Nicaragua cuestiona en la OEA el proceso para destituir a Dilma
La misión de Nicaragua ante la Organización de Estados Americano (OEA), consideró este jueves que el proceso de destitución en contra de la Presidenta Dilma Rousseff es «impresentable y antidemocrático», mientras que la de Venezuela rechazó «categóricamente el golpe de Estado parlamentario en curso en Brasil».
El tema de Brasil lo planteó la misión de Bolivia en el último punto del Consejo ordinario, abierto a cualquier asunto, y se pronunciaron al respecto Nicaragua, Brasil, Argentina, Venezuela y Estados Unidos.
«Lamentamos que la OEA no se haya dado ni por enterada de la situación de Brasil, no quisiéramos pensar que la OEA esté apoyando golpes de Estado como en el pasado», afirmó el embajador boliviano ante la organización, Diego Pary.
En esa misma sesión, Estados Unidos defendió a capa y espada que en Brasil no hay un golpe de Estado «suave» ni de ningún otro tipo porque existe «, porque según existe un claro respeto por las instituciones democráticas».
El diplomático estadounidense fue el único en rechazar abiertamente la noción que el proceso de destitución de Dilma Rousseff, suspendida de la Presidencia la semana pasada por el Senado, sea un «golpe de Estado Parlamentario» o «un golpe de Estado suave», como defendieron las misiones de Bolivia, Nicaragua y Venezuela.
«Como hemos oído claramente (de la misión brasileña) hay un claro respeto por las instituciones democráticas, una clara separación de poderes, rige el Estado de Derecho y hay una solución pacífica de las disputas. Nada de eso parece ser el caso en Venezuela hoy y esa es la preocupación», sostuvo Fitzpatrick.
Almagro, que ya había abandonado el Consejo en el turno libre de palabra en el que se habló de Brasil y Venezuela, ha defendido en numerosas ocasiones a Rousseff ante un proceso de destitución que considera sin fundamento e incluso viajó recientemente dos veces para reunirse con ella y apoyarla.
Además, el titular de la OEA ha anunciado que pedirá una opinión consultiva sobre el proceso brasileño a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), con sede en San José (Costa Rica).