Macri, el mundo y las inversiones – Por Augusto Taglioni
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Macri cerró una semana intensa con mucho material para el análisis. Gira por Europa, reuniones con los altos mandos políticos de la Unión Europea y CEOs de empresas multinacionales y el bicentenario de la Declaración de Independencia con muchas ausencias y una presencia particularmente cuestionada.
Mauricio Macri tiene una obsesión desde que asumió la presidencia que suele explicarla con el eufemismo de “volver al mundo” y atraer inversiones. El primero tiene que ver con la prioridad absoluta de relacionarse con Estados Unidos y la Unión Europea, potencias centrales con relación fría con el gobierno kirchnerista a pesar de ser destinos importantes de las exportaciones argentinas.
En esa misión de volver a ser considerado por las potencias occidentales, el gobierno no para de dar señales de buena voluntad recibiendo a Renzi, Hollande y Obama, yendo a Davos y ahora en esta gira por el viejo continente. En ese sentido, los medios de comunicación con más afinidad con el gobierno titularon y editorializaron sobre la versión oficial ligada al éxito de esta serie de reuniones. Más que calificar a esta gira internacional como éxito o fracaso, lo importante es analizar qué tan cerca o qué tan lejos está Mauricio Macri de cumplir los dos anhelos que busca desde el momento de su asunción.
Libre comercio con la UE
El libre comercio es la bandera con la que el macrismo pretende vertebrar la política exterior durante su gobierno. Las señales a los mercados, las políticas de austeridad, el pago a los Fondos Buitres y la buena sintonía con Estados Unidos y la Unión Europea tiene como principal misión volver al proceso de endeudamiento y diseñar un sistema de intercambio comercial similar al de la década del 90’ y alejado del proteccionismo con que caracterizó a todo el sistema de integración comercial del Mercosur. En esta línea se ubica el ingreso de Argentina como miembro observador de la Alianza del Pacífico y la presencia del propio presidente en Santiago de Chile.
Macri es hoy el vocero regional del Mercosur para destrabar y acelerar el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. Con esa misión fue a reunirse con Hollande, Merkel, Donald Tusk y Federica Mogherini.
El resultado no fue el esperado. La Unión Europea no tiene entre sus prioridades el acuerdo de libre comercio con el Mercosur por varios motivos. En primer lugar porque países importantes del bloque europeo como Francia ponen reparo dado que tienen fuerte desarrollo agrícola al que deciden proteger. Cabe destacar que este acuerdo está centrado básicamente en exportación de materias primas, por eso, el ingreso de productos del Mercosur estaría perjudicando la competencia con sus propios productos. Suena lógico, ¿no?
Es interesante analizar lo que pasó en la conferencia de prensa que dieron Macri y Merkel luego de su reunión en Berlín. Allí, Macri dijo que “esperaba que Francia flexibilice su postura” y por esto “confiaba en el liderazgo de Alemania”. La respuesta de la Canciller alemana fue contundente al señalar que “no solo Francia duda de los beneficios del acuerdo sino también la propia Alemania”. Esto resume la postura de los dos países que conducen los destinos del bloque europeo. La única salida para este empantanado acuerdo es firmar un tratado desigual que inunde la región de productos europeos y restrinja el ingreso de los nuestros a Europa. ¿Lo firmarán?
Otro de los motivos tiene que ver con el Brexit y la propia dinámica interna del bloque. Alemania necesita aliados en un contexto en el que estalló una ola de críticas al sistema de integración de Europa y la posibilidad de un efecto dominó asecha, incluso en países como Francia que tiene a Marine Le Pen como candidata a Presidente el año que viene con muchas posibilidades. Hay un antes y un después del Brexit en la vida de Europa que llevará a la Unión Europea a ordenarse hacia adentro para consolidarse en un contexto de crisis. Entonces, la defensa de su propia economía y la necesidad de aliados después del Brexit hacen que el acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea no prospere en el mediano plazo. Macri insistirá con esto, esperando el desenlace político favorable en Brasil que permita avanzar en ese Mercosur flexible que propone este nuevo ciclo de gobiernos liberales en la región.
¿Y las inversiones?
El presidente dijo, dice y seguirá diciendo hasta el cansancio que el proceso político que vive la Argentina y la “vuelta al mundo” hará irreversible la llegada de inversiones. Con ese optimismo fue al Foro Económico Mundial en Davos en los inicios de su presidencia y con ese espíritu se reunió con empresarios alemanes esta semana.
En Davos, el Jefe de Estado se reunió con los directores de empresas como Coca-Cola, Shell y Total, entre otros empresarios. “Piden solamente estabilidad en las reglas de juego”, dijo luego esas reuniones. Tras la reunión con Coca-Cola, Muhtar Kent, el CEO de la empresa de gaseosas, prometió que invertirá US$ 1000 millones en la Argentina en los próximos cuatro años. “Están muy entusiasmados con el cambio”, dijo Macri hace 6 meses.
