Argentina: bajo una intensa lluvia, miles de mujeres hicieron un paro y salieron a las calles para gritar «basta de violencia machista»

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Más de 100 mil personas se reunieron al grito de: «Ni una menos, con vida nos queremos»

La jornada de protesta convocada por el #NiUnaMenos reunió, según las organizadoras, a más de 100 mil personas que marcharon desde el Obelisco hasta Plaza de Mayo. La movilización se extendió durante más de 3 horas y media. También se realizaron convocatorias en otros centros urbanos del país. Al mediodía, se había llevado a cabo el primer paro de nacional de mujeres, con la contundente consigna #VivasNosQueremos.

Las enviadas especiales de Infonews informaron que fue difícil llegar a Plaza de Mayo por la cantidad de gente movilizada, en medio de un mar de mujeres vestidas de negro y con paraguas. La columna de Ni una menos llegó a la Plaza con una bandera que contenía la inscripción: «Ni una menos, el Estado es responsable».

La movilización transcurrió en medio de cantos por el aborto legal, contra la violencia y por el “ni una menos”. También se vieron carteles que remarcaban: “somos la voz de las que no tienen voz”.

Sin embargo no todo fue tolerancia: un joven que vio pasar la columna dijo «cómo me gustaría meterme con un cartel de ‘Conchita’ Barreda», en alusión al triste caso del odontólogo que mató a su mujer, su suegra y a sus dos hijas.

Odio al margen, desde un pequeño escenario, una de las oradoras destacó: «Más de 100 mil compañeras se acercaron a esta plaza a pesar de la lluvia». Según pudo constatar Infonews, un grito recurrente fue «Ni una menos, con vida nos queremos».

La nueva convocatoria comenzó a circular en las redes sociales la semana pasada, cuando las noticias de femicidios parecieron multiplicarse en todo el país y el caso del brutal asesinato de Lucía Pérez, tras ser brutalmente violada, encendió la alarma.

El paro de mujeres se llevó a cabo de 13 a 14, y durante el cese de tareas se realizó un «ruidazo» en las calles y lugares de trabajo. La medida de protesta tuvo una alta convocatoria a lo largo del país.

Marchas en todo el país

La jornada de protesta se cumplió en ciudades tan distantes como Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Mar del Plata, San Salvador de Jujuy, La Plata, Río Gallegos y San Fernando del Valle de Catamarca, donde también hubo movilizaciones.

En Mar del Plata, donde ocurrió el más resonado de los seis femicidios registrados en la primera semana de octubre -el de Lucía Pérez-, amigos y familiares de la adolescente se movilizaron junto a agrupaciones universitarias, la CGT, la CTA, Uthgra, y el Sindicato de Luz y Fuerza.

“Cambiemos todo, porque yo por lo menos ya tengo demasiada violencia en mi vida. Entre todos tenemos que cambiar la violencia no podemos seguir así”, declaró Guillermo, el papá de Lucía en medio de la marcha cuando le preguntaron cómo frenar la violencia de género.

La Agremiación Docente Universitaria llevó adelante una radio abierta y ruidazo en la Plaza de la Memoria, en conjunto con la Federación Universitaria Marplatense (FUM) y la Asociación del Personal de la Universidad Nacional de Mar del Plata (APU), en la previa a la movilización.

En La Plata, estudiantes universitarias, docentes, trabajadoras nucleadas en ATE y militantes de organizaciones sociales se movilizaron con una consigna adicional, que es la declaración de la «Emergencia en Violencia de Género».

Al igual que a nivel nacional, hubo un cese de actividades de 13 a 14 y una marcha a las 17; en este caso hasta la Plaza San Martín.

En la capital de Córdoba -provincia donde el miércoles pasado fue asesinada Natalia Padilla y un día más tarde, Samantha Yoerg- los manifestantes, que concurrieron vestidos de negro en su mayoría, marcharon desde Avenida Colón y General Paz hasta el centro comercial Patio Olmos.

En la ciudad de Santa Fe, la movilización partió desde la Plaza del Soldado para concluir en la Plaza 25 de Mayo, frente a la Casa de Gobierno y el Palacio de Justicia santafesino; convocada por distintas organizaciones sociales y con el apoyo de numerosos gremios. Previamente, entre las 13 y las 14, se hizo un «ruidazo» y paro de actividades.

