Argentina: Cristina Fernández reclamó por la libertad de la dirigente Milagro Sala
Por la libertad de Milagro
La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó por la libertad de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, a la que atribuyó “un valor simbólico muy importante para todos los argentinos”, en el marco de una charla sobre el encarcelamiento que cumple la dirigente social jujeña y diputada del Parlasur desde enero pasado. “Fueron a arrebatarles a los negros, a los coyas, el derecho a ser iguales. Para eso, la necesitaban a Milagro presa”, analizó la ex mandataria, que participó vía teleconferencia de “El delito de pertenecer-El caso de Milagro Sala”, una charla que compartió con los columnistas de Página/12 Horacio Verbitsky y Sandra Russo, Juliana Marino, que integra el Comité para la Libertad de Milagro Sala, y la actriz Cristina Banegas, en el rol de moderadora.
Desde El Calafate, la ex presidenta fue “la sorpresa” que ofreció el Instituto Patria a las decenas de asistentes a la exposición colectiva que, en el marco del ciclo de charlas “Ciudadanía, Libertad e Igualdad en el Bicentenario de la Primera Independencia” que sucede desde principios de mes. “Quiero expresar mi absoluta solidaridad con Milagro”, comenzó Fernández de Kirchner, quien conoció a la dirigente social “en su Jujuy” cuando fue a visitar un emprendimiento de producción de ropa de cama y baño con la que la Tupac proveía a ministerios y secretarías. “Me impresionó la cantidad de gente joven que estaba trabajando en las máquinas de coser, como cantaban mientras cocían”, apuntó la ex presidenta, quien unió esa anécdota con otra que, minutos antes, había compartido Marino a propósito de las críticas que la dirigencia política jujeña le dedicaban a Sala por “organizar el lumpenaje”.
“Qué necesidad la de la sociedad argentina y la de cualquier otro país de organizar a aquellos sectores que quedan marginados del entramado cultural y que tienen conductas antisociales”, advirtió Fernández de Kirchner y consideró: “Nadie debería estar preocupado por quien se dedique a organizar a los marginados ya que si alguien organizara la vida de todos aquellos tendríamos muchos menos problemas en las sociedades contemporáneas”. “Es necesario que haya menos lumpenaje y más clase trabajadora”, concluyó.
Luego, relacionó el encarcelamiento de la dirigente jujeña con la instauración de “políticas antipopulares y profundamente regresivas, que implican una formidable transferencia de recursos hacia los puntos más concentrados de la economía”. “Históricamente en la Argentina se llevaban a cabo mediante golpes militares”, apuntó y luego describió la “actual suerte de una democracia de nula intensidad y desaparición de Estado de Derecho en cuanto a garantías que tiene que tener cualquier persona, cuyos derechos deben ser respetados, derecho a la libertad, a que no se le creen causas por ser una luchadora social”. “Lo de Milagro es la punta del iceberg”, añadió y concluyó: “Fueron a arrebatarle a esos negros, a esos coyas, el derecho a ser iguales. Para eso, tienen que tener a Milagro presa y por eso su libertad tiene un valor simbólico muy importante para todos los argentinos, porque implica para todos los que tienen derechos a ser tratados como iguales”.
Por su parte, Verbitsky planteó que detrás de la “detención ilegítima y arbitraria de Milagro Sala” está el “disciplinamiento obrero” e integra “un plan de larga data, premeditado”. Para explicarlo, se basó en declaraciones del ex senador y presidente de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, en la fundamentación de un pedido de informes que realizó el hoy gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, cuando integraba el Congreso de la Nación y en el informe sobre el vínculo del ingenio Ledesma, de Carlos Blaquier, y las violaciones a los derechos humanos durante el terrorismo de Estado que el Centro de Estudios Legales y Sociales realizó junto a Flacso, la Secretaría de Derechos Humanos cuando estaba dirigida por Martín Fresneda y el Programa Verdad y Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. “La condición sine qua non de la radical transformación económica y productiva fue la represión desatada sobre el movimiento obrero”, recordó el columnista de Página/12 y continuó: “La respuesta represiva fue brutal y formó parte de una estrategia empresarial de disciplinamiento obrero. Esto es lo que no hay que permitir ahora, lo que hay que denunciar, lo que hay que cuestionar y propagandizar en todo el país”.
Por su parte, Russo realizó un recorrido por las características de Sala y por los hechos discriminatorios que debió atravesar en su provincia y que aún atraviesa. “El primer acto militante de un tupaquero era darle de comer a un niño. Eso pinta de cuerpo entero a la mujer que hoy estamos defendiendo”, remarcó. Marino, en ese sentido, coincidió y amplió la caracterización: “Milagro rompió muchas lógicas: burocracias, de relación con cinco empresas constructoras, de discriminación, y esto parece que es imperdonable. Milagro construyó una epopeya social”. La integrante del Comité para la Libertad de Milagro Sala insistió en que “hay que darle continuidad a las campañas, cubrir todos los espacios, convencer, concientizar y hacer circular la información. “El Comité pretende la libertad de Milagro y dar a conocer su obra, eliminar la estigmatización que recae sobre ella”, planteó.
Además de la comunicación con la ex Presidenta, la teleconferencia sirvió también para hablar con Luis Paz, uno de los abogados de Sala, que saludó desde Jujuy. “Soy uno de los lúmpenes”, celebró e informó que que “la Tupac se está reconstruyendo del temor que generó Morales, que extendió el miedo de circular por la calle con la remera de la organización. Lo estamos venciendo con la visibilización del conflicto”.