Organizaciones de 34 países demandan en Cuba el fin del bloqueo y del sabotaje a gobiernos progresistas
Representantes de 209 agrupaciones gremiales, instituciones y movimientos sociales de 34 países demandaron ayer el fin del bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba, y el cese del sabotaje político a los gobiernos y movimientos progresistas latinoamericanos.
Reunidos en el Palacio de las Convenciones de esta capital, cerca de mil 600 de esos activistas, que compartieron el domingo con el pueblo cubano los festejos por el Día Internacional de los Trabajadores, reconocieron que la política de hostilidad económica, comercial y financiera de Washington hacia la mayor de las Antillas aún persiste.
El bloqueo iniciado hace más de medio siglo no ha desaparecido y se sigue aplicando con rigor, afirmó la presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Kenia Serrano, en el pleno del Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba y América Latina y el Caribe.
En su intervención, Serrano explicó a los participantes que muchos pueden tener la falsa percepción de que esa hostil política, vestigio de la Guerra Fría, desapareció a raíz de las medidas tomadas por la administración del presidente estadounidense, Barack Obama, a partir del proceso hacia la normalización de relaciones emprendido por ambas naciones.
Sin embargo, lo cierto es que a pesar de las medidas, dijo, el bloqueo sigue aplicándose con rigor.
La necesidad de finalizar esa disposición privativa, principal obstáculo para el normal desarrollo de la isla, fue también justificada y demandada por todos los participantes del citado encuentro, muchos de ellos integrantes del XI Contingente de la brigada de solidaridad Primero de Mayo.
El grupo, integrado por representantes de naciones de todos los continentes, exigió asimismo el fin de lo que denominaron como sabotajes políticos y económicos de la contraofensiva capitalista en la región latinoamericana, e instaron a enfrentarla.
Ello, en defensa de gobiernos progresistas democráticamente electos como el de la presidenta brasileña, Dilma Rouseff, y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quienes enfrentan acciones desestabilizadoras y maniobras políticas encaminadas a derrotarlos y hacer retroceder las políticas y conquistas sociales por ellos impulsadas.
En este sentido, el encuentro acogió un panel de intelectuales y activistas de países como Argentina, Brasil, Venezuela y Honduras, quienes analizaron los casos de sus países, ejemplos de las ansias de poder de la derecha capitalista y sus políticas neoliberales.