejante y en Paraguay, la hegemonía centenaria del partido colorado y la dictadura de Alfredo Stroessner no tuvieron escenario de repetición de nombres en el gobierno.
Más allá del dato histórico, hay elementos comunes que explican la posibilidades de que los actores políticos mencionados sean la esperanza de un sector del progresismo regional que se resigna a vivir otra década de retroceso social y económico. Las maniobras judiciales, los enemigos y la dispersión interna son problemas comunes en los tres casos que deberán ser abordados con el tiempo que corre y apura frente a nuevos proceso electorales.
A su vez, existe un desafío central para las expectativas del progresismo latinoamericano que esta relacionado con la capacidad de proponer futuro y luchar con la posibilidad real de que el pueblo los considere parte de un pasado al que no quieren volver. El Frente para la Victoria, el Partido de los Trabajadores y el Frente Guasu ganaron hace una década como una opción por fuera del sistema tradicional. ¿Seguirán siéndolo? ¿O ya forman parte de una partidocracia de la que la gente no confía?
Para eso deberán construir algo más que una candidatura. Además de reivindicar lo que hicieron en sus años de gestión, tendrán que explicar de que manera cambiaran estructuralmente realidades que no pudieron o no se animaron a modificar cuando gobernaron, como el pacto de cúpulas que le permitieron a Lugo y Lula llegar al poder pero que fueron ariífices de sus gobiernos a través de golpes institucionales o si el Frente para la Victoria se animará a reformar la constitución o cambiar el regresivo sistema tributario, por citar dos modificaciones ausentes durante su proceso.
Está claro que en la actualidad las urgencias son otras pero para volver deberán ser algo mas que un puñado de voluntades.
*Director de Resumen del Sur, periodista.