Perú: condenan a prisión a los militares responsables de la masacre de Accomarca
¿Qué pasó en Accomarca? 10 militares condenados por muerte de 69 comuneros
Esta madrugada la Sala Penal Nacional dictó sentencia en el caso de la matanza de 69 comuneros en Accomarca, Ayacucho, ocurrido el 14 de agosto de 1985. En la sala de audiencias del penal Castro Castro, los jueces establecieron penas entre 23 y 25 años a 3 militares como autores mediatos y a penas entre 10 y 25 años a otros siete militares como autores materiales. ¿Qué pasó aquella vez en Accomarca? A continuación citamos fragmentos del informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) sobre este caso.
Llegada del Ejército. “El 13 de agosto de 1985, a las 6:30 de la mañana, la patrulla ‘Lince’ 7 fue transportada en helicóptero de Huamanga a la Base Contraguerrillas de Vilcashuamán, lugar desde el cual se trasladaron hasta las alturas de Huamballpa, bajo el mando del Capitán de Infantería Helber Gálvez Fernández, a donde llegaron alrededor del mediodía. Desde dicho lugar continuaron a pie hasta el distrito de Accomarca llegando alrededor de las 5:30 de la tarde”.
Detención. “A las 6:30 de la mañana del 14 de agosto, el SubTeniente Telmo Hurtado y los integrantes de su patrulla llegaron a la Quebrada de Huancayoc y Lloqllapampa, donde se levantaban algunas chozas precarias que se utilizaban para alojar a los campesinos durante la cosecha del maíz. La patrulla ingresó por varios frentes realizando disparos de arma de fuego con el supuesto fin de evitar la fuga de los pobladores. Una vez que tomaron control del lugar, procedieron a buscar choza por choza a los pobladores con el fin de conducirlos hasta una pampa donde se llevaría a cabo una reunión”.
No encontraron nada. “La CVR ha podido determinar que tres efectivos militares ingresaron a la casa de Emilia Chuchón Teccsi, ubicada en la Quebrada de Huancayoc, realizando disparos asesinando a su padre José Chuchón Janampa de 65 años de edad (…) A pesar de que el Ejército realizó una búsqueda exhaustiva de material subversivo, para lo cual utilizaron inclusive perros que habían llevado al lugar, no se encontraron armas, municiones, explosivos o propaganda de Sendero Luminoso”.
Golpes y violaciones. “Luego de la búsqueda, todos los pobladores fueron reunidos en la zona conocida como Hatunpampa. En este lugar, los hombres y las mujeres fueron separados, siendo los hombres sometidos a maltratos y golpeados con la culata de los fusiles. Seguidamente, las mujeres habrían sido arrastradas hasta una chacra que los testigos identifican porque había un árbol de molle, donde habrían sido violadas sexualmente”.
La masacre. “Alrededor de las once de la mañana todas las personas reunidas en Hatunpampa (50 aproximadamente) fueron llevadas por los militares a la casa de César Gamboa de la Cruz, que se encontraba ubicado en el sector de Apuspata, a una distancia de 300 metros. En este lugar, un grupo de mujeres y niños fueron introducidos en la cocina y el grupo más grande de personas en una casa de adobe. Una vez que todos los pobladores se encontraban en el interior de la casa, el SubTeniente Telmo Hurtado ordenó a su personal de tropa disparar contra ellas. Además de dar la orden de disparar, lanzó una granada provocando una explosión y el incendio de los lugares donde se encontraban las personas detenidas”.
Mataron a testigos. “Después de estos hechos, los integrantes de la patrulla militar revisaron nuevamente las casas y chozas de los pobladores, encontrando a una persona de avanzada edad a quien asesinaron. Asimismo, encontraron a tres niñas, que eran hermanas, las metieron en la casa del señor Alejandro Quispe, donde les dispararon, para luego incendiar la casa. (…) Alrededor de las tres de la tarde, cuando se disponían a retirarse, se dieron cuenta que una anciana intentaba apagar el incendio que continuaba en la casa de Gamboa de la Cruz. (…) Dos soldados regresaran para matarla. (…) Ese mismo día fue asesinado también el guía Filomeno Chuchón Ticse, a quien sindicaban como el “camarada Genaro”, puesto que había sido testigo de los hechos”.
Se declaró culpable. En declaraciones de abril de 2012, Telmo Hurtado, SubTeniente del Ejército al momento de la matanza, se declaró culpable, pero señaló que siguió órdenes de sus superiores, y que en el Ejército las órdenes se cumplen sin dudas ni murmuraciones.