En Rosario los manifestantes se concentraron en la plaza San Martín para marchar por bulevar Oroño, pasando por los Tribunales Federales hasta llegar a los Tribunales provinciales.

El cese de actividades de 13 a 14 contó en Rosario con la adhesión de ATE y la Asociación Gremial de Docentes e Investigadores (Coad), la Asociación de Magisterio de Santa Fe (Amsafé) y el Sindicato de Trabajadores Municipales.

En Mendoza -provincia conmocionada por los recientes femicidios de las jóvenes Janet Zapata (29), Julieta Gonzalez (21) y Ayelén Arroyo (19)- organizaciones sociales, políticas, sindicales y se plegaron al cese de actividades desde las 13 hasta las 14, y por la tarde marcharon desde el kilómetro cero de esa capital.

En San Salvador de Jujuy la Multisectorial de las Mujeres realizo un cese de actividades de una hora a partir de las 13, un «ruidazo» y una marcha a la plaza Belgrano a partir de las 17.

En Catamarca el Consejo Municipal de la Mujer, la Agrupación Amam, el Partido Obrero, el Frente de Izquierda, dirigentes gremiales de Anses y organizaciones no gubernamentales dispusieron que el cese de actividades en adhesión al paro de mujeres sea de 11 a 12.

Además, a las 18 partió una marcha desde la plaza 25 de Mayo, que avanzó por República hasta Ayacucho, para regresar a la plaza principal, realizando en el camino distintas intervenciones frente a los edificios públicos.

En Santa Cruz, escenario de otro de los femicidios de principios de octubre, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) anunció un paro de 24 horas.

Además, junto con los gremios y organizaciones que integran la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Autónoma Santa Cruz, se realizó una manifestación en el mástil central de Río Gallegos, a partir de las 18.

Apoyos

Una de organizadoras, la activista y periodista Marta Dillon, aseguró que “las dos CTA y la CGT unificada sumaron a esta jornada de lucha”, cuyo objetivo no sólo es reclamar contra los femicidios sino denunciar “la trama económica y social que tienen detrás”.

La referente del colectivo Ni Una Menos aseguró que el cese de actividades de una hora de duración y la marcha desde el Obelisco a Plaza de Mayo, contó con el apoyo de organizaciones de mujeres de Bolivia, Paraguay, México, Chile, Costa Rica y Perú. Con ellas, se está organizando “un 3 de junio continental” para el año próximo y que hoy acompañan con distintas acciones en sus respectivos países.

“La idea es salir, hacernos visibles en la calle porque sabemos que los femicidios tienen una trama económica y social detrás, y que la feminización de la pobreza no es un argumento económico o estadístico, sino que las mujeres lo vivimos en carne propia”, dijo en comunicación con Telam.

Explicó que “las mujeres trabajamos dos horas más que los varones y tenemos dos puntos más de desocupación”. Esa desigualdad económica se magnifica “frente a una situación económica apremiante de ajuste y de tarifazo que nos afectan íntimamente y nos dejan más vulnerable a la violencia machista, porque recorta nuestras autonomías”.

La periodista aseguró que, como ocurrió con otras convocatorias contra los femicidios, el paro sumó adhesiones de organizaciones de Bolivia, Paraguay, Chile, México, Costa Rica y Perú; todos países latinamericanos atravesados por la misma problemática.

InfoNews


Miles de mujeres llenaron las calles durante la hora de paro por NiUnaMenos

En el Congreso nacional, en la Legislatura porteña, o en el aeropuerto de Ezeiza y en muchos otros puntos de la ciudad y sus alrededores, las mujeres de negro hicieron un ‘ruidazo’, que se escuchó en todos los barrios capitalinos.

La manifestación fue especialmente notable en el microcentro porteño, donde se concentran organismos públicos desde donde salieron ellas a las calles para visibilizar las discriminaciones y la cultura machista que termina en la expresión mas grave de la violencia: los femicidios.

