Argentina: a un año de la histórica jornada contra la violencia de género, mañana vuelve el grito de “Ni Una Menos”
Ni una menos: el nuevo spot que convoca a la nueva marcha
Este viernes se realizará la segunda edición de «Ni una menos» que esta vez convocará a marchar por «Vivas nos queremos». La convocatoria en la ciudad de Buenos Aires tendrá epicentro desde las 17 en la Plaza de los dos Congreso, pero se esperan multitudinarias movilizaciones en todo el país.
La edición del año pasado potenció la concientización de la violencia de género, pero, lamentablemente, los asesinatos de mujeres a manos de hombres totalizaron 286 en 2015.
Y, en los primeros tres meses de este año, 66 más, es decir, tres casos cada cuatro días. El último, el de Micaela Aldana Ortega, de tan solo 12 años. Por eso, familiares de otras víctimas recordaron su dolor en la campaña para convocar a marcha por «Ni una menos».
El año pasado 150.000 personas gritaron «Ni una menos» frente al Congreso. Este viernes, esperan que el reclamo de justicia se escuche aún más fuerte.
Nuevo Spot de #NiUnaMenos
A un año del Ni una menos, el macrismo vació programas de atención a víctimas
A un día del primer aniversario de la masiva movilización en todo el país para pedir un freno a la violencia machista, el reclamo y los datos sobre la cantidad de mujeres asesinadas se fundió en un grito masivo y, por ello, Mauricio Macri, antes de ser presidente, firmó un compromiso contra la violencia de género. Hoy, a un año de aquel día, la realidad se encuentra muy alejada del papel firmado.
En 2015, el actual Presidente se comprometió a «presentar, implementar con todos los recursos necesarios, y monitorear el Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la violencia contra las mujeres» como así también «garantizar el acceso real de las víctimas a la Justicia mediante fiscalías y comisarías con personal capacitado».
Además, prometió «garantizar el funcionamiento de la Unidad de Registro, Sistematización y Seguimiento de Femicidios a nivel federal» y la Educación Sexual Integral en todos los niveles. También aseguró que, si llegaba a gobernar, se protegería a las víctimas de esta violencia.
La realidad es que desde junio a noviembre del 2015 se recibieron por mes un promedio 4322 llamados realizados por primera vez, de mujeres en situación de violencia. En el mes de abril de este año se recibieron, un promedio de 1945 llamadas realizadas por primera vez, esto muestra alrededor de un 50% menos de llamadas, relacionado con la ausencia absoluta de pauta publicitaria para difundir la Linea.
Sin embargo, con él a la cabeza del gobierno, la situación es muy distinta. Varios programas referidos al tema se cerraron mientras otros se vaciaron y bajó el nivel de participación, dentro del Estado, de las mujeres.
Macri quiso enviar una señal al nombrar a Fabiana Túñez, histórica defensora de los derechos de la mujer, en el Consejo Nacional de las Mujeres pero dejó de lado otras cuestiones importantes con las cuales queda claro su política al respecto. .El presupuesto que recibe el Consejo, es decir el órgano responsable de implementar la protección contra la violencia de género, es tan sólo del 0,0055% del total del presupuesto nacional Es de 87.629.846 pesos y equivale, si se compara los datos con el Censo de 2010, a 4,25 pesos por mujer.
Además, el Presidente modificó el Decreto N° 357/2002 que reglamentaba la ley 25.673 de creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. Mediante el decreto 114/2016 dejó de darle prioridad al programa, que era de alcance nacional. Además, en enero se despidieron 20 trabajadoras, es decir: un tercio de la planta del programa.
Tras la polémica que generó el tema, Patricio Ancarolla, el vocero del ministro de Salud, Jorge Lemus, aclaró que el programa «no fue dado de baja sino que cambió de área y depende ahora de la Dirección Nacional de Atención Comunitaria». Sin embargo, los activistas no están contentos con la respuesta. En diálogo con Télam Marisa Herrera, investigadora del Conicet, aseguró que «depender de otra área ministerial más general afectará al programa, que se caracterizaba por tener una autonomía funcional».
Manuela Casteñeira, dirigente del nuevo MAS, compartió con este medio un informe sobre los programas que el macrismo cerró y cuenta que el patrocinio gratuito para víctimas de violencia machista, que impulsó Abal Medina y fue sancionado a fines de 2015, en la actualidad no tiene presupuesto.
