Golpistas y golpeadores en el Mercosur – Por José Steinsleger

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Otra vuelta de tuerca contra los pueblos de América Latina: Washington giró instrucciones, y la República Bolivariana de Venezuela fue suspendida como miembro pleno del Mercado Común del Sur (Mercosur)… «por incumplimiento de sus obligaciones» (sic, Asunción, 2 de diciembre).

La orden fue cumplida por los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay, incluyendo la agresión física a Delcy Rodríguez (canciller del presidente Nicolás Maduro), golpeada por un policía argentino cuando se disponía a participar en una reunión del bloque de integración subregional (Buenos Aires, 14 de diciembre).

Sin precedentes en la historia de la diplomacia latinoamericana y mundial, el bochornoso episodio tuvo lugar frente a las puertas del Palacio San Martín (sede del Ministerio de Relaciones Exteriores), mientras los cancilleres Susana Malcorra (Argentina), José Serra (Brasil) y Eladio Loizaga (Paraguay) espiaban por los visillos del edificio.

Tras forcejear con el pelotón «antimotines» enviado por el gobierno de Mauricio Macri a pedido de Malcorra, Delcy rompió el cerco. Y junto con el canciller de Bolivia, David Choquehuanca (quien solidariamente decidió no participar en la reunión), y el vice Juan Carlos Alurralde (quien sufrió fractura de una mano), logró ingresar al salón preparado para el cónclave.

Pero el lugar estaba vacío. Malcorra, Serra y Loizaga habían huido por los pasillos del palacio, mientras los empleados del ministerio retiraban las banderas de los países del Mercosur, hasta dejar pelado el salón. Simultáneamente, Serra subía una foto en su cuenta de Twitter, en la que aparecía reunido con sus pares en sala aparte.

Omitiendo que desde el 28 de junio Venezuela estaba en ejercicio de la presidencia pro témpore semestral y rotativa, Malcorra declaró que Argentina pasaba a ocupar la titularidad del bloque. Añadió: “No hay una confabulación. Venezuela está suspendida por no haber cumplido, en más de cuatro años, los protocolos de adhesión… no se puede ser parte de una organización teniendo los privilegios y sin cumplir las obligaciones”.

Al día siguiente, Macri comentó con sorna: «Pensé que Malcorra la había golpeado (a Delcy). Me preocupa su violencia». Para luego agregar: «Nadie se puede autoinvitar adonde no se lo ha convidado». Y a su lado estaba la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien en visita oficial opinó con el retorcido estilo de su profesión:

“Ni Chile ni Venezuela son miembros plenos del Mercosur. Hay una ‘hoja de ruta’ (sic) y todo funciona por unanimidad. La suspensión de Venezuela fue así, y no tenemos más que añadir… Chile apoyará el ingreso de Argentina en la Alianza del Pacífico para profundizar temas como el turismo. Por ejemplo, China generó el último año 180 millones de turistas. Sería beneficioso integrarnos”, dijo la gobernante del país más desigual del continente.

¿»Fue así» la suspensión de Venezuela del Mercosur? Infamias y cinismo de Macri, Bachelet y Malcorra. Desde su incorporación formal al bloque económico más grande de América Latina (julio de 2012), el gobierno bolivariano cumplió en cuatro años 95 por ciento de sus reglas: mil 479 normas, de un total de mil 563, habiendo integrado 295 normas por año. En tanto, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay sólo han adoptado un promedio de 36-44 normas anuales.

Veamos, entonces, el perfil de los golpeadores y golpistas que buscan un Mercosur «menos político e ideologizado» (o sea, en dirección inversa de una economía soberana y la integración por y para los pueblos) y andan preocupados por las «restricciones» que se viven en Venezuela.

• Eladio Loaizaga. Canciller del narcopresidente Horacio Cartes. Promotor del Acta Preparatoria del 12 Congreso Anticomunista Mundial (1979) y uno de los participantes en la elaboración del Plan Cóndor, según la Comisión de Verdad y Justicia de Paraguay.

• José Serra. Canciller del gobernante golpista Michel Temer. Exiliado en Chile, fue funcionario del gobierno de Salvador Allende y después se recicló en la extrema derecha. Crítico feroz del gobierno de Lula da Silva y del comandante Hugo Chávez.

• Rodolfo Nin Novoa. Canciller del «izquierdista» Tabaré Vázquez, y político derechista galardonado con el Premio Jerusalén 2016, otorgado por la Organización Sionista de Uruguay.

• Susana Malcorra. Envuelta en el decenio de 1990 en el pago de sobornos de la IBM al Estado, la ex jefa de Operaciones Especiales y de Ayuda de la Organización de Naciones Unidas, alcanzó triste fama mundial por ignorar las denuncias de abusos sexuales de los «cascos azules» a menores de edad en campos de refugiados de varios países de África occidental.

El insólito, inédito y nada sutil golpe de Estado contra el Mercosur, así como la agresión a Delcy Rodríguez, se inserta en el sostenido hostigamiento y la desestabilización que padece la Venezuela bolivariana, y tendrá serias consecuencias económicas y políticas en el cono sur.

José Steinsleger. Periodista argentino residente en México. Columnista de La Jornada.

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