¿Qué pasó con ese entusiasmo? De Davos para acá solo se anunció una inversión de Coca Cola por un monto de 546 millones de pesos en 2016 para desarrollar toda la estrategia de marketing de la denominada “marca única”. ¿Cuál es problema de los inversores si el gobierno es un amigo de las grandes empresas? Los empresarios aún dicen que existe una enorme presión tributaria y un aumento del gasto púbico 15 % superior a la de los países de la Alianza del Pacífico. ¿Será por eso que Macri dijo que la reducción horaria que logran los gremios es un costo que pagan todos los argentinos? Podríamos pensar que la devaluación, la recesión y la inflación acumulada de más de 40 por ciento no generan un terreno propicio para instalación de industrias y la generación de empleo, pero para la lógica empresaria esos son requisitos básicos para la competitividad.
Entonces, el argumento sigue siendo el gasto público y el Mercosur “populista”, a pesar de haber sido el propio Macri el que se sentó a negociar con Merkel y Hollande. ¿Será por eso que quieren impedir que Venezuela asuma la presidencia protémpore del Mercosur y esgrimen argumentos para que el país caribeño sea expulsado de la OEA y el Mercosur? Gestos sobran. Desde permitir el ingreso de 3 mil refugiados sirios a la Argentina hasta la invitación del “querido” emérito Rey de España Juan Carlos I. Para bailar hacen falta dos y Macri viene bailando solo hace un tiempo largo.
Viejos inversores alemanes
En su visita a Alemania, el presidente visitó empresarios que ya invierten en la Argentina. Ellos son el CEO de Mercedes Benz, Volker Mornhinweg, el director ejecutivo de Siemens, Joe Kaeser, el presidente del consejo administrativo de la petrolera Wintershall, Mario Mehren y el CEO de la División Volkswagen Vehículos de Pasajeros a nivel mundial, Herbert Diess, entre otros, empresarios que vienen siendo principales inversores en el país
El director ejecutivo Siemens, Joe Kaeser, ratificó el compromiso, de avanzar con planes de inversión y generación de empleo, y acordó emplear unas 1.000 personas en forma directa, y crear otros 5.000 empleos indirectos, en los próximos cuatro años. Cabe destacar que en la actualidad la compañía alemana emplea 1.300 personas en Argentina, y su facturación el año pasado estuvo en u$s 550 millones, en plena era K. En los últimos años Siemens llevó adelante las tareas de electrificación de trenes urbanos del área metropolitana, señalización de líneas y centros de monitoreo del subterráneo de Buenos Aires, y la construcción de la central termoeléctrica de la localidad bonaerense de Bahía Blanca.
Por su parte, el presidente de Wintershall, Mario Mehren, el mayor productor de petróleo y gas natural con actividades internacionales en Alemania que lleva casi 40 años operando en Argentina. Wintershall Energía S.A. es el cuarto productor de gas natural en el país y ya realiza operaciones petroleras en territorio argentino en las provincias de Neuquén y Mendoza y en el sur del país enfrente de la costa de Tierra del Fuego. La empresa tiene participaciones en 15 yacimientos de petróleo y gas, con una producción anual de aproximadamente 25 millones de barriles equivalentes de petróleo. En marzo de 2015, Wintershall inició el primer pozo exploratorio como operación propia en el bloque Aguada Federal, situado en la formación de Vaca Muerta.
Por su parte, Volkswagen que confirmó más de u$s 100 millones para mejoras en las fábricas mantuvo un liderazgo sostenido durante los últimos 12 años, en forma consecutiva, logrando posicionar al automóvil Gol como el modelo más vendido en la historia argentina con más de 700.000 unidades patentadas.
¿Misión cumplida?
Teniendo en cuenta todo eso , ¿es posible afirmar que la misión de Macri de conseguir inversiones ha sido un éxito? La realidad es que desde la asunción de Macri no ha habido nuevas inversiones, ni se ha destrabado el libre comercio con el bloque europeo ni mucho menos venderle a carne o limones a Estados Unidos. El panorama es más complejo, el mundo está en crisis y las inversiones demoran más de lo que el gobierno pretende.
La pregunta del millón es si las futuras inversiones que el gobierno espera irán al aparato productivo para motorizar una economía estancada y generar empleo o simplemente es destinada al sistema financiero y el enriquecimiento de los bancos.
Mientras la lluvia de inversiones se hace esperar, nuestro país aplastó el consumo al descuidar el mercado interno y el Mercosur perdió peso como bloque. Hoy el dilema está en que la lluvia no se trasforme en una tormenta difícil de soportar.
*Director de Resumen del Sur, periodista. Mar del Plata, Argentina.