En distintos puntos de todo el país la problemática sigue vigente. En Neuquén se cerró el 0800-mujer. El intendente Horacio Quiroga despidió a seis de las trabajadores del programa y sólo una quedó en funciones. Por dicho motivo, el mismo cerró. Las ex trabajadoras sacaron una nota en Página 12 en donde contaron la situación: «Nuestros despidos son parte de los miles que están sucediendo a lo largo y ancho del país, así como el cierre y vaciamiento de programas y dispositivos de atención a mujeres víctimas de violencia».
En La Plata, por su parte, el intendente de Cambiemos Julio Garro cerró el «Centro Integral para las mujeres víctimas de violencia de género», que se brindaba a través de la ONG «Las Mirabal», al despedir a 18 trabajadoras. Córdoba tampoco se queda atrás: se despidió a trabajadoras de la Secretaría de Violencia y Trata pero ellas lograron la reincorporación. ¿El problema? Hoy sufren un vaciamiento presupuestario. De hecho, hay 900 botones antipánico en la Provincia y sólo dos personas lo monitorean.
En Tucumán, los despidos pusieron fin al programa «Sí, somos plomeras» que capacitaba en plomería a más de 9700 mujeres, víctimas de violencia de género. ¿El argumento? «Razones presupuestarias y reorganizativas».
El Destape se comunicó con «GPS del Estado», un sitio perteneciente a la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), que agrupa la información de los distintos organismos del Sector Público Nacional y analiza cómo se organiza el sector, sus estructuras y funciones, los recursos humanos y financieros de cada organismo, sus autoridades, marcos normativos, planes de acción y resultado. Según GPS, desde el macrismo, se masculinizó la cúpula estatal.
El organismo hizo una comparación entre 2011 (principios del mandato de CFK) y fines de 2015 (mandato de Mauricio Macri) y mostró que la participación de mujeres en cargos de ministros es baja, del 14% (sólo Stanley, Malcorra y Bullrich) mientras que en el kirchnerismo era del 19%.
Además, si bien el sexo femenino representa cerca del 50% de la fuerza de trabajo de la Administración Pública Nacional (sin incluir FFAA y FFPPySS), en cuanto a Conducción Política del Poder Ejecutivo -ministros, secretarios y subsecretarios-, las mujeres representan sólo el 22%.
“Ni una menos” – Por Nora Merlin
“Ni una menos” es una iniciativa popular surgida el 3 de junio del 2015 que se repetirá este año. Es el nombre de una rebelión que puso en cuestión algunos “patrones” que funcionan como pilares de la cultura capitalista. El machismo, en sus distintas expresiones, describe una relación paradigmática establecida entre hombres y mujeres que no se explica a partir de un supuesto antagonismo sostenido por la diferencia sexual anatómica.
Ni una menos comenzó a cuestionar una lógica social naturalizada como normal, que reproduce las relaciones de explotación, dominación, uso, poder, sometimiento, obediencia y servidumbre, es decir, todas las modalidades en que predomina el valor de uso y abuso característicos de la mercancía en el capitalismo. En ellas las personas no cuentan como tales sino que se cotizan como objetos en el mercado y se manipulan de la misma forma en que manipulamos objetos: se usan, se descartan y se tiran.
Esta clase de vínculos se configuran por el par poder-sometimiento, en el que alguien ocupa el lugar de sujeto y otro el de objeto. El sujeto es activo, agente del acto orientado a poseer ilimitadamente a alguien que encarna el lugar de objeto pasivo. El sujeto ejerce poder, dominio y maltrato y el partenaire, el objeto, se define como una cosa de propiedad privada, susceptible de ser usada, explotada, abusada. En la pasividad se trata de un sometimiento activo y sufrido, pero muchas veces inercialmente acostumbrado (no nos referimos aquí a los casos de sometimiento forzado: secuestros, trata, etc.).
A partir de interrogarnos por estos modos naturalizados, surge la necesidad de continuar nuestra búsqueda colectiva, que consiste en otra construcción de lazos sociales basada en un pacto político distinto, no determinado por el mercado, que establezca otra relación con los mandatos de esta época globalizada.
Prosigamos explorando nuevos modos de subjetivación, nuevas formas de la amistad y la solidaridad, de ser y hacer con los otros, capaces de ir más allá del circuito de la mercancía y de la lógica de la psicología de las masas que quieren imponer los regímenes neoliberales.
Gobierne quien gobierne no debe abjurar nuestro anhelo de comunidad. La cultura debe ser soberana, popular y democrática.
* Psicoanalista (UBA). Magister en Ciencias Políticas (Idaes). Autora de Populismo y psicoanálisis, Edit. Letra Viva.