La oposición busca aprobar en el Congreso el rechazo al tarifazo

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Hoy al Congreso se le puede prender la lamparita

La oposición intentará aprobar hoy en sesión especial el rechazo al tarifazo y provocarle al gobierno de Mauricio Macri una dura derrota en el Congreso. Para eso, deberá llegar a algún tipo de acuerdo para unificar dos convocatorias similares llamadas con apenas media hora de diferencia, una por el Frente para la Victoria y otra por el Frente Renovador, con la idea de frenar el aumento de tarifas en los servicios esenciales. Para eso, anoche continuaban negociando contrarreloj diputados del kirchnerismo y el massismo. Tenían la presión de unos 450 concejales bonaerenses de ambas fuerzas políticas –a los que, incluso, se les sumó algún macrista díscolo– que exigieron a través de una solicitada acordar la sesión especial ante “los aumentos indiscriminados en las tarifas de los servicios públicos”. Además, será una jornada de marchas contra el tarifazo.

La posibilidad que finalmente se acuerde una sola convocatoria puso en guardia a Cambiemos. Sus diputados anticiparon que bajarán al recinto si los opositores logran quórum para sesionar y así bloquear cualquier iniciativa, ya que ninguna de ellas cuenta con dictamen de comisión y necesitará de dos tercios de los presentes para habilitar su debate.

Al cierre de esta edición, en el kirchnerismo primaba la idea de no plegarse a la “guerra de egos” que propuso el massismo al convocar a otra sesión especial que los renovadores solicitaron después que el FpV pero media hora antes –10.30– que la fijada para la principal bancada opositora. En el FpV prevalecía anoche la idea de bajar a primera hora al recinto para no cargar con la responsabilidad de una derrota opositora contra el tarifazo. A esa hora realizarán además una rueda de prensa en el salón de los Pasos Perdidos –la antesala del recinto– para fijar su postura de que los aumentos “deben ser derogados”.

En paralelo, los operadores del massismo se encargaban de difundir que su legisladores no participarían de la convocatoria kirchnerista. Uno de los planteos de Sergio Massa ante los más fieles era que no quería aparecer junto al kirchnerismo en una sesión que proponía la suspensión del aumento tarifario que -remarcaba- es una atribución del Gobierno. El diputado respaldaba el proyecto de resolución de su lugarteniente parlamentaria, Graciela Camaño, para pedir la interpelación del ministro de Energía, Juan José Aranguren.

Aunque la estrategia se le escapó a Massa de las manos. Para hacer más atractiva su propia convocatoria y arrastrar a otros bloques su pedido de sesión especial también incluyó –junto a la interpelación a Aranguren– los proyectos del jefe del bloque del FpV, Héctor Recalde, para la suspensión de los aumentos tarifarios por 180 días y los del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) y de Margarita Stolbizer y sus aliados en Progresistas para suspender por ley los decretos de los aumentos en los servicios públicos.

La convocatoria del FpV incluía 81 proyectos de ley y de resolución de toda la oposición parlamentaria contra los tarifazos, hasta de los propios diputados radicales de Cambiemos que proponen mejoras en las tarifas para sus propios territorios provinciales que se anticiparon a las críticas que luego surgieron desde el seno de la UCR a la implementación del Gobierno en la tarifas de los servicios.

Para no quedar marginados, desde el Bloque Justicialista, también cambiaron su estrategia. Los liderados por Diego Bossio habían planteado que los proyectos se debatieran en la comisión de Obras Públicas que presiden y que convocaron para hoy. Pero finalmente comunicaron que serían parte de las dos convocatorias, con un guiño político para Massa: también apoyarán la interpelación a Aranguren.

“Frente a la falta de respuestas de un Gobierno que no escucha, vamos a buscar solucionar este nuevo error de Mauricio Macri en el Congreso”, plantearon desde el bloque Justicialista a través de un comunicado.

