Con una ceremonia maya se conmemoraron 20 años de los Acuerdos de Paz
Ceremonia maya abre celebración de 20 años de la paz
Con una ceremonia maya que llama a la paz, concordia y armonía entre los guatemaltecos, los sacerdotes conmemoran los acuerdos que pusieron fin a la guerra civil.
De acuerdo con Rigoberto Casasola, subsecretario de la Secretaría de la Paz (Sepaz), de los 12 acuerdos firmados hace 20 años, uno se refiere a la identidad y derecho de los pueblos indígenas.
Por tal motivo los líderes de la espiritualidad maya se unieron para una celebración tradicional por el fin de las masacres a pueblos originarios que causo el enfrentamiento militar y guerrillero.
“Esto es parte de los acuerdos y la Sepaz apoya a los grupos ancestrales donde están muchos sacerdotes que hacen este tipo de ceremonias. Son de contenido espiritual y maya”, enfatizó Casasola.
Para el Subsecretario a partir de los acuerdo el primer logro marcado es que se detuvo el fuego, además considera que hay un avance importante en los derechos de naturaleza individual y política.
“Lo que falta son los acuerdos que van orientados a los derechos humanos sociales, económicos, de los pueblos y el medio ambiente”, puntualizó.
Deben ser compromiso
El Organismo Indígena para la Planificación del Desarrollo (Naleb’), se pronunció en el marco de la conmemoración de la firma de la paz, acompañados del presidente de la Comisión de Pueblos Indígenas del Congreso.
De acuerdo con María Roselia Pop, en los últimos 26 años han trabajado con limitaciones presupuestarias, políticas y sociales.
“Hay condiciones desiguales e injustas. Esta realidad histórica ha afectado a los pueblos y sigue afectando profundamente a los pueblos”, enfatizó.
Por su parte Miriam Domínguez recordó que en 2005 los acuerdos firmados hace 20 años fueron elevados a compromiso de Estado, pese a esta nueva condición y al paso de 20 años, “los acuerdos no se cumplen”, añadió.
Presidente Morales: “La paz es un compromiso de nación”
El mandatario Jimmy Morales y los expresidentes Marco Vinicio Cerezo Arévalo y Álvaro Arzú brindaron discursos durante los actos especiales de aniversario de los Acuerdos de Paz Firma y Duradera que fueron signados el 29 de diciembre de 1996.
Morales, reivindicó el legado de la paz que ha recibido el país de sus generaciones precedentes y abogó por trabajar “juntos” para retomar los asuntos pendientes y consolidar los acuerdos firmados tal día como hoy en 1996.
“Hoy Guatemala le recuerda al mundo que la paz sí es posible”, subrayó el mandatario durante su intervención en el acto solemne que se celebra este jueves para conmemorar el vigésimo aniversario de la firma de la paz.
“Aún cuando no debemos olvidar nuestra historia”, Morales apostó por fijar la mirada en “1996”, “en hoy” y “en el futuro”.
“La paz es un compromiso de nación”, recordó el mandatario, quien insistió en la necesidad de que todos los sectores trabajen “juntos” para fortalecer el cumplimiento de los Acuerdos de Paz.
Cerezo pide nuevo acuerdo de desarrollo para sostener la paz en Centroamérica
Durante su discurso el expresidente Cerezo hizo alusión a los inconvenientes que se dieron cuando se comenzaron las negociaciones de paz y agradeció a la comunidad internacional, a los grupos de la sociedad civil organizada y a los colaboradores más cercanos del Gobierno que impulsaron los negocios hasta que finalmente se llevó a cabo la firma de loa Acuerdos de Paz.
“Con eso se terminó con los conflictos y las venganzas que había entre las partes durante el enfrentamiento armado”, señaló el exmandatario.
“Ahora la tarea le corresponde al presidente Morales, después de Cerezo y de Arzú, que firmó la paz, promover una nueva sociedad que tenemos que construir en Guatemala. El reto es incorporar a todos los sectores para que se defina el país que queremos heredar a las futuras generaciones”, subrayó el mandatario.
Arzú pide honrar a las víctimas
Arzú pidió honrar la memoria de los miles de guatemaltecos muertos durante los 36 años que duró el conflicto armado y para ello, dijo, no bastan las palabras, sino que hay que perpetuar “la independencia, la libertad y la autoderminación”.
“La muerte de un ser humano deja una enseñanza profunda. Los nuestros son la prueba de sangre y fuego de una nación que desde hace dos siglos obtuvo la libertad y la autoderminación” con su independencia, unos valores a los que la sociedad debe consagrarse “en una tarea sin fin”, resumió Arzú.
“Los que la cuestionan no se dan cuenta de que es precisamente por la paz que pueden decir lo que dicen sin tener consecuencias violentas”, dijo, y añadió que el vigésimo aniversario de la firma de los acuerdos es poco tiempo en la vida de un país.
“Los acuerdos se suscribieron en un instante, pero el contenido encierra una visión de lo que pasó, lo que somos y lo que podemos lograr”, dijo Arzú, ahora alcalde de Ciudad de Guatemala, antes de recordar que en estos 20 años de paz fue capaz de entender que este vocablo no es “un valor”, sino “una forma de ser”.
Entre los invitados se encontraban representantes de los organismos Legislativo y Judicial, miembros de la comunidad internacional, cuerpo diplomático y consular representados en el país, así como del Arzobispado de Guatemala y de la Nunciatura.
Posterior al acto protocolario, se llevó a cabo el “Concierto por la Reconciliación y la Concordia”, en el cual participan la Orquesta Sinfónica de Mujeres Alaíde Foppa y la Banda Marcial del Ejército, frente al Palacio Nacional de la Cultura.