Diego Martínez, abogado de las Farc (Colombia): “Reabrir el tema de justicia es una caja de Pandora que es mejor evitar”
La victoria del No en el plebiscito del pasado 2 de octubre cambió el panorama político. Como lo dijo el propio presidente Juan Manuel Santos ese día al reconocer la derrota, el país está en medio de una nueva realidad.
Aunque el cese del fuego bilateral y definitivo fue prorrogado, por ahora, hasta el 31 de diciembre, en las FARC aún no hay una plena tranquilidad por varios factores que podrían entorpecer los esfuerzos que han hecho las partes para mantener el mecanismo.
Diego Martínez, uno de los asesores de la guerrilla, habló con Semana.com sobre el estado actual de la negociación, si es posible reabrir la agenda, la participación del uribismo en la nueva etapa de diálogos y los tiempos que manejan en la mesa.
Semana.com: El presidente Santos prorrogó el cese del fuego, pero aún se percibe preocupación en las FARC. ¿Qué opinan los guerrilleros sobre ese tema?
Diego Martínez: Más que temor hay mucha preocupación porque lo más importante es preservar el cese del fuego bilateral y definitivo de hostilidades, hay que observar la resolución de Naciones Unidas porque ellos tienen la plena voluntad de ayudarnos. Colombia está comprometida con esa decisión y debemos seguir en ese camino.
Semana.com: Aunque haya una prórroga no hay nada definido, por ahora va hasta diciembre, pero las FARC han dicho que se están quedando sin dinero para sostener las unidades…
D.M: A pesar de que ganó el No, la decisión de la Corte Constitucional indica que el presidente Santos no pierde sus facultades constitucionales y él es el jefe del orden público, así que como persona encargada puede tomar decisiones que en el marco de su mandato constitucional permitan mantener el orden público cuantas veces quiera hacerlo.
Semana.com: ¿Qué piensan las FARC del aterrizaje del uribismo en los diálogos?
D.M.: Me parece muy importante el debate nacional que se está adelantando en el país, yo no puedo hablar por ellos, pero se debe resaltar el gran diálogo nacional. Es relevante decirle al país que hay que defender este acuerdo de paz y no podemos durar cuatro años más negociando. Esperamos salir adelante.
Semana.com: A La Habana llegarán las propuestas de los líderes del No. ¿Es posible reabrir los acuerdos?
D.M.: Reabrir el acuerdo tiene muchas complejidades, dejemos que sean las partes las que definan el tema, pero me parece que sería una locura reabrir el acuerdo porque habría que discutirlos todos (los puntos) y eso llevaría muchos años de discusión.
Semana.com: Uno de los reparos de los del No es la Jurisdicción Especial para la Paz. ¿Se tocará ese tema, es posible modificarla?
D.M.: Abrir el modelo de justicia en temas complejos implica que cada parte exija equilibrio en ese tema. Por ejemplo, si se abre el tema de inhabilidades para participar en política, se abrirían espacios para investigar a presidentes y expresidentes. Es una caja de Pandora que es mejor evitar.
Semana.com: ¿Qué pasará con la participación en política de las FARC?
D.M.: Las FARC han demostrado que los movimientos políticos son de la gente, pero el fin de este proceso es que ellos hagan política. Acá no solo las FARC están señaladas de cometer crímenes de guerra, acá hay muchos actores que están vinculados.
Semana.com: ¿Que dijeron los guerrilleros ante el triunfo del No?
D.M.: Ya habíamos advertido las dificultades de poner en consulta los derechos fundamentales como la paz. Se debía buscar una legitimidad del acuerdo, pero no a través del plebiscito. El miedo de la gente jugó un papel importante porque el tema del odio logró su objetivo.
Semana.com: Se han oído muchas voces que hablan de repetir el plebiscito. ¿Les suena esa idea?
D.M.: Pueden existir diversas salidas, la Corte ha dicho que la decisión del No solo afecta al presidente Santos para su implementación, pero hay más poderes del poder público para sacar adelante la negociación. Habrá salidas y se deben construir entre todos.
Semana.com: ¿Cuánto tiempo durará esta nueva etapa de la negociación?
D.M.: Yo creo que más que un problema jurídico es un problema político, es una decisión del país, y se deben buscar salidas pronto. Acá hay un acuerdo y se debe trabajar con base en ello, pero esto no da para seguir eternamente.