La movilización que se gestó espontáneamente hace sólo una semana, a partir del horrendo asesinato de la adolescente Lucía Pérez, de 16 años, en Mar del Plata, tuvo amplia adhesión de de empleadas de organismos públicos, de empresas privadas, policías, mujeres que realizan tareas de limpieza en oficinas céntricas, periodistas de medios con sus redacciones en la zona -entre ellos, Télam- acompañadas en el ruidazo con las bocinas de colectivos y automovilistas.

Luego de una hora de paro y ruidazo, las mujeres de negro, acompañadas por hombre que se sumaron a la protesta, terminaron la primera acción del día de protesta contra los femicidios con un aplauso y un abrazo colectivo.

Los respaldos a la iniciativa

La medida fue apoyada por diversos organismos, organizaciones de la sociedad civil y gremios que hicieron pública su adhesión y también convocaron a participar de la jornada de protesta.

Así, el INADI anunció que participa de la marcha “rechazando toda forma de violencia contra las mujeres. Es importante que las leyes se vean reflejadas en las prácticas sociales”, recordó el interventor del organismo, Javier Bujan, quien dispuso que se embanderará el edificio central de Avenida de Mayo 1400 con la consigna #NiUnaMenos.

El ente entregó también a la población, en todas sus sedes, material de sensibilización contra las violencias de género.

En tanto, desde el Consejo Nacional de las Mujeres (CNM) expresaron su “acompañamiento al reclamo de las mujeres, de los familiares de las víctimas de femicidios y de la sociedad entera” con “trabajo, porque es lo que nos compete”.

“El desafío es imponente, implica desandar siglos de desigualdad estructural que legitiman la violencia y consolidan la subordinación de las mujeres; pero lo estamos asumiendo”, agregaron.

También la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires adhirió a la protesta que es «la primera en la historia argentina donde las mujeres paran y no podíamos no formar parte de esta medida”.

Para el Defensor Alejandro Amor «los hombres debemos comprometernos con esta lucha porque somos responsables y formamos parte de la problemática que afecta a la sociedad en su conjunto».

Unicef Argentina, por su parte, emitió una serie de tuits a través de los cuales tomó postura en favor de la jornada de protesta: “Hoy como todos los días nos unimos al reclamo de #NiUnaMenos. Todas las mujeres deben estar protegidas. Todos los derechos de las niñas y las adolescentes deben ser respetados. A los 16 años nadie debería temer por su propia vida, sin importar como se vea, qué vista o qué haga”, en clara alusión al caso de la adolescente Lucía Pérez, asesinada brutalmente en Mar del Plata, el pasado 8 de octubre.

“El acceso a la justicia y la protección de las víctimas de violencia de género es una obligación del Estado», concluyen los tuits del organismo de la ONU.

«La consigna NiUnaMenos es el total rechazo al machismo sea como sea y exprese como se exprese. Nuestra comunidad LGBTI también sufre la misma violencia porque el origen de esa violencia es la misma, el machismo. Basta de femicidios y violencia a las mujeres”, aseguró Cesar Cigliutti, al sumar la adhesión del organismo que preside, la Comunidad Homosexual Argentina, a la jornada de protesta de.

A su turno, la CTA Capital autónoma llamó a parar “a las mujeres ocupadas y desocupadas, las que tienen trabajos formales e informales, las que trabajan en sus casas cuidando a sus hijos o hijas, las jóvenes y las jubiladas” porque “todas podemos parar” para “volver la rabia en organización” y “para que nos escuchen.”

“Una vez más nos vemos en la obligación de salir a decir basta, la violencia machista mata. En la Argentina una mujer es asesinada cada 30 horas por el hecho de ser mujer. La violencia machista mata y esa es la mayor inseguridad para las mujeres junto con la inseguridad a la que nos somete el ajuste y la represión como única respuesta”, afirmaron.

Télam


Documento leído por el colectivo #NiUnaMenos durante el acto: «Juntas vamos a construir una sociedad sin machismo»

I

Nosotras paramos.

Contra los que nos quieren parar. Mientras transcurría el 31 Encuentro Nacional de Mujeres, violaban y asesinaban a Lucía en Mar del Plata. Un año antes, habíamos sido reprimidas en esa ciudad, como este año en Rosario.