El bloque de Libres del Sur también será de la partida. La diputada Victoria Donda es una de las firmantes del proyecto de Stolbizer para derogar por ley los decretos que establecieron los aumentos tarifarios. Incluso, existía la posibilidad que fuera el proyecto de consenso que podría respaldar toda la oposición.

Las negociaciones opositoras de última hora de ayer pusieron en guardia a los jefes de la bancada oficialista. El presidente de la Cámara de Diputados, el macrista Emilio Monzó, se reunió en su despacho con el jefe de la bancada radical y del interbloque de Cambiemos, el cordobés Mario Negri, para analizar la situación y seguir de cerca los acontecimientos.

Luego se agregó una reunión del interbloque oficialista –igual que las otras, a puertas cerradas– para alertar a sus propios diputados que esperarán en las cercanías del recinto para ver si la oposición finalmente alcanza el quórum para sesionar. Allí bajarían al recinto para intentar bloquear que surja cualquier propuesta opositora.

Cambiemos exigirá que la oposición cuente con dos tercios de los presentes para habilitar el debate de cualquier proyecto, requisito que no necesitan las iniciativas que tienen dictamen de comisión. La oposición no llegaría a ese porcentaje si el oficialismo sienta a su tropa en las bancas. “El Congreso no puede atribuirse cuestiones que son propias del Ejecutivo como fijar las tarifas de los servicios”, sostuvo Negri en diálogo con los cronistas parlamentarios.

Aunque en el oficialismo se mostraron confiados en que podrán detener la embestida opositora contra los tarifazos, sus legisladores saben que la convocatoria volverá a poner en la agenda un tema en la que el Gobierno no ha conseguido resolver la encrucijada en el que lo ha puesto la resistencia que distintos sectores sociales y políticos han ejercido contra el brutal aumento de los servicios públicos esenciales.

Página12


La Izquierda marchó contra el tarifazo

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) se movilizó a la Plaza de Mayo, donde realizó un acto «contra el ajuste y el tarifazo» y en reclamo al resto del gremialismo, en especial a la CGT, de «un paro nacional» por la reapertura de paritarias.

El diputado y referente del FIT Nicolás del Caño reclamó «un paro activo nacional, en el que los trabajadores y el pueblo puedan salir de sus lugares de trabajo y se concentren en todas las plazas del país». «Solo una movilización de esta magnitud podrá parar el ajuste que aplican tanto el Gobierno nacional de Macri como los gobiernos provinciales, tanto de Cambiemos como del Frente para la Victoria», sostuvo.

Alejandro Crespo, secretario general del sindicato del neumático (SUTNA) y orador que abrió el acto en Plaza de Mayo, denunció que «la burocracia sindical está haciendo un enorme favor a Macri y los gobernadores manteniendo una completa pasividad frente al ajuste contra los trabajadores y el bolsillo popular».

«Macri compra también la ´gobernabilidad´ a Moyano, Caló y compañía cuando entrega los fondos de las obras sociales, que son fondos de los trabajadores, para garantizar la continuidad de la tregua y evitar el paro general», denunció.

El dirigente Alejandro Bodart del MST-Nueva Izquierda, una de las corrientes convocantes, señaló: «Este es un paso unitario muy importante en la batalla contra el ajuste del gobierno macrista».

«Es necesario avanzar en común no sólo por una nueva conducción sindical combativa y democrática, sino también en la unidad política de la izquierda para poner en pie una alternativa amplia, antiimperialista y anticapitalista», completó.

Otro de los oradores del acto en la Plaza fue Guillermo Pacagnini, dirigente de la CICOP y de la Corriente Sindical del MST, quien en su discurso pidió «ponerle fecha a un paro nacional y plan de lucha». También fue un eje de la movilización la defensa del derecho de huelga contra el fallo de la Corte Suprema que «restringe el derecho a las cúpulas sindicales», indicaron estos sindicatos.

Ámbito

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