Nicaragua: indígenas abogan por la protección de la reserva de la biósfera Bosawas
“Sentimos que estamos solos. No hay apoyo de nadie”. Esa es la sensación del pueblo Mayangna sobre la destrucción de la reserva de la biósfera Bosawas, según expresó Emilio Bruno, presidente del gobierno territorial Sauni As, en Bonanza, ubicado en el corazón del “Pulmón de Centroamérica”.
El líder indígena se referió así al ritmo vertiginoso con el que en los últimos años se ha destruido el bosque húmedo tropical más grande de Centroamérica, por el que continúan pidiendo apoyo a la comunidad y las instituciones del Gobierno central.
“Anteriormente cuando hacíamos patrullaje en los perímetros del territorio, había acompañamiento de parte de la Policía, pero hoy sentimos que hay poco acompañamiento de las instituciones”, lamentó Bruno.
Y es que hoy en día, el pueblo Mayangna se siente amenazado por la invasión de colonos que ha alcanzado ya un 60% del territorio virgen de la reserva. “Está destruido un 60%, solo un 40% tenemos de montaña virgen, pero ese 40% que nosotros tenemos cada vez se viene despalando y destruyendo por los colonos que llegan del otro lado”, denunció el líder indígena.
Más allá de la destrucción del territorio boscoso que expertos estiman entre 2,500 y 3,000 kilómetros cuadrados, de un total 8,101 kilómetros cuadrados que mide Bosawas, los indígenas han percibido nuevos problemas ligados a su seguridad alimentaria.
Por ejemplo, dijo Bruno, “en años anteriores nunca padecíamos problemas de agua, pero hoy en día hay tres comunidades que tienen problemas de este tipo, se está secando el agua de donde ellos tomaban agua potable”.
Armando Edwin, expresidente del territorio indígena mayangna Sauni Arungka, también en Bonanza, señaló que desde el punto de vista de los pueblos indígenas la seguridad alimentaria está en las reservas.
“La caza y la pesca, la recolección de frutas, es su seguridad alimentaria. Obviamente el complemento que da el Gobierno es bueno, pero en el tema de Bosawas debemos tener una expresión mayúscula que es importante cuidar, preservar y conservar esa naturaleza”, concluyó.
Para Eduard Müller, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la situación de la reserva es preocupante.
«Nicaragua está perdiendo su riqueza futura, su potencial futuro, está perdiendo su oportunidad de ser un país próspero al destruir Bosawas, es el último reducto básicamente que queda en la región centroamericana. Un controlador de clima impresionante», dijo durante el foro Bosawas de Nicaragua y la Amazonia Peruana», realizado en la UCA.
264 millones de toneladas de oxígeno genera Bosawas cada año.