Nosotras paramos.

Para que no nos paren con su pedagogía criminal. Para hacer pedagogía nosotras, porque juntas vamos a construir una sociedad sin machismo. Porque libertad implica desmontar definitivamente el patriarcado.

Nosotras paramos. Porque nos duele y nos indigna que en este mes de octubre ya se cuenten 19 muertas. Paramos porque para detener a la violencia femicida necesitamos plantarnos desde la autonomía de nuestras decisiones y esto no es posible mientras el aborto no sea legal, seguro y gratuito para todas. Mientras las variables económicas sigan reproduciendo la violencia machista: porque nuestras jornadas laborales son dos horas más largas que las de los varones, porque las tareas de cuidado y reproductivas caen sobre nuestras espaldas y no tienen valor en el mercado de trabajo.

Porque la desocupación crece dos puntos cuando se habla de mujeres, porque la brecha salarial es, en promedio, de un 27 por ciento. Es decir, que a igual trabajo, las mujeres ganamos mucho menos que nuestros compañeros.

En un contexto de ajuste, de tarifazos, de incremento de la pobreza y achicamiento del Estado como el que propone el gobierno de la Alianza Cambiemos, nosotras nos llevamos la peor parte: la pobreza tiene rostro femenino y nos coarta la libertad de decir no cuando estamos dentro del círculo de violencia.

II

Nosotras paramos.

Paramos contras las balas que intentan detener nuestra fuerza. Una fuerza que crece en encuentros, movilizaciones, debates. Fuerza feminista, fuerza de mujeres.

Paramos contra el disciplinamiento para todas que implica que Milagro Sala esté presa por mujer, por indígena, por haberse organizado, por reclamar no sólo los derechos básicos sino también el derecho de todos y todas a la recreación y la fiesta. Contra la detención y el procedimiento judicial irregular que mantiene como rehén a Reina Maraz, migrante quechuahablante a quien los resortes de una justicia misógina y colonial han condenado injustamente a cadena perpetua. Contra las condiciones que una y otra vez hacen de las cárceles de mujeres espacios donde se amplifican las jerarquías clasistas y racistas. Contra las formas en que en barrios como el Bajo Flores las adolescentes son asediadas y desaparecidas durante días, después de ser amenazadas y chantajeadas, pero también contra el modo en que esos barrios se vuelven cada vez más asfixiantes, tomados por tramas de economías ilegales que habilitan nuevas y más duras formas de violencia.

Contra la política retrógrada que inaugura un centro de detención para migrantes, en un claro retroceso respecto de la legislación vigente.

Paramos tomando la iniciativa. Mostrando capacidad de reacción frente a una guerra contra las mujeres que se escribe día a día.

Nos movilizamos y nos auto-defendemos. Cuando tocan a una, respondemos todas. Por eso, hoy 19 de octubre de 2016 #Nosotras paramos.

Somos las amas de casa, las trabajadoras de la economía formal e informal, las maestras, las cooperativistas, las académicas, las obreras, las desocupadas, las periodistas, las militantes, las artistas, las madres y las hijas, las empleadas domésticas, las que te cruzás por la calle, las que salen de la casa, las que están en el barrio, las que fueron a una fiesta, las que tienen una reunión, las que andan solas o acompañadas, las que decidimos abortar, las que no, las que decidimos sobre cómo y con quien vivir nuestra sexualidad. Somos mujeres, trans, travestis, lesbianas. Somos muchas y del miedo que nos quieren imponer, y la furia que nos sacan a fuerza de violencias, hacemos sonido, movilización, grito común: ¡Ni Una Menos! ¡Vivas nos queremos!

III

Nosotras paramos.

Paramos contra los femicidios, que son el punto más alto de una trama de violencias, que anuda explotación, crueldades y odio a las formas más diversas de autonomía y vitalidad femeninas, que piensa nuestros cuerpos como cosas a usar y descartar, a romper y saquear.

