Presidentes de Guatemala y Honduras se reúnen para discutir estrategias de seguridad

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Juan Orlando Hernández viaja a Guatemala para activar frente contra pandillas

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, llegará mañana a Guatemala para realizar una visita privada cuyo principal objetivo es unir esfuerzos contra la violencia, un crimen trasnacional ejercido, sobre todo, por las pandillas y el narcotráfico. El mandatario hondureño, que está previsto aterrice el mismo viernes a primera hora, tendrá, según ha podido saber Efe, una reunión con su homólogo guatemalteco, Jimmy Morales, para pedirle que aúnen sacrificios y trabajos contra ese problema.

En el encuentro, que se celebrará a puerta cerrada, está previsto que participen el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Carlos Morales; el titular de Defensa, Williams Mansilla, y el jefe de la Secretaría de Inteligencia Estratégica, Mario Duarte.

La visita, que no es de carácter oficial ni tampoco de Estado, durará un día y tiene como fin, de acuerdo al propio Hernández, tratar con Guatemala, y próximamente también con El Salvador, una fuerza trinacional para combatir las pandillas que operan en los tres países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica.

Guatemala integra, junto a Honduras y El Salvador, el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, considerada una de las zonas más violentas del mundo tanto por el aumento del narcotráfico, las pandillas y la presencia de aliados de los carteles mexicanos, como por la debilidad de las instituciones estatales.

Precisamente en una entrevista reciente con Efe, Mario Duarte, no descartó una posible migración de pandilleros en la región, por lo que abogó por protegerse y cuidarse de que esta situación no tenga lugar fusionando esfuerzos.

Centroamérica, en especial el Triángulo Norte, es una de las zonas del mundo más violentas pese a que no se desarrolla una guerra convencional, y esta tesitura afecta gravemente a la vida de una región marcada por la pobreza que ha decidido emigrar de forma masiva a Estados Unidos y México, los principales destinos.

Para hacer frente a esa violencia y a la falta de oportunidades que provoca la inmigración, el pasado febrero, el presidente de EE.UU., Barack Obama, solicitó al Congreso una partida de 750 millones de dólares de ayuda a Centroamérica dentro del presupuesto de 50.100 millones para el año fiscal 2017.

Esos 750 millones se sumarían a los otros 750 millones aprobados por el Congreso en diciembre pasado para afianzar el fortalecimiento institucional de los países de origen del mayor grueso de indocumentados: Guatemala, El Salvador y Honduras, bajo el conocido Plan de la Alianza para la Prosperidad.

La Prensa

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