Documental: teleSUR revela nexos de políticos y periodistas con la CIA en Ecuador
La CIA en Ecuador operaría con políticos y periodistas y con fondos de varias ONG
La CIA no habría dejado de actuar en Ecuador. Así lo prueba un documental exhibido anoche por la cadena de televisión multiestatal de noticias Telesur. Después de que en el año 2008 fuera expulsada del país Leila Hadad Pérez, la posta la habría tomado Karen Hollihan, quien ha mantenido largas reuniones en los últimos meses con personajes como Fernando Villavicencio, Alberto Molina, Martha Roldós y Andrés Paéz.
El video reproducido por Telesur muestra a Hollihan, una guayaquileña con ascendencia alemana-estadounidense, como la cabeza de toda una red de políticos y periodistas ecuatorianos, además de supuestos analistas.
Alrededor de Hollihan se encontrarían funcionarios y exfuncionarios públicos, banqueros, periodistas y figuras políticas, como la excandidata presidencial por la Red Ética y Democracia (RED) y exasambleísta, Martha Roldós, una de las fundadoras de la agencia de noticias ‘Tamia News’ y la fundación Mil Hojas, portales para los que buscó financiamiento y mantuvo contacto con Washington Office on Latin America (Wola), Open Society Foundation y la National Endowment for Democracy (NED).
En ese documental se menciona al alcalde de Quito, Mauricio Rodas, quien también fue candidato a la Presidencia en 2013. Actualmente Rodas es parte de la ‘Unidad’ junto a Jaime Nebot, burgomaestre de Guayaquil, y Paúl Carrasco, prefecto del Azuay. Junto a su hermano Armando Rodas habrían mantenido reuniones en Perú con el ciudadano peruano Víctor Rojas, quien brinda servicios a la National Democratic Institute (NDI).
Los hermanos Gustavo y Marcelo Larrea también aparecen en la investigación. El primero, exministro de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, mantuvo un almuerzo hace unas semanas atrás con 2 funcionarios de la embajada de Estados Unidos para, supuestamente, hablar sobre el ambiente político del país frente a los comicios de 2017.
Por su lado, Marcelo Larrea, dirigente del movimiento político Democracia Sí, hoy forma parte del denominado ‘Acuerdo Nacional por el Cambio’ (ALC), que aglutina a organizaciones, movimientos y partidos de centro-izquierda. La recién formada agrupación tiene como precandidatos al exdirector de la Universidad Andina, Enrique Ayala Mora, Lenín Hurtado, entre otros.
Como el principal contacto de Hollihan aparece el presunto experto petrolero Fernando Villavicencio. Con él se la ve en varias reuniones y supuestamente lo habría recibido en EE.UU. Él fue condenado por la justicia a 18 meses de prisión por injurias contra el presidente Correa; sin embargo, nunca cumplió esos meses de cárcel porque huyó de la justicia hasta que su sentencia prescriba. Actualmente estaría conectado al portal digital Focus, en el cual publica supuestas denuncias de corrupción del actual Gobierno Nacional. Este portal estaría administrado por José Tobar.
Otro contacto de Hollihan sería, según ese documental, César Ricaurte, titular de la ONG Fundamedios que monitorea supuestas amenazas a la libertad de expresión, proyectos, capacitaciones y talleres para la reflexión en torno al oficio periodístico del país. Y para ello cuenta con financiamiento extranjero, principalmente de ONG estadounidenses vinculadas con la CIA y otras entidades estatales.
También aparecen ahí otros periodistas como Martín Pallares, extrabajador de diario El Comercio, quien habría conseguido los fondos para operar el blog ‘4 pelagatos’. Allí escriben el periodista colombiano radicado en Ecuador José Hernández, Roberto Aguilar y Juan Gabriel González de Crudo Ecuador. Este último trabaja en el Municipio de Quito como especialista multimedia, pero aparece como humorista independiente en las redes sociales del Ecuador.
Uno de los columnistas de este portal y de El Comercio es Alberto Molina, coronel en servicio pasivo y quien, a su vez, tiene nexos con Mario Pazmiño, exjefe de Inteligencia del Ejército.
En ese documental también se nombra a la ONG Participación Ciudadana (presidida por Ruth Hidalgo, quien se habría reunido con Víctor Rojas en Ecuador), la cual habría recibido entre 2012 y 2015 unos $ 265 mil por parte de la NED.