La violación y femicidio de Lucía Pérez muestran una línea sostenida contra la autonomía y capacidad de decisión, acción y elección y deseo de las mujeres. Lucía fue considerada una cosa a la que hay que darle hasta que aguante y dejada en una sala de emergencias para hacer creer que había muerto de una sobredosis, intentó tapar la verdad. No fueron las drogas, fueron los machos. La violaron y mataron en Mar del Plata horas antes de la represión en la marcha del final del Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario. La reunión más transversal y creativa que moviliza identidades y sensibilidades diversas bajo formas de organización también diversas: colectivos políticos, artísticos, barriales, sindicales, etc. Todas sumamente políticas: porque la política es la lucha insistente por la invención de libertades, por la construcción comunitaria y por la ampliación de derechos.

Como todos los femicidios, el de Lucía también apunta al disciplinamiento de las mujeres y de todas las personas que se rebelan contra los roles que esta sociedad defiende a capa y espada: serás lo que supuestamente es normal o no serás nada. Y no podrás decir NO porque el costo de decir NO será, en el extremo, la muerte.

De un cautiverio a otro. De un tipo de explotación a otras más cruentas. Entre las mujeres menores de 30 años, el desempleo es del 22 por ciento. Precariedad de nuestras vidas. Mujeres convertidas en putas o encarceladas. Trans y travestis reprimidas a diario en las calles mientras no se les asegura su derecho a incorporarse en la vida laboral y se les sigue imponiendo la prostitución como único destino. Mujeres asesinadas por sus parejas o por un empleado. Abusadas por sus padres o golpeadas por la policía. Estamos viviendo una temporada de caza. Y el neoliberalismo prueba sus fuerzas sobre nuestros cuerpos. En cada ciudad y en cada rincón del mundo. No estamos a salvo.

IV

Nosotras paramos.

Porque todas las variables económicas dan cuenta de la violencia machista. Los femicidios son el resultado de una serie de violencias económicas y sociales, de pedagogías de la crueldad, de una cultura del “por algo será”, el “algo habrán hecho” que los permite, los justifica y los avala. No son un problema de seguridad o inseguridad. Luchar contra esas violencias exige una respuesta múltiple. Nos implica a todos y a todas, pero sabemos que a los poderes del Estado y a todas sus instancias (nacional, provincial, municipal), sólo se los hace actuar bajo presión social, impulsada desde abajo. Por eso estamos aquí hoy, en todo el país y en varios países a la vez, diciendo #NiUnaMenos, #VivasNosQueremos.

¿Cómo creamos otro mundo posible si las medidas tendientes a esa transformación como el Programa de Educación Sexual Integral es desmantelado de a poco o directamente no se aplica en varias provincias?

¿Cómo se atreven a comparar las pintadas sobre una pared con el asesinato y tortura a una niña?

¿Cómo nos piden paciencia cuando ganamos un 27 por ciento menos que los hombres por el mismo trabajo?

¿Cómo quieren que nos cuidemos si al mismo tiempo desde los medios de comunicación nos dicen que las que nos vamos solas y amanecemos muertas tenemos la culpa? ¿Cómo quieren que tengamos paciencia si nos sacan la jubilación por amas de casa y no toman en serio el trabajo que significa cuidar a la familia? Sí, trabajo. El 76 por ciento de los trabajos no remunerados los hacemos nosotras. ¿Cómo se atreven a decirnos que nada de esto es tan grave cuando quitan la capacidad de autonomía económica a miles de mujeres cuando las echan de sus trabajos, cuando nos bajan los sueldos, cuando nos amenazan con paritarias cada vez más bajas? ¿Cómo quieren que esperemos cuando nos morimos por abortos mal hechos y nos encarcelan si vamos al hospital con un aborto espontáneo? Y así podríamos seguir. Nadie quiere hacerse cargo de estas preguntas. Y menos quieren pensar respuestas que nos incluyan no sólo como víctimas, muertas, cosas sino como protagonistas con voz propia. Nosotras sí queremos insistir, exigir, preguntar, responder, porque no queremos más víctimas de ningún tipo. Por eso, #NosotrasParamos.

Y este pedido se vuelve regional: Bolivia, Chile, México, Perú, Uruguay, Costa Rica, Guatemala, ElSalvador. En América Latina nos acompañamos entre todas.

Ni Una Menos. Vivas nos queremos

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