Frente de las Farc asegura que no entregará las armas y Santos advierte: «Es su última oportunidad»

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Frente de las Farc asegura que no entregará las armas

Se trata de una unidad guerrillera que opera en el Guaviare y que al parecer no está de acuerdo con el proceso de paz.

En el departamento del Guaviare fue difundido un comunicado que está firmado por el Frente Primero de las Farc ‘Armando Ríos’ en el que se indica que esa unidad no se desmovilizará, tal y como quedaría pactado entre Gobierno y Farc cuando se firme el Acuerdo General para la Terminación del Conflicto.

Ese frente opera en el Guaviare y según el texto difundido, no entregarán las armas por considerar que los diálogos solo buscan el desarme de las guerrillas y la desmovilización de las Farc sin beneficio alguno a cambio.

“El Frente Primero de las Farc ‘Armando Ríos no se desmovilizará, por considerar que la política del Estado colombiano y sus aliados sólo buscan el desarme y la desmovilización de las guerrillas (…) Pretenden continuar gobernando con el mismo modelo económico”.

En el comunicado aseguran que seguirán defendiendo sus ideales con las armas, medio con el que según ellos han podido mantenerse en su lucha.

«Hemos decidido no desmovilizarnos, continuaremos la lucha por la toma del poder por el pueblo y para el pueblo; independientemente de la decisión que tomen el resto de integrantes de la organización guerrillera. Respetamos la decisión de quienes desistan de la lucha armada, dejen las armas y se reincorporen a la vida civil, no los consideramos nuestros enemigos”.

Así mismo, esa misiva indica que las zonas veredales son el resultado de un sometimiento o una derrota militar que no es contemplada por ese frente.

Finalmente, invitan a las otras unidades guerrilleras a unirse en contra del proceso. Los negociadores de paz en Cuba no se han referido frente a este tema.

lafm


«Es su última oportunidad»: Santos a guerrilleros que no quieren desmovilizarse

Es «su última oportunidad», advirtió este miércoles el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, a los rebeldes que no quieran desmovilizarse producto del acuerdo de paz con las Farc, tras conocerse la supuesta reticencia de un frente de esa guerrilla a dejar las armas.

«Alguien me decía en estos días que el Frente Primero de las Farc tenía dudas o algunas personas del Frente Primero de las Farc tienen dudas de si acogerse a este proceso de paz o no. Que de pronto algunos iban a continuar y no se iban a acoger a proceso de paz», dijo Santos en un discurso en el departamento de Guaviare, donde actúa esa unidad rebelde.

«Cualquiera que tenga alguna duda, que mejor la deje a un lado y se acoja, porque es la última oportunidad que tienen para cambiar de vida. Porque de otra forma terminarán, se los aseguro, en una tumba o en una cárcel», advirtió el mandatario colombiano, quien también dijo que tras el acuerdo de paz todo el «poder» de las fuerzas militares «se concentrará en quienes se queden por fuera».

El gobierno de Santos y las Farc negocian desde noviembre de 2012 en Cuba para poner fin a más de medio siglo de conflicto y el 23 de junio sellaron las condiciones del cese al fuego definitivo y la entrega de armas de los rebeldes, que se concretarán una vez firmada la paz.

Sin embargo, se conoció un comunicado atribuido al Frente Primero de las Farc, también conocido como Frente «Armando Ríos», fechado el 10 de junio y en el que los rebeldes aseguraban que en «asamblea general» decidieron que esa unidad «no se desmovilizará».

Este frente, integrado según la prensa por unos 150 o 200 guerrilleros, habría tomado esa decisión «por considerar que la política del Estado colombiano y sus aliados sólo buscan el desarme y la desmovilización de las guerrillas» y «no están pensando en la solución de los problemas sociales y económicos del país», según el texto.

Las Farc, surgidas en 1964 de una sublevación campesina, son la guerrilla más grande del país con unos 7.000 combatientes, según cifras oficiales.

Colombia vive un conflicto armado que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, dejando un saldo de alrededor de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

El Espectador

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