El mecanismo utilizado para la difusión de supuestas investigaciones periodísticas es la reproducción de documentos oficiales que aparecen en portales como Plan V y en medios como El Universo, elaborados por periodistas como Juan Carlos Calderón y Mónica Almeida.
teleSUR revela nexos de políticos y periodistas con la CIA en Ecuador
El primer nombre que aparece en el video, cuya procedencia no es revelada, es el de Mario Pazmiño, un militar retirado y director de inteligencia de Ecuador, quien fue formado por la CIA como un experto en seguridad.
Pazmiño fue relevado de su cargo por fallas de información. Le ocultó al presidente ecuatoriano Rafael Correa que el ataque a Angostura, ocurrido en 2008 y donde murió el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), Raúl Reyes, y otras 22 personas, fue planificado por la CIA.
Testigos señalan que Pazmiño recibió equipamiento de la embajada estadounidense en Quito, según el video revelado por teleSUR.
Otro de los nombres revelados es el de Leila Hadad Pérez, jefa de la CIA en Ecuador durante muchos años hasta que Rafael Correa asumió la Presidencia. Hadab trabajaba de manera encubierta en el almacén de alfombras Aladino en Quito. Muchos políticos entraban a ese lugar con el pretexto de comprar alfombras y salían con instrucciones claras de lo que debían hacer. En este almacén también se autorizaba la designación de jefes de la Policía y Fuerzas Armadas afines a sus intereses.
Por sus acciones logró que Emilio Palacio, periodista del diario El Universo, fuera acogido como asilado político en los EE.UU. y desde ese país intenta influir, pero con poco éxito. Hadad Pérez fue expulsada de Ecuador en 2008, meses antes del ataque a Angostura.
Karen Hollihan, reclutada por la CIA según se señala en el video, es directora de relaciones públicas del Instituto Interamericano para la Democracia. Su historial en Ecuador fue escaso aunque suficiente para coordinar una red de informantes encargados de atentar contra la democracia en Ecuador.
El primero en ser reclutado fue Mario Pazmiño, el exmilitar Alberto Molina ,Fernando Villavicencio, quien se formó en los viejos sindicatos petroleros que acostumbraban a chantajear con amenazas de paro. Llegó a ser asesor del entonces asambleísta Cléver Jiménez.
Otro nombre la red de intervención de la CIA revelado en el video es César Ricaurte, quien dirige Fundamedios, una organización que se escuda en la defensa de la libertad de expresión, pero en realidad es un instrumento de las acciones psicológicas de los servicios de inteligencia estadounidense en Ecuador.
La CIA, de acuerdo a documentos desclasificados y testimonios de sus exfuncionarios, mantuvo una operación permanente para intervenir en las decisiones políticas y sociales de Ecuador.
Desde comienzos de la década de 1960, la CIA se infiltró en el Gobierno, la policía, grupos civiles y ONG para fomentar los intereses de Estados Unidos en el país. Además, aún continúa luchando para imponer su influencia y poder en la región.
Muy pocos conocen los movimientos políticos que llevaron a que fuerzas de inteligencia foráneas intervinieran en Sudamérica y Centroamérica con consecuencias desastrosas para la región, además de un enorme impacto en el orden mundial.
Antecedentes
Con el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y el florecimiento de los grupos de resistencia anticolonialista en América Latina, la Unión Soviética mantuvo su fortaleza geopolítica y comenzó a apoyar a su nuevo aliado: Cuba. Era el comienzo de otra Guerra Fría para Estados Unidos.
A comienzos de 1960, el presidente nacionalista de Ecuador, José María Velasco y su vicepresidente y posterior sucesor, Carlos Julio Arosemena Monroy, fueron presionados por la agencia para que rompieran diplomáticamente con el nuevo Gobierno socialista de Fidel Castro en Cuba. Ambos rechazaron aislar al Gobierno de Castro y fueron derrocados por golpes militares orquestados por la CIA.
Ecuador, al igual que otras naciones en Suramérica, fue víctima del Plan Cóndor en 1970, que era respaldada por Estados Unidos. Este plan apoyaba el terrorismo de Estado para controlar lo que se percibiera como una «amenaza comunista», además de eliminar los sectores subversivos de la sociedad.
Diferentes activistas, organizadores y opositores a las dictaduras que Estados Unidos impulsó en la región fueron blancos del Plan Cóndor. Dos prominentes presidentes latinoamericanos, Omar Torrijos de Panamá y Jaime Roldos de Ecuador, se opusieron férreamente a esas medidas de Estados Unidos.
Roldos y Torrijos murieron en un accidente aéreo y, de acuerdo a documentos desclasificados de la CIA, pudo haber sido parte de un plan, debido a que otros líderes de izquierda en la región también estaban en la lista.
El presidente Roldos quería reorganizar el sector de hidrocarburos, lo que era una enorme amenaza a los intereses estadounidenses en Ecuador; es por ello que algunos investigadores creen, firmemente, que la muerte de Roldos está vinculada a las operaciones de la CIA en el país.
La CIA en profundidad
Entre las actividades menos conocidas de la CIA, destaca la infiltración de centenares de sus agentes en despachos diplomáticos, partidos políticos y fuerzas militares en Ecuador.
Agentes en los aeropuertos darían cuenta de pasajeros con destino a países socialistas como Cuba y Rusia. Asimismo, los correos enviados a esos países eran abiertos y clasificados por la CIA para su posterior análisis. Cualquier huésped “especial” en algún hotel sería objeto de una atenta vigilancia, e incluso el personal médico del presidente Velasco Ibarra hacía reportes semanales a un puesto de la CIA en el país.
Los espías mantenían una lista detallada de nombres, residencias, sitio de trabajo, números telefónicos, actividades de esparcimiento preferidas, pasatiempos, nombre del cónyuge y su información, información de la escuela de sus hijos, entre otra información.
Si surgía alguna información relevante para la CIA esta se pasaba a los cuarteles generales en suelo estadounidense.
Los principales blancos de la agencia en esa época eran los grupos de jóvenes socialistas o comunistas en las universidades. La Unión Revolucionaria de la Juventud Ecuatoriana (URJE) era considerada la organización más peligrosa y el blanco primario a ser desestabilizado, al igual que el Partido Comunista del Ecuador.
La CIA tenía el apoyo de los medios de comunicación de derecha que publicaban información falsa, sin verificar las fuentes o si dicha información era verdadera.
De esa manera, el movimiento de izquierda perdió fuerza y unidad en los espacios sociales y políticos del país.
A pesar de los documentos y testimonios que corroboran estas actividades, la CIA, hasta ahora, no ha reconocido que su misión en Ecuador era infiltrarse en movimientos sociales, estaciones de radio, líneas aéreas, hoteles, e incluso hospitales.
Nuevos métodos, la misma estrategia
El actual Gobierno ecuatoriano sostiene que los grupos vinculados a la CIA y que reciben ayuda financiera de Estados Unidos están actuando contra las organizaciones de izquierda en América Latina.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Nacional para la Democracia (NED) son, para muchos, una herramienta de Estados Unidos para impulsar sus intereses políticos, económicos y sociales.
Muchos grupos de oposición y medios en América Latina reciben financiamiento de la USAID y NED u otras instituciones públicas o privadas de Estados Unidos. Además del presidente de Ecuador, Rafael Correa, otros presidentes de izquierda han denunciado que las operaciones de estas instituciones buscan desestabilizar a sus Gobiernos, tal fue el caso del expresidente venezolano, Hugo Chávez, que resistió los embates de los grupos opositores financiados por la NED. Más recientemente, el caso de los grupos de libertades civiles detrás del proceso de impeachment contra la presidenta, Dilma Rousseff.
De acuerdo al presidente Correa, estas organizaciones actuaron políticamente para promover la agitación social y oponerse a las políticas de su Gobierno. En 2012, Correa amenazó con expulsar a la USAID después de acusarla de financiar a los grupos de oposición y de inmiscuirse en la política interna ecuatoriana. Él señaló que otros movimientos progresistas estaban evaluando si tomaban acciones similares.
Algunos informes también indican que el presidente Rafael Correa podría ser blanco de la CIA dada su férrea oposición a la intervención estadounidense en su país y la región. Apenas llegó al poder, Correa clausuró la base militar estadounidense en Manta y expulsó a dos diplomáticos que trabajaban para la CIA. Asimismo, Correa concedió asilo político a Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres.
Al igual que hace 50 años, la CIA continúa su estrategia de intervención e infiltración, a través de nuevos métodos y recursos en